martes, diciembre 19, 2006

Hablando de la Patria (II)

No había pensado el post anterior en relación con el aniversario del 19 y 20 de diciembre de 2001, aunque me parecen oportunas estas reflexiones al respecto. En realidad la cosa venía por dos poemas que hablan de la Patria y que me tocaron a fondo. Atravesando los años, volví a sentir un amor muy antiguo. Que viene desde una época en que un pibe del Once, hijo de inmigrantes, no quería perderse un desfile del 9 de Julio o no sentía mayor orgullo que cuando en la escuela lo elegían como abanderado. Y que con el tiempo fue encarnando el amor a la Patria en el amor al Pueblo, otra palabra en desuso. Cuántas cosas que nos robaron, o nos dejamos robar, o directamente las regalamos...

Uno de los dos poemas que mencionaba es Didáctica de la Patria de Leopoldo Marechal, que Hard Core puso en su blog. El segundo pertenece a otro poeta olvidado (entre paréntesis, a la más conocida de sus obras le puso música Peteco Carabajal, y otra de sus poesías tuvo un destino tan curioso como injusto).

El asunto es que en San Luis hay un sitio histórico llamado Las Chacras. Ahí fue donde allá por 1819 el gobernador de esa época (llamado Dupuy, no estaban todavía los Rodríguez Saa...) preparaba las tropas formadas por gente de su provincia para incorporarse al Ejército de los Andes. Sobre una población total de 16000 habitantes, 5000 sanluiseños se alistaron a las órdenes de San Martín.

A esta epopeya, ese poeta le escribió lo que sigue.


Digo el llamado

Y después en caballos redomones
que urticaba la prisa de la espuela
galopaban los Chasquis por las calles
de la ciudad donde Dupuy gobierna,
conduciendo papeles que decían:
"El General de San Martín espera
que acudan los puntanos al llamado
de Libertad que les envía América".
y firmaba Dupuy, sencillamente,
con la mano civil y la modestia
de quien era varón republicano
hasta el cogollo de la misma médula.

Y los Chasquis partieron, con el poncho
como un ala flotando en la carrera,
hacia todos los rumbos provinciales
por los caminos de herradura o huella,
ignorantes del sol y la fatiga,
sin pensar en la noche o la tormenta;
llegaron hasta el Morro por la tarde,
y por el alba cabalgaron Renca,
y entregaron mensajes en La Toma,
en La Carolina y La Estanzuela,
en la villa de Merlo y Piedra Blanca,
en el Paso del Rey y Cortaderas,
en Nogolí también y en San Francisco,
en cada población y en cada aldea,
y en estancias y oscuras pulperías
y en velorios, bautizos y cuadreras,
dondequiera paisanos se juntaran
en solidaria diversión o pena.

Y los hombres dejaban el arado,
o soltaban azada o podaderas,
o la hoz que segaba los trigales
o la taba o el truco en la taberna,
o el amor de las jóvenes esposas,
o la estancia feudal, o la tapera,
o el cedazo que el oro recogía
cuando lavaban misteriosa arena,
o el telar, o los muros comenzados,
o el rodeo de toros en la yerra,
para ir hasta el Valle de las Chacras
donde oficiales anotaban levas.

Y hasta había mujeres que llegaban,
con vestidos de pardas estameñas,
al umbral de Dupuy para decirle:
"Vuesa Merced conoce mi pobreza,
yo no tengo rebaños ni vacadas,
ni un anillo de bodas, ni siquiera
una mula de silla, pero tengo
este muchacho cuya barba empieza".

De Mendoza llegaban los mensajes
breves, de dura y militar urgencia:
"Necesito las mulas prometidas;
necesito mil yardas de bayeta;
necesito caballos, más caballos;
necesito los ponchos y las suelas,
necesito cebollas y limones
para la puna de la Cordillera;
necesito las joyas de las damas;
necesito más carros y carretas;
necesito campanas para el bronce
de los clarines; necesito vendas;
necesito el sudor y la fatiga;
necesito hasta el hierro de las rejas
que clausuran canceles y ventanas
para el acero de las bayonetas;
necesito los cuernos para chifles;
necesito maromas y cadenas
para alzar los cañones en los pasos
donde la nieve es una flor eterna;
necesito las lágrimas y el hambre
para más gloria de la Madre América..."

Y San Luis obediente respondía
ahorrando en la sed y la miseria;
río oscuro de hombres que subía,
oscuro río, humanidad morena
que empujaban profundas intuiciones
hacia quién sabe qué remota meta,
entretanto el galope levantaba
remolinos y nubes polvorientas
sobre el anca del último caballo
y el crujido final de las carretas.

Y quedaron chiquillos y mujeres,
sólo mujeres con las caras serias
y las manos sin hombres, esperando...
en San Luis del Venado y de las Sierras.


Antonio Esteban Agüero

lunes, diciembre 18, 2006

Hablando de la Patria (I)

No soy afecto a la exaltación patriótica o patriotera, bah, como casi nadie hoy en día (salvo durante un Mundial, p.ej.). Suelo escuchar por radio a Jorge Dorio que a cada rato dice "la Patria" y la verdad es que suena raro, casi nadie más lo hace. Salvo que el acto del 25 de mayo pasado en la Plaza de Mayo se hizo con la consigna "La Patria somos todos". Y pensándolo un poco, esta frase tiene una enorme riqueza potencial, si se quiere apuntar a la construcción de un país sin excluidos y no simplemente a un conjunto de enclaves prósperos, protegidos por rejas de seguridad de una multitud marginada.

Evidentemente algo pasó para que la simbología de la Patria, tan cara en épocas pasadas, esté tan devaluada. Encontré una buena explicación en esta intervención del antropólogo Alejandro Grimson en el debate sobre "La identidad nacional" (perteneciente al ciclo "La cultura argentina hoy" organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, publicado como suplemento de Página/12 del 23/09/2006):

"En Argentina, a diferencia de lo que ocurre en otras sociedades latinoamericanas, como la brasileña, los sentimientos nacionales se encuentran distribuidos en dicotomías excluyentes y confrontadas, entre militares y pueblo; autoritarismo y democracia, etcétera.

No hay matices, la diversidad está más bien licuada, invisibilizada, y lo que se visibiliza es, o propio, o contrario a lo propio. Existe en Argentina un cierto pensamiento dicotómico que me parece importante considerar que es el producto del proceso histórico al cual hacían alusión Carlos [Altamirano] y Felipe [Pigna]. ¿Cuál fue el papel específico que cumplió la dictadura militar de 1976 en la transformación de los sentidos sociales de la Nación? Porque antes de la dictadura militar lo nacional era un campo de disputas políticas y simbólicas, había proyectos muy distintos, contrapuestos, acerca de cuál era el futuro deseado para la Nación. Sin embargo, después del '76, con la retórica nacionalista que vació al Estado, con el terrorismo de Estado asociado al nacionalismo y con lo ocurrido en Malvinas, lo nacional quedó dentro de uno de los dos campos de la disputa. Luchar por la democracia o defenderla implicaba renunciar a la retórica nacional, a la reivindicación de la simbología nacional, contraponerse a un discurso autoritario que se había apropiado de la nación. En mi opinión, uno de los grandes éxitos de la dictadura militar es que identificó a la nación y lo nacional con lo autoritario. Creo que hasta hoy esa identificación tiene cierta vigencia entre nosotros, aunque por suerte en los últimos años ha entrado en crisis parcialmente. El lazo íntimo entre nación y autoritarismo fue uno de los grandes éxitos de la dictadura, porque si democracia y nación aparecían como campos opuestos en la década del '80, eso se tradujo en una apropiación de la nacionalidad e incluso de las festividades relacionadas con lo nacional por parte de cierto sector de la sociedad. Eso, en términos sociológico-antropológicos, es un síntoma clave porque, como decía Durkheim, la fiesta de una comunidad es el momento en el cual la comunidad se celebra a sí misma, celebra su existencia. Como Argentina no tiene nada para celebrar de su existencia como tal, fue abandonando ese tipo de celebraciones. Esa distancia que los argentinos adoptamos respecto de la Nación es el producto de una política, y no sólo eso, sino que produce efectos políticos poderosísimos. Lo digo porque, en mi opinión, para que se pudiera dar el caso argentino en la década del '90, que es uno de los casos más extremos de neoliberalismo en el mundo, tuvieron que conjugarse tres condiciones. La primera fue la dictadura militar con todo lo que conocemos sobre ella, la segunda fue la hiperinflación con el terrorismo económico que implicó y la tercera es que los argentinos tuviéramos distancia completa respecto de nuestro sentimiento nacional. Si no hubiera habido una distancia respecto de nuestra nacionalidad, habría surgido, por ejemplo, una movilización cívica cuando se regaló YPF. Sólo fue posible hacerlo porque nosotros ya no sentíamos YPF como nuestra."

Esto redondea bastante bien mis pensamientos sobre los '90 como la época del proyecto del "no-país". Que no hubiera sido posible de no haber existido el Proceso, y que nos llevó al borde de la extinción en la debacle de 2001. ¿Vale la pena tratar de reinventar hoy día, lejos de todo autoritarismo, una identidad nacional? ¿Estaremos todavía a tiempo?

jueves, diciembre 14, 2006

Tomá Mate

Paso a difundir a la solidaria comunidad bloguera las últimas novedades sobre el tema de la BCG (para los que no estén al tanto, ver acá, acá y acá). Gonzalo, andá tomando nota.


¿Jaque Mate a la BCG?

El 13 de diciembre de 2002 planteamos a las autoridades la necesidad de la producción nacional de vacunas por ser un área estratégica. Eso ocurrió en la SECyT en presencia del ex Secretario de Ciencia y Tecnología Dr. Julio Luna, el interventor del ANLIS-Malbrán Dr. Gustavo Ríos, el Director del Biológico de La Plata Dr. Alejandro Lozano y varios jefes de sección de esa Institución, y cuatro integrantes del Grupo de Gestión. Para ser breves sólo nos referiremos a la BCG.

La vacuna BCG producida en el Biológico es de referencia para América Latina y el Caribe según la Organización Mundial de la Salud. Con capacidad instalada para producir 4.500.000 dosis/año, el Biológico produce BCG sólo para Provincia de Buenos Aires (1.600.000 dosis/año). Para el resto del país, el Ministerio de Salud de la Nación importa alrededor de 4.000.000 de dosis/año.

Por ese despropósito también nos reunimos con funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación, Min. de Educación, Ciencia y Tecnología, Min. de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Secretaría de Ciencia y Tecnología, Diputados, etc.

El 21 de marzo de 2005, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica le otorgó un crédito al Instituto Biológico por $ 2.292.228 para adecuar instalaciones y producir BCG (y Vacuna Doble) para todo el país. Para ejecutar ese crédito el Biológico debe tener el aval del Gobierno de la Pcia. de Buenos Aires y luego ser aprobado por el Congreso Provincial.

Como la toma del crédito se demoraba, después de un año y medio de otorgado, el 14 de agosto de 2006 pedimos una entrevista al Gobernador Felipe Solá, para solicitarle que permita ejecutar el crédito del Biológico con el fin de adecuar a esa Institución para producir las vacunas BCG y Doble para todo el país.

El 19 de setiembre de 2006, recibimos nota del Ejecutivo Provincial diciendo que la audiencia había sido derivada al Ministro de Salud de la Pcia. de Buenos Aires, Lic. Claudio MATE, quien oportunamente nos informaría sobre la resolución.

Hoy, a casi 3 meses de esa fecha no tenemos ninguna noticia del ministro Mate. Nos preguntamos si esto no es el jaque MATE a la BCG.

La próxima semana se cumplirá el 4º ANIVERSARIO de las gestiones que iniciamos para producir BCG para todo el país y, lamentablemente, no tenemos nada para festejar. Tampoco podemos evitar sentir mucha VERGÜENZA AJENA.

Mientras tanto:

- La BCG espera y se sigue importando. ¿A quién le importa?.

- Luego de 4 años de gestiones, todo está como era entonces.

La BCG es una "historia mínima". Sin embargo, si analizamos el caso veremos que el mismo nos permite evaluar el INTERÉS y la VOLUNTAD POLÍTICA de los funcionarios responsables.

Por eso, y más allá de que expandir la producción de BCG es una acción extremadamente modesta, nosotros pensamos que esta VERGONZOSA "historia de la BCG" es un modelo que nos permite concluir que de continuar con esta forma de implementar políticas en Ciencia y Tecnología, no nos va a ir muy bien.


El GACTEC

Mientras tanto, nos preguntamos, ¿qué hace el GACTEC (Gabinete Científico Tecnológico)?, organismo creado para conciliar y elaborar políticas en CyT y formular proyectos de alto impacto social, a nivel nacional. ¿No van a hablar con el gobernador Solá para ver qué es lo que está pasando? Por lo menos, para conocer si hay negligencia, desinterés, o si alguien está poniendo "palos en la rueda".

Nadie dice nada, como si todo anduviera bien. ¿No ven qué es lo que pasa con el organismo que define políticas de CyT?
Según información que poseemos la última vez que se reunió el GACTEC fue a fines de 2003. Sí, no es error, a fines del año dos mil tres.(*)

El GACTEC es presidido por el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y está constituido por los ministros Ginés González García (Salud) - Daniel Filmus (Educación, Ciencia y Tecnología) - Felisa Miceli (Economía) - Jorge Taiana (Relaciones Exteriores) - Nilda Garré (Defensa) y Julio de Vido (Planificación).


Cordialmente, Grupo de Gestión:
Airaldi MG - Alonso-Romanowski S - Bibiloni AG - Cid JA - Cravero C - De Filippo J - Denzoin LA - Estébanez ME - Fernández Lahore M - Fiamberti H - Fossati CA - Franchi AM - Furnari JC - Gadaleta P - Gaggioli N - García AP - Ghilarducci A - Giordano M - Gubertini MT - Hajos S - Hermida EB - Hozbor D - Ielpi L - Iriondo M - Isturiz MA - Jasnis MA - Lamberti Y - Landoni MF- Lemos DR - Manghi M - Milana JP - Montero A - Nonzioli AC - Otero AM - Palermo M - Pérez O - Ravelo A - Rearte B - Recavarren MI - Rodríguez ME - Rofman A - Sabbatini ME - Sasiain MC - Schattner M - Yantorno O.


Este texto se difunde a: Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete, Ministerios de Educación, Salud, Defensa, Cancillería, Ministerios de Salud Provinciales, Secretaría de Ciencia y Tecnología, ANMAT, Diputados y Senadores Nacionales, Legisladores y Funcionarios Provinciales y C.A.B.A., Academias Nacionales, Instituciones del Sector CyT (INTA, INTI, CNEA, CONICET, SEGEMAR, CONAE, CITEFA, INIDEP, SENASA, INA, ANLIS-Malbrán, UTN), Facultades de Universidades Nacionales, ONG, Laboratorios de Producción Pública de Medicamentos, otros).


(*) Este comunicado es de la semana pasada, hoy nos enteramos de que el GACTEC se volvió a reunir el lunes 11 de diciembre para presentar el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación "Bicentenario" (2006-2010). ¿Habrán tratado el tema de la BCG, quizás? ¿Qué prioridad se le habrá dado en este ambicioso Plan? Chi lo sa.

martes, diciembre 12, 2006

Chile, 1973


La muerte de un personaje como el genocida chileno tiene el poder de revivir y movilizar los recuerdos de toda una época. En este caso los '70, tan de moda en estos días. Algunos como J.P. Feinmann, Mario Wainfeld y yo recordamos las multitudes que salieron (salimos) a la calle en repudio al golpe del 11/09/73, acá en Buenos Aires. Y la inconsciencia de no pensar que a nosotros nos podía pasar algo parecido. Esto es algo que se cantaba en ese momento (con música de Ramón Ortega), ante los rumores luego desmentidos de una fuerte resistencia al golpe:

Yo tengo fe, que Chile va a ganar
Yo tengo fe, que Chile va a ganar
Yo tengo fe, que Chile va a ganar
Le va a romper el c... a la junta militar.

Lo que pasó después, aquí y allá, es bien conocido y no debe ser olvidado. Hace un tiempo encontré esto en la web, es un fragmento de una novela del peruano Óscar Ugarteche, y hoy quiero compartirla acá, en homenaje a todas las víctimas del terror y a las ilusiones masacradas en América Latina.


Babilonia la grande
Fragmento: Milonga de andar lejos

A mediados de 1971, Perico llegó al departamento contento, lleno de vitalidad, diciéndole que se iban a Santiago de Chile a vivir una temporada. Perico iba enviado por el Partido al AST chileno. /Qué lejos está mi tierra/ y sin embargo, qué cerca/ o es que existe un territorio donde la sangre se mezcla/ No somos los extranjeros / los extranjeros son otros/ son ellos los mercaderes/ y los esclavos nosotros/ yo quiero romper mi mapa/ hacer el mapa de todos/ mestizos, negros y blancos/ trazarlo/ codo con codo/... Que una gota/ con ser poco/ con otras se hace aguacero/

El encargo que tenía era fortalecer el sindicato del Partido en la Compañía Chilena de Teléfonos, así como los lazos entre el AST chileno y el PRG para crear una retaguardia política en la eventualidad que se iniciara la guerrilla en el Perú. Fue un esquema similar al que usaron otros grupos años después. Para lograrlo y para ganarse la vida Perico entró a trabajar a Chitelco recién nacionalizada a la ITT. Encontraron una casa pequeña en la población La Bandera y se hicieron muy amigos del cura, un francés muy cultivado. De esos que están con la gente y no contra ella. Clotario Blest, un viejo dirigente de izquierda iba por la población con frecuencia. Era muy amigo, entre otros, del cura. Describir el barrio es difícil. Tenía las calles de tierra, poco y mal alumbrado público y un par de teléfonos. Las casas eran de madera, muy pequeñas, con los techos inclinados hacia un lado, «mediaguas» les llaman. Recordaban las casas obreras alemanas de fin de siglo pasado. /Corazón maldito/ por qué palpita así/ por qué palpita/ Había pocos árboles y mucha tierra apisonada por todas partes. Las casitas tenían macetas en los umbrales de las puertas, con cipreses. La plaza delante de la iglesia era un terral con árboles delgados y recientes, con bancas de cemento que cerraban un diamante relleno de bloquetas de cemento rosado. Algunos geranios crecían distraídos. Era un barrio muy pobre. Quizás el más pobre de Santiago en ese momento. Su alcalde era un miembro del Partido de gobierno. No había un solo regidor que no perteneciera a las filas del gobernante frente de la Unidad Popular. El AST no estaba en la UP. Antes bien estaba enfrentado con los partidos del gobierno aunque les dio una tregua en los primeros años para que pudieran gobernar. Incluso los guardaespaldas de Allende venían del AST.

—Perico, ¿A dónde me has traído? Esta gente cree que está en Europa. No se dan cuenta que somos latinos. Además, esa preocupación por sus leyes, me fastidia. Quieren hacer la revolución por la legal cuando la revolución es contra las leyes, ¿No?

—Es más complicado que eso, pero no te preocupes, amor. Aquí vamos a hacer la revolución y vamos a poder replicarla en el Perú.

—¿Esta es gente revolucionaria? Creo que no te entiendo cuando hablas de revolución, amor. Esta gente no me da la impresión de ser muy revolucionaria. Da la sensación que es muy conservadora, racista y que tiene un trato fatal con las mujeres y con los extranjeros, excepto, claro, si son argentinos, uruguayos o europeos. A esos sí los respetan y los tratan como a la gente. Lo que es a nosotros...

—Eres mala. Estás prejuiciada. Son gente simpática y alegre.

—¡Qué dices, amor! Sí no saben ni bailar.

—Bueno ya, dejémoslo allí y no te compliques con buscar chamba fuera de acá que te vas a terminar peleando con la gente.

En los primeros días de su llegada fueron a inscribirse en el edificio de investigaciones y allí les dieron sus cédulas de identidad anaranjadas números 6718091 de Monchi y 6718092 de Perico. Se tomaron las fotos para la cédula la semana antes que fueran y adiós pueblo de Ayacucho, Perico estaba con barba y con el pelo largo. ¡Y qué culpa tenía Valderrama! Adónde vamos a ir a parar, maldita zamba del amanecer. Lucero solito en el alba. Pobre Monchi, ni siquiera era Valderrama y allí estaba con cédula anaranjada y todo. /Corazón maldito/ por qué palpita así/ por qué palpita/

Ella entró a trabajar al comité vecinal y a la olla común de la población. Era un lugar pequeño con techo de zinc, con unas seis mesas largas donde almorzaban los que se habían quedado sin trabajo o que por dedicarse a la política habían dejado de trabajar. Cantaba feliz, /que culpa tiene el tomate/ de estar prendido en la mata/ si llega un hijo de puta lele/ y lo mete en una lata lele/ y lo manda pa Caraca. El dejo chileno de falsete de gallo, y el comerse las eses, le agarró rápido. Un día poroto con rienda y el otro poroto granados la vida comenzó a pasar al ritmo de Violeta Parra, Víctor Jara, Los Quilapayún, Inti Illimani y los poemas de Neruda. /Me gustas cuando callas/ porque estás como ausente/ Con frecuencia iban a la peña de los Parra en la calle Carmen 7. Allí cantaban habitualmente Rolando Alarcón, Víctor Jara y Patricio Manns, además de Ángel e Isabel, los anfitriones. Chile Ríe y Canta era la otra guarida que la dirigía un gordo que se llamaba René Largo Farías. /Me mandaron una carta/ por el correo temprano/ en esa carta me dicen que cayó preso mi hermano/ la carta dice el motivo/ que ha cometido Roberto/ haber apoyado el paro que ya se había resuelto/ si acaso esto es un motivo/ preso voy también sargento/ siiiiiiiiiiiiiii.

Perico llegaba tarde en la noche de sus reuniones políticas y el grupo se pasaba horas hablando de la revolución que había que hacer en Chile sentados en la única mesa con seis sillas de madera y con una pantalla de mimbre. De todas maneras los militares iban a reaccionar y en algún momento iban a darle un golpe a Allende, un reformista que veía la ley por sobre todo en lugar de entender que las demandas populares pasaban por encima de la ley burguesa, hecha precisamente para favorecer los grandes intereses. /Mira la batea/ cómo se menea/ cómo se menea el agua en la batea/ Otros peruanos entraron en este círculo por referencias de Lima conforme iban llegando a lo largo del tiempo. /La batea se menea/ qué barbaridad/ la batea se menea/ qué preciosidad/ La base del círculo fue conformada por un economista casado con Françoise, una francesa; Juan, sociólogo, hijo de un Coronel del Ejército, y la pareja de Perico y Monchi. Después llegaron los uruguayos y a Juan lo mandaron a dormir donde el vecino que tenía sitio. Ellos fueron los primeros en compartir los dos dormitorios y la cocina-sala, espacios únicos de todas las mediaguas. Además caían por la mediagua peruanos que iban a mirar y vivir la experiencia del socialismo. /Cómo se menea el agua en la batea/ Fue a mediados de 1972 que se organizó el paro de transportistas de Chile que marcó la futura caída del régimen. Había ya escasez de repuestos, el Rinso costaba cada vez más y se encontraba menos, el papel Confort (en chileno, Conforz, sin t y arrastrando la r hacia una zeta) era tan preciado como el papel carbón, el Regal se volvió un jabón de lujo. Hasta encontrar un Hilton con filtro se tornó crecientemente difícil.

Casi de inmediato, luego del paro de transportistas, salieron las señoras elegantes de Providencia a protestar a las calles con sus cacerolas. /le he contestado yo al preguntónico/ cuando la pánzica/ pide comídica/ pone al cristiánico/ fuerte y guerrérico/ por sus poróticos/ y sus cebóllicas/ No hay regimiéntico/ que los deténguica/ si tienen hámbrico/ los populáricos/ La derecha perdió el miedo a la calle. La policía no los reprimía con severidad sino a manera de juego del gato y el ratón. El odio, la ira y la violencia marcó la reacción. El día de la primera marcha de las cacerolas, como se le llamó, las mujeres bajaban por Providencia al lado del río cantando

No hay carne, hueón.
No hay leche, hueón,
No hay huevos, hueón
Que chucha es lo que pasa, hueón

Monchi pensó que su mamá no usaría ese vocabulario, pero claro —esto es Chile, uón—. Los bolivianos que entonces llegaban a Santiago, tenían terror de un golpe luego de su experiencia con la asonada de Banzer contra Torres, y los muertos y exiliados. Y hasta los uruguayos del PC andaban preocupados. Habían caído de transeúntes, luego de los golpes en Uruguay y en Argentina, a principios de 1973 y se hallaban muy alarmados por el ambiente de golpe que se empezaba a sentir. El grupo comenzó a percibir más fuerte un tufillo fascista que propiciaba la caída del poder del gobierno de Allende. Esto llevó al grupo a fortalecer su posición.

—Monchi, tú qué piensas, esto se acaba o lo salvamos, le dijo la francesa.

—No hay nada que salvar acá. Si el gobierno socialista no ha logrado instaurar el divorcio ni despenalizar la homosexualidad, esto es frágil. No puede ni siquiera hacer lo mas sencillo, menos podrá hacer lo mas difícil.

—Es que hemos ganado la conciencia revolucionaria del pueblo, intervino Perico. Lo otro es adjetivo.

—¿No hay divorcio en este país?, interrogó Françoise.

—También meten a la cárcel a los maricas, añadió Monchi.

—Uy, hay que hacer la revolución dijo ella, inocente. Venía de París de 1968. Añadió, ¿Prohibido prohibir, no es verdad? O que metan todo el país a la cárcel, pues. Tan ella.

Estas mujeres no entienden nada, meditó Perico saliendo de la casa al parque a conversar con el cura y a fumar su pipa. La barba comenzó a encanecer levemente y la pinta de Perico con su bluyín viejo, su chompa azul marino, la camisa a cuadros rojos y blancos y las botas, con los pelos castaños y rizados al hombro, era la de un navegante solitario. Parecía un marinero español, pálido, con la barba negra con canas y su mirada transparente.

Cuando volvió de fumar su pipa se encontró con un feroz debate en la casa donde llegaron otros peruanos y chilenos, pero también estaban los uruguayos, los bolivianos y unos brasileños. La revolución se defiende con las armas, dijeron unos. /Perder la paciencia/ y sólo encontrarla/ en la puntería/ camaradas/ Lo que hay aquí no es revolución, sino un reformismo pequeñoburgués que va a parar en nada, dijeron los uruguayos. Los compañeros chilenos argumentaban que un golpe era impensable porque su país tenía una vieja tradición democrática y que el respeto a las leyes primaba a diferencia del resto de América Latina. Es un país con un enorme respeto por la institucionalidad democrática y nadie la va a quebrar.

—Pero fijate lo que pasó en Uruguay, interpuso el uruguayo exiliado. Allí no había golpes de estado hasta que llegó uno y chau. Y han puesto un civil. Qué tanto. Igual es un gobierno militar y es un golpe de Estado, che.

—Nosotros somos distintos, replicó. Chile es un país con una burguesía respetuosa de sus normas, porque al fin y al cabo han sido hechas por ellos para ellos y no las van a pisotear.

Los chilenos de los otros partidos, es decir que no estaban con el AST, pedían calma porque Chile es una democracia y jamás va a haber un golpe aquí porque las leyes se respetan y no somos como el resto de Latinoamérica, uón, somos educados, no tenemos el problema de la mancha india, uón, y somos más civiles, uón. Es decir, ciudadanos cabales. Y lo peor del caso es que se lo creían los propios tipos que lo decían, sin darse ni cuenta la suma de pavadas que estaban diciendo. /Qué dirá el Santo Padre/ que vive en Roma/ que le están degollando/ a su paloma/ Casi como que Chile estaba en Marte y los poderosos se iban a dejar quitar el poder porque es Chile. Una cojudez total. Pero claro, tan civilizados como los belgas. Hasta Providencia se parece a Bruselas. Pero la providencia no apareció. /Qué dirá el Santo Padre/

/Tanta distancia y camino/ tan diferentes banderas/ y la pobreza es la misma/ los mismos hombres esperan/ qué lejos está mi tierra/ y sin embargo qué cerca/ ¿O es que existe un territorio donde la sangre se mezcla?


Óscar Ugarteche


P.S.: Este sitio es imperdible.

jueves, diciembre 07, 2006

Una milonga

Viendo un video que puso Hard Core en su blog y asociando libremente con otros temas de actualidad, me acordé de la película Sur de Pino Solanas. La vi hace mucho pero retengo algunas escenas memorables. Una tiene que ver con las luchas obreras en la época de Frondizi, más precisamente con la toma del frigorífico Lisandro de la Torre (otra historia olvidada). Ahí se escucha de fondo a Alfredo Zitarrosa cantando esto:





Milonga del tartamudo que siempre dijo que no
yo soy pobre y no me vendo y nadie me atropelló.
Por cierto que era su orgullo ser de abajo y no ceder
cuando todos los de arriba lo quisieron corromper.
En el mercado del hombre si no es bueno el rendimiento
se empieza con los despidos y acaba en el vaciamiento.

Echegoyen echó fama en la gran ocupación
cuando un juez y un coronel le exigieron rendición.
Dele, dele, delegado no se deje chi, chicanear
si la gente está a su lado tiene todo por ganar.

En medio de su discurso el tarta, tartamudeó
y entre risas y cargadas la gente le canturreó.
Mi, mi, milonga tartamudeada, milonga para olvidar
cuando calla el tartamudo seguro que va a pelear.

Milonga del delegado que andaba por Mataderos
entre playas y corrales sirviendo a los compañeros.
El gremio lo acompañó de Liniers a Puerto Piojo
vecinos, pibes, y viejos enfrentando el desalojo.

En el negocio de carnes primera es la del novillo
la del hombre vale apenas pa' el rebenque o el cuchillo.
Mi, mi, milonga del tartamudo que siempre dijo que no
sigo pobre y no me vendo la puta que los parió.

Las vacas que se escaparon de los palos y los dueños
aún andan por las barriadas vagando como en un sueño.


(Solanas - Zitarrosa)

miércoles, diciembre 06, 2006

Uy...


...lo que me estoy perdiendo...

viernes, diciembre 01, 2006

La ciencia polémica

(titularía el gran diario argentino). El 13 de noviembre ha sido declarado Día del Pensamiento Nacional, en coincidencia con el aniversario del nacimiento de Don Arturo Jauretche. No es que se le haya dado mucha trascendencia o que la cobertura periodística de esa fecha haya sido abundante o o de mucho interés, pero parece que al colega Rollo Tomasi de La Ciencia Maldita le cayó medio pesada ya que le motivó un post con un título algo chocante.

Se diría que Rollo está tan impresionado por los logros macroeconómicos de la era K, que niega la afirmación de Don Arturo (en "El Plan Prebisch: Retorno al Coloniaje") sobre el "crecimiento extraordinario" del país en el período 1946-1955. Yo no soy quién para recomendarle lecturas académicas a un economista, pero en el ensayo "Los primeros gobiernos peronistas y la consolidación del país industrial: éxitos y fracasos" de Eduardo M. Basualdo (FLACSO-Página/12, 2004) puede leerse lo siguiente:

"Los trabajos realizados sobre estos períodos señalan la existencia, especialmente durante los primeros años de la administración peronista (1946/48), de una acelerada e inédita expansión económica sustentada en la situación también excepcional de la balanza de pagos y en un sensible crecimiento de la inversión bruta fija. Sobre este particular, R. Mallon y J. Sourrouille (1973) expresan que: "Entre 1945 y 1948 el volumen de las mercancías importadas se cuadruplicó y el producto bruto interno real aumentó el 28%. La disponibilidad real de bienes y servicios -total del producto interno más importaciones menos exportaciones- creció, durante el período de tres años, en una cifra aún más impresionante: el 45%, favorecida por el mejoramiento en los términos de intercambio con el exterior y en los servicios de los préstamos e inversiones extranjeros" (p. 21). Por su parte, C.F. Díaz Alejandro (1975) señala que "las tasas de crecimiento anual más elevadas conseguidas durante lapsos consecutivos de cinco años han sido las siguientes (empleando como serie básica el PIB): 1932/37: 5,0% (CEPAL), 1943/48: 5,4% (BCRA), 1953/58: 5,0% (BCRA)" (p. 78). Finalmente, también Eshag y Thorp en su trabajo sobre esta época indican que entre 1946 y 1948 "Las estadísticas disponibles sugieren un crecimiento del producto bruto nacional del 10% por año durante el período, mientras que durante la guerra fue de sólo 3% por año" (p. 75)."
(op. cit, p. 8)

En el mismo contexto Rollo descalifica irónicamente las críticas de Jauretche al señalamiento de problemas de infraestructura energética en el Informe Prebisch, que antecedió al plan económico que el mismo Raúl Prebisch le presentó al gobierno de Aramburu en 1956. Pero más allá de los diagnósticos acertados que pudiera haber hecho Prebisch, ¿cuál fue la función histórica de su plan y su resultado final? ¿a quiénes favoreció y a quiénes perjudicó? Veamos lo que puede leerse sobre este tema en un libro de Alain Rouquié, a quien puedo calificar de historiador imparcial sin pifiarla demasiado:

La "liberación" económica y social

"(...) Pero las nuevas autoridades necesitaban un plan global para enfrentar la delicada situación económica. El gobierno del general Lonardi había encargado un informe al respecto a Raúl Prebisch, experto de reputación internacional y antiguo administrador del Banco Central bajo la presidencia de Castillo. El diagnóstico que éste entregó a fines de octubre fue dado a conocer por la Presidencia de la Nación recién a principios de 1956. Sus recomendaciones iban a servir de hilo conductor a la política económica del presidente Aramburu. El Plan Prebisch enfocaba la situación esencialmente desde el punto de vista ortodoxo de la moneda y las reservas de divisas. Éstas habían caído de 1.650 millones de dólares en 1946 a 450 millones en 1955. Según el equipo de Prebisch, la causa de la inflación eran los aumentos masivos de salarios y el dirigismo estatal (60); y sus consecuencias, el incremento de los beneficios de los industriales y el desaliento a aumentar la productividad (61). Durante el período peronista, el producto por habitante prácticamente no varió (+3,5% en 10 años). Las categorías sociales favorecidas por Perón mejoraron pues su condición en detrimento de los otros grupos. El Plan Prebisch demuestra que los obreros aumentaron su ingreso real en un 37% a expensas de los productores agropecuarios y de las clases medias. La "ciencia" económica legitimaba así la vindicta social de los propietarios y de los privilegiados.(*)

Las vías de acción propuestas obedecían a un plan neoliberal, aunque su autor negara oponerse a toda intervención estatal y pretender retrotraer a la Argentina a la era agropastoril (62). En realidad, su plan de recuperación económica buscaba restablecer autoritariamente una moneda sana y el libre juego de la oferta y la demanda. Constituyen algunos de sus objetivos el aumento de las exportaciones agropecuarias, el incremento de la productividad mediante la supresión de las "prácticas restrictivas" permitidas por algunas convenciones colectivas y el traspaso "a la iniciativa privada" de la mayoría de las empresas administradas por el Estado.

Una política de austeridad, el mantenimiento de precios que favorecieran los intereses agroexportadores, la privatización de empresas estatales y la denuncia de la política social del régimen precedente eran otras tantas líneas de fuerzas convergentes. El Plan Prebisch, adoptado en 1956 como programa económico del gobierno, dramatizaba en exceso la situación económica de la Argentina y no aludía en lo más mínimo a la influencia de las estructuras arcaicas y antieconómicas, particularmente en el sector primario, sobre el crecimiento del país. Parecía que de lo único que se trataba era de culpar a ciertos grupos sociales y de preparar y legitimar una transferencia de ingresos de los estratos favorecidos por el peronismo a los que apoyaban al nuevo régimen.(...)

(60) Prebisch R., Informe preliminar acerca de la situación económica, Buenos Aires, s.e., 26/10/1955, pp. 13 y 38.
(61) Prebisch R., Moneda sana o inflación incontenible y Plan de restablecimiento económico, Buenos Aires, Secretaría de Prensa de la Presidencia de la Nación, enero de 1956, p. 35.
(62) Prebisch R., Desarrollo económico y política social, Mesa redonda en la Universidad de Córdoba, Buenos Aires, íd. ant., 25/02/1956, pp. 15 y 23.

(Alain Rouquié, Poder Militar y Sociedad Política en la Argentina - II - 1943-1973, Ed. Emecé, 5a ed., 1983, pp. 131-132).

(*) Las negritas son mías, las comillas son del autor.


El Plan Prebisch es quizás uno de los aspectos más cuestionados de la trayectoria de su autor, quien está considerado la figura más influyente en la historia de la economía argentina. Supongamos que don Raúl haya tenido buenas intenciones y veamos en qué resultó su plan, según otra fuente.

La revolución improductiva

"A fines de octubre de 1955, Prebisch elevó al gobierno de facto el Informe Preliminar acerca de la situación económica... Pese a que hacía poco menos de un año había elogiado algunos aspectos de la política peronista, en el Informe presentaba un sombrío panorama en el que destacaban las consecuencias más negativas del intervencionismo estatal -que sostenía empresas ineficientes-, del aislamiento económico -que privaba al país de bienes de capital- y de una irresponsable política de aumentos salariales que habían conducido al proceso inflacionario. Era necesario reducir el gasto público e instrumentar medidas que permitieran aumentar el stock de divisas necesarias para superar el déficit de la balanza comercial y emprender el desarrollo "autosustentado" que proponían los ideales cepalinos.

En los primeros días de enero de 1956 se dio a conocer el Plan de restablecimiento económico que finalmente sería reconocido con el nombre de su autor. Uno de los objetivos primordiales era sanear la moneda, y para ello el gobierno puso en práctica una devaluación y estableció un tipo de cambio libre lo que, sumado al desmantelamiento del IAPI, redundó de inmediato en beneficio de los exportadores agropecuarios. A estas medidas se sumaba un congelamiento de salarios que iba acompañado por una liberación de los precios de los productos de primera necesidad. El Estado procedía a desnacionalizar los depósitos bancarios, a eliminar todo tipo de subvenciones y a iniciar la privatización de muchas de las empresas que hasta entonces controlaba. Para alentar el arribo de capitales y estimular el desarrollo de industrias competitivas, se eliminaban las barreras que habían tenido por objeto la protección de las manufacturas nacionales. El abandono del comercio bilateral, la apertura de la economía y el ajuste permitieron que la Argentina, ahora un país confiable, fuera admitido como integrante del Fondo Monetario Internacional y estuviera en condiciones de recibir su "ayuda".

Aun cuando no sería lícito dudar de los objetivos desarrollistas que perseguía Prebisch, quienes tuvieron a su cargo la implementación de las medidas se encontraban estrechamente vinculados con "los intereses tradicionales" del aparato "productivo, comercial y financiero" (A. Ferrer). Juan Llamazares (ministro de Comercio, asesor de la Bolsa de Comercio), Álvaro Alsogaray, Eugenio Blanco (ministros de Industria y de Economía respectivamente, asesores de empresas argentinas y extranjeras), Eduardo Busso, Alberto Mercier (ministro del Interior y ministro de Agricultura, ambos terratenientes), y otras personalidades que representaban a las familias más tradicionales demostraron poco interés por aquellos aspectos del plan que encerraban un relativo aire transformador.

Si bien durante el primer año la devaluación y los capitales permitieron un respiro, muy pronto el comercio exterior dio señales de que no se comportaba del modo esperado. En 1957 la crisis se profundizó y el costo de vida continuó aumentando. La tasa inflacionaria que en 1955 llegaba a un "desesperante" 12,3%, ahora trepaba a un 30%, y el saldo negativo de la balanza comercial ascendía de los "intolerables" 1.600 millones a más de 9.000. Si algo faltaba para empañar las ilusiones de Prebisch, la redistribución del ingreso a favor de los sectores tradicionales no parecía lograr su objetivo de reactivación económica, ya que el porcentaje de inversión del PBI había descendido."


(Historia Argentina desde la prehistoria hasta la actualidad - Colección en fascículos publicada por Página/12, Departamento de Historia, Colegio Nacional de Buenos Aires, p. 663)

Y ahora sí, un toque de "jauretchianismo" (Rollo dixit). Veamos estos fragmentos de "El Plan Prebisch: Retorno al Coloniaje":

"El plan Prebisch significará la transferencia de una parte sustancial de nuestra riqueza y de nuestra renta hacia las tierras de ultramar. Los argentinos reduciremos el consumo, en virtud de la elevación del costo de vida y del auge de la desocupación. De esta manera, no solamente aumentarán nuestros saldos exportables, sino que serán más baratos, lo que será aprovechado por el consumidor extranjero que ensanchará su cinturón a medida que nosotros lo vayamos achicando."

"La mayor parte de nuestra industria, que se sustentaba en el fuerte poder de compra de las masas populares, no tardará en entrar en liquidación. Los argentinos apenas si tendremos para pagarnos la comida todos los días. Y cuando las industrias se liquiden y comience la desocupación, entonces habrá muchos que no tendrán ni para pagarse esa comida. Será el momento de la crisis deliberada y conscientemente provocada..."

“(...) Mientras tanto, nos iremos hipotecando con el fin de permitir que falsos inversores de capital pueden remitir sus beneficios al exterior. Y como nuestra balanza de pagos será deficitaria, en razón de la caída de nuestros precios y de la carga de las remesas al exterior, no habrá entonces más remedio que contraer nuevas deudas e hipotecar definitivamente nuestro porvenir. Llegará entonces el momento de afrontar las dificultades mediante la enajenación de nuestros propios bienes, como los ferrocarriles, la flota o las usinas. Poco a poco se irá reconstruyendo el estatuto del coloniaje, reduciendo a nuestro pueblo a la miseria, frustrando los grandes ideales nacionales y humillándonos en las condiciones de país satélite..."

Cualquier similitud de los párrafos anteriores con hechos realmente ocurridos en la Argentina en los últimos 50 años, es pura coincidencia.