martes, febrero 13, 2007

Un alegrón

tuve ayer al leer en P.12 un reportaje de Werner Pertot a Martín Sabbatella. Que una joven estrella del firmamento progresista demuestre una identificación con el pensamiento Nac&Pop no es cosa de todos los días (esto ya lo comenté en el blog de Manolo, pero vale la pena el post). Con esto empieza a sintonizar con cosas que yo vengo pensando y diciendo:
"Las estructuras políticas de hoy son pragmáticas y funcionales a cualquier ideología. Si no somos capaces de construir una fuerza política que pueda impulsarse por convicciones se pone en riesgo la profundización del cambio. Si no, cuando esté de moda apoyar las relaciones carnales, las mismas estructuras las van a apoyar sin ningún problema. Hay una resignación a la lógica de construcción tradicional."
Y da en el blanco al responder a un comentario sobre Blumberg:
"Pero pensar que no hay más ideologías es una ideología. ¿A quién le es funcional que la situación es preideológica? Es funcional a una ideología, que es la que impulsó el fin de las ideologías. Por eso, también creo que es funcional a la derecha cuando Lilita dice que la cuestión es preideológica y que es menos importante el debate en términos de izquierdas y derechas."
Finalmente, se termina de ganar mi simpatía acá:

WP–Carrió plantea una coalición cívica, con sectores del socialismo, de la UCR, con Patricia Bullrich...

MS–No estoy de acuerdo con nada de eso. Vaciar de ideas y de ideología tiene más que ver con el pensamiento único de la década del noventa que con lo que hay que construir. Dividir el sistema político entre los que violan o no violan el Código Penal me parece un error. Aunque sí es justo considerar que una de las características tiene que ser que nadie pueda violar el Código Penal. Si uno mira la historia política, que la derecha hable de la calidad institucional suena muy hipócrita. La preocupación central no está ahí, sino en los intereses que defienden. Como decía (Arturo) Jauretche, nos critican por nuestros errores, pero nos quieren echar por nuestros aciertos. Cuando la derecha critica el populismo en la región, le preocupa que un indio gobierne Bolivia, le preocupa que alguien pueda representar la voz de los sin voz, a ese subsuelo de la patria sublevada(*). Hay intereses que se juegan...

(*) Frase de Raúl Scalabrini Ortiz.

Éstas son las cosas que dan ganas de seguir peleando la batalla de las ideas. ¡Vamos Martín todavía!

13 comentarios:

EmmaPeel dijo...

Coincido con tu alegrón, vecino, pero pongo mi velo de duda: habría que ver qué hace efectivamente Sbatella para escapar a las fuerzas del pragmatismo y el cualquierismo* ideológico con una estructura política que supere la gestión municipal.
Seguimos leyendo,
Saludos

*le robamos el COB a María Esperanza

EmmaPeel dijo...

Corrijo: Sabbatella, Sbatella era una farmacia de mi barrio

Rafa dijo...

Comparto tu velo de duda, Emma. Pero por lo menos tiene las ideas claras y dice las cosas tal como son, lo que no está mal como punto de partida viendo lo que hay hoy en día. Por supuesto que en cuanto a una estructura política que supere lo municipal tiene una flor de tarea por delante.

Gracias por tu visita. Un beso.

manolo dijo...

Jorge
Que mi paisano Sabbatella, es un tipo capaz es indudable.
Que tiene ganas, tambien se sabe, el problema esta en la franja politica donde se mueve.
Esperemos que pueda resolver los problemas de conducción politica, que hace falta el progresismo nacional o por lo menos en la provincia de Buenos Aires.
Recordando a Jauretche, las modas del primer mundo no necesariamente sirven al pais.
Por eso la critica a la moda de la moral y su comparación con la moda de las relaciones carnales me parece un acierto.
Un abrazo nacional.

Unknown dijo...

Muchachos, no se preocupen. Martín tiene algunos de los vicios que ustedes describirían como virtudes del peronismo.

manolo: tus problemas con la moral te hacen carne de diván

Rafa dijo...

Manolo, comparto tu opinión. Y sobre lo de las "modas" (para darle alguna vez la derecha a Hal) no se puede olvidar que algunas figuras del gobierno actual (ej. Alberto F. aunque hay muchos más) adhirieron con entusiasmo al modelo de los '90.

Hal, vicios, virtudes, siempre con la moral (:P)...supongo que te referís a vicios en la vida pública, podés explayarte a gusto, acá no hay censura.

Gracias y un abrazo a ambos.

Artemio López dijo...

Si jorge, vamos sabbatella todavía, es bueno de verdad!
hal que vicios tiene?, explicita un poco esta sentencia porque sino suena a chicana. salu2

Unknown dijo...

Claro, Jorge, con la vida privada jamás me metería. Además, luego de haber sido compañeros de militancia y amigos durante varios años, siento un gran afecto por Martín.
Me refería a cuestiones como un liderazgo teñido por el verticalismo y el personalismo, y a cierta endebles en la estructura ideológica que inspira sus prácticas políticas.
Por lo demás, su gestión es de las pocas cosas que pueden reivindicarse en la política conurbana.

Unknown dijo...

Recién ahora leo tu comentario, Artemio. Creo que el tema quedó aclarado pero si no es así, la seguimos.

Hard Core dijo...

Ayer lo vi con Leuco, arranco con el. Le falta aun un marco global. Lubertino se quedo con una perorata de cosas que no tenian sentido pero estaba en un marco global mas amplio. Te juro, hasta mezclo la ley de jubilaciones, derechos humanos todo. Sabatella esta aun como mirando salir.

Rafa dijo...

Hal: obvio, acá no nos metemos con la vida privada de nadie. Sabía de tu amistad con Sabbatella pero no de tus críticas hacia él. Para mí el verticalismo y el personalismo no son vicios ni virtudes per se, pueden ser características de una etapa histórica en que los partidos y las instituciones en general no cumplen sus funciones y están desprestigiados. Seguro que vos conocés el caso particular de Martín mucho mejor que yo, pero no creo que a él por eso se lo pueda meter en la misma bolsa que sus colegas de p.ej. Merlo o José C. Paz. Lo de la endeblez en la estructura ideológica, en fin, creo que es algo generalizado...

Hal, Artemio y Hard, gracias por la visita. Un abrazo a todos.

Unknown dijo...

No, Jorge, ¿cómo voy a comparar a Martín con los sátrapas que mencionás? Por eso señalé que su gestión es de las pocas cosas que pueden reivindicarse en la política conurbana.
Sin embargo, no por eso voy a dejar de señalar aquellos aspectos que me parecen cuestionables o, cuanto menos, contradictorios en la figura de Sabbatella.
Casi todo puede ser explicado en términos de la etapa histórica, incluyendo el culto a la persona y la laxitud ideológica, pero si nos contentamos con esa respuesta corremos el riesgo de quedar atrapados en el conformismo.

Rafa dijo...

Totalmente de acuerdo, Hal. No dije que haya que contentarse con esa explicación, una acción política transformadora tiene que plantearse la superación de esa etapa.

Gracias de nuevo. Un abrazo.