jueves, diciembre 27, 2007

Los platos están bien lavados

Una anécdota del Basilisco que pasó a la historia, es la de aquella vez que mandó a los científicos "a lavar los platos". En realidad la diatriba tenía una destinataria específica: la Dra. Susana Torrado, socióloga e investigadora en etnografía, quien ya en 1994 había señalado un aumento en la desocupación debido a la política económica de esa época, prediciendo que eso era el inicio de un proceso de mucha mayor magnitud. En el video "Actividad 1" de este sitio ella misma le cuenta a Adrián Paenza el episodio que protagonizó el Supermingo en esa oportunidad.

Uno podría explayarse largamente sobre la combinación de soberbia, ignorancia y desprecio por el conocimiento ajeno que exhibió ahí el ex ministro (acompañada por una elevada dosis de machismo). La verdad, yo prefiero hacerle un lugarcito al pensamiento y la obra de la científica agredida, por ejemplo lo que dice en este reportaje. La Dra. Torrado también acaba de compilar el libro "Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo Centenario. Una historia social del siglo XX". En una entrevista que le hizo Verónica Gago, aparecida este mes en el Nº 247 de la revista Debate, ST habla de la obra y de su concepción del siglo XX como un siglo "largo" que se extendió desde 1870/80 hasta la crisis de 2001/02. También lo define como "denso" y "vertiginoso" en lo social. Aquí van algunos párrafos:

ST: (...) En el plano de la estructura de clases sociales, pasamos de una sociedad de tipo colonial, con pequeña clase media de origen español, a una sociedad altamente permeable desde el punto de vista de la movilidad social -para quienes recién llegaban al país como para sus hijos- durante el modelo agroexportador. Esto configuró un sistema de clases sociales bastante moderno y lo hizo en muy poco tiempo. Se trata de una verdadera transición demográfica en la que se pasa de un momento en que las sociedades no tienen control sobre las enfermedades ni sobre la vida -es decir, no pueden regular el número de los nacimientos y el tamaño de las familias- a otro tipo de estructuración, moderno, muy rápidamente. La acumulación de acontecimientos es lo que me hace decir que fue un siglo denso.

VG: En ese sentido, necesariamente esa acumulación también fue vertiginosa...

ST: Sí, porque un proceso como el de transición de las clases sociales duró mucho menos tiempo que procesos similares en Europa: lo que allá necesitó un siglo, acá se hizo en cuarenta años. Hay que tener en cuenta también que esto no se dio de un modo homogéneo en todo el país. La Argentina tenía el ejemplo europeo: podía copiar procesos y así se hizo. Las instituciones de beneficencia que se instalaron antes del '30 son copias calcadas de lo que sucedía en Europa, sobre todo porque las elites de aquí estaban orientadas hacia la cultura europea. Aún así, el caso argentino es bastante prodigioso como modalidad de transición demográfica.(...)

VG: ¿Cómo se modifica el patrón de asistencia social en el período aperturista?

ST: El patronato, la tutela de la infancia y la filantropía son propias del modelo agroexportador. Durante el peronismo, hubo un primer cambio: una de sus vertientes, de manera militante, trató de eliminar esas formas anteriores de beneficencia. La Fundación Eva Perón se crea justamente en contraposición a lo que era la Sociedad de Beneficencia y la sustituye. Con el golpe de 1976 y el inicio del modelo de ajuste, la noción de asistencia social pasa a ser completamente distinta: se sustenta en la concepción filosófica que, desde el punto de vista del funcionamiento económico y social, se debe dejar que el mercado sea el asignador de recursos, bajo la idea del derrame. La Argentina es uno de los modelos más claros del mundo que demuestra que esta destrucción del Estado a favor del mercado es totalmente falsa como solución de los problemas de distribución de recursos.

VG: ¿Cuándo surge la figura del "marginal" social?

ST: Aparece en la Argentina muy vinculada al desempleo, que lleva a lo que Robert Castel llama la "desafiliación": no sólo se sale del sistema de trabajo, sino también de un sistema vincular, de relaciones sociales, más amplio. En este sentido, marginal implica mucho más que desocupado. Pero se acelera o se masifica ligado al desempleo en la medida en que nunca habíamos tenido en la historia argentina niveles de desocupación tan altos como los que aparecen a fines de los '90 y, menos aún, que se dieran de un modo tan abrupto. La desestabilización del lazo social en general, de los vínculos familiares y de las redes de reciprocidad anteriores fue también vertiginosa. Los planes sociales que se implementaron, entonces fueron de absoluta emergencia: no es la asistencia social que se planificaba durante el modelo agroexportador. Las elites de fines del XIX y principios del XX estaban tratando de construir un país e integrar a la población de un modo que no consistía simplemente en darles de comer. Por eso las formas de ingerencia en la vida de la gente mediante la higiene, la escuela pública y la utilización de la mujer como agente de la familia eran infinitamente más vastas que lo que implica un plan Jefes y Jefas.(...)

Paso ahora a este trabajo académico sobre el modelo del ajuste y sus consecuencias sociales. Que termina intentando dar respuesta al interrogante "¿Qué nos pasó a los argentinos?":

"La Argentina del ajuste perdió algunos preciosos atributos: una amplia clase media que ayudaba a metabolizar el conflicto social; vastos sectores obreros con inserción laboral estable y niveles de vida modestos pero dignos; altísimos flujos de movilidad social ascendente que permitían transitar la vida en términos de un proyecto; niveles de cohesión social superiores a los de muchos países periféricos e incluso a los de algunos países centrales. Pérdidas que, hoy por hoy, parecen irreversibles. Argentina se ha constituido así en un paradigma de cómo no debe establecerse un orden neoconservador, incluso entre los defensores de esta opción.

A la luz de estos hechos, creo que la pregunta pertinente no es ¿qué nos pasó?: nos pasaron cosas similares al resto del mundo. La pregunta debería ser ¿porqué lo que nos pasa reviste aquí rasgos tanto más fundamentalistas que en el resto del mundo?

Pienso en tres razones (que no deben ser las únicas): a) en Argentina no se tuvo en cuenta que la instalación de un Estado subsidiario se hacía después de haber experimentado durante décadas el Estado de Bienestar. Así, la retracción pública en materia de bienestar procedió a la restauración de las ideas decimonónicas sobre la beneficencia, postulando que el Estado sólo debe asegurar la existencia de servicios sociales pobres destinados a los pobres (los antiguos pobres de solemnidad): los despojados tenían con qué comparar; b) una de las razones de este proceder podría encontrase en la idiosincrasia de la clase empresarial argentina (negativa a asumir el riesgo empresario; postulado de la máxima ganancia en el menor tiempo); c) otra razón indudable es la idiosincracia de nuestra dirigencia política, constituida irremediablemente con base en prácticas corporativas y clientelistas.

Ninguna de estas visiones incorpora la idea de Nación. En todo caso, si algo debemos aprender de este último cuarto de siglo es que, en las sociedades modernas, no hay Nación sin cohesión social; que la cohesión social tiene un costo económico que no pueden financiar los más débiles; que la acción del Estado es irrenunciable para alcanzar niveles mínimos de cohesión."

lunes, diciembre 24, 2007

Nada original

Mi deseo de muy felices fiestas a todos los amigos y visitantes de este blog. Y de paso, va un regalito.


boomp3.com


Dedicado especialmente a todos aquellos a los que, en este post, Mendieta les deseó toda la felicidad del mundo.

miércoles, diciembre 19, 2007

Flor de hallazgo

En una entrevista que le hizo María Moreno para Radar, el ex vicedirector de la Biblioteca Nacional Horacio Tarcus se refirió a dos trabajos que publicó este año: un diccionario biográfico de personalidades de la izquierda argentina, y una investigación sobre la recepción temprana de las ideas de Karl Marx en el país. Ahí cuenta que tras la división de la I Internacional entre marxistas y anarquistas, Marx envió al belga Raymond Wilmart a la Argentina para asegurarse el control de la sección de la Internacional que habían formado aquí franceses exiliados tras la caída de la Comuna de París. Las perlas de la nota son dos cartas que Wilmart le envía a Marx contándole de sus vicisitudes en estas pampas, y que incluyen unos párrafos que no tienen desperdicio:
"Buenos Aires, 27 mayo 1873

Querido ciudadano:

(...) Salvo la mitad de la sección francesa y de dos o tres españoles, no hay nada que pueda servir entre nosotros, y como decía un viejo de Junio, no se habría perseguido a los internacionales franceses si hubieran sido tan tímidos como nosotros. Comienzo a creer como Picard que no hay nada que hacer con los elementos de aquí. Hay demasiadas posibilidades de hacerse pequeño patrón y de explotar a los obreros recién desembarcados como para que se piense en actuar de alguna manera. No obstante, fue votada una proposición, encargando al Consejo Federal preparar los medios para crear la Federación de Oficios.

No conozco más que dos sociedades (la de los carpinteros y la de los sastres) y hemos tenido el talento de indisponernos con ellos a propósito de la sala que se les había prestado anteriormente gratis y de la cual casi los hemos puesto en la puerta.

(...) Hasta ahora no se me ha dicho nada de El Capital [1] y yo creo que ninguno terminó la lectura, pues nadie se toma el trabajo de pensar en este país. Para remediarlo, yo trataría de dar a las ideas y las teorías que allá están expresadas, una forma compatible con el aprendizaje oral, lo que no es muy fácil.

(...) Hay en la provincia de E. Ríos una revuelta federalista [2] que resiste hasta el presente, pero que no puede traer ningún cambio, porque la Constitución es federal y la única diferencia es que unos son partidarios de Buenos Aires y los otros, de las provincias. Es un resto de viejas luchas que se perpetúan por la magia de los nombres propios. Toda la política en este país es asunto de personalidades y apenas podrán creer en Europa que no solamente hay rivalidades entre los Estados sino también entre las provincias. Poco falta para que los europeos sean tratados como los bárbaros en Roma y es lo más natural darnos el sobrenombre de “gringos”. Mucho de prejuicio de campo y de odio contra la Península Madre. Una desigualdad espantosa, desprecio por los negros; no se va con un obrero, se les pega a los criados y se es de una crueldad indignante. Se encuentra totalmente natural matar a los prisioneros. En el campo hay una desbandada desenfrenada. Sin la afluencia de extranjeros no habría ningún progreso posible, no se sabría otra cosa que montar a caballo.(...)"

[1] Referencia a que Wilmart había traído de Europa algunos capítulos de El Capital en forma de fascículos y se los había entregado a los internacionalistas para su lectura.

[2] Referencia a uno de los levantamientos de Ricardo López Jordán.

La cosa no termina aquí ya que según cuenta Tarcus, desengañado por la falta de perspectivas revolucionarias Wilmart se alista en las tropas nacionales para ir a sofocar la rebelión de López Jordán y termina siendo ayudante de Lucio V. Mansilla. Y por si esto fuera poco, más tarde el hombre se casa con una muchacha de la clase alta cordobesa y así ingresa en la aristocracia vernácula (esto se lo escuché decir a HT en un reportaje por radio).

A falta de una, dos moralejas: la primera, esclarecida y realista la visión de Wilmart sobre la realidad de estas tierras, lástima que después de él tantos marxistas hayan errado el vizcachazo. Y la otra: subirse al caballo por la izquierda y bajarse por la derecha, vaya si es una vieja costumbre por estos pagos.


P.S.: tarjeta roja para Tarcus cuando en la nota principal habla de Jauretche como un "peronista orgánico" y después como un "populista", en ambos casos "antiizquierdista". Más le valdría darse un par de vueltas por lo de Mendieta y por lo de Diego.

sábado, diciembre 15, 2007

Discípulos

Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causa de enfermedades son unas pobres causas.

Ramón Carrillo (1906-1956)

Voy tratando de hacerle la segunda voz a este este notable post de Manolo, que me hizo recordar que tenemos entre nosotros a un discípulo del Dr. Carrillo: el Dr. Floreal Ferrara, sanitarista, ministro de Salud de la Pcia. de Buenos Aires en 1973-74 y 1987-88. Quien en nuestro tiempo es capaz de decirnos cosas como éstas (*):

"El proceso de la salud está unido al proceso de entrega del país. Para hablar del problema de la salud tenemos que ubicarnos cuidadosamente en distintos lugares. Primero tenemos que pensar que cuando nosotros, en todos los capítulos de la vida tenemos que tomar una verdad para estudiarla y analizarla, no hay que mirar la verdad, hay que mirar los efectos, esto lo enseñaba un filósofo bárbaro que se llamaba Baruch Spinoza. Si Uds. quieren conocer la verdad, miren los efectos, si Uds. quieren saber la verdad de la salud en nuestro país, miren los efectos, vayan a ver cómo viven las muchachas y muchachos en las villas, fíjense los índices de desnutrición, de analfabetismo, vean cómo están nuestros viejos, de qué se enferman y se mueren nuestros jóvenes, nuestros ancianos.

Los efectos están ahí, esos efectos son los que tenemos que mirar y cuando miramos esos efectos, ya no juega el tema de la salud, entra a tallar el tema de la sociedad. Ése es el primer elemento que debemos tener en cuenta.

El otro elemento que debemos tener en cuenta es lo que nos enseñó un filósofo que se llamó Martin Heidegger (el SER es un lugar de cuestionamiento para el hombre, y que el hombre vive con la muerte y la angustia refugiada en él) (...) Cuando uno se aproxima a él, nos enseña que no hay posibilidades de elegir entre alternativas diferentes; eso pertenece al individualismo liberal americano y superficial, esto recuérdenlo siempre, porque ninguno de Uds. tiene posibilidades de elegir, ninguna, en todo caso cuando tomen una decisión, esa elección está precedida de todo un dolor que está detrás y que los empuja a Uds. a enfrentarse no con la solución que pensaban que la tenían en la mano, sino a enfrentarse con el enemigo, la elección de una alternativa es siempre antagónica, esto quiere decir: si yo elijo este camino, tengo que saber que al elegirlo, enfrente está el enemigo, es decir que no hay elección de alternativa, hay elección de trinchera, ésta es la diferencia, hay elección de trinchera.

(...) Cuando los organismos internacionales vienen a enseñarnos que la salud es el completo estado de bienestar, físico mental y social, lo que nos están enseñando es el discurso del colonizador. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que estos organismos internacionales que han enseñado a varias generaciones desde hace 50 años quiénes tienen bienestar, y que para tener bienestar tienen que adaptarse a la sociedad en la que están, y esta adaptación a la sociedad en la que están representa para Uds. la salud. ¡Un carajo! Si Uds. se adaptan a la sociedad de injusticia en la que viven, Uds. están recontra enfermos, porque al adaptarse están siendo absorbidos por este conflicto que es más fuerte que uno.

La solución en la salud es la lucha por la resolución de los conflictos, no quedarse quietos y adaptarse.

¿Saben dónde hay salud según el concepto de la O.M.S.? En los cementerios, allí no hay conflictos, están todos tranquilos, están todos adaptados por lo tanto según ellos están todos sanos.

Estar sano en nuestra concepción es la búsqueda permanente en la resolución de los conflictos y éstos se ven en los efectos, esa búsqueda, esa lucha en la resolución de los conflictos no es ni remotamente una lucha individual, sino colectiva.

(...) Ese gran maestro de la Salud Pública, el Dr. Ramón Carrillo, solía decir que para saber qué está pasando con un determinado hospital hay que mirar las recetas, y cuando miran las recetas se van a dar cuenta que de cada 10 recetas, 8 están ligadas a los visitadores médicos que ese día visitaron ese hospital. El otro elemento al que hacía referencia Carrillo era ver cómo se moría la gente (esto es de una calidad humana, e intelectual de Carrillo fenomenal).

Él decía, miren quién está al lado de un moribundo, generalmente no hay nadie, sólo las moscas dando vueltas porque éste ya no puede defenderse, no está la enfermera porque seguro le tiene miedo a la muerte, ¿el médico, ni hablemos?, no está nadie, se muere solo, ese hospital no sirve.

En cuanto Uds. ven que alguien está al lado de un moribundo, aunque el hospital sea un quilombo, allí hay humanidad, y si está la enfermera y le toma la mano al paciente, seguro que ese hospital es brillante. Desde el punto de vista de la salud, en el instante en que un hombre o mujer debe enfrentarse con Dios, siempre debe haber un afecto, siempre, no lo olviden, ése era el Negro Carrillo, él sentía que dentro del hospital debía estar la condición más importante de la humanidad, el amor, y esta condición es tan importante o más que cualquier acto médico. Una de las frases más memorables que yo recuerdo haber leído de Carrillo es, frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia, la pobreza y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causa de enfermedad son unas pobres causas."

Sobre el tema de los medicamentos y los laboratorios privados:

"Yo no me opongo a sus negocios, es parte de la realidad del sistema. Pero el escenario es que tenemos la posibilidad de producir una buena cantidad de medicamentos, con alta capacidad técnica, cuidadoso control, a partir de las universidades en buena parte del país.

El país tuvo dos instantes de libertad y autonomía en medicamentos, un instante es Carrillo, Ramón Carrillo, quien crea EMESTA (Empresa de Medicamentos del Estado Argentino), produce medicamentos nacionales y fundamentalmente en el momento en que salía la penicilina y es una etapa de gran desarrollo. Y el segundo instante es Oñativia, Ministro de Arturo Illia. Produjo Oñativia la Ley Nacional de Medicamentos en el momento en que nadie se animaba a levantar la voz (...) los laboratorios se enloquecieron, y le hicieron unos meses después el golpe de estado; estos dos instantes son instantes de la liberación nacional con los medicamentos. Todos los demás se entregan, todo... cuidadosamente adornado, pero es entrega, hay que buscarla, pero hay entrega."

Y termino con un fragmento de un reportaje que una vez le hizo Luis Bruschtein, refiriéndose a las políticas impuestas por el Banco Mundial y la ética de los médicos:

"Los médicos este tema no lo ven. Pero aunque estuviera en los planes de estudio, si no se corrige en la sociedad, serviría de poco. Le voy a contar una anécdota. Cuando me estoy por ir de la universidad, en noviembre del ‘75, amenazado por la Triple A y expulsado, en la última clase tenía una multitud frente a mí. Cuando terminé, dije: “Aquí estoy disponible a las críticas que ustedes crean convenientes”. Casi todos fueron elogios. Hasta que un pibe por allá arriba me dice: “Usted ha sido un gran profesor mío, pero me voy con un enorme déficit porque no me ha enseñado a manejar el nomenclador nacional”, que es el listado de las enfermedades por el cual los médicos saben cómo facturar. O sea que para él el negocio estaba por encima de lo que le había enseñado. Lo miré fijo, se me nubló la vista, tuve la sensación de que me desmayaba, de bronca, de fastidio, entonces le dije: “Por qué no te vas a la puta madre que te parió”, y me di vuelta y la clase entera se levantó, se puso en pie y me aplaudió. Me lo llevé, como diría Perón, como la música más maravillosa que han escuchado mis oídos."

En algún lado leí que se calificaba al ahora ex ministro de Salud de la Nación Ginés González García como discípulo del Dr. Ferrara. La verdad, no me parece.


(*) Quiero disculparme con el Dr. Ferrara por exponer su pensamiento en forma tan fragmentaria, y por no contar su obra en la función pública como ministro de los gobernadores Bidegain y Cafiero. Será en otra oportunidad.

martes, diciembre 11, 2007

Flor de machete

Desde agosto pasado Página/12 viene publicando una Historia de la Economía Argentina del Siglo XX en fascículos semanales, dirigida por Alfredo Zaiat y con la dirección académica de Mario Rapoport. Ya desde la presentación de Zaiat me quedé enganchado al leer párrafos como el que sigue, que podría ser un lema de este blog:

Aprender, estudiar y analizar con visión crítica la historia económica argentina sirve para esquivar a los falsos profetas, a los vendedores de ilusiones y, fundamentalmente, a los que pretenden hundir a la sociedad en un sendero a-histórico para cuidar los privilegios de unos pocos.

Desde ya que esta obra será objeto de afanos alevosos y repetidos por parte de quien escribe. Para empezar, y motivado por los comentarios de Alberto al post anterior, transcribo un documento fechado en 1945 aparecido en el fascículo Nº 17. Se trata de una comunicación del embajador británico en la Argentina al Foreign Office, referida a la personalidad y a la posible proyección política de alguien que estaba empezando a hacerse conocido.

"De: Sir D. Kelly a Sir Anthony Eden (Secretario del Foreign Office).

Buenos Aires, 21 de julio de 1945

Gran parte de la discusión sobre el problema argentino se centra en la personalidad del coronel Perón y, en consecuencia, resultaría valioso en la actual etapa, examinar brevemente cuáles son sus puntos de vista. Perón es acusado de ser un nazi, un fascista, y hasta un comunista (...). Todas estas ideologías comparten los principios básicos de que el individuo no es nada en sí mismo y el Estado lo es todo y que, en consecuencia, el individuo tiene que cumplir su más alto deber hacia el Estado. Perón no es hombre de guardarse sus pensamientos (...) pero no hemos detectado en ninguna de sus declaraciones, privadas o públicas, algún rasgo de una filosofía política de ese tipo. (...) Es muy cierto que Perón ha sido influido por su estadía en la Italia fascista, pero es significativo que los puntos que lo impresionaron no fueran los principios básicos de la doctrina fascista, sino la mecánica incidental del gobierno dictatorial y en especial el programa social y económico (...). Es por ese motivo que los norteamericanos parecen equivocarse al considerar a Perón como una seria amenaza a su seguridad. Si se sintiera auténticamente inspirado en una misión para salvar a Sudamérica de "los yanquis" y convenciera a la gente de su sinceridad, podría ser realmente peligroso, porque le sería posible quizás obtener apoyo no sólo en la Argentina sino entre personas con ideas semejantes en otros países latinoamericanos. Nadie cree, en la Argentina o fuera de ella, que Perón tenga alguna misión y él ha dejado bastante en claro tanto ante mí, cuando regresé al país, como ante varios destacados empresarios norteamericanos, que se sentiría muy feliz de trabajar con el gobierno de Estados Unidos si este último pudiera ponerse de acuerdo con él. Ahora se queja constantemente de que Braden le hizo un "doble juego". En consecuencia aunque sea un pillo y una molestia, no puede constituir personalmente un peligro grave (...).

David V. Kelly"

En el mismo fascículo hay una excelente semblanza de Don Raúl Scalabrini Ortiz, de la que traigo esta cita (dedicada al colega Sirinivasa):

"No debemos olvidar en ningún momento -cualesquiera sean las diferencias de apreciación- que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el Gral. Perón y el Arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento vivo del país".

lunes, diciembre 10, 2007

Una joyita en el baúl

A veces montadas en groseros errores del gobierno K, suelen volver a escucharse voces que reivindican "los logros de los '90". Por eso cada tanto conviene refrescar la memoria. Ayer salió un texto ejemplar al respecto en la ya recomendada sección "El baúl de Manuel", que escribe M. Fernández López en el suple Cash de P. 12.

En la primera parte, "De aquellos vientos", MFL historia los orígenes de la intervención del Estado en la economía argentina, siguiendo con los intentos posteriores a 1955 de enajenar las empresas públicas y de desmontar el Estado de Bienestar heredado del peronismo (la "madre de todas las batallas" a que hice referencia alguna vez), hasta llegar al nefasto Proceso. Esa parte termina con la frase "El máximo terror, sin embargo, no ocurrió en la última dictadura militar". Y después la cosa sigue así:

Estas tempestades

La dictadura tuvo por fin desaparecer opositores y por ello debió esconder su accionar. Al ciudadano común se enviaron signos gratificantes, como el Mundial 1978. El mismo ciudadano sentía como incuestionables el derecho al agua, a la educación, la salud y el transporte públicos, la provisión estatal de gas, nafta y electricidad. Y la dictadura no se animó a quitar del Estado las respectivas unidades que proveían esos bienes y servicios. Hasta que en Washington se acordó que tales actividades y recursos eran de interés para la empresa privada. ¿Cómo lograr que en la mente del argentino nada de lo conocido antes tuviese valor y cualquier cambio súbito fuese aceptado? El interés de los economistas norteamericanos en la hiperinflación no era sólo académico, sino estratégico: una hiperinflación tiene el poder deletéreo de una bomba paralizante. Bastó una señal negativa a los mercados (enviada, según dicen, por un argentino (*)) para que el terror se esparciera como reguero de pólvora y el modo de vida se trastrocase: dinero que quemaba en los bolsillos, comercios que no entregaban mercancías esperando a que subieran, sueldos que perdían valor antes de percibirse; el gobierno –desbordado por los hechos– forzado a dimitir. El nuevo gobierno, responsable de salvar al país, ya tenía la respuesta: en tanto el gradualismo prepara al adversario y le permite reaccionar; el shock es como un golpe al estómago a un adversario al que dos forzudos le sujetan los brazos: una sola bala en la frente del tigre. En el Congreso no fue difícil unir voluntades habitualmente encontradas y lograr la aprobación por unanimidad de la Ley de “Reforma” (léase “Desguace”) del Estado. Todas las empresas y todos los recursos económicos del Estado pasaban al ámbito privado, sin importar si los nuevos dueños eran amigos argentinos del poder o estados extranjeros; si se vendía por el justo precio, por precio vil o por cualquier precio; si la aprobación parlamentaria era por mayoría calificada, mayoría simple, o con la ayuda de un diputrucho; si la nueva gestión quedaba condicionada a mantener la planta de personal o permitía despedirlo libremente. Con la fórmula hiperinflación + shock, con el voto de los representantes y la voluntad del Ejecutivo, sin que los ciudadanos se movieran para impedirlo, pasaron a la órbita del lucro los últimos vestigios del Estado de bienestar vernáculo.


(*) MFL, ¿se habrá querido referir al personaje de la foto? (capturada aquí.)


P.S.: Acerca del comentario que hace Ricardo y mi respuesta, quiero agregar que "los padres del modelo" de los '90 se encargaron de ponernos bien la soga al cuello, con las cláusulas de renuncia a la soberanía en materia judicial (los litigios debían sostenerse ante los tribunales de Nueva York) y múltiples trampas legales en los contratos garantizando ventajas leoninas para las privatizadas, cosa de desalentar cualquier intento de salir de la convertibilidad. De paso, nuestro desde ayer ex presidente, ¿habrá leído esta carta?

viernes, diciembre 07, 2007

Hoy me levanté...

...combativo...





...y sentimental.





De la película Sur de Fernando "Pino" Solanas (1988).


Sólo dos acotaciones:
- Hoy me resulta chocante que el personaje de Ulises Dumont diga "la gente" y no "el pueblo". Pero en ese momento la palabra "gente" no estaba tan bastardeada como lo está ahora, y "pueblo" remitía sin vueltas a los '70, cuyos horrores estaban muy frescos todavía.
- El actor que aparece a los 2:20 del primer video y que habla como jefe de los censores, no podía haber sido mejor elegido.

martes, diciembre 04, 2007

Lo que viene, lo que viene

Como se trata de algo que me toca muy de cerca y que concierne a todos los padres que envían a sus hijos a la Escuela pública en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, paso a transcribir este comunicado redactado por un colega cooperador del Distrito Escolar Nº 15 (reservo su identidad, y me permito hacer mías sus palabras):

Ley que perjudica a la Escuela pública

Los delegados del Distrito 15 les damos a conocer lo que nos tocará vivir en el 2008.

La ley de emergencia edilicia escolar se aprobó el 29 de noviembre pasado, la misma fue presentada por el macrismo, por supuesto sin escuchar los pedidos de modificación de algunos artículos que hicimos los delegados de cooperadoras que conocemos el tema. Al leerla se darán cuenta el porqué de nuestra nueva lucha, ahora con el nuevo gobierno aún no asumido (1).

La lucha es más grande puesto que esta gente que aún no asumió (Macri) dio el primer paso y ya atacó con esta ley. En lo que no estamos de acuerdo es en lo siguiente:

1) No estamos de acuerdo con la emergencia edilicia y la intervención del GCBA en TODOS los establecimientos escolares, ya que de setecientos cuarenta y pico que hay en toda la ciudad, sólo unas 60 escuelas aproximadamente están en emergencia (2).
2) No estamos de acuerdo con los montos asignados para las contrataciones directas (hasta $ 3.000.000!!!).
3) No estamos de acuerdo en que la Comisión de Fiscalización esté conformada por legisladores que votaron a favor de la ley y sin participación de la comunidad educativa.
4) No estamos de acuerdo con que se suspenda el subsidio de mantenimiento con el cual las Asociaciones Cooperadoras atienden las necesidades cotidianas edilicias, de higiene, y compra de material de escritorio, en tanto no esté explicitado textualmente en la ley.
5) No estamos de acuerdo con la evidente intención de limitar la participación de los cooperadores. Esta medida es regresiva, ya que va en sentido contrario a la saludable tendencia de los últimos años de propender a la descentralización, favoreciendo los espacios de participación, compromiso y control de los ciudadanos. La presencia e intervención de los cooperadores, son de vital importancia en la vida democrática de las escuelas públicas.

La nueva ley se presta a que no haya claridad con respecto a la licitación directa, el monto es muy grande y esta gente manejará unos $150 millones en el 2008 prácticamente sin conocimiento alguno y al ser directa la adjudicación, como ocurre siempre, puede haber algún negociado por detrás. Lo que pedimos es que la comisión de fiscalización esté conformada por gente del establecimiento en el cual se realizarán las obras, es decir, sus directivos, docentes y cooperadores.

Al sacarnos los subsidios de mantenimiento (4 cuotas anuales de unos $ 5.000 c/u en el caso de mi escuela) las escuelas comenzarán a caerse a pedazos, porque, tomando el ejemplo de mi escuela, actualmente está bien mantenida con los subsidios que venimos recibiendo, pero al no tenerlos no podremos enfrentar lo que se rompa diaria y normalmente como en cualquier casa (las escuelas son casas grandes), por ejemplo una rotura de un caño de agua, o un cortocircuito. Entonces, si mi escuela ahora no está en emergencia edilicia porque la mantenemos con los subsidios, al no tenerlos ¿quién se hará cargo de las reparaciones pequeñas? Y si no las vamos arreglando, el edificio comenzará a decaer y dentro de un par de años estará en emergencia edilicia, se entiende, ¿no?

Con respecto a esto, unos delegados de cooperadoras lo consultaron a Walter Bouzada, próximo subsecretario de Educación. Él explicó teniendo en cuenta nuestras objeciones al Art. 14 (suspensión de los subsidios) que tienen una estructura y están capacitados para resolver tanto las situaciones críticas como las diarias. Personalmente creo que no ocurrirá así porque dificulto que mágicamente rompan con la burocracia municipal existente al día de hoy (esto no es el club Boca Juniors). Para darles un ejemplo, en marzo del 2005 ante una tormenta de viento se vuelan un par de chapas del tinglado del patio antes del inicio de clases, la cooperadora actuó al instante y cambiamos esas chapas, pagando con el subsidio de mantenimiento. ¿Saben cuándo apareció la cuadrilla de la municipalidad para arreglar de “urgencia” ese techo? En el mes de diciembre del 2005!!!! Diez meses después del incidente!!! Y era una urgencia!!! Se dan cuenta...

Actualmente hay unas 60 escuelas en toda la ciudad en emergencia edilicia, si nos quitan los subsidios TODAS LAS ESCUELAS CAERÁN EN POCO TIEMPO Y ENTRARÁN EN EMERGENCIA EDILICIA.

Nuestro plan de acción como delegados de cooperadoras será recurrir a un abogado constitucionalista que solicite un recurso de amparo, al menos para que se aplique en forma parcial la ley y se realicen las modificaciones que nosotros proponemos.

También queremos mediatizar en forma masiva para que la gente tome conciencia sobre la destrucción de la educación pública que está comenzando a hacer esta gente que viene.

Si los delegados de cooperadoras comenzamos esta lucha será en representación de todos los cooperadores de la ciudad, por lo que si los necesitamos para alguna marcha o representación, solicitamos que concurran a las mismas cuando sea requerida su presencia.

Muchas gracias, y espero podamos revertir la situación.


(1) Más detalles sobre la ley y su aprobación, aquí y acá.
(2) Esto no coincide con lo declarado por el primer legislador electo por el macrismo y futuro ministro de Educación, Mariano Narodowski, quien sostuvo que el 67% de las escuelas de la ciudad (en realidad, de las relevadas por su equipo) están en "situación grave o crítica". ¿Por qué será?