sábado, noviembre 28, 2009

Invasiones fashion

¡Qué buen post éste de Laura! La mentalidad (¿o la ideología?) filocolonial que revela nuestro prócer Hipólito Vieytes en la carta que le envía (bajo seudónimo) a un amigo suyo durante la ocupación inglesa de Montevideo en 1807, ha atravesado incólume dos siglos y nos sigue acompañando hoy día, lo más fresca y campante.

Claro que las ideas de algunos hombres ilustrados siempre contaron y cuentan, ayer y hoy, con adhesiones y complacencias algo más banales pero que sin duda revelan su arraigo profundo en la sociedad portuaria.

Mariquita Sánchez de Thompson es una celebridad y una notable personalidad de nuestra historia. Gracias al post de Laura recordé haber leído sus memorias como testigo presencial de las Invasiones Inglesas. Intentando hacerle una segunda voz a nuestra colega, acá van un par de párrafos de una obra que tengo a mano en la biblioteca:

"El capitán inglés Alejandro Gillespie, en su libro publicado en Londres en 1818, describe sus recuerdos de la toma de Buenos Aires en 1806 con estas palabras: 'El 27 de junio, bajo copioso aguacero, desfilamos por la calle de la Residencia mil seiscientos cuarenta y un hombres, diez y seis caballos, dos obuses y seis piezas de artillería livianas, formando a la cabeza el regimiento escocés de infantería ligera Nº 71, cuyas vistosas gaitas ejecutaban animadas marchas... Los balcones de las casas estaban alineados con el bello sexo, que daba la bienvenida con sonrisas y no parecía de ninguna manera disgustado por el cambio...'"

"Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville (1786-1868), que entonces tenía veinte años, presenció desde el balcón de su casa, junto con otras jóvenes, la entrada de los ingleses, y así lo relata en sus recuerdos: 'Entraba por la Plaza el Regimiento 71 escocés al mando del coronel Pack; las más lindas tropas que se podían ver, el uniforme más poético: botines de cintas punzó cruzadas, una parte de las piernas desnudas, una pollerita corta, unas gorras de una tercia de alto adornadas con plumas negras y una cinta escocesa que formaba el cintillo; un chal escocés como banda sobre una casaquita corta punzó'."

"La sociedad distinguida de Buenos Aires recibió muy bien a los oficiales ingleses en sus hogares, de acuerdo al relato del citado Gillespie: 'Era invierno cuando nos adueñamos de Buenos Aires, durante esa estación se daban tertulias o bailes todas las noches en una u otra casa. Los valses estaban en boga y la música era de piano acompañado por guitarra, que todos tocaban'."

Historia Argentina - Tomo 2, supervisión y dirección Prof. Vicente Gesualdo, Ediciones Océano, Buenos Aires, 1984, p. 220.


No me costó mucho imaginarme una eventual tapa de una Gente o una Caras de esa época: "La fiesta loca del Regimiento '71", "Las top de la sociedad porteña bailaron hasta la madrugada con los rubios oficiales", etc. O pensar en el coronel Pack y el general Beresford almorzando con Mirtha o yendo a lo de Susana o lo de Tinelli.

Dejando eso de lado, vayamos a la mirada de Mariquita sobre la contracara del episodio, la tropa pobre e improvisada que venció y expulsó dos veces a los enviados de la Rubia Albión:

“Permite una digresión -escribe al recordar las invasiones inglesas– (...). Las milicias de Buenos Aires: es preciso confesar que nuestra gente del campo no es linda, es fuerte y robusta, pero negra. Las cabezas como un redondel, sucios; unos con chaqueta, otros sin ellas; unos sombreritos chiquitos encima de un pañuelo atado en la cabeza. Cada uno de un color, unos amarillos, otros punzó; todos rotos, en caballos sucios, mal cuidados; todo lo más miserable y más feo. Las armas sucias, imposible dar ahora una idea de estas tropas. Al ver aquel día tremendo, dije a una persona de mi intimidad: si no se asustan los ingleses de ver esto, no hay esperanza.”

Quizás esto ayude a que se haga la luz en ciertas mentalidades de la actualidad: los feos, sucios y malos tienen una larga presencia en nuestra historia. No los inventó el peronismo.


P.S.: Acabo de descubrir que Pacho O'Donnell cita y compara los mismos párrafos de Mariquita en la página 51 de su libro Historias Argentinas. Mis disculpas a Pacho, esto me pasa por no leer sus libros...

6 comentarios:

Charlie Boyle dijo...

Y el aceite hirviendo quién lo tiró???

Anónimo dijo...

Estimado Lobo:

Muy bien,pero los "negros" peronistas cuando pincharon o cortaron en algo?.Sacando a Moyano y a D'Elia los demas estan para votar y nada mas.Antes por lo menos hacian movilizaciones.

Hablando de los Ingleses y sus invasiones:"quedaron confinados 188 oficiales....de ellos descienden los Reynafe entre otros...y estos rubios se incorporaron a la sociedad portena...e introdujeron costumbres como darle la mano a un visitante,a cambiar los cubiertos con cada plato, a ofrecerle el brazo a una dama, a caminar al mismo paso, a tirar el cigarro antes de salir a la calle..."

"Alberdi y su Tiempo" Jorge M Mayer.1973

Cordiales Saludos
AB

Rafa dijo...

Charlie:
Leí en algún lado que lo del aceite hirviendo es un mito, habría que preguntarle a Pigna...:P

Igualmente, con el correr de los días la resistencia a los invasores se fue generalizando. Para la 2da. invasión en 1807, los mismos ingleses reconocían que no los apoyaba nadie.

Don AB:
Cada tanto, un sujeto social (los negros por caso, peronistas o preperonistas) se convierte en político. Pasó con los caudillos del S. XIX y con Perón. Quién sabe si no se va a volver a repetir alguna vez.

Muy bueno el aporte de Mayer, le faltó mencionar el tenis (el fútbol creo que lo trajeron más tarde). Dicen que estando confinados en Luján, Beresford y sus oficiales le daban a la pelotita para pasar el tiempo. También dejaron un maestro de música que fue contratado por las mejores familias.

Gracias y saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Estimado Lobo:

Bueno espero - si tiene mucha suerte - que compre el libro de Mayer y deje de leer a algunos pajaritos de la historia, con O'Donnell.Mayer tardo 20 anos en completar ese libro.

Cordiales Saludos
AB

Laura dijo...

Rafa! Gracias! Y perdón, vengo atrasada con la lectura (sabrás de fines de semana salvajes de corrección de parciales, no?)Es muy interesante lo que dice doña Mariquita, es exactamente lo que sigue pensando una gran parte de la sociedad, (mientras se tiñe de rubio y se hace cirujías para borrar huellas del pasado que no pueden superar...) Y como decís, las invasiones inglesas tienen un desarrollo muy complejo, porque son demasiados los intereses (contradictorios por otra parte) que están en la olla hirviendo. Veremos de desempolvar algunos otros documentos, porque como a las rubias de Koleston, el pasado no nos suelta
Un beso grande
Laura
PS: Respecto al otro post, eran de estos nocheros eh? cuando recién se estaban armando y es historia contada de primera mano...

Rafa dijo...

Don AB:
Me debo haber expresado mal, justamente no suelo leer a O'Donnell! Me crucé con ese libro por casualidad, me puse a curiosear y me encontré con esto. Desde ya que tendré en cuenta su recomendación del libro de Mayer, si lo llego a encontrar y me da el bolsillo.

Otro saludo cordial.

Laura:
Claro que te entiendo, a mí también me tocan esos menesteres! Sobre las invasiones inglesas, otra punta interesante es el aspecto comercial. Junto con los barcos de guerra venían otros cargados de mercaderías, y aún después de las derrotas militares los gringos pudieron vender sus productos sin problemas. Según Salvador Ferla, Mariquita y sus amigas estaban fascinadas con el jabón perfumado, que aquí no se conocía...

OK, aclarado el dato de los nocheros (con minúscula!).

Gracias a vos, y un beso grande.