miércoles, junio 24, 2009

Así nació la nueva política...




...así llegó a su esplendor...





...así triunfó en nuestras tierras...





...y así se prepara para el futuro.





Desde ya que este blogger está en la vereda de enfrente: vota a Carlos Heller en Ciudad de Buenos Aires, y apoya a Néstor Kirchner en Provincia de Buenos Aires.

lunes, junio 22, 2009

En el momento justo

El Cash de ayer vino con un flor de regalo: un reportaje de Tomás Lukin a nuestro próximo visitante Ha-Joon Chang, uno de los economistas favoritos de este blog (y también, de nuestro amigo y candidato blogger Escriba).

Seguramente me voy a seguir ocupando de él, y por ahora me quedo con su visión sobre modelos de desarrollo y con unos conceptos que me vienen justo como aporte para el debate sobre tipo de cambio y devaluación, que asomó en este blog con el comentario de Mariano en el post anterior.


(...) ¿Considera que un tipo de cambio competitivo es una herramienta para el desarrollo?

–En el corto plazo hay que mantener un tipo de cambio competitivo que permita mejorar el saldo comercial. Pero en el largo plazo no se puede resolver todo con el tipo de cambio. Sólo es posible mejorar la calidad de vida incrementando la capacidad productiva. Muchos países en desarrollo devalúan sus monedas una y otra vez, pero eso no los hace competitivos.

¿Por qué?

–Devalúan y el tipo de cambio permanece competitivo por un tiempo, pero las ventajas que surgen de una tasa competitiva tienen vida corta y son erosionadas por el mismo superávit comercial que generan. Es necesario mejorar constantemente la estructura de exportaciones para evitar el deterioro. Los trabajadores de automotrices alemanes ganan 30 dólares la hora y el producto alemán es competitivo. Probablemente en Tailandia los trabajadores ganen 5 dólares por hora, pero eso no los hace competitivos, porque la gente quiere autos alemanes. Las monedas altamente devaluadas revelan las debilidades de las estructuras productivas de los países. En el corto plazo estoy de acuerdo en que el tipo de cambio sea competitivo porque permite evitar los problemas de balanza de pagos y las crisis financieras, pero lo que va a determinar el desarrollo o no es lo que se haga con la industria.

¿Una estructura de exportaciones basada en productos agropecuarios puede impulsar un proceso de desarrollo?

–Depende. Entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, Dinamarca prosperó sobre la base de las exportaciones agropecuarias. No es imposible, pero hay que tener en cuenta que Dinamarca es un país pequeño con 5 millones de habitantes que en ese momento podía exportar a mercados muy ricos y muy cercanos, como Alemania e Inglaterra. No es lo mismo exportar soja para la población urbana china. A diferencia del caso danés, hoy los argentinos son demasiados como para sostener una mejora en la calidad de vida a través de las exportaciones de soja, trigo y carne.

¿Es una señal de debilidad?

–La estructura de exportaciones argentina permaneció estancada, se siguen exportando las mismas cosas, productos primarios. A diferencia de Argentina, Corea del Sur mejoró y modernizó continuamente su estructura exportadora. Hay que mejorar los productos agropecuarios y diversificarse hacia las exportaciones de manufacturas industriales. Incluso en las exportaciones agropecuarias que pueden mejorar. Argentina tiene mejor vino que Chile, pero en Inglaterra recién se está empezando a conocer. Los chilenos han sido mucho más efectivos en el marketing y poniendo etiquetas muy lindas.(...)

¿Por qué en pocos años los coreanos pasaron de ser de los más ahorrativos del mundo a uno de los de menor ahorro?

–Es el resultado de las políticas económicas. Después de la crisis de 1997, los bancos dejaron de prestar a la producción y pasaron a prestar al consumo, donde hacen más dinero. En ese sentido, los bancos de desarrollo son fundamentales. Los bancos comerciales no prestan para el largo plazo. No hay créditos a largo plazo. Son necesarias instituciones como el Bndes en Brasil o los bancos de desarrollo en Corea del Sur y Japón, que prestan a largo plazo para financiar el desarrollo.

sábado, junio 20, 2009

Primer Jauretche de Plomo


(Antes que nada, mi reconocimiento al amigo Roberto por su talento y por su obra, y mis disculpas por haberle pellizcado esta ilustración.)

El "debate Capital" no aportó gran cosa en cuanto a confrontación de ideas, aunque sí brindó abundante material para analizar estrategias discursivas (p.ej. ver aquí). Y a mí me hizo volver a poner el foco en alguien que ya venía teniendo en la mira: el candidato cívico Alfonso Prat Gay. Aunque ya conocía propuestas suyas como la de "volver al Fondo", este reportaje me reveló sus ideas con una transparencia total. Pasen y vean:

"Hay un Fondo que tiene más plata que nunca y que está liderado por un socialista francés que está a la izquierda de Néstor, porque exige a los gobiernos que bajen impuestos y aumenten el gasto."

"En la Argentina agrandamos giles y, entre ellos, a los burócratas del Fondo. Uno se sienta, les explica las cosas y los puede convencer. Hoy, están dispuestos a prestar casi sin exigencias."

Seguramente Alfonso piensa así basado en su amplio conocimiento del mundo financiero internacional, desde sus épocas de integrante de la JP (Morgan). Y puede ser que el FMI tenga ahora más plata que nunca, sobre todo contando con este aporte brasileño. Pero resulta que hay opiniones algo distintas, como ésta:

"Los partidarios del Fondo dicen que el FMI comprende ya cabalmente las ventajas de los gastos masivos financiados con déficit y que, como Richard Nixon en su día, puede ahora avilantarse a decir: "todos somos keynesianos ya". Muchos críticos discrepan. Eurodad, una organización no-gubernamental de vigilancia del FMI, sostiene que el Fondo todavía pone gravosas condiciones para el préstamo a países en vías de desarrollo. Préstamos muy recientemente concedidos por el FMI todavía favorecen la liberalización financiera y bancaria. Y a pesar del actual énfasis puesto en el estímulo fiscal –algunos países, como los EEUU, llaman a incrementar el estímulo fiscal hasta al menos un 2% del PIB—, el FMI todavía exige a los prestatarios de bajos ingresos mantener su gasto por déficit por debajo del 1% del PIB."

No seamos malpensados, quizás Alfonso tenga razón. Aunque por esta vez, la verdad, yo querría ver antes a otro país emergente rescatado de la crisis por los "nuevos lineamientos progresistas" del Fondo. Por una vez los argentinos podríamos dejar de ser los primeros conejillos de Indias, ¿no te parece, Alfonso? Eso sí, a mí, eso de elogiar a Strauss-Kahn como un "socialista francés a la izquierda de Néstor" me hace acordar de un verso de Don Arturo Jauretche: "Cuando muere el zonzo viejo / queda la zonza preñada".

Otras perlitas de APG pudieron escucharse en el debate que tuvo con Carlos Heller la semana pasada en "Desde el llano" (lo saqué de El Argentino del 10 de junio, pero no lo encontré en la web):

"Cuando nosotros nos fuimos del Banco Central, el tipo de cambio estaba en 3 pesos por dólar. Si nosotros ajustamos esos 3 pesos por la inflación verdadera, real que tuvimos desde septiembre de 2004 hasta hoy ese tipo de cambio está dando más o menos 5,10. Entonces, durante todo ese tiempo de 5,10 pasamos a 3,75. Eso fue una pérdida notable de competitividad de la industria (...)"

¿Cómo conocerá este muchacho "la inflación verdadera" (algo que repitió en el debate de los cuatro)? ¿Habrá que reemplazar el retocado índice del INDEC por el "índice Prat Gay"? Dejemos eso de lado: los 3 pesos por dólar del 2004 eran resultado de una megadevaluación que provocó una gigantesca transferencia de ingresos y llevó a la pobreza o a la indigencia a más de la mitad de la población. ¿Habría que haber mantenido ese nivel de tipo de cambio real (y su correlato en índices de deterioro social) para custodiar "la competitividad de la industria"?

"Carlos, hay 8 mil millones de dólares que vencen después de las elecciones... ¿Cómo se va a pagar eso?"

Parece que los que deberían estar más preocupados por el asunto piensan distinto: la oferta de rescate anticipado de los Boden 2012 casi no tuvo aceptación. Bueno, digamos que en estos temas el discurso de Alfonso no escapa a la política del tero que suelen exhibir los voceros de la City: pegan los gritos en un lado, y ponen los huevos en otro.

Todo esto, sumado al reciente aniversario Nº 35 de la desaparición física de Don Arturo, me decidió a lanzar una idea: la de otorgar en forma periódica (o no) un "Premio Jauretche", que podría consistir en una estatuilla confeccionada en un metal adecuado al que lo haya merecido. Y propongo en primer lugar a Alfonso Prat Gay para recibir un "Jauretche de Plomo", a ser entregado preferiblemente mediante un lanzamiento a corta distancia y alta velocidad.


P.S. 1: Ah, me faltaba aclarar por qué no creo en eso de "convencer a los burócratas del Fondo" para que nos presten "casi sin exigencias". Muy simple: porque somos un país poco serio.

P.S. 2: Al que desee leer algo más sustancioso sobre APG, lo invito a pasar por aquí.

P.S. 3: En el video linkeado en la P.S. 1, junto a otros personajes aparece Fernando Peña, a quien siempre respeté como persona y como artista, y cuya muerte lamento.

lunes, junio 15, 2009

Cielo del '69

La reciente muerte de Mario Benedetti me hizo revivir sentimientos contradictorios ante su obra: por un lado, siempre me disgustó la abusiva comercialización (o posterización) de su poesía, dirigida a una clase media emocionalmente izquierdista (hoy la llamaríamos "progre"), con la que nunca me sentí muy identificado.

Pero también es innegable que la obra de don Mario nos marcó y nos acompañó a muchos en las épocas de ilusiones, decepciones y tragedias durante los '70 y los '80. Quizás la primera poesía que conocí de él fue aquella que habla de un cielo que, hace cuarenta años, parecía casi al alcance de la mano. Y la escuché en la interpretación de un dúo que este sábado, en el Luna Park, volvió a emocionar.





PD: una estrofa que me quedó grabada para siempre:

Se acabó la caridad
Ya va a empezar la justicia.

Sin duda, una frase muy peronista. :P

jueves, junio 04, 2009

Ideas

Hoy, la página 11 de Página/12 vino como para un cuadrito: arriba, esta crónica del nuevo acto del teatro armado por el establishment alrededor del tema Techint vs. Hugo Chávez. Y abajo, una opinión de alguien bastante estimado por este blog: el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (ver también aquí). Que quizás ayude a que a alguno de los que ayer protagonizaron el despliegue mediático-opositor en el Congreso, se le prenda una lamparita. Aunque yo creo que, en realidad, están en otra cosa.


Temas para la Unión Industrial Argentina
por Enrique Martínez*

Las organizaciones empresarias, sindicales o de cualquier otro origen corporativo son componentes necesarios y saludables del tejido social. Con el aporte de su mirada sectorial, un gobierno puede y debe configurar los diagnósticos que le marquen los errores o aciertos de su gestión y de allí pensar las correcciones.

La Unión Industrial Argentina (UIA) es el ámbito de convocatoria de las grandes corporaciones industriales del país y por lo tanto su voz debe ser tenida en cuenta en el marco mencionado. En este momento, la UIA ha concentrado su reclamo en bloquear el acceso de Venezuela al Mercosur, sobre la base de que su modelo político social es distinto al resto y su proceso de nacionalizaciones en marcha estaría perjudicando a grandes industriales argentinos. Sorprende la iniciativa, justo en el momento que la Organización de Estados Americanos (OEA), con Estados Unidos incluido, está discutiendo a fondo revertir la injusta exclusión de Cuba del organismo (*), que se basó en argumentos en esencia similares a los que ahora sostiene la UIA sobre Venezuela.

Pero más allá de eso, de prosperar la iniciativa, y producirse el previsible enfriamiento de las relaciones con Argentina, se provocarían algunos daños a la industria local que vale la pena exponer, aparte de la actual corriente de intercambio.

Se está completando en el INTI un relevamiento de la industria argentina de equipos para generación y distribución de energía eléctrica, solicitado por Venezuela, para atender un plan de 10 mil millones de dólares de inversión en los próximos cinco años.

Se está construyendo un ámbito de desarrollo conjunto para producir la microelectrónica que abastezca componentes para celulares, PC, televisores, que ya se están ensamblando en Venezuela.

Se prevé estudiar y avanzar en ámbitos binacionales en lo relativo a industrias para utilizar el gas natural; producir fertilizantes fosfatados; integrar la cadena de valor del aluminio aguas abajo; aprovechar los cueros vacunos, el sebo y las menudencias; utilizar la energía solar y la eólica.

Al INTI, como ente de apoyo a la industria argentina, le sería importante saber si la UIA ha hecho un análisis de costo/beneficio de sus acciones para bloquear el acceso de Venezuela al Mercosur.

Si no lo han hecho y lo hicieran, y descubrieran que la industria argentina perderá mucho más de lo que ganará, aun así quedarían varios espacios de posible reclamo al gobierno nacional, que justificarían el accionar gremial de la UIA, que me permito sugerir.

1. La UIA podría reclamar que la exportación de concentrados mineros se industrialice en la Argentina. La gran minería que actúa hoy en el país es evaluada cotidianamente por sus posibles efectos negativos sobre el medio ambiente. Pero además de eso debiera ser evaluada –y muy negativamente– porque todo el valor industrial agregado se realiza fuera del país.

2. La UIA podría reclamar que los créditos con que la Anses está auxiliando a las terminales automotrices que operan en el país tuvieran como condición colateral un importante aumento de la participación de los autopartistas argentinos en la producción de autos. El momento de apoyar a los fabricantes de componentes es justamente cuando las terminales están siendo auxiliadas financieramente.

3. La UIA podría pedir y consensuar un plan nacional de aumento de la industrialización de nuestra producción agropecuaria, con destino al mercado interno y a la exportación, con unidades de producción diseminadas por todo el país.

4. La UIA podría conocer y apoyar el plan que el INTI ha presentado a la Anses para financiar plantas de faenamiento bovino y aviar y de industrialización de leche en las zonas más pobres del Norte argentino. Este proyecto apuntala el desarrollo local, generará trabajo industrial donde hoy no lo hay y beneficiará a los fabricantes de bienes de capital argentinos.

Se podría empezar por estos cuatro frentes, a pesar de que hay varios más, donde la UIA podría actuar para fortalecer la industria argentina, sin riesgo alguno de que un análisis costo/beneficio les dé negativo. Este es nuestro humilde aporte. Si no tenemos razón, o si se puede hacer algo mejor, o efectivamente Venezuela es un peligro para el futuro nacional, al INTI al menos le gustaría entender los motivos.


* Presidente del INTI.


(*) Hoy eso se logró, y es un día de festejo para toda América.