jueves, septiembre 02, 2010

Las dos veredas

No me equivoqué en lo que suponía al escribir el post anterior. Lo que quizás no intuí en toda su magnitud fue el nivel de cinismo e hijoputez que iba a desatar la presentación pública del "Caso Papel Prensa" entre (seudo)dirigentes políticos y (seudo)"periodistas independientes".

Al fin de cuentas, esto no me extraña teniendo en cuenta las vicisitudes de la democracia recuperada en 1983. Para todo el que quiera verlo, está en evidencia que esa democracia se logró al precio de esconder montañas de basura debajo de la alfombra (además de ríos de sangre) y que entre esa basura había varios monstruos que seguirían alimentándose y creciendo en los años siguientes, con más poder que el de los poderes republicanos y democráticos. Entre esos monstruos y el sistema económico que se impuso en los '90 con el consenso de la mayoría de la sociedad, llegamos a quedarnos solamente con una cáscara de apariencia democrática, vacía de sustancia, que fue la que implotó en diciembre de 2001. Pero ni aún así quedaron entonces a la vista las raíces de la catástrofe argentina.

No tengo intención de hacer una apología de la etapa política que se inició con Néstor Kirchner en 2003 ni tampoco de la actuación de la Presidenta Cristina Fernández, sino solamente expresar mi sensación de que por fin se están descorriendo los velos que ocultaban a los grandes responsables y beneficiarios de los males sufridos por nuestro país en los últimos 35 años. Las motivaciones "ocultas" o la respuesta a la pregunta "por qué ahora y no antes" no me resultan relevantes a la luz del momento histórico que se está viviendo, y en los que se centran en eso más bien veo mezquindad, por usar un término moderado.

Lo que resulta insultante, para alguien con la edad suficiente para tener memoria de lo sucedido en las últimas cuatro décadas, es que muchos que se autodenominan representantes del pueblo (se llamen "progresistas" o "centristas", de derecha o de izquierda, etc.) recurran a las mayores infamias con tal de seguir defendiendo el status quo, por cálculo político porque el antikirchnerismo encaja con el "sentido común" de amplios sectores, o simplemente para no perder los favores de un multimedio poderoso. Ellos han demostrado ampliamente que prefieren mantener un sistema seudo-democrático castrado, donde los llamados al "diálogo" y el "consenso" significan simplemente una presión dirigida a que no se toquen intereses y poderes económicos concentrados. Sin la menor duda, siempre me voy a encontrar en la vereda de enfrente a la que han elegido ellos. Y a los "periodistas independientes" que actúan como abogados de esos poderes y esos intereses, les digo simplemente que no les creo. No les creo nada.

Una de las mayores muestras de ese cinismo e hijoputez de que hablé antes fue cuando escuché a alguien decir que la venta de las acciones de Papel Prensa (de la familia Graiver a la sociedad formada por Clarín, La Nación y La Razón) se había hecho "de acuerdo a las condiciones del mercado de ese momento". Aunque ya sean ampliamente conocidas, veamos cuáles eran esas "condiciones de mercado" en palabras de un respetado protagonista de la lucha antidictatorial, para nada identificado con el gobierno actual.

"En el actual régimen militar la represión se ha incrementado hasta límites jamás vistos y las violaciones a los derechos humanos que ocurren en la Argentina sobrecogen al mundo civilizado. El gobierno carece de controles. El Congreso de la Nación y las legislaturas provinciales, al igual que todos los cuerpos municipales han sido clausurados y disueltos. La justicia fue reorganizada. La prensa ha sido silenciada en sus críticas y censurada en sus informaciones. La actividad política se ha declarado ilegal para imposibilitar cualquier vía legal de protesta.(...)

La libertad de prensa, seriamente afectada por el gobierno peronista, ha sido aniquilada por el actual. La clausura de periódicos, el control de las informaciones, el secuestro y muerte violenta de numerosos periodistas, la autocensura impuesta por el miedo, la intervención de empresas de prensa, como el diario "La Opinión", unidas al monopolio oficial de la mayor parte de las radios y de la televisión del país, así lo demuestran. La Secretaría de Información Pública de la Presidencia de la Nación, a cargo de un oficial de la Marina de Guerra, ha jugado un papel protagónico en el estricto control de la prensa. El argumento legal invocado, también en este caso, es la necesidad de enfrentar a la subversión y también como ocurre en otras esferas las víctimas son personas e instituciones que nada tienen que ver con ella, especialmente los partidos políticos legales."

Hipólito Solari Yrigoyen, Los Años Crueles, Ed. Bruguera, Buenos Aires, 1983 (p.13 y p.17, de un artículo publicado originalmente en Caracas, 1977).


Pensar que una familia, que estaba en la mira de la cúpula del Proceso por razones suficientemente conocidas, podía disponer libremente en esas condiciones de un bien claramente estratégico, indicaría un exceso de ingenuidad si uno creyera en la existencia de la misma. No es mi caso. Para más datos no hace falta recurrir al Informe oficial o a todos los testimonios que vienen surgiendo en los últimos días. Alcanza con leer p.ej. el libro de Juan Gasparini, "Los cerrojos a la prensa" de Julio Ramos (ver también aquí) o los datos que figuran en el dictamen del fiscal Ricardo Molinas.

No es este un tema que se agote en un enfrentamiento "los Kirchner vs. Magnetto" y en el que uno pueda permanecer indiferente sin mayores consecuencias. Está en juego el futuro y la calidad de nuestra democracia. Y hasta ahora, casi todos los que tuvieron que rendir cuentas a la Justicia por sus crímenes durante el Proceso vestían uniforme militar. Ojalá que le haya llegado el momento a los que visten saco y corbata.


P.S.: sentí que debía escribir esto para dejar en claro de qué lado estoy parado, aunque antes de terminarlo leí a Washington Uranga y descubrí que él había expresado ahí casi lo mismo que pienso yo.

2 comentarios:

Matías dijo...

Opinamos lo mismo. Me quedo con esta frase que es de lo más contundente:

Para todo el que quiera verlo, está en evidencia que esa democracia se logró al precio de esconder montañas de basura debajo de la alfombra (además de ríos de sangre) y que entre esa basura había varios monstruos que seguirían alimentándose y creciendo en los años siguientes, con más poder que el de los poderes republicanos y democráticos.

Muy buena imagen.

Abrazo.

Rafa dijo...

Matías:
Sabés que al releer lo que escribí me pareció demasiado enfático y discursivo (debe ser que estoy bajo el influjo de la concisión twitteresca...). Pero si a vos eso te gustó tan mal no debe estar!

Gracias por tu comentario. Un abrazo.