jueves, febrero 25, 2010

Resistentes



(Fragmento de Operación Masacre (1973), película de Jorge Cedrón)


Fui a ver Los Resistentes, el documental de Alejandro Fernández Mouján con testimonios de militantes de la Resistencia Peronista surgida tras el golpe de septiembre del '55, y salí conmovido. Ver y escuchar a esos hombres y mujeres que salieron a pelear, sin medios ni organización, contra la dictadura que había derrocado a su líder y ahora los reprimía, los proscribía y les arrebataba sus conquistas, fue como poner un pie en la tierra en medio de las nubes de humo que hoy día nos asfixian.

Hombres y mujeres que eran y siguen siendo humildes, que representan a la multitud de los que no traicionaron ni se traicionaron, ni usaron la política para enriquecerse, ni se dedicaron a trepar para ocupar un cargo. Algunos cuestionan a Perón y tienen derecho a hacerlo, porque hubieran dado la vida por él. Y muchos de sus compañeros efectivamente la dieron. Hoy a sus 70, 80 o más años, ellos siguen manteniendo su mismo ideal.

No pude evitar pensar en la película al leer posts como éste de Abel o este otro de Luciano, y reflexionar en la distancia abismal que hay hoy entre la política, sus avatares y discursos, y la sensibilidad popular (para dar un ejemplo de actualidad, el punto 8 de Tomás). Con el corolario de que ahora, para voltear "conquistas" (reales, aparentes o discutibles) ya no se recurre a bombardeos, fusilamientos ni proscripciones, sino a campañas mediáticas convenientemente coordinadas y persistentes.

No tengo ninguna fórmula para dar vuelta esta desagradable tortilla. Si intuyo que sigue valiendo eso de que el fuego, para calentar, tiene que venir desde abajo. Desde "las bases", desde sus necesidades y aspiraciones, ni desde arriba ni desde afuera de ellas. La "militancia" para trepar en una estructura, no es militancia. Y por favor, que el Gobierno se ocupe de que el Estado se haga cargo de lo que abandonó por décadas: para más datos, leer la nota citada por Manolo.

Cuando yo era chico, leí una vez cómo se podía vaciar un huevo sin romper la cáscara. Se pincha una punta con un alfiler, se pincha la otra punta, se sopla de un lado, sale el contenido por el otro, y queda la cáscara entera, pero vacía. También, la cáscara de un huevo (entero o vacío) se puede pintar de distintos colores, o se le pueden dibujar caras o imágenes. Se la puede poner en una vidriera, y quienes la miren de afuera no se van a dar cuenta de si el huevo está entero o no.

Acá Abel muestra su preocupación por una posible división del peronismo. Yo agrego otra: que cuando los viejos resistentes ya no estén más, del peronismo quede sólo una cáscara vacía y muy frágil, aunque esté pintada de lindos colores y con caras sonrientes.

Desde ya, lo anterior es sólo una reflexión en voz alta de un no peronista, aunque sí Nac&Pop. Pero viendo a los que testimonian en la película, uno piensa: pucha, qué lindo hubiera sido ser peronista.


P.S.: aquí puede leerse un testimonio de uno de los participantes de la película, el ferroviario Juan Carlos Cena.

lunes, febrero 22, 2010

Expertos en crisis

Leyendo sobre la crisis griega y la participación en su gestación del "muy polémico" banco de inversión Goldman Sachs, recordé algo del libro "Economistas contra la democracia" de Jacques Sapir, viejo conocido de este blog.

Gran parte del libro está dedicada a la crisis financiera rusa de 1998 y la participación en ella de conocidos "expertos" occidentales, algunos de los cuales siguen haciendo carrera hoy día, por ejemplo asesorando a Barack Obama. Veamos un botón de muestra:


"(...) Donde se nos pretende mostrar transparencia y opción científicamente indiscutible, descubrimos la colusión y la corrupción sin freno ni vergüenza. Y en esas prácticas anda mezclado un funcionario de la Administración estadounidense, Lawrence Summers, unido por antiguos lazos de amistad al principal responsable del HIID, André Shleifer. [Nota: se refiere al favoritismo de la agencia norteamericana USAID hacia el instituto HIID de la Universidad de Harvard, a la que estaba vinculada Summers, en la concesión de un contrato para colaborar con la economía rusa.]

La persona que en 1998 era el superior de Summers, Robert Rubin, no escapa del todo a las sospechas. Antes de asumir la posición oficial de secretario del Departamento del Tesoro, fue uno de los responsables del banco Goldman Sachs; en concreto, supervisó la salida al mercado de los títulos públicos rusos, los GKO, que habían de ser el detonante del crac. En 1992, Rubin había sido enviado a Rusia como consejero de Boris Yeltsin sobre problemas bancarios. En junio de 1998, justo en vísperas de la crisis financiera, Goldman Sachs, que había colocado grandes cantidades de títulos rusos entre los inversores occidentales, obtuvo para el gobierno de Moscú 1.250 millones de dólares en nuevos títulos. Con el objeto de aumentar la credibilidad de la operación, el banco corrió con los gastos de organización de una fiesta en la Casa de los Sindicatos de Moscú. Según dos periodistas estadounidenses, Joseph Kahn y Timothy O'Brien, se invitó a personalidades rusas y occidentales. Al caso, el banco pagó 100.000 dólares a George Bush padre para garantizar su presencia. Cuando estalló la crisis y el gobierno ruso suspendió los pagos de los GKO, colocados en buena medida por Goldman Sachs, esta sociedad anunció que sus pérdidas habían sido mínimas, y es que, de hecho, había revendido los GKO que poseía pocas semanas antes de la crisis. (28)

(...) La afirmación de que el banco pudo librarse a tiempo de los títulos gracias a los excelentes informes de sus expertos resulta hasta cierto punto dudosa. De haber tenido lugar una venta masiva de los GKO que Goldman Sachs tenía en cartera a finales de julio o principios de agosto, los demás operadores se habrían alarmado o, cuando menos, estarían sobre aviso. Para que las ventas pudieran llevarse a cabo sin producir alboroto en el mercado, por fuerza hubieron de ser progresivas y escalonadas a lo largo de varias semanas. Eso significa que el banco, debido a su papel en la colocación de los GKO en el mercado, se encontró por fuerza en la posición privilegiada que le permitió vender los mismos títulos cuya compra aconsejaba a sus clientes. Sin duda, el hecho en sí no es ilegal; pero el lector calificará por sí mismo el componente ético de tal práctica. (...)"

(28) J. Kahn y T. O'Brien, "How Goldman Sachs escaped the Russian economic bloodbath", The New York Times, 17 de octubre de 1998.

Jacques Sapir, "Economistas contra la democracia", Ediciones B, Buenos Aires, 2004; Cap. 1, p. 53 a 55.

viernes, febrero 19, 2010

Aires de montaña


Con algo de demora debido al desenchufe vacacional, anduve pispeando las novedades que trajo la última cumbre de Davos (de la del año pasado me ocupé aquí). Veamos algo de una nota del enviado de Newsweek al Foro Económico Mundial:

"(...) Hay una razón por la que las cosas están algo más calmadas este año en la Montaña Mágica. El estado emocional de crisis ha pasado desde que las principales economías han salido ahora de la recesión. Las cosas están cambiando, pero nadie está seguro del cómo.(...) El capitalismo de laissez-faire parece muerto. Como lo expresó el profesor de finanzas de la Universidad de Chicago Raghuram Rajan, "Hemos pasado de un período de incertidumbre económica a un período de incertidumbre política". Los líderes mundiales parecen atónitos ante el brote de furia pública por la manera en que los banqueros han vuelto a los negocios como de costumbre, aunque la gente común todavía la esté pasando mal.

En el Occidente rico, esta furia ha llevado a una mayor regulación y aún a repensar el libre comercio y las migraciones. Abundan las preocupaciones sobre populismo y proteccionismo. Hubo muchas quejas este año sobre el nuevo plan de Obama para regular los bancos, sobre los topes de Gran Bretaña a los pagos a los banqueros, y la promesa del presidente francés Nicolas Sarkozy, en su discurso inaugural, de repensar el capitalismo de mercado en su totalidad. "Nos estamos acercando a otra era, una en la que debemos desplazar el foco de las corporaciones globales a los ciudadanos globales", dijo, reclamando nuevos modos de calcular el crecimiento económico que tengan en cuenta la felicidad de la gente tanto como su riqueza.

(...) Pero hay otros signos incipientes de que los capitanes mundiales de la industria están finalmente comenzando a pensar diferente sobre ellos mismos y su trabajo. Avergonzados por banqueros como el presidente de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, a quien le gusta bromear sobre que ellos están haciendo "el trabajo de Dios", un grupo de jóvenes financistas en Davos empezó a hablar de la creación de un juramento hipocrático financiero ("lo primero, no hacer daño con CDOs..."). Hubo muchas discusiones sobre "stakeholder capitalism" (*) y cómo los líderes de las corporaciones deben deshacerse del pensamiento especulativo, de corto plazo. Eso hace sentir optimista a gente como Robert Shiller -el economista conductista que predijo la crisis de las hipotecas-. "La gente está comenzando a pensar en asuntos económicos dentro de un marco moral", dijo. "No es muy frecuente que eso suceda en mi profesión."(...)"

(*) Concepto complicado de traducir, como se infiere de aquí. Me inclino por "capitalismo con participación de actores sociales", un tema que no es nuevo.


Aquí hay algo más del mismo periodista (sólo en la edición de NW en papel):

Knockout a Davos
por Rana Faroohar

"Si quedaba alguna duda de que la era del capitalismo financiero ha terminado y que ha comenzado la era del big government, el presidente francés Nicolas Sarkozy la disipó con su discurso de apertura (...). Sarko tuvo un estilo peleador, pegándole a todo desde los hiperinflados pagos a los banqueros a la relación económica disfuncional entre los EE.UU y China. También reclamó nuevas regulaciones globales para los bancos, los banqueros y los mercados: "Si no reformamos el sistema, estaremos tomando riesgos inaceptables en el futuro" (...)

Sarko le pegó algunos golpes a Beijing, prometiendo que el tema monetario (léase: el efecto distorsivo de un yuan superbarato sobre las cuentas comerciales y las cuentas corrientes) sería un tema central cuando Francia asuma el liderazgo del G8 en 2011. Sarko también convocó a los líderes mundiales a repensar el marco moral del capitalismo. "El sistema no puede existir a menos que esté contenido en un sistema de valores." Finalmente, se permitió una pizca de schadenfreude (**) a expensas del Hombre de Davos: "Hace algunos años, [los líderes de las corporaciones] nos decían que estábamos viendo el fin de las naciones y el comienzo de una era de nómades globales. Sin embargo, cuando el barco encalló el año pasado, todas estas compañias... recordaron muy bien de qué países venían."(...)

Newsweek, 8 de febrero de 2010, p. 8.

(**) En alemán, alegría por la desgracia ajena.


Evidentemente, Sarkozy fue la estrella de este año. Aquí hay algo más de su cosecha, por ejemplo:

"(...) 'Todos sabemos lo que hubiera ocurrido sin la intervención estatal para mantener la confianza y apoyar la actividad: todo se habría hundido.'

'No es una cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de derechas, ni de izquierdas, es una realidad', apostilló el mandatario francés, quien a lo largo de su discurso insistió en la necesidad de sanear el capitalismo, de 'volver a poner a la economía al servicio del hombre'.

'Son los desequilibrios de la economía mundial los que alimentaron el desarrollo de las finanzas globales' (...) 'desreglamentamos las finanzas para poder financiar más fácilmente los déficit de aquellos que consumían demasiado con los excedentes de aquellos que no consumían suficiente.'

'Seguiremos haciendo correr riesgos insostenibles a la economía, y animando a la especulación, y sacrificando el largo plazo si no cambiamos la reglamentación bancaria, las reglas de prudencia, las reglas contables.'

'No reconciliaremos a los ciudadanos con la mundialización, con el capitalismo, si no somos capaces de aportar un contrapeso al mercado, correctivos.'

'No se tata de preguntarnos por qué sistema vamos a sustituir el capitalismo, sino saber qué capitalismo queremos'. Ese nuevo capitalismo debe ser (...) aquel 'en el que los comportamientos indecentes no sean más tolerados, ni aceptados los beneficios excesivos que no tengan relación con la capacidad de crear empleo y riqueza'.

'Que aquel que cree empleo y riqueza pueda ganar mucho dinero no tiene nada de raro. Pero que el que contribuye a destruir empleos y riqueza gane también mucho es moralmente insoportable'.

'O bien lo cambiamos nosotros mismos, o el cambio nos será impuesto por crisis económicas, sociales y políticas'.

'El presidente Obama tiene razón cuando dice que hay que disuadir a los bancos de que especulen para sí mismos o de que financien fondos especulativos'.

'Ese debate [sobre las regulaciones a los bancos] no puede ser resuelto por un solo país sea cual sea su peso en las finanzas mundiales. Ese debate debe decidirse en el G-20'. Y otro debate que planteó el presidente francés ante su auditorio es el de 'la imposición fiscal a las transacciones financieras para luchar contra la pobreza'."


Hasta no hace mucho, pensar que un líder de un país desarrollado podía decir algo así en una cumbre de Davos hubiera sido un tema para la literatura fantástica. Y habría que ver si ya algún émulo de Rush Limbaugh o Jeffrey Kuhner no lo habrá tildado a Sarko de "peronista"...

Por supuesto, en Davos los banqueros no se quedaron cruzados de brazos. Pero vaya para terminar algo de una nota de Gideon Rachman en el Financial Times:

"(...) Después de escuchar el apasionado ataque de Sarkozy contra el capitalismo financiero, se oyó a un participante ruso diciendo que había tenido una experiencia agradablemente nostálgica. Él recordaba haber oído muchos discursos similares en la Unión Soviética.

Eso es injusto para el presidente francés, quien tuvo el cuidado de aclarar que él estaba tratando de rescatar al capitalismo de sus propios excesos. Pero (...) [su discurso] reflejó la confusión ideológica entre los líderes occidentales. Luchando con déficits abultados y alto desempleo – e incómodamente conscientes de un desplazamiento del poder hacia el Este – los líderes occidentales están cuestionando muchas de las ideas que cimentaron el antiguo consenso de Davos. En estos días, son las naciones asiáticas y las grandes economías emergentes las que están más cómodas con la globalización – y son ellos los que presionan a los occidentales a no abandonar el libre comercio.(...)"


Mientras esto ocurría en la cumbre del poder mundial, aquí en la Argentina los medios se dedicaban al culebrón del verano y a los dichos de nuestra presidenta sobre la carne porcina. Evidentemente, los que dicen que estamos afuera del Mundo, tienen razón.


P.S.: este artículo salido en Rolling Stone es simplemente lapidario sobre los manejos de las cabezas del sistema financiero mundial. Gracias al comentarista anónimo que lo acercó al blog de Manolo, y a EduA que tomó la posta.

lunes, febrero 15, 2010

Buenos consejos

El sábado pasado lo escuché a Mario Wainfeld hablar del "odio y salvajismo" que inundó el on-line del diario de Bartolo (no solamente, por supuesto) con motivo de la intervención a que fue sometido Néstor Kirchner. Lo que por un lado me alegró por no frecuentar esos lugares, malsanos para la salud física y mental. Pero también me hizo lamentar la extensión de cierta clase de psicopatología en nuestra sociedad (no la podría diagnosticar porque no soy médico; quizás p.ej. el Dr. Nelson Castro nos podría explicar si el hijoputismo es una manifestación de sociopatía). Y también, por cómo Internet contribuye a la difusión y quizás al contagio de este fenómeno. (*)

Sin duda algunos factores del asunto derivan de las fallas del Gobierno en lo discursivo-comunicacional (entre otras cosas). Pero parece que no es el único con este problema. Un par de días atrás había estado hojeando Newsweek (en inglés, sale con el Buenos Aires Herald) y me encontré con un artículo de Anna Quindlen, "Follow the leader" (aunque el link lleva el curioso título "Obama must get back to real populism" - Obama debe volver al verdadero populismo!) con algunos párrafos que vale la pena leer desde aquí.


"(...) Una encuesta entre antiguos adherentes a Obama que abandonaron a los demócratas en Massachusetts mostró que el 41 por ciento de los que se opusieron al plan de salud no estaban seguros de exactamente por qué. Si se supone que los funcionarios electos deben actuar basados en la sabiduría de la gente común, van a necesitar que la gente común sea más sabia que esa.

"(...) No hay duda de que éste es un momento en que Estados Unidos está haciendo equilibrio entre ir hacia un futuro u otro - el final del siglo norteamericano o una nueva era de dominación basada no en el poder militar sino en la innovación. Una economía global, una revolución tecnológica, un ecosistema en crisis, una demografía que cambia radicalmente: estos son asuntos que están ligados inextricablemente y que requieren una visión de largo alcance. Cuando Barack Obama adoptó una plataforma de cambio, no era una promesa de hacer remiendos día a día, sino de hacer una transformación duradera en el tiempo. Ajedrez, no "flipper".

Si el reciente cambio de fortuna de su partido le ha dado al presidente un sacudón que lo lleve a reenfocarse en el sufrimiento de la gente común que ha perdido sus trabajos y sus hogares, eso sería algo bueno. Pero si su administración y sus legisladores gastan su energía en reacciones reflejas a los sentimientos públicos percibidos o imaginados, eso será terrible.(...)

Los demócratas están en peligro de aprender las lecciones equivocadas de su derrota en Massachusetts. Después de todo, ellos parecen haber aprendido las lecciones equivocadas de su triunfo electoral de hace sólo poco más de un año. Son la mayoría, y deberían actuar como tal - audaz, decisivamente. Dejen que los republicanos sigan tácticas obstruccionistas, y tengan confianza en que el espectáculo va a irritar y luego encolerizar a la mayoría del pueblo de EE.UU. Al presidente se le dio un mandato, y él debería actuar como tal - audaz, decisivamente. Está la construcción de consenso, y luego está la postergación del progreso real en deferencia hacia gente cuyo deseo más ardiente es tu propio fracaso.

La campaña que fue tan experta en tecnología necesita descontar el cambio más conspicuo que la tecnología ha traído a la arena política: el enfoque irreflexivo de "pulgar arriba, pulgar abajo" que hace de los funcionarios electos, cristianos en un coliseo lleno de leones. En los blogs y programas de entrevistas de la TV, los márgenes son presentados como la principal corriente de opinión (...). La voz de la gente a menudo parece ser la voz del que habla más fuerte y que es más cáustico. Como las bocinas que atruenan en una calle embotellada, estos sonidos deberían ser ignorados.

A veces el mensaje que le enviamos a nuestros políticos es que ellos deberían seguirnos a nosotros, a veces que deberían guiarnos, y a veces que deberían intentar la tarea gimnástica de hacer ambas cosas al mismo tiempo. Mientras tanto olvidamos que la mayoría de las cosas que engrandecieron a EE.UU. - derechos civiles, la safety net, la Seguridad Social - fueron impulsadas a pesar de su impopularidad. ¿Queremos reacción o visión, alguien que mire por sobre su hombro o hacia el futuro? ¿Elegimos a un agente de cambio como presidente para que algún día podamos decir "Qué bien, él aumentó el tope de ingresos para el subsidio por hijo"?

(...) Si la gente que nos gobierna se vuelve cada vez más temerosa de sus propias sombras, temerosa de hacer planes, de aceptar desafíos, de legislar para el futuro tanto como para el presente, seguramente significará la lenta muerte del ingenio y la influencia norteamericanas. Estamos en un momento de transformaciones en la historia, cuando la aceptación del status quo equivale a un fracaso cataclísmico.(...)"


La enseñanza que me deja el artículo hace a un tema que he visto últimamente muy trajinado en algunos blogs amigos (como el de Omix o el de Gerardo): el nivel de rechazo que genera el Gobierno argentino en nuestros sectores medios, o incluso en parte de los más populares. Lo mejor que puede hacer el Gobierno sobre el asunto no es embarcarse en una guerra de discursos, sino dedicarse a gobernar bien. Tan simple como eso.


(*) En algunas de las necrológicas de los diarios on-line de USA dedicadas a Howard Zinn aparecieron comentarios agraviantes o despectivos hacia su figura, a los que alguien respondió de esta manera:

"... y echando una ojeada a los comentarios, uno no puede evitar darse cuenta que la Internet, más que mejorar las comunicaciones y ayudarnos en nuestro crecimiento personal y colectivo, parece haberse vuelto la sala de griterío para el elemento lunático que reside en muchos de nosotros, pero que tenemos la decencia de disimular."

En fin, mal de muchos, consuelo de tontos.

jueves, febrero 11, 2010

Howard Zinn

Hace un tiempo, mi muy estimado comentarista Julián me recomendó la lectura del historiador estadounidense Howard Zinn, a quien yo no conocía. Hasta ahora sólo leí algunos artículos suyos disponibles en la web (como éste que me pasó Julián), y espero leer alguna vez su A People's History of the United States (La otra historia de los Estados Unidos). Sin duda, se trata de un pensador "radical" (de los de USA), apasionado, comprometido y totalmente enfrentado al establishment.

Resulta que Howard Zinn dejó este mundo hace muy pocos días. Quizás lo último que escribió haya sido su opinión sobre el primer año de la presidencia de Barack Obama, que puede leerse en el penúltimo número de la revista Debate (el artículo de Raúl Fain Binda al que acompaña también es recomendable). No me alegra verificar que su visión confirma mi escepticismo originalmente reflejado acá.

El peligro de un presidente mediocre

Luego de buscar mucho, lo único que se aproxima a un punto destacable en este primer año de gestión de Barack Obama es su capacidad retórica. No veo nada valioso en sus acciones y políticas.

En cuanto a las decepciones, no sufrí una terrible desilusión porque no esperaba mucho. Esperaba que él fuera un presidente demócrata tradicional. En política exterior, los demócratas no se diferencian de los republicanos, como nacionalistas, expansionistas, imperiales y bélicos.

En ese sentido, no hay ninguna expectativa ni decepción. En política local, los presidentes demócratas tradicionales son más reformistas, cercanos al movimiento obrero, más propensos a aprobar leyes a favor de la gente común. Y éste fue el caso de Obama. Pero las reformas demócratas también fueron limitadas, cautelosas. Obama no es la excepción. En la reforma sanitaria, por ejemplo, comenzó con un compromiso, y cuando uno empieza con un compromiso, termina con un compromiso de un compromiso, que es donde estamos ahora.

Pensé que en el área de derechos constitucionales él iba a ser mejor de lo que había sido. Ésa fue la mayor decepción, porque Obama estudió leyes en la Universidad de Harvard, supuestamente dedicada a los derechos constitucionales. Pero se convirtió en presidente y no está dando ningún paso significativo lejos de las políticas de Bush. Por supuesto, él continúa hablando sobre cerrar Guantánamo, pero todavía trata a sus prisioneros como “sospechosos de terrorismo”. Ellos no han sido juzgados ni han sido declarados culpables. Entonces, cuando Obama propone sacar a la gente de Guantánamo y ponerla en otras prisiones, no está llevando demasiado lejos la causa por los derechos constitucionales. Y luego acude a la justicia argumentando por la detención preventiva, en continuidad con la política de enviar sospechosos a países donde bien podrían ser torturados.

Creo que la gente se deslumbra con la retórica de Obama pero debería comenzar a entender que Obama va a ser un presidente mediocre -lo que, en nuestros tiempos, significa un presidente peligroso- salvo que haya algún movimiento nacional que lo empuje hacia una mejor dirección.

Howard Zinn, historiador norteamericano.


P.S.: desde hoy pasa a ser una de las frases favoritas de este blog, ésta de HZ que pertenece a su autobiografía y que encontré en un obituario:


"Desde el principio, mi enseñanza estuvo infundida con mi propia historia. Trataría de ser honesto hacia otros puntos de vista, pero yo quería más que 'objetividad'; quería estudiantes que dejaran mis clases no sólo mejor informados, sino más preparados para abandonar la seguridad del silencio, más preparados para alzar la voz, para actuar contra la injusticia dondequiera que la viesen. Esta, por supuesto, era una receta para atraer problemas."

martes, febrero 09, 2010

Cuando viene Varela

Hace rato que empezó el año del ya muy vapuleado Bicentenario, en el que este blog se dedicará con cierta frecuencia a nuestra Historia (al menos, así espero). Quiero empezar cumpliendo con un amable pedido y también homenajear a un argentino y americano que como tantos otros luchó por una Patria distinta, y fue derrotado: Felipe Varela.

Más allá de la crónica de sus alzamientos y batallas, resulta notable al leer sus escritos, la afinidad de su pensamiento con el de Juan Bautista Alberdi, tanto en la descripción del sometimiento de las provincias argentinas a Buenos Aires, como en su condena de la guerra contra el Paraguay:

"(...) La Nación Argentina goza de una renta de diez millones de duros, que producen las provincias con el sudor de su frente. Y sin embargo, desde la época en que el gobierno libre se organizó en el país, Buenos Aires, a título de Capital es la provincia única que ha gozado del enorme producto del país entero, mientras en los demás pueblos, pobres y arruinados, se hacía imposible el buen quicio de las administraciones provinciales, por falta de recursos y por la pequeñez de sus entradas municipales para subvenir los gastos indispensables de su gobierno local.(...)

De modo que las provincias eran desgraciados países sirvientes, pueblos tributarios de Buenos Aires, que perdían la nacionalidad de sus derechos, cuando se trataba del tesoro Nacional.

En esta verdad está el origen de la guerra de cincuenta años en que las provincias han estado en lucha abierta con Buenos Aires, dando por resultado esta contienda, la preponderancia despótica del porteño sobre el provinciano, hasta el punto de tratarlo como a un ser de escala inferior y de más limitados derechos.

Buenos Aires es la metrópoli de la República Argentina, como España lo fue de la América. Ser partidario de Buernos Aires, es ser ciudadano amante a su patria, pero ser amigo de la libertad, de las provincias y de que entren en el goce de sus derechos ¡oh! ¡eso es ser traidor a la patria, y es por consiguiente un delito que pone a los ciudadanos fuera de la ley!

He ahí, pues, los tiempos del coloniaje existente en miniatura, en la República, y la guerra de 1810 reproducida en 1866 y 67, entre el pueblo de Buenos Aires (España) y las provincias del Plata (Colonias Americanas).(...)"
(Sacado de El Ortiba)

"(...) No es el Emperador [del Brasil] el responsable ante el mundo de los grandes crímenes políticos del actual Presidente de la Argentina: éste es el que debe dar cuenta ante Dios, su patria y los pueblos de América, de esos acontecimientos sin parangón en la historia de los traidores de la América del Sud.

Las provincias argentinas, empero no han participado jamás de estos sentimientos. Por el contrario esos pueblos han contemplado gimiendo la deserción de su Presidente, impuesto por las bayonetas, sobre la sangre argentina, de los grandes principios de la Unión Americana, en los que han mirado siempre la salvaguardia de sus derechos y de su libertad, arrebatada en nombre de la justicia y de la ley.

Cuando los pueblos argentinos penetraban la política del general Mitre al través del humo y de las llamas en que se abrasaba la heroica Paysandú, derramaban lágrimas de indignación, aguardando con ansiedad el desenlace de ese sangriento drama, y estaban todas sus simpatías al lado de los mártires que se sacrificaban defendiendo su suelo patrio y su libertad.

Cuando la sangre de Leandro Gómez caía derramada por las armas del crimen, y el general Mitre pregonaba desde los balcones de su palacio, su gran política de en tres meses a la Asunción, la indignación de las provincias llegaba ya a su colmo y el espíritu reaccionario germinaba en todos los corazones argentinos.

Se llevó la guerra al Paraguay: miles de ciudadanos fueron llevados atados de cada provincia al teatro de aquella escena de sangre: ese número considerable de hombres honrados perecieron víctimas de las funestas ambiciones del general Mitre y un nuevo contingente de víctimas pedido por segunda vez, a esos pueblos infelices, fue toda la cuenta que aquel mandatario les dio de los llevados primeramente.

¡Viva la Unión Americana!

Enero 1º de 1868."
"Belicistas y antibelicistas en la Guerra del Paraguay", Documentos de Polémica Nº 22, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1973, p.184-185.


El pedido que cumplo aquí me lo hizo un amigo de este blog, Guillermo Troxler, y es el de difundir el tema dedicado a Felipe Varela en la cantata Los Caudillos, de Félix Luna y Ariel Ramírez, con la voz solista de Ramón Navarro.





Nota: la letra de don Félix no deja de tener el tono de "bendigo a tutti" que alguna vez le reprochó Arturo Jauretche. Igualmente, la obra es una belleza. Vaya también como homenaje al maestro Ariel Ramírez en un difícil momento.