También vale la pena leer este artículo de nuestro reciente visitante Paul Krugman en el New York Times. Y una nota que me impresionó y me motivó a traducirla en exclusiva para los visitantes de este blog. No salió en Página/12 ni en Tiempo Argentino, sino en The Guardian de Londres.
Irlanda debería "hacer la de Argentina"
por Dean Baker
"Cuando un equipo de bomberos o de médicos realiza un rescate, la víctima generalmente queda en mejor situación como resultado. Esto es menos claro cuando el rescatista es el Banco Central Europeo (BCE) o el FMI.
Irlanda está soportando actualmente una tasa de desempleo del 14,1%. Como resultado de las condiciones de rescate financiero que requerirán más cortes en los gastos del gobierno y aumentos de impuestos, la tasa de desempleo casi seguramente crecerá. Es probable que el pueblo irlandés llegue a preguntarse cómo estaría su economía si no hubieran sido rescatados.
El dolor que está siendo infligido a Irlanda por el BCE/FMI es completamente innecesario. Si el BCE se dedicara a poner a disposición de Irlanda créditos a bajas tasas de interés, un mecanismo enteramente dentro de sus atribuciones, entonces Irlanda no tendría ningún problema serio de presupuesto. Sus enormes déficits proyectados resultan primariamente de la combinación de altos costos de intereses sobre su deuda, y el resultado de operar a niveles de producción económica que están bien por debajo del pleno empleo - ambos resultados que pueden ser atribuidos mayormente al BCE.
Vale la pena recordar que el gobierno de Irlanda era un modelo de disciplina fiscal antes del derrumbe económico. Había tenido altos superávits del presupuesto durante los 5 años anteriores al inicio de la crisis. El problema de Irlanda no era ciertamente uno de gastos gubernamentales fuera de control; era un sistema bancario temerario que alimentó una enorme burbuja inmobiliaria. Los hechiceros económicos en el BCE y en el FMI o no pudieron ver la burbuja o no pensaron que fuera digna de mención.
El fracaso del BCE o del FMI en tomar medidas para frenar la burbuja antes de la crisis no ha vuelto tímidas a estas instituciones financieras internacionales sobre el uso de una mano pesada para ahora exigir condiciones. El plan es imponer una rígida austeridad, requiriendo que gran parte de la fuerza de trabajo de Irlanda vaya a sufrir desempleo en los años por venir, como resultado del fracaso de sus banqueros y del BCE.
Mientras a menudo se argumenta que estas instituciones no son políticas, sólo alguien clínicamente muerto podría todavía creer esto. La decisión de hacer a los trabajadores de Irlanda, junto con los trabajadores en España, Portugal, Latvia y otros países, pagar por la temeridad de los banqueros de sus países es enteramente política. No hay ningún imperativo económico que diga que los trabajadores deben pagar; esta es una decisión política impuesta por el BCE y el FMI.
Este debería ser una enorme bandera de advertencia para los progresistas y, de hecho, para cualquiera que crea en la democracia. Si el BCE pone condiciones para un paquete de rescate, será muy difícil para un gobierno elegido en Irlanda revertir estas condiciones. En otras palabras, los asuntos sobre los cuales los votantes irlandeses podrán decidir serán probablemente triviales en importancia, en relación con las condiciones que serán impuestas por el BCE.
No hay ningún argumento serio en favor de un banco central no responsable por sus actos. Mientras que nadie espera o quiere que los parlamentos dirijan la política monetaria en lo micro, el BCE y otros bancos centrales deberían ser claramente responsables ante cuerpos elegidos. Sería interesante ver cómo ellos pueden justificar sus planes para someter a Irlanda y otros países a una tasa de desempleo de dos dígitos en los años por venir.
El otro punto que debería tenerse en cuenta es que aún un país relativamente pequeño como Irlanda tiene opciones. Específicamente, ellos podrían salir de la zona euro y declarar su deuda en default. Esta no es ni remotamente la mejor opción, pero si la alternativa es un período indefinido con dos dígitos de desempleo, entonces abandonar el euro y declarar el default aparece mucho más atractivo.
El BCE y el FMI insistirán en que este es el camino al desastre, pero su credibilidad en este punto es cercana a cero. Hay un precedente obvio. Allá por el 2001, el FMI estaba impulsando a Argentina a tomar medias de austeridad cada vez más rigurosas. Como Irlanda, Argentina había sido también el alumno ejemplar del elenco neoliberal antes de entrar en dificultades.
Pero el FMI puede cambiar de opinión rápidamente. Su programa de austeridad hizo bajar el PBI en casi 10% y empujó a la tasa de desempleo bien arriba en los dos dígitos. A fines del 2001, era políticamente imposible para el gobierno argentino acordar mayor austeridad. Como resultado, rompió el vínculo supuestamente irrompible entre su moneda y el dólar, y declaró el default de su deuda.
El efecto inmediato fue el de empeorar la economía, pero hacia la segunda mitad de 2002, la economía estaba creciendo nuevamente. Este fue el comienzo de cinco años y medio de crecimiento sólido, hasta que la crisis económica mundial dejó su huella en 2009.
El FMI, mientras tanto, hizo todo lo que pudo para sabotear a la Argentina, que pasó a ser conocida como "la palabrota con A" (1). Incluso usó proyecciones truchas (2) que consistentemente subestimaban las predicciones del crecimiento de Argentina, con la esperanza de minar la confianza en su evolución.
Irlanda debería estudiar las lecciones de la Argentina. Romper con el euro tendría consecuencias, pero se está haciendo cada vez más evidente que el dolor por la ruptura sería menor que el dolor de permanecer en la zona euro. Más aún, el solo hecho de poner el tema en discusión probablemente haga que el BCE y el FMI tomen una posición más moderada.
De lo que el pueblo de Irlanda y de todo país debe darse cuenta, es que si ellos dan su acuerdo para jugar con las reglas de los banqueros, van a perder."
(1) "The 'A word'" en el original, como analogía con "the 'F word'" y otras.
(2) En inglés, "bogus". Me pareció la equivalencia más adecuada.
Nota: agradezco a la periodista Telma Luzzani por haber dado el aviso de la nota de The Guardian, en El Arranque por Radio Nacional AM.
P.S.: (*) Bueno, sí, viene al caso. Orlando Barone se tomó el trabajo.