viernes, enero 14, 2011

Aguante el Gauchito

Esta nota de Julián Varsavsky al estudioso correntino Carlos Cambá Lacour es de las que justifican leer Página 12. El hombre recorre la historia de su provincia y traza vínculos entre el mestizaje, las migraciones internas, la estructura social, la economía, la política, etc., etc. para ahondar en las raíces de la cultura y la religiosidad popular. En suma, en el tema de la identidad (o la no identidad, como él dice) y la diversidad, algo caro a este blog. Van algunos fragmentos.


"(...) La leyenda del Gaucho Gil y su asesinato tiene origen a mediados del siglo XX y remite a la rebeldía ante el poder, reprimida en sangre en un contexto histórico en que la “ley” y la “policía brava” expulsaban de las propiedades a los “intrusos” o “cuatreros”, que no eran otros que los antiguos pobladores de tierras fiscales vendidas por el gobierno provincial a los ricos comerciantes de la ciudad.(...)"

"(...) Muchas cruces tenían que ver con la injusticia contra el campesino en una sociedad que en el tránsito de la conquista se estratificó y despreció al campesino mestizo, muchos de ellos descendientes de esclavos negros. Tanto la Justicia como la policía estaban al servicio de los grandes intereses. Si uno se sumerge en los anales de la Justicia en Corrientes, se encontrará que casi en un 90 por ciento de los casos el conflicto básico era por la expulsión de un poblador de la propiedad de quien adquiere un campo. La ley convertía al poblador en un intruso y de ahí vienen casi todos los conflictos de la Justicia Penal, a raíz de la reacción del campesino en conflictos resueltos violentamente. Y Gil refleja en su génesis ese conflicto, más allá de la forma en que se lo haya elaborado como leyenda, y luego como una pequeña historia. De alguna manera se santificó a aquel que se enfrentó al poder del Estado que era aliado de los terratenientes, y que fue capaz de morir en condiciones de represalias injustas y convertirse en una especie de redentor. En Corrientes hubo muchísimos de estos redentores, en casi todos los pueblos hay uno."

"La religiosidad va naciendo por la difusión que se hace por el camino, el elemento comunicacional más importante a comienzos del siglo XX. En un principio los devotos eran solamente los que iban por ese camino. Esta devoción religiosa no oficial ingresa en Mercedes, donde por mucho tiempo se la conocerá como la “Curuzú Gil” y más tarde sería la “Cru-gil”. Con el paso del tiempo y los avances tecnológicos el fenómeno se extendió. Sobre todo por lo que significaron el camión y el ómnibus. A esto se suma el éxodo del correntino en la etapa de industrialización del peronismo hasta la actualidad, y la emigración de muchos campesinos sin oportunidades, en especial los jóvenes y negros. Al irse llevaron con ellos la Cruz Gil. Más tarde fueron naciendo réplicas y el conurbano porteño va a ser el ambiente ideal para la proliferación de la creencia entre las clases subordinadas emigradas. Corrientes tiene un vínculo muy fuerte con ese conurbano, forjado en los años ’40 y ’50, y constantemente fortalecido hasta hoy. Y ese ambiente popular funciona como una esponja que absorbe este tipo de creencias."

"(...) Hubo un momento a fines de los ’60 en que entre el 25 y el 30 por ciento de los correntinos estaba fuera de su provincia. Fíjese usted que en la Patagonia hay muchos correntinos. Y todos vuelven en algún momento, así sea de visita, y lo hacen vinculándose con la imagen del Gaucho Gil; con ella refuerzan su diferencia a la distancia, su carácter de correntino, el sentirse distinto."

"- ¿Cuál es el origen y la influencia de la cultura y las religiones africanas en Corrientes?"

"- Mucha más de la que se acepta. Los negros eran esclavos que llegaron a tener una proporción en la población de casi el 20 por ciento a finales del siglo XVIII y principios del XIX. La mayoría llegó de contrabando desde Brasil desde época muy temprana. Los lugares donde vivían los negros fueron los cambacuás. Julio Cossio fue el último líder de la nación negra en la ciudad de Corrientes. Así como en el oriente de Cuba los negros tenían sus “palenques” –que fueron lugares casi inaccesibles a los blancos–, en Corrientes existían los cambacuás. “Cambá” significaba negro y “cuá” era lugar, hueco o barrio."

"- ¿Y qué pasó con esos negros?"

"- Se mestizaron y subsumieron dentro de un proceso de mestizaje. Pero también es cierto que fueron los que conformaron las primeras líneas de todas las batallas y de las muertes por epidemia y miseria. Y derivó en un mestizo fuertemente definido en lo cultural y en las formas de producción en el campo, muy influenciado también por la herencia guaraní. Este es un fenómeno típico de Corrientes, el de un mestizo que en la etapa colonial pasó rápidamente a ser la parte más numerosa de la población. Y es también quien se va a quedar con la parte más importante de la cultura indígena: el lenguaje guaraní y los hábitos de la agricultura. Históricamente, la sociedad correntina pretende no haber sido esclavista, es negadora de la esclavitud. Pero al margen de eso, hasta hace pocas décadas hubo –y todavía existen– manifestaciones de la religiosidad negra persistente como el culto a San Baltazar.(...)"

" Lo de la religiosidad es un fenómeno universal, que el proceso histórico de Occidente hizo retroceder desde el Iluminismo, que dio inicio a la secularización de la sociedad, fundamentalmente en Europa, aunque extendiéndose hoy a todo el mundo. El posmodernismo ha reintroducido una “religiosidad” más compleja, con un espiritualismo diversificado que hoy se encuentra muy extendido. Corrientes no está al margen de este renacer de creencias y no lo está fundamentalmente por perdurar los efectos negativos de su derrota histórica frente al hegemonismo centralista rioplatense."

"– ¿El correntino tiene una identidad muy fuerte y diferente al resto del país?"

"– Ni el país ni Corrientes tienen una identidad. La identidad es una ilusión vendida por el poder, que pretende congelar un estereotipo. Sí es, en cambio, una diversidad. Y si se quiere una singularidad muy fuerte porque desde temprano fue así, por la forma en que se dio la conquista en esta área oriental del sur americano. El conflicto fue con los jesuitas, fuertemente aliados a la administración colonial. En Corrientes el protagonismo de la conquista civil la tuvo el mestizo. Igual que en otros lugares de América –por ejemplo, en Paraguay–, aquí el indio desaparece del área de conquista de manera temprana y es reemplazado por el mestizo, algo muy diferente a lo que va a ocurrir en Salta y Jujuy, donde el mestizaje va a tener menos protagonismo. A esta zona el español no vino con mujeres y se mezcla con la india y con la esclava. El indio desaparece porque es esclavizado al principio y luego exterminado, pero queda el mestizo libre que ocupa los campos y reemplaza al indio en la agricultura, aunque vive como el indio, es decir habla y planta como él. Pero ya es diferente y se siente distinto, y ya discrimina. Entonces el mestizo hispano-indo-africano de Corrientes ya desde su constitución como tal y su gravitación en el carácter de la sociedad es muy diferente a todos los del resto del país."

"–¿En qué se manifiesta esa diferencia?"

"–En un sentimiento de autonomía muy fuerte en algunos casos. Hasta hoy hay muchos para quienes la argentinidad no es tomada como la cosa más profunda, sino la correntinidad: ser correntino antes que argentino. Históricamente, eso se ve. Siempre Corrientes aparece como la distinta: cuando ganaban los radicales aquí, afuera ganaban los conservadores; cuando gana el peronismo aquí, gana el antiperonismo en el resto del país y viceversa. Y ya en la época de Rosas, Corrientes fue antirrosista enfrentando a un poder mucho mayor a un alto costo."

"– ¿Históricamente han sido muy antiporteños?"

"– Ser antiporteño expresa una manifestación de resistencia. Una especie de respuesta a la derrota histórica. El antiporteñismo fue siempre de las clases medias; en las clases bajas no lo había y alternativamente lo hubo en la clase alta. En la clase campesina sencillamente no lo hubo por no entender lo del porteñismo durante mucho tiempo. En la media sí, por ser la víctima consciente de la desolación de las guerras contra el centralismo del siglo XIX, y en la alta no, porque a fines del siglo XIX va a pactar con Buenos Aires y se va a beneficiar de alguna manera del federalismo entre comillas que vivimos. Y eso la va a favorecer reafirmando su condición de dominante y de propietaria."


En fin, no es que uno vaya a hacerle ofrendas o promesas al Gauchito como hace el Conu, pero eso no significa menospreciar o tomar a la chacota estas creencias y manifestaciones populares. ¿No le parece, chamigo?





P.S.: Copio parte del comentario de lujo de Charlie Boyle:

"1- Corrientes no tiene una identidad única, instalada en el centro la laguna del Iberá fracciona la provincia en cuatro aspas con centro en la misma, una oriental que tributa al río Uruguay y otra occidental que tributa al Paraná, una norte con seria vinculación con lo guaraní paraguayo y una sur con seria relación con la Mesopotamia sur y la pampa. Estos cuatro gajos de Corriente no sólo la diferencian en lo económico, también lo hacen en lo cultural y social. Un ejemplo de esto es el chamamé con sus infinitas formas de expresión de la geografía correntina."

"2- Por el punto anterior me animo a no hablar de una Corrientes sino de varias encorsetadas por el palo, la frontera y los ríos. En lo social también tenemos varias Corrientes, una Corrientes europea (ibérica y católica) a la que pertenecen los Lacour, una Corrientes profunda, rastros de una Corrientes jesuítica, una Corrientes militar (hay en esa pequeña provincia muchísimos cuarteles militares, sólo de Mercedes murieron 40 soldados de los 800 y pico en Malvinas), una emigrada como la definida por Lacour, esencialmente al conurbano, y una religiosa (la de la virgen de Itatí y del gauchito Gil). Podríamos decir una paraguayizada y otra brasilerizada. Estos arracimamientos no son menores.(...)"

viernes, enero 07, 2011

Nostalgia sesentista

Hay quienes dicen que este blog hace un culto de la evocación y la nostalgia. Por una vez voy a darles la razón.