miércoles, abril 20, 2011

Welcome my friends!



Por fin, llegó el gran día. El genial, el sublime, el inmaculado Premio Nobel de Literatura 2010 Mario Vargas Llosa está entre nosotros, el jueves dará su excelso discurso inaugurando nuestra Feria del Libro y ya podemos verlo hasta en la sopa cual un Quijote moderno, dando mandobles a siniestra (que no a diestra) contra el cruel populismo castrochavista y peronista que nos azota y esclaviza sin piedad.

(Fin de la ironía) Así es nomás. Antes de que llegara este día, millones de palabras se emitieron a favor y en contra de este personaje y de la invitación que se le hizo a inaugurar la Feria. El nombre de Horacio González fue escarnecido y defendido con pasión, y hasta una colega de Vargas Llosa acusó a la Argentina de dar un ejemplo de "intolerancia provinciana y retrógrada". El mayor efecto de este episodio, de todos modos, parece haber sido el de disparar las ventas de los libros del Nobel hispanoperuano.

Sin ánimo de ofender a nadie, me permito decir que todo esto fue una opereta para la gilada. En realidad Mario Vargas Llosa ha oficiado de mascarón de proa de la reunión de la Mont Pelerin Society, cuyos integrantes están debatiendo en este mismo momento sobre "La amenaza populista en América Latina".

Hace varios días que venía estudiando con interés el programa de la reunión, pero el periodista Werner Pertot también se tomó el trabajo y acá describió el asunto con lujo de detalles. Sin duda que algunos de los participantes tienen sus méritos intelectuales y otros no tanto, pero no quiero extenderme acá sobre el tema ya que no quiero ser acusado de "intolerante provinciano y retrógrado"...

Sólo un par de reflexiones. ¿Cuál será la razón de que esta benemérita Sociedad haya abandonado el aire puro de los Alpes suizos por el menos benéfico de nuestra ciudad? ¿Será porque quisieron disfrutar de la hospitalidad del "Mayor of Buenos Aires City"? ¿Porque los apasiona la perspectiva de pasar an intellectual day at the countryside? ¿O porque Argentina es un país clave en sus sueños de reinstalar sus nefastas, fracasadas y obsoletas ideas en América Latina? En fin, que la Mont Pelerin Society nos sirva de ejemplo y vaya una propuesta para mis compañeros: a ver si nos armamos un think tank populista "comme il faut", che.

Para terminar, un parrafito sobre el "hijo de", el también famoso Álvaro Vargas Llosa, co-autor del Manual del perfecto idiota latinoamericano. El programa del Meeting no lo presenta como tal sino como "Senior Fellow of The Center on Global Prosperity at the Independent Institute", lo cual parece que da más prestigio que haber co-escrito ese libro. Y por otro lado, entre los miembros de esa institución pueden encontrarse varios de los participantes en la reunión porteña. Todos forman una gran familia, según parece.


P.S.: Recomiendo fervientemente la lectura del "Balance 2008" de una de las filiales locales de la Mont Pelerin Society y anfitriona del encuentro, la Fundación Libertad. Es un cofre del tesoro.

sábado, abril 16, 2011

Desahogo

El domingo pasado Eduardo Aliverti entrevistó a Norberto Galasso en Decime quién sos vos. En un momento de la charla y ante la pregunta de Aliverti sobre qué pensador nacional lo había marcado más, Galasso contestó con el nombre de Arturo Jauretche y contó lo que sigue:

"Jauretche me enseñó a pensar concretamente. Tengo una anécdota, una de las primeras veces que hablo con Jauretche le pregunto:

"- Doctor, ¿Ud. es partidario del divorcio?"

"- Usted no conoce el país, ¿no?" (yo tenía 25 o 26 años)

"- No, yo conozco Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires, nada más."

"- Porque en la Argentina el problema es casarse, no divorciarse. Si Ud. recorre el país, las provincias no tienen industrias; hay trabajadores estacionales. Un muchacho va, enamora a una chica el sábado a la noche que a ella le dan permiso, y después termina la zafra y se va. Ella queda embarazada, le pone al chico el apellido materno, y qué le va a hablar de divorcio Ud.!"


"En este país el problema es casarnos. Desarrollemos los recursos mineros, los hidroeléctricos, la pesquería, desarrollemos todo el país e integrémoslo, y después si se pelean les damos la ley de divorcio!"

Esta conversación ocurrió hace cosa de medio siglo. Desde entonces se logró la Ley de Divorcio, además de otros avances "progresistas" en derechos civiles, pero en el interior argentino siguen faltando industrias y siguen como tareas pendientes el desarrollo y la integración nacional. Y sigue habiendo trabajadores estacionales, cuyas condiciones laborales y de vida no parecen haber mejorado con el tiempo. Por lo menos, eso es lo que surge cuando una investigación pone el tema en la tapa de algún diario. Porque si no, pasan las décadas sin que las clases medias urbanas, cultas e ilustradas se den por enteradas del asunto.

Las palabras de Jauretche, según el mismo Galasso, tuvieron el efecto de hacerlo abandonar un izquierdismo abstracto por otra postura más afirmada con los pies sobre la tierra. A mí se me ocurrió vincular ese recuerdo de Galasso con algunas reacciones que provocó el triunfo de Juan Manuel Urtubey en las elecciones salteñas. Por ejemplo, los debates originados en este post de Tirando al Medio o este otro en el blog de Abel (en el aspecto estrictamente político de la elección salteña, recomiendo este gran análisis de Mario Wainfeld).

No es mi intención hacer "antiprogresismo", pero no dejo de ver un exceso de superficialidad en las miradas que se concentran en criticar el clericalismo y conservadurismo de Urtubey, o la mentalidad retrógrada y los métodos de captura de votos del diputado Olmedo. Y parecen dejar de lado los problemas seculares de atraso, pobreza, desigualdad, desocupación y marginación que son endémicos tanto de Salta como de gran parte del resto de nuestro interior. Como si una cosa no tuviera que ver con la otra, y fuera posible por algún mecanismo mágico insuflarle "progresismo" a los salteños y a su rancia clase política sin modificar el trasfondo socioeconómico de la provincia.

Aclaro que no soy católico y que la educación religiosa y el rezo matinal obligatorios me revientan en lo más íntimo, pero muchísimo más me avergüenzan la miseria y la desnutrición infantil. Y para mí, las palabras de Jauretche a Galasso tienen tanta vigencia hoy como hace 50 años, qué quieren que les diga.

Para terminar este desahogo de un leve entripado, dedico un homenaje musical a mis compatriotas acusados de "baja calidad de voto".





"Qué ganas de echar raíces
para tener algún día
mujer y rancho de noche
y un sueño niño de día."

lunes, abril 11, 2011

Poeta y militante




Anoche concurrí a visitar y presenciar el cierre de la muestra "Homenaje al pensamiento y al compromiso nacional", pese a la ácida crítica que le había dedicado el filósofo Tomás Abraham.

Mis impresiones del evento fueron variadas, pero lo que justificó la visita fue el momento en que, cuando la gente ya se iba retirando, me acerqué a un grupo en el que sobresalía (es un decir) un hombre bajito, con sombrero y de voz cascada y potente. Se trataba de don Alfredo Carlino, peronista de la primerísima hora, sobreviviente de la masacre de Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955, miembro de la Resistencia Peronista, poeta, periodista, tanguero y militante de toda la vida. Conocerlo y escucharlo hablar del peronismo y de su vida (lo que viene a ser más o menos lo mismo), con la polenta de sus 79 años, fue un privilegio que no me esperaba.(#)

Vaya uno de sus poemas como un muy humilde homenaje de este blog, a don Alfredo Carlino.


Los grasas

Ahí están,
irrumpen la abulia de la ciudad pacata,
todo es asombro en la mirada ciudadana
vienen nomás,
desde todos los rincones.

Son los grasas, Eva.
están llenos de olores,
de broncas y de fuego.
Se han juramentado diluir
los silencios de la infamia.
Llegan bailando como duendes,
desde todos los recovecos,
desde lejos.

Del fondo de la historia y del agravio.
Vienen montados en la cabalgadura del Chacho Peñaloza
y de la efigie tremenda de Facundo Quiroga.
Tienen la cicatriz del desprecio.
Los veo ensamblados
en tu mirada reparadora,
están seducidos
y se han obcecado
en vivir un tiempo nuevo,
Eva, Eva!

Todo se transforma como antaño,
ya no son los evadidos
ni se anotan en la encuadernada antología del miserable.
Ahora son los compañeros gremiales,
los muchachos sindicalizados
organizándole el pudor popular.
Ahora han dejado de ser los parias,
tienen norte y conductor.
Aterrorizan sus gestos desenfadados
con ese repiquetear de bombos y puteadas.
¡Es el descamisado!
y viene a sudar la historia.
Se han vuelto locos,
se les ha antojado que ahora son los protagonistas,
la creatividad,
la confluencia de un mismo destino,

Y cantan como la cigarra bajo el sol.


(#) Recomiendo escuchar lo que dice don Alfredo en este video, y muy especialmente en este otro.

domingo, abril 03, 2011

Malvinas



El aniversario de la invasión argentina en 1982 a las Islas Malvinas me llevó a desempolvar algunas notas que aparecieron en medios anglosajones el año pasado, luego de la Cumbre de América Latina y el Caribe en la que el Gobierno argentino logró un apoyo unánime a su reclamo a Gran Bretaña sobre la soberanía de las Islas.

Lo llamativo de esos artículos era que mostraban la fuerte repercusión que había tenido la acción diplomática argentina. Primero fue esta nota de Grace Livingstone en The Guardian, "Es tiempo de hablar de las Malvinas". Tras una reseña histórica que no omite los argumentos favorables a la posición argentina, la autora termina así (traducción propia):

"(...) Esta semana las 32 naciones de América Latina respaldaron unánimemente a Argentina en la reciente disputa sobre el petróleo, porque para la mayoría de las naciones en desarrollo éste es simplemente un asunto de colonialismo. Gran Bretaña puede no haber colonizado formalmente gran parte de América Latina, pero siendo la potencia mundial predominante en el siglo XIX, sus banqueros y comerciantes tenían un dominio total sobre las economías de las nuevas naciones. En 1824, George Canning escribió sobre la independencia de América Latina: "La América Española es libre, y si no manejamos mal nuestros asuntos, será inglesa."

Para una potencia colonial del siglo XIX, las Malvinas ofrecían no solamente oportunidades de pesca y de caza de ballenas, sino también un puerto estratégico en el Atlántico, una base desde la cual eliminar la piratería o vigilar el comercio de las potencias rivales, y un puesto avanzado clave en la ruta al Pacífico y el Antártico.

Hoy el territorio mantiene un valor estratégico similar y tiene la bonificación agregada del petróleo. Gran Bretaña y Argentina han sido conscientes por décadas de los yacimientos de hidrocarburos alrededor de las Malvinas, y los desacuerdos diplomáticos acerca de la exploración petrolera anteceden a la guerra de Malvinas en 1982.

¿No será el momento para que Gran Bretaña deje de comportarse como una potencia colonial del siglo XIX, y atienda el llamamiento de las Naciones Unidas para discutir la cuestión de la soberanía con Argentina?"


Otro artículo que me llamó la atención salió en Newsweek unos días después del anterior. Su autora, Molly O' Toole y su título original aproximado "La nueva guerra de las Malvinas - Por qué Gran Bretaña será derrotada esta vez por Argentina (o debería)". Una parte de la nota puede leerse traducida en este sitio, y algo de lo que sigue viene acá:

"(...) Mientras tanto, entre todos los actores, la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner está pareciendo la Dama de Hierro de este drama. Antes de esta disputa, Kirchner estaba perdiendo popularidad debido al estancamiento económico. Ahora ha recibido realmente una carta brava —por parte de la misma Gran Bretaña. Alrededor del 80% de los compatriotas de Kirchner creen que las islas son parte de Argentina, así que ella está impulsando con fuerza el tema. En febrero [de 2010], Argentina respondió a los planes británicos de perforación deteniendo un barco que según Buenos Aires estaba transportando equipos para sus nuevas exploraciones petroleras, y anunciando que todo buque que cruzara las aguas territoriales argentinas debía obtener un permiso.

Gran Bretaña rechazó el decreto, pero Kirchner está ganando aliados. Hace dos semanas ella aprovechó un encuentro del Grupo de Rio de 32 países de América Latina y el Caribe para lograr un apoyo unánime para su posición, incluido el de Chile, que había apoyado secretamente al Reino Unido en la disputa de 1982. (...)

El gobierno de Brown [Gordon, ex primer ministro inglés] declaró que Gran Bretaña mantendría sus fuerzas de tierra, aire y mar como disuasoras para proteger tanto sus flota comercial como las Malvinas, donde todavía está instalada una fuerza activa de más de 1,000 soldados británicos. Pero la permanente protección brindada a las aisladas Malvinas, sin mencionar el costo de aprovisionarlas, ha sido por décadas un factor de ineficiencia económica para el Reino Unido. Allá por 1980, el parlamentario inglés Nicholas Ridley, un ministro de Estado conservador, propuso un plan para entregarle la propiedad de las islas a Argentina, que luego arrendaría los territorios a Gran Bretaña, permitiendo a sus 3100 habitantes seguir siendo ciudadanos británicos pero otorgando a Argentina algunos de los beneficios de la soberanía. La propuesta de Ridley fue abucheada en la Cámara de los Comunes. Pero ahora, el apoyo al gasto de dinero en las islas es escaso entre los británicos, al menos comparado con 1982. Un editorial reciente del Guardian urgió al gobierno para que reconsidere el plan de Ridley, argumentando que las Malvinas no pueden seguir siendo más la "costosa molestia" del Reino Unido, porque "el mundo va a insistir con el asunto."

En verdad, el mundo ha recorrido un largo camino desde la última guerra de Gran Bretaña por las islas. La democracia se ha extendido por toda América Latina, y muchas de las tensiones tradicionales entre países del continente se han suavizado, permitiendo una mayor cooperación regional e integración económica. El valor potencial para el Reino Unido de los yacimientos de petróleo de Malvinas es obvio en un momento en que sus reservas del Mar del Norte se están agotando. Pero no se puede saber cuánto petróleo hay realmente allí hasta que comience la exploración, haciendo de ésta una propuesta de negocios extraordinariamente riesgosa. Las buenas relaciones con el bloque comercial emergente de América Latina, conducido por Brasil, pueden ser más valiosas en el largo plazo, así que Gran Bretaña sería inteligente en aceptar ofertas de mediación. Después de todo, la creciente interdependencia de los intereses latinoamericanos le ha permitido a Kirchner lograr un frente unificado para su guerra diplomática con el Reino Unido, lo que a su vez ha asegurado un nivel de legitimidad para el continente, que Gran Bretaña y el resto del mundo no deberían —y no pueden— seguir ignorando."


Se podría actualizar la información contenida en estas notas, por ejemplo con el dato de que la situación financiera actual de Gran Bretaña no es más alentadora que la de hace un año. O que la exploración petrolera en Malvinas no parece estar dando muy buenos resultados. De todos modos, creo que lo más notable de los artículos es la relevancia otorgada a la acción diplomática argentina y las opiniones sobre la conveniencia para los británicos de rever su oposición a las negociaciones de soberanía. Algo que probablemente los argentinos no podamos leer en Clarín o en La Nación.


P.S.: El autor de este blog me atribuye un "cándido optimismo" en este post. No creo haber insinuado en ningún momento que el señor David Cameron vaya a venir con la cabeza gacha a entregarnos la llave de la gobernación de Malvinas. Sí creo que el único camino para una eventual recuperación de las islas en el futuro pasa por la presión diplomática, y sobre todo por el fortalecimiento del bloque regional y la solidaridad de nuestros vecinos en el reclamo. Desde ya, no veo grandes cambios en el panorama actual a corto o mediano plazo, y lo que más me interesaba acá era mostrar miradas anglosajonas bastante más favorables a la posición argentina que la que muestran ciertos medios locales. Así que ese "cándido optimismo" que se me atribuye es bastante relativo. Sobre todo, cuando lo dice alguien que como respuesta postea un artículo que (más allá de algunos señalamientos correctos) postula levantar "una política obrera independiente del gobierno que facilite la disputa de los trabajadores por la conducción política y militar del conflicto". Que me disculpe, pero yo de eso no fumo.