lunes, junio 27, 2011

Dolores y esperanzas


"(...) Si alguna lección se puede sacar de esta historia, es que además de la voluntad y de la entrega es imprescindible el pensamiento propio, la crítica y la autocrítica, que no hay que ser complaciente con los compañeros ni autoindulgente, que no debe aceptarse nada a libro cerrado, ni olvidarse la dimensión de los afectos para convertir a nadie en una fría máquina de nada. Estoy triste, porque fuimos protagonistas de un fracaso, porque somos parte de una tragedia. En mis primeros diálogos con Juan Gelman después de la derrota, cuando nos reencontramos al cabo de años de no saber uno del otro, le decía que nuestra máxima aspiración podría ser convertirnos en combustible fósil que sirviera de abrigo a las nuevas generaciones. Por eso también estoy feliz al ver el comienzo de la reconstrucción de tantas cosas que fueron destruidas y el surgimiento de esas nuevas generaciones para las que somos punto de partida de su propia marcha. No para repetir la misma historia, lo cual es imposible e indeseable, porque el país y el mundo han cambiado, pero sí para luchar con otros medios y en otro contexto por los mismos valores por los que lucharon ellos, a quienes, ahora, aplaudimos."

De las palabras de Horacio Verbitsky, al presentar la reedición de La Patria Fusilada, de Francisco "Paco" Urondo.

viernes, junio 24, 2011

Claroscuros

Ya largada de lleno la campaña electoral, es más que seguro que muchos temas menos calientes quedarán postergados u opacados hasta mejor ocasión. Igualmente, yo sigo pensando que la respuesta que se le dé a la pregunta planteada en esta nota (o a esto fresquito de Contradicto) hace más al futuro del país y del "modelo" que cualquier discusión interminable sobre progresismo y kirchnerismo, por dar un ejemplo.

Si bien algo como el reciente lanzamiento del satélite SAC-D Aquarius es un logro notable para el país, no dejo de verlo como un hecho en cierta medida aislado debido a que aún está pendiente un proyecto nacional estratégico que integre ciencia, tecnología y desarrollo económico. Algo que debería encarar el próximo gobierno (de CFK, espero) y que serviría de respuesta a una pregunta que suele aparecer en el blog de Abel: ¿Para qué ganar?

Creo que hay áreas del gobierno nacional actual en que se está trabajando bien o de manera aceptable, pero hay otras en las que me suelen aparecer serios interrogantes (dejemos de lado este bochorno, que da vergüenza ajena). El Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología viene interactuando hace rato a nivel de ministerios, secretarías y Poder Legislativo para llevar adelante iniciativas estratégicas en el ámbito estatal, con variado éxito (de paso, la ley de producción pública de medicamentos que se anunciaba acá recién será tratada en el Senado el miércoles 29). Este reportaje a su coordinador Martín Isturiz sirve como resumen de lo que se ha logrado, de la actitud que muestran distintos funcionarios, y de lo que sigue pendiente, que es mucho.


La ciencia después del satélite
por Pedro Lipcovich

“La principal enseñanza del proyecto SAC-D Aquarius es que las entidades de la esfera pública pueden y deben trabajar en conjunto”, sostiene Martín Isturiz, coordinador del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología –que incluye científicos de distintas especialidades y provincias del país–. Para el satélite, el investigador destaca el vínculo entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que condujo el proyecto, y la empresa estatal INVAP, que participó en la construcción. Sin embargo, según Isturiz, esta feliz articulación aún falta registrarse en muchos otros campos de la ciencia y la tecnología: para erradicar la vinchuca que trasmite el Chagas, para el saneamiento del Riachuelo, para eliminar el arsénico del agua potable (que afecta a entre 2 y 4 millones de personas); tampoco, todavía, se concretó la acción coordinada para la producción pública de medicamentos. Isturiz destaca el rol del sector público: “Hay un discurso que identifica la transferencia de tecnología con las empresas privadas y no es así: muchas cosas pueden transferirse directamente de los organismos públicos a la sociedad”.

– En el satélite SAC-D Aquarius, se articularon especialmente la CONAE, que depende de Cancillería, e INVAP, empresa estatal de la provincia de Río Negro. Es fundamental que esta integración haya sido entre instituciones públicas; las patentes que genere serán públicas también. Contar con tecnología propia en radares, como los que construye INVAP, o en satélites, es una cuestión de soberanía. El Aquarius servirá, entre otras muchas cosas, para monitorear el mar argentino y detectar la pesca ilegal. Y el país que no tenga satélites, cuando necesite información satelital estratégica, deberá pagarla, porque la tecnología se paga –afirmó Isturiz, que es investigador en la Academia Nacional de Medicina.

- A partir de este caso, ¿cómo evalúa otras áreas de la ciencia y técnica?

– En otras áreas vemos mucha fragmentación. Un problema importante y poco mencionado es la presencia de arsénico en las napas: entre dos y cuatro millones de personas en unas 12 provincias están afectadas por este tóxico de origen natural. El problema no se puede resolver sin una coordinación entre municipios, provincias y organismos de ciencia y técnica. El INTI armó ya un cuadro donde se localizan los problemas y las necesidades y definió metodologías y costos. Incluso se conectó con las autoridades de Santa Fe y Chaco y encara la experiencia de eliminar el arsénico del agua en poblaciones de esas provincias. Pero esto debería ser parte de una política nacional, y en ese nivel no se ha manifestado voluntad de coordinación. Hay que nuclear a todos los organismos que trabajen el tema. Mientras tanto, en distintos lugares hay proyectos desconectados, que no comparten ni complementan tecnologías para el mismo problema.

– ¿Quién debería encargarse de esta coordinación?

– El Ministerio de Ciencia y Tecnología y también el Gabinete Científico Tecnológico (GACTEC), creado por ley en 1996 para establecer las políticas de ciencia y técnica: está formado por todos los ministerios donde hay organismos de ciencia y técnica, que hoy son siete. Pero el GACTEC nunca fue operativo.

–¿Qué otro ejemplo de articulación no lograda podría aportar?

– El saneamiento de cuencas fluviales, como Matanza-Riachuelo o Reconquista. Lo que se intenta ahora en Riachuelo-Matanza obedece a una sentencia de la Corte Suprema de Justicia en una causa determinada, no a una decisión política del Estado. Y aquí también, para que las soluciones sean efectivas, hacen falta coordinaciones interdisciplinarias y, en este caso, interjurisdiccionales. Es imposible resolver el problema mediante acciones fragmentarias.

– En el caso de la cuenca Matanza-Riachuelo existen también intereses poderosos como los de las empresas contaminantes.

– Sin duda, como también los hay en cuanto a la producción pública de medicamentos. El tratamiento en el Senado de la ley para ordenarla iba a ser el 1º de junio pero se postergó para el 29. Hay presiones y vacilaciones, como las hubo también en Diputados, que le dio media sanción. Recordemos que, en 2007, 25 laboratorios públicos se organizaron en una red nacional, con el soporte tecnológico del INTI. Los organismos, provinciales, nacionales, universitarios, municipales, estaban desconectados, reducidos a problemas sectoriales o locales. La idea era racionalizar la producción y la compra de insumos y plantear la investigación en convenios con organismos de ciencia y técnica y con universidades nacionales; cubrir las necesidades básicas asistenciales bajando los costos y regulando el mercado. El proyecto fue adoptado por Graciela Ocaña, cuando fue ministra de Salud, pero el ministro Juan Manzur lo dejó caer.

– ¿En qué otras áreas se puede plantear la articulación que usted destaca?

– En la construcción de viviendas económicas. El Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE), del Conicet, tiene hallazgos como el aprovechamiento del plástico de botellas descartables para construir ladrillos. Concretó proyectos en algunas localidades pero, al no estar conectados con los planes oficiales de viviendas económicas, quedan como hechos aislados.

– Usted viene subrayando la acción del INTI...

– El INTI es un modelo en transferir los conocimientos a la sociedad. Generó cooperativas textiles con desocupados. Propició emprendimientos de pequeños y medianos productores agropecuarios para elaborar productos lácteos sobre la base de tecnología adaptada a microescala. Tiene proyectos para criaderos de pollos donde la “cama de los pollos”, formada por plumas, pasto y materia fecal, se usa para generar biogás. Pero estos proyectos deberían potenciarse y esto depende de voluntades políticas por encima del INTI: decisiones nacionales, provinciales o municipales.

¿Como concibe usted la famosa “transferencia tecnológica”?

– Históricamente los organismos de ciencia y técnica como el INTI, el INTA, el INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero), el Segemar (Servicio Geológico Minero Argentino), han funcionado en forma fragmentada. Y no siempre el Conicet se preguntó para qué sirve lo que sus investigadores hacen. El conocimiento utilizable debe ser transferido, y no necesariamente a empresas. Hay un discurso que se apura a identificar la transferencia de tecnología con la transferencia a empresas, y no es así: para algunas cosas sí puede serlo pero otras pueden transferirse directamente desde los organismos públicos a la sociedad.


P.S. 1 para mi habitual comentarista Ramón C/Parcass/AB: encontré su comentario perdido a mi entrada sobre el Borda y los medicamentos. Ahí lo puse con mi respuesta, y creo que este post también le va a servir.

P.S. 2: que la ex ministra Ocaña haya tenido una actitud positiva en el tema producción pública de medicamentos no significa que uno la vaya a apoyar en su actual incursión radical-coloradista. De paso, ¿en qué habrá quedado esta denuncia que me acercó don AB?

martes, junio 14, 2011

Educación, ¿para qué?

Hace rato que me vienen haciendo ruido algunas declaraciones escandalizadas sobre "el estado de la educación", como las originadas por el llamado Informe PISA. O como las que suele hacer el ahora candidato presidencial radical-coloradista. Desde ya que la situación educativa todavía está muy lejos de lo ideal, pero parece ser un lugar común hablar de "La Educación" en abstracto, aislada de la evolución general del país y de sus circunstancias socioeconómicas y culturales. Como suele decirse, se tiende a mirar "la foto" y no "la película", y a creer (o a hacer creer) que por la simple acción de alguien "muy preocupado" por la educación, la cosa va a mejorar instantáneamente como por arte de magia.

Estoy convencido de que no tiene sentido hablar de "La Educación" si no se tiene en claro qué proyecto de país se pretende. Por eso me pareció muy valioso este reportaje de Leonardo Moledo al investigador de la UNSAM Pedro Weinberg sobre educación y trabajo a través de la Historia argentina. Weinberg vincula acciones (o políticas de Estado) tomadas en períodos muy diversos, pero que revelan una línea histórica digna de tener muy en cuenta.


"(...) –¿Cuál es la perspectiva histórica de su tesis acerca de la educación para el trabajo?

–A lo largo del siglo XX, la educación técnico-profesional supo anticiparse a las demandas sociales y económicas; lo hizo con agilidad, imaginación y pertinencia; pocas otras modalidades educativas podrían exhibir tales características en un período tan largo.

–¿Por ejemplo?

–Cuando Otto Krause impulsa la creación de la primera escuela industrial en los albores del siglo XX, es consciente de los límites del modelo agroexportador vigente; cuando el desarrollo industrial es aún incipiente, se expande la red de escuelas industriales en los años ’30; cuando se desata el crecimiento industrial en torno de la sustitución de importaciones, se crea la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP); cuando Arturo Frondizi echa las bases de la industria pesada (siderúrgica y petroquímica) y la automotriz, crea el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET). Y en todos esos casos, ello tuvo repercusiones económicas y sociales: la falta de mano de obra calificada nunca se convirtió en un cuello de botella de los procesos de crecimiento y, al mismo tiempo, se comenzaron a abrir las puertas de la educación secundaria para los hijos de los trabajadores.

¿Y qué ocurrió desde otros sectores?

–Por ejemplo, desde el sector sindical existieron movimientos paralelos que también se singularizaron por ser iniciativas que lograron sostenerse en el tiempo. Y digo esto pues las comparo con las efímeras, coyunturales, cortoplacistas y sobre todo fracasadas experiencias que se ensayaron en los últimos cincuenta años para transformar la enseñanza media. Ejemplos claros en este sentido pueden ser los esfuerzos llevados a cabo por La Fraternidad a través de su Escuela Técnica Central, que montó un audaz proyecto de formación de los conductores de locomotoras en las primeras décadas del siglo pasado; o la experiencia del sector gráfico, con sus más de cien años de eficaz labor en la formación de trabajadores, técnicos y tecnólogos, primero bajo la responsabilidad del sindicato y desde hace unos años bajo la responsabilidad de la cámara del sector. Y para no abusar del tiempo y el espacio, déjeme aludir al estratégico papel cumplido por los salesianos en todo lo referido a la educación agrotécnica. Y en general, a los aportes que desde UOCRA, SMATA, UOM, Empleados de Comercio y Servicios, y tantos otros sindicatos que han asumido en las últimas décadas responsabilidades dejadas de lado por el Estado.

Bueno, el proyecto educativo de Sarmiento también fue todo un paradigma.

–Es cierto; pero déjeme decirle que concuerdo con usted en la medida en que admitamos dos cosas que me parecen fundamentales. Sarmiento pensó a la educación en el marco de un proyecto de país, no fue simplemente un educador: fue un estadista que comprendió que la educación tenía que ver con los grandes imperativos económicos, sociales, culturales, políticos. No concibió a la educación como un asunto autorreferente. Y en segundo lugar, porque Sarmiento fue un “hacedor”, no se quedó en los rimbombantes pronunciamientos ni apeló a una mera retórica en la materia. A Sarmiento se lo puede juzgar, también y fundamentalmente, por su vasta obra concretada.

Con respecto a la reforma educativa que se hizo en la época de Menem, hoy en día no queda nada, ¿no?

–Coincido. Pero tampoco queda nada –más que la deuda contraída con la Banca Internacional de Desarrollo– de la reforma de la educación media de los ’70, y tantas otras. Debemos admitir que lo grave son las expectativas que se crean, la deuda internacional que se contrae, y los magros resultados alcanzados por las diferentes autoridades educativas, resultados que saltan a la vista de cualquier ciudadano. Insisto: lo que me preocupa es la discontinuidad de las políticas educativas en el país, y el costo (no sólo financiero, por supuesto) que esto entraña para el país y su gente.

¿Y cómo vincula estos hechos con la educación técnico-profesional?

–Uno de los hechos que más me llaman la atención es que después de cada fracaso de reforma de la educación media se verifica que las unidades escolares que están en mejores condiciones de iniciar un proceso de recuperación son, justamente, las escuelas técnicas. Después de la propuesta fallida de secundarización de la educación técnico-profesional en los ’90: en nuestros días, las escuelas secundarias siguen viviendo uno de los momentos más dramáticos y penosos de su historia. En cambio, las técnicas muestran una mejor perspectiva de recuperación, por lo menos en términos relativos. Así no resulta sorprendente ver el número llamativo de alumnos pertenecientes a las escuelas técnicas que participan con éxito en las olimpíadas de conocimiento o competencias nacionales e internacionales de ciencias, donde concursan alumnos de las escuelas secundarias.(...)

¿Y en la Argentina qué ha pasado?

–La CNAOP se creó en el ámbito de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social –no en el Ministerio de Educación–, y fue “gobernada” por una comisión tripartita (gobierno, sindicatos, cámaras). Cumplió con el propósito de formar la mano de obra requerida, pero sobre todo abrió por primera vez las puertas de la escuela secundaria a los hijos de los trabajadores. Otro tanto ocurrió con la apertura de la Universidad Obrera Nacional (actual UTN). En otras palabras: una oferta educativa que demostró éxito en la inclusión social de los sectores históricamente postergados. Claro que esta obra se efectuó sin demasiada estridencia en su época, y al día de hoy no se la analiza para extraer estos fantásticos resultados.

Volviendo al nombre de la su cátedra, cada vez que aparece el nombre de Belgrano uno se lleva una sorpresa agradable. En este caso, porque Belgrano fue uno de los primeros que pensó la educación técnica en el país.

–Fue el creador de la educación técnica, sí. Agreguemos que no fue solamente su inspirador: fue su realizador a través de la puesta en funcionamiento de la Escuela de Náutica que sobrevive hasta nuestros días. Pero además se comprometió con la educación en general, puso especial interés en promover la educación de los sectores más pobres, postuló la educación de las mujeres, financió de su propio peculio cuatro escuelas en Salta, Jujuy y Buenos Aires. Y al igual que Juan Hipólito Vieytes (iniciador de la educación agrotécnica en el país a comienzos del siglo XIX) y Sarmiento, entendieron la educación como un elemento estratégico de los modelos de desarrollo que ellos sostenían. Y obraron en consecuencia, esto es, no circunscribieron su acción al nivel ideológico sino que concretaron sus ideales educativos en realizaciones concretas. Ninguno de ellos fue simplemente educador, tampoco ilustrados repetidores, comentaristas, analistas de las ideas pedagógicas de turno. Ellos fueron creadores."


Como aporte propio, agrego que conozco de cerca instituciones donde se forman estudiantes con muy alto nivel en ciencias "duras" y en ingeniería y en los que el Estado pone un esfuerzo muy grande. Hasta hace pocos años, prácticamente todos los graduados se iban a trabajar fuera del país apenas terminada su carrera. Ahora, son muchos los que se quedan.

Y para terminar, aunque no tuve nada que ver con esto, siento la satisfacción de que algo que anuncié acá se haya concretado con éxito. Para qué negarlo, también siento orgullo.



miércoles, junio 01, 2011

Carta desde el Borda

Según lo previsto, mañana llegará al recinto del Senado el proyecto de producción pública de medicamentos ya aprobado en Diputados, con altas probabilidades de convertirse en ley. Si esto ocurre, el tema se convertirá por fin en política de Estado y quizás así deje de depender de la mayor o menor voluntad de los funcionarios del área de Salud. Recordemos que la (¿ahora "coloradista"?) ex ministra Graciela Ocaña se interesó activamente en el asunto, mientras que ni el ex ministro Ginés González García ni el actual Juan Manzur han mostrado entusiasmo alguno. Para no hablar del jefe de Gobierno Mauricio Macri, que directamente vetó un proyecto similar en la Capital.

El Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología, que viene batallando desde hace años por la producción pública de medicamentos y vacunas, vincula con acierto el proyecto actual con la figura del Dr Ramón Carrillo, quien dentro de su histórica gestión en favor de la salud pública fue el creador de EMESTA, primer ente estatal de producción de medicamentos. Pero en la semblanza de Carrillo que figura en ese post hay también un párrafo con otras resonancias:

"(...) Adhiere entonces a la corriente de pensamiento nacional de aquella época y se vincula con su compañero de estudios primarios, Homero Manzi, y otros hombres como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, Armando Discépolo y Enrique Santos Discépolo, referentes de la cultura y de las nuevas ideas nacionales y se asocia con la escuela neurobiológica argentina activa en el Hospicio de la Mercedes y el Hospital de Alienadas, luego hospitales Borda y Moyano.(...)"

Justo el Hospital Borda, que está sin gas desde hace más de un mes, y que encima hoy fue escenario de una tragedia... Mejor le dejo la palabra a una trabajadora del Hospital, de la que me llegó esta carta abierta:


36 días sin agua caliente, ni calefacción...

"Soy Licenciada en Terapia Ocupacional y hace 20 años que trabajo en el Hospital Borda en el área de internación y nunca en este largo trayecto profesional me sentí tan impotente por no poder trabajar las actividades de la vida diaria (incumbencias de mi profesión) como desde el 20 de abril en que cortaron el gas en el hospital.

Los pacientes tienen frío, el edificio es muy grande, las salas dormitorio muy amplias, las ventanas no cierran herméticamente. Si bien todos tienen frazadas y están durmiendo vestidos, el frío de la noche recorre los cuerpos quietos. Durante el día ayuda, cuando hay, el sol del jardín.

Es muy dificultoso para los pacientes recibir un baño diario con agua caliente, en el Servicio donde trabajo no nos han puesto termotanque eléctrico, los pacientes se deben trasladar a un Servicio vecino, en total entre los dos Servicios suman 60 pacientes que pueden utilizar un pequeño termotanque, que demora 1 hora para calentar el agua y sólo alcanza para que se bañen 2 de ellos. Se vuelve a esperar... y así, otros dos reciben su baño y así, va pasando el fresco día.

Hemos recibido un anafe eléctrico que para que resista la red eléctrica - deteriorada por el paso del tiempo - tuvimos que desenchufar las heladeras de uso de los pacientes. A pesar de eso, tenemos largos cortes eléctricos diariamente.

Con este panorama sólo tres reflexiones:

- ¿Por qué un ciudadano que recurre a un Hospital Público para recibir atención o que se lo "aloje" temporariamente debe soportar semejante maltrato?

- El Dr Garralda y otros funcionarios del Gobierno de la Ciudad dicen que con la Marcha Blanca, las protestas y reclamos estamos haciendo política. Sí, la estamos haciendo. Yo pido que la hagan ellos, que tengan políticas comprometidas para una salud igualitaria, solidaria y digna para tod@s. De esta manera los trabajadores del Hospital no tendremos que distraer nuestro hacer protestando o reclamando por lo que falta.

- Dr Garralda, Dr Lemus, Ing. Macri: ustedes son BIENVENIDOS (como rezan los carteles del PRO que empapelan la ciudad) al Hospital: a dormir, a comer, a vivir con frío, a bañarse con agua tibia o fría y a no tener dónde calentar agua para tomar un mate (o si ustedes prefieren, un té inglés)...

El que aspira a parecer renuncia a ser.
El que aspira a ser águila debe mirar lejos y volar alto;
el que resigna a arrastrarse como un gusano,
renuncia al derecho a protestar si lo aplastan
El lacayo pide, el digno merece. Aquél solicita del favor
lo que éste espera del mérito. Ser digno significa
no pedir lo que no se merece, ni aceptar lo inmerecido.

Dr José Ingenieros
El Hombre Mediocre

Lic. Marcela Guzmán
DNI 17106621
26 de mayo de 2011
"


A lo mejor, si el Dr Carrillo volviera a la vida, la emprendería a latigazos contra los responsables de esta situación, como hizo Cristo con los mercaderes del Templo. En fin, pavadas que se le ocurren a uno.