viernes, abril 06, 2012

Nunca me acostumbraré

Recordando ayer este post a raíz de una noticia, encontré en este blog lo que sigue, escrito en octubre del año pasado:

"En los últimos días, blogs griegos han bautizado al Primer Ministro griego George Papandreu llamándolo un "Georgios Tsolakoglou". La pregunta obvia... ¿Quién es Tsolakoglou? Este personaje había firmado el armisticio con la Wehrmacht y fue designado jefe de un nuevo gobierno colaboracionista títere de los nazis en Atenas durante los '40. Era un correcto oficial del ejército que actuó contra los intereses nacionales griegos, así como se alineó con los extranjeros contra su propio pueblo y literalmente rindió el ejército griego a las fuerzas de ocupación del Eje en 1941-42. El resultado de esta traición fue el saqueo por los alemanes de los recursos griegos, lo que más tarde causó escasez de alimentos, enorme inflación y una devastadora hambruna que mató a 100.000 griegos.(...)"

El post ahonda luego en las analogías entre el accionar del militar colaboracionista de los nazis y el del (ahora ex) Primer Ministro Papandreu, y en los proyectos de dividir Grecia en zonas económicas especiales para las inversiones alemanas. Y termina así:

"Por favor abandone el poder, Sr. Papandreu, y váyase de Grecia ahora mientras todavía es seguro. Porque si hay nuevos planes de empequeñecernos y hacernos caer todavía más, aquí en Hellasfrappe [nombre del blog] tememos que será demasiado tarde para que su gobierno escape de la furia popular, y el mundo podría presenciar una vez más escenas como aquellas vistas en Argentina, cuando un Tsolakoglou similar trató de huir con un helicóptero."

En realidad yo no conocía hasta ahora la historia de Tsolakoglou, un nombre que descubrí leyendo esto:

"El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego tomara un Kalashnikov, yo sería el segundo en hacerlo) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro tomarán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945″.

Los brindis de estas Pascuas, íntimamente los dedicaré a la memoria del viejo Dimitris Christoulas, que no quiso acostumbrarse a una vida indigna.






P.S.: Le agradezco a Pedro Brieger haberme inspirado este post.

4 comentarios:

Félix Lunático dijo...

Sospecho que Tsolakoglou fue uno de los tantos fascistas entregadores y colaboracionistas que encontraron un cálido albergue en la Argentina de Perón.

Tenga en cuenta que aquí vivieron el supremo croata Pavelic, el títere bielorruso Ostrowsky y el vicekefe eslovaco Durcansky. Me gusta la idea de haber recibido también a Tsolakoglou.

Rafa dijo...

Félix:
Me temo que Tsolakoglou no llegó al nivel de los personajes que Ud. recuerda, ya que sólo fue juzgado y condenado a muerte por traición. Después le conmutaron la pena y murió en prisión en 1948. No tuvimos el "honor" de recibirlo por estos pagos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Georgios_Tsol%C3%A1koglu

Saludos.

Ricardo dijo...

Excelente y triste paralelo.
Rajoy, en España, también va camino a ser otro Tsolakoglou.

Un abrazo.

Rafa dijo...

Ricardo:
Muchas gracias y perdón por la demora en contestar. Muy cierto lo de Rajoy, aunque por lo que suele leerse en El País, ABC o El Mundo, parece que allá estuvieran más preocupados por nuestro "populismo desenfrenado".

Un abrazo.