domingo, diciembre 30, 2012

La herencia mitrista

Hace algunas semanas vi por la TV Pública la notable serie documental Guerra Guasú, y no pude evitar contrastarla con  la columna que Natalio Botana le dedicó al fundador del diario en que escribe, al cumplirse 150 años de su llegada a la presidencia de la República. Desde ya que no estimo como un gran mérito de Bartolomé Mitre el haber inaugurado "la alternancia republicana", dentro de un régimen que reprimió a sangre y fuego a las masas y caudillos federales que se le oponían, y se embarcó en una guerra impopular e injusta que resultó en el exterminio del pueblo paraguayo.

Tengo por Botana bastante más respeto que por la mayoría de los plumíferos de la "tribuna de doctrina", pero no deja de chocarme el cuidado (lógico) con que rodea y oculta las facetas oscuras de don Bartolo. Facetas como las que una vez traté en este post y recordaron hace poco Pablo Hernández y Glenn Postolski en este artículo:

"(...) Hasta el 3 de enero de 1870 circuló en nuestro país el diario La Nación Argentina, fundado en 1862 durante la presidencia de Mitre. Sus principales ingresos provenían de las arcas del Estado (publicidad oficial de la época). El día siguiente, 4 de enero de 1870, figura como la fecha fundacional del “prestigioso” e “independiente” diario La Nación.
Bajo una nueva razón social, plenamente privada pero manteniendo el control decisivo de Bartolomé Mitre, el nuevo medio tuvo plena continuidad con el anterior, al punto de que el folletín por entregas que se publicaba en uno se continuó sin interrupción en el siguiente. Es posible entonces considerar a La Nación Argentina / La Nación como un solo diario que siguió funcionando en base a las donaciones realizadas por un grupo de amigos, que el por entonces presidente Sarmiento caracterizaba como: “... proveedores que mediante despilfarro de las rentas han ganado millones, como Lezica, Lanús, Galván, que al fin lo costearon casi en su totalidad. (...) Mitre sabe que con un poco de insistencia, con amaños conocidos, con muchos hombres que le deben o la impunidad o la fortuna mal adquirida todo se puede conseguir...” (Sarmiento a Sarratea. Buenos Aires 17 de marzo de 1869. Archivo de la familia Sarratea Prats citado por Nieto del Río)
El centenario medio nacía así de la voluntad militante de una clase por constituir su tribuna de doctrina, y del aporte interesado de un grupo de “proveedores del Estado” enriquecidos durante los aciagos años de la guerra con el Paraguay. (...)"

Hablando de la guerra contra el Paraguay, Botana reitera la "historia oficial" que fija su comienzo en la invasión de Corrientes por tropas paraguayas en abril de 1865. Vale la pena recurrir al capítulo I de Guerra Guasú para ampliar el panorama con los antecedentes del conflicto. En particular, la campaña de Venancio Flores contra el gobierno blanco del Uruguay aliado a Francisco Solano López, llevada a cabo con el apoyo abierto del Imperio del Brasil y el encubierto del gobierno de Mitre. No por casualidad, los enemigos externos del gobierno porteño eran los potenciales aliados de los caudillos federales que aún resistían en el interior.

En diciembre de 1864, Flores y sus tropas junto a una escuadra brasileña sitiaron la ciudad de Paysandú, la que tomaron tras un mes de heroica resistencia de sus defensores. A las pocas semanas cayó el gobierno blanco y Flores entró en Montevideo el 20 de febrero de 1865. Mientras tanto, el 14 de enero el gobierno paraguayo había solicitado al de Buenos Aires el permiso de tránsito de sus tropas por la provincia de Corrientes para atacar al Brasil, lo que fue rechazado el 9 de febrero. El gobierno porteño todavía intentaba mostrar una máscara de falsa "neutralidad". Luego sobrevino la declaración de guerra del Paraguay a la Argentina, la que fue ocultada deliberadamente por Mitre hasta después de la invasión a Corrientes para denunciar este acto como un "ataque a traición".

Hay un consenso general que señala a Bartolomé Mitre como el fundador de la historiografía argentina por haber sido el primero en basarse en documentos escritos para su trabajo de historiador. Qué mejor entonces que recurrir a un documento de su autoría, para revelar sus verdaderas intenciones en connivencia con la Corte de Río de Janeiro. Se trata de una carta dirigida a José María Gutiérrez, escrita el mismo 20 de febrero de 1865:

"...El general Flores ha coronado su obra empezada con tres hombres, terminada en Montevideo, probablemente hoy, aniversario de la batalla de Ituzaingó. Espero y deseo que el gobierno del general Flores sea feliz, y lo será sin duda para gloria de su nombre y para bien de los hombres de libertad y de principios de ambas orillas del Plata. (...)
Ahora queda la jornada del Paraguay. Pacificado el Estado Oriental, todo es menos. Sin embargo, la situación todavía no deja de tener sus peligros, pero espero en Dios y en nosotros, que al fin hemos de salir bien como de esta primera jornada."

Documentos de Polémica Nº 27 - La Guerra del Paraguay, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1973, p. 331-332.


Nota 1: en la foto, Cándido López, el pintor de la Guerra del Paraguay (acá homenajeado por The Economist) junto a su retrato del general Mitre en uniforme de gala. Una foto evidentemente anterior al desastre de Curupaytí, en el que López perdió su mano derecha.

Nota 2: vaya este post apartado de la candente actualidad, como señal de vida de este blog algo abandonado últimamente. Y de paso, mis deseos de un muy feliz 2013 para todos los amigos y visitantes!

27 comentarios:

Mariano T. dijo...

Asi que si un pais extranjero nos invade, tenemos que ver todos los antecedentes para determinar si la invasion es justa o injusta?No se me ocurre mejor definición de cipayo.

Norberto dijo...

Creo que tenés que leer bastante sobre el tema antes de comentar Mariano, la responsabilidad del gobierno argentino de la época era sostener el gobierno legítimo de Uruguay agredido por el Brasil imperial bajo cuyas órdenes actuaba uno de los famosos coroneles de Mitre que se encargaron del tan famoso federalismo que Uds adoran siempre que no sea popular.
En vez de ello, el general que siempre que entró en batalla destruyó un ejército, el propio, apoyo no muy disimuladamente al subordinado del imperio, y cuando ante la solicitud de paso debida al pedido de ayuda del Gobierno Oriental, la negó, cuando todos los tratados firmados obligaban a apoyar con armas y hombres, y alianzas a dicho gobierno.
Es alli donde se produce la siguiente gran traición de Urquiza, cuya colaboración esperaban Paraguay y los restos de los federales, debida a sus intereses de proveedor de ganado y caballada para los ejércitos de la Triple Infamia, y que finalmente determina su muerte a manos de los hombres de Lopez Jordan.
Nunca menos y abrazos

Mariano T. dijo...

Leí bastante. Como siempre, mezclás varios temas. La ineptitud militar de Mitre, por ejemplo, es un hecho aparte porque es posterior.
Intervenir en la política uruguaya fue una constante del siglo 19, desde que el paisito nació. Es una atribución de cada presidente decidir de que lado se metía. No veo ahí un motivo para que un tercer país nos invada.
Autorizar el paso de un ejército extranjero no aliado por tierra argentina, hubiese sido traición a la patria.
Lo peor de la guerra no fue Mitre, fue Sarmiento y su estúpida frase "La victoria no da derechos". Con todo lo que costó la guerra, quedarse solo con la provincia de Formosa fue un chiste.
El mejor castigo para un país que nos invadió, hubiese sido la anexión del 50% de su territorio. No solo por los intereses nacionales, sino como escarmiento.
La actitud de Urquiza, por más que haya estado ambiguo, fue la correcta, no apoyó a un ejército extranjero que invadió nuestro país. Hacer lo contrario, hubiese sido también traición a la patria.
Patria es siempre, no solo cuando estamos de acuerdo con nuestro gobierno. Por más que no este de acuerdo con cristina, nunca apoyaría que otro país nos invada.

Anónimo dijo...

Como buen agrogarca, mitrista.

Norberto dijo...

Por favor, ya que sabés tanto, contame que batallas ganó Mitre, no me pongas la comprada, vendida por el que después vió como mataban a cada uno de sus aliados, sin que se le moviera un pelo, hasta que uno de sus luagartenientes, finalmente los vengó.
Nunca menos y abrazos

Mariano T. dijo...

Solo te leés a vos mismo, Norberto. Si leés lo que puse, nunca negué la ineptitud militar de mitre (que alargó la guerra). Pero eso poco tiene que ver con lo que estábamos hablando. Por favor refutá lo que digo, no lo que no digo.

Norberto dijo...

Argentina siempre debió optar por el legítimo gobierno uruguayo agredido por el imperio de Brasil, y faltó a sus deberes, por eso la gran oposición de todo el interior del país a esa guerra, en cambio lo que instrumentó fué una abierta provocación al Paraguay, siguiendo los dictados de la Vieja Ladrona, que necesitaba algodon para sus fabricas, ya que había perdido sus provedores de los estados esclavistas confederados de la Guerra Civil en USA, que un desafortunado sucesor de un gran gobernante paraguayo no supo manejar adecuadamente ni en tiempo ni en forma.
Creí que en algún momento dijistes que la ineptitud de Mitre fue posterior al inicio de esta infame guerra.
Nunca menos y abrazos

Mariano T. dijo...

Hablar de gobiernos "legítimos" y "deberes" es medio naïf. Para un país de 1860, el gobierno legítimo es el que se juzga conveniente a los intereses de uno. Y eso es atribución presidencial.
Lo de la "provocación" para que otro país nos invada es sinceramente un comentario cipayo y antipatria. Argentina no invadió Paraguay, sino al revés. Arrasaron Corrientes, tomaron rehenes mujeres, y pasearon un ejército (después felizmente aniquilado) por nuestro territorio soberano.
A Argentina no la debe invadir nadie, con o sin provocación. Y el que lo invade debería pagar las consecuencias.
Por eso, más allá de que si mitre fuera un mal estratega y un militar inepto (perdió hasta con los indios), lo correcto fue el pacto que decía que Paraguay debía rendirse incondicionalmente y entregar a Solano lopez para ser juzgado. O enfrentar lo que finalmente sucedió. Como dije antes, el error fue no haberse llevado una tajada territorial mucho más grande.
Previo al tratado de 1902, con la Argentina ya rearmada,los chilenos deben haber tenido en cuenta como le fue a paraguay. Si ganaban, podían recibir la patagonia occidental, si perdían, vae victis!

Anónimo dijo...

Ay, Mariano T. no molestes más, te pasearon por el blog de Mundo Perverso, te metiste en el de Omix, derramás tu bilis y tu ignorancia por aquí. "La victoria no da derechos" ni siquiera lo dijo Sarmiento, lo dijo Varela. Y venir a provocar con "nos tendríamos que haber quedado con todo", es mucho, ya se sabe que sos tan pelotudo como malparido.

Mariano T. dijo...

Paso un tipico "militante" sin nada para aportar, solo ignorancia e insultos

profemarcos dijo...

¿Que se puede esperar de una Botana?:

botana
(De bota1).
1. f. Remiendo que se pone en los agujeros de los odres para que no se salga el líquido.
2. f. Taruguito de madera que se pone con el mismo objeto en las cubas de vino.
3. f. coloq. Parche que se pone en una llaga para que se cure.
4. f. coloq. Cicatriz de una llaga.
5. f. Cuba. Espuela postiza que se le pone al gallo para pelear.

Rafa dijo...

Mariano T.:
No quise reabrir viejas polémicas sino sólo recordar algunos hechos que la nota de Botana ignora. En ningún momento dije que la invasión paraguaya a Corrientes fuera "justa". Sí que fue un acto de guerra en regla (no a traición), que fue alentado y buscado por el propio gobierno mitrista. Una demostración de esto la da una carta de marzo de 1865 del ministro de RREE Rufino de Elizalde: “López pisó en la celada, nos llevó los vapores de Corrientes. Nada de reclamaciones, la bofetada que esperaba Rawson ya está dada, tendremos guerra. Cambiamos dos cascos viejos por medio Paraguay. El oro del Brasil derramaráse a raudales en su tránsito por nuestro territorio”.

Según tu criterio habría que llamar "cipayos" también a todos los que en su momento denunciaron esta guerra e indagaron en sus verdaderos motivos, como Juan Bautista Alberdi o José Hernández. O a Felipe Varela, Ricardo López Jordán y los miles de reclutados forzosos que se rebelaron contra sus jefes y se negaron a combatir contra el Paraguay. No serían "cipayos" los que acompañaron los planes expansionistas de otra potencia extranjera, el Imperio del Brasil. En fin, cuestión de puntos de vista.

Gracias y saludos.

Comandante Cansado dijo...

Muy bueno.

Jack Celliers dijo...

"El gobierno legítimo es el que se juzga conveniente a los intereses de uno", ergo "legítimo" = "mis intereses". Es gracioso que hable de "cipayo y antipatria" aquel cuya única patria es el dólar.

Hechos: el gobierno mitrista apoyó la invasión brasileña al Uruguay, invasión que supuso una violación al tratado de 1850 según el cual tanto Paraguay como Brasil se comprometían a sostener la independencia uruguaya. De esta forma la acción de Paraguay no fue otra cosa que el cumplimiento del tratado, mientras que la de Brasil su cínica violación.

Posteriormente, mediante el Tratado de Paraná de 1856 Urquiza aseguraba al imperio de Brasil la libre navegación y abastecimiento de su escuadra por los ríos argentinos para atacar al Paraguay. 

No sólo esto, el tratado de marras significó una grave injerencia por parte del imperio esclavista en los asuntos internos de la Confederación, incluso con clásulas violatorias de su propia constitución y lesivas para su economía (esto por supuesto no es cipayismo, porque lo que define la legitimidad y aún el patriotismo de las acciones políticas son... los intereses de Mariano). 

De manera tal que el gobierno mitrista no sólo apoyó (y ni siquiera de frente sino clandestinamente) la invasión a Uruguay sino que mantuvo las manos libres del imperio esclavista para atacar al Paraguay, heredando lo peor de la política urquicista. En los hechos el gobierno mitrista fue el agresor, no declarado sino embozado. Paraguay no hizo otra cosa que cumplir a rajatabla con su deber según el tratado de 1850. Y si Argentina hubiera sido neutral habría declarado nulo el tratado de 1856.

Por último, el resultado de esta guerra no pudo ser más ruinoso para la Argentina en términos económicos y humanos. Una guerra de cinco años en la que nuestro país no sacó el menor provecho peleada exclusivamente en interés del imperio brasileño y la corona británica, que veía con desagrado el desarrollo de una potencia industrial (el primer país en construir altos hornos) en el corazón de sudamérica.

 Pero para el mercachifle esto no es cipayismo, ni vender la patria. Hay que entenderlo: no se puede pedir más a una clase que ha vivido exclusivamente del robo y el asesinato.

Mariano T. dijo...

Lo que decís es mas o menos como justificar que nos invada la Quinta flota por no cumplir el tratado del CIADI. En mi barrio a los que apoyan a un país extranjero contra el propio por un tratado de mierda se llaman cipayos y antipatrias. Encima no mencionás tratado alguno que hayamos firmado.
El tratado de 1850 no fue firmado por Argentina (entonces la Confederación, sino CONTRA la Argentina que no reconocía la independencia paraguaya y estaba ocupando parte del territorio uruguayo y sitiando Montevideo.
De hecho ese tratado fue un antecedente del pacto con Entre Rios y Corrientes que significó la rebelión de Urquiza y la creación del Ejercito Grande.
Después de Caseros, se permitió mediante tratados la libre navegación del Parana. eso incluyó a Brasil y a Paraguay, y terminó con 40 años de aislamiento fluvial paraguayo(que fueron los más damnificados por la política de Rosas).
Por lo tanto, Argentina no pudo violar un tratado que, como el de 1850, no había firmado.
El rechazo de la insólita petición de permitir que una división paraguaya cruzara la provincia de Corrientes para invadir Brasil, que fue correcto por razones de dignidad nacional, fue lo que desencadenó la invasión, toma cruenta de la ciudad de Corrientes, y toma de rehenes que fueron llevados a Paraguay. Muy parecido a la historia de la neutralidad de Belgica y el kaiser. Pero aún desunida, Argentina no es Belgica, como comprendieron en forma tardía los paraguayos.
En lo que tenés razón es que la provincia de Formosa fue una escasa compensación por los 5 años de guerra. Debió haber sido, como mínimo, la tercera parte del territorio del país agresor.

Jack Celliers dijo...

Los conceptos de "país propio" y "país extranjero" no aplican en este caso. En primer lugar porque el gobierno mitrista no representaba a ningún "país propio" sino a una oligarquía minúscula y parasitaria, en segundo lugar porque la inmensa mayoría de la población en el interior del país estaba en contra de la guerra y a favor de la causa paraguaya (es decir: la mayoría del país estaba constituída por "cipayos").

La guerra contra el Paraguay no fue una guerra en interés de la población argentina sino en su contra. Pero claro que esto depende de cómo interpretes el concepto "interés del país", que en tu caso equivale a tu bolsillo.

encima no mencionás tratado alguno que hayamos firmado

Error: menciono el tratado de 1856, tratado que contra lo que afirmás permitía el paso de pertrechos brasileños por nuestros ríos, pero no paraguayos, además de ser violatorio de la constitución y sumamente desventajoso en varios de sus términos aunque no me quiero extender porque no viene al caso.

El tratado de 1850 no fue firmado "contra" la Confederación, simplemente estipulaba el deber tanto de Parqguay como de Brasil de sostener la estabilidad e independencia uruguayas, tratado que Brasil viola (siendo garante del mismo, o sea una doble violación) con la ayuda del gobierno mitrista, que te repito, no representaba los intereses "de la Argentina" sino los de una oligarquía inútil resistida por la enorme mayoría de la población de las provincias, cuyas economías regionales eran estranguladas por la política de la oligarquía portuaria para quien la aduana no era un instrumento de desarrollo industrial nacional sino una simple fuente de rentas.

Escrito por vos el concepto "dignidad nacional" es un mal chiste.

Mariano T. dijo...

Esta es una carta del padre de Lopez al canciller brasilero a propósito del tratado de 1850:
«Primero que todo, agradezco a V.E. la amistosa expresión de sus sentimientos, y simpatía por la causa de mi Patria, y por las consideraciones con que me honra en su estimable de 22 de julio pp.
«V.E. en conformidad á la política de sus antecesores, reconoce la comunión de intereses, y la conveniencia de ligar los destinos del Brasil, y del Paraguay; pero Dios no permite que los Gobiernos del Imperio, y de la República arriben del actual equívoco de una amistad sin garantía, ni vínculo.
«La tranquilidad que hasta hoy ha disfrutado mi Patria, se ve amenazada de una próxima tormenta que le tiene armada el intratable enemigo de la nacionalidad paraguaya.
«En esta lucha, el Paraguay se encuentra solo; y tiene que ser fuerte en la Capital, y en sus vastas fronteras: no cuenta sino con sus propios medios, y esos pueden ser apurados por el perpetuo bloqueo de los puertos de la República: pero está resuelta á sepultarse en sus ruinas, primero, que doblar una rodilla al feroz salteador que quiere sojuzgarla.
Cualesquiera que sean las interioridades de esta crisis, podrán aleccionar a los que presentemente no dan mucha importancia á la fuerza de las cosas. V.E. sabe que el momento perdido en política, ya no vuelve.
«Felizmente para el Brasil se halla V. E. al frente de los Negocios extranjeros, ahora que ha tenido lugar el desenlace de la que se llamaba cuestión del Plata, y lo tendrán las diferencias del Gabinete brasilero, con el Gobierno argentino».
El "intratable enemigo" del Paraguay, o el "feroz salteador", no es otro que Rosas, que impedía la navegación del Parana y no reconocía la independencia del Paraguay.
Y la "independencia uruguaya" que ambos países se comprometían a sostener, tenía en ese momento como única amenaza a las tropas bonaerenses que sitiaban Montevideo al mando de Oribe.
De hecho a los 5 meses del tratado, hubo otro firmado por Brasil, los colorados y Urquiza, ´para terminar con los 8 años se sitio a Montevideo, y las tropas bonaerenses recién terminaron de evacuar Uruguay en Septiembre, dejándolo solo a Oribe. Esa era la independencia de Uruguay buscada en el tratado de 1850. que de paso garantizaba tambien la independencia de paraguay. El reconocimiento argentino a la independencia de Paraguay y la libre navegación del parana se dio recién 5 meses de Caseros, a cambio de la hoy provincia de Misiones.
Como antecedente de la guerra del Paraguay, es bastante endeble. Si después el hijo de Lopez se puso del lado de los blancos, y decidió atacar a Brasil, su tradicional aliado, fue parte de su megalomanía.
El concepto de gobierno de la oligarquía con respecto a Mitre es descriptivo, pero un poco anacrónico. Todos los gobiernos de la época eran de fracciones de las oligarquías locales. Rosas era el partido de los estancieros bonaerenses ( y sus aliados los estancieros de las provincias), los unitarios los comerciantes porteños. Esas dos fracciones se fueron reconciliando con las décadas, las guerras civiles fueron intraoligárquicas.
Ver la historia con anteojeras, anacronismos, infantilidad y maniqueismo va de acuerdo a tu caracter agresivo (sos el único en esta discusión con esa tónica). A esa parte, no te contesto, no sos digno de que te dedique una puteada.

Rafa dijo...

Norberto, Comandante Cansado y Anónimo:
Gracias por las visitas y los aportes.

Profemarcos:
Muy bueno lo suyo, aunque acá la cosa empezó con "un Botana" y no "una Botana". Por favor, no mezclemos a Maru con esto!!

Abrazos para todos.

Rafa dijo...

Jack Celliers:
Gracias por tus aportes, con los que coincido en general aunque prefiero evitar las alusiones personales.

Estoy de acuerdo con vos sobre la "representatividad" del gobierno mitrista y la postura de la mayoría de los pueblos del interior. Sobre esto me remito a este post en que recordé palabras de Juan Bautista Alberdi. Por ejemplo éstas donde hace referencia al Pacto de San José de Flores, cuyo garante fue el mismísimo Francisco Solano López:

"La política actual del general Mitre no tiene sentido común si se le busca únicamente por su lado exterior. Otro es el aspecto en que debe ser considerada. Su fin es completamente interior. No es el Paraguay, es la República Argentina. Y éste es el punto donde la lucha preocupa absolutamente nuestra atención.

No es una nueva guerra exterior: es la vieja guerra civil, ya conocida, entre Buenos Aires y las provincias argentinas, si no en las apariencias, al menos en los intereses y miras positivos que la sustentan.

¡Pero cómo! -se dice a esto- ¿no está ya reestablecida la unión de la República Argentina? ¿No ha contribuido la misma guerra a estrechar y convalidar esa unión? Eso dice Mitre, bien lo sé; veamos lo que hace en realidad.

¿Qué unión quiere para los argentinos? La unión en el odio contra el amigo que ahora cinco años puso en paz honorable a Buenos Aires vencida con las provincias vencedoras. Por el general López como mediador está firmado el convenio de Noviembre que es la base de la organización actual de la República Argentina.

Los que hallaron preferible la mediación del Paraguay a la de Francia e Inglaterra, son los que llevan hoy a la guerra a ese pueblo a título de ¡bárbaro!

(...) El que entregó la provincia de Corrientes a los brasileros para que la emplearan como una batería contra el Paraguay es, en efecto, el que ha traído a los paraguayos en el suelo argentino."

Saludos cordiales.

Jack Celliers dijo...

No veo dónde he escrito agresión alguna, ni siquiera se me ocurrió la posibilidad de dedicar puteadas, cosa que Mariano no puede evitar consignar. La alusión con su nombre describe a quien ve la historia y los valores desde la exclusiva perspectiva de sus intereses. Como individuo esto no tiene la menor importancia, sí es interesante como reflejo de una clase capitalista atrasada. Lo siento si no agrada, pero entiendo que la precisión resulte "agresiva".

Anteojeras e infantilismo (que no "infantilidad", léxico infantil) es explicar los hechos históricos por la megalomanía de alguien. La megalomanía existe en los individuos, sí, pero no puede manifestarse a escala histórica a menos que haya intereses que así lo posibiliten.

Coincido sin embargo con que Rosas representaba a una facción fuerte de saladeristas de la provincia, lo que no quita ni una coma de los dicho acerca de Mitre.

Por último, luego de escribir mi última entrada justo recordé las palabras que transcribe acertadamente Rafa y que resumen de forma exacta el conflicto, que en realidad es de larga data: No es una nueva guerra exterior, es la vieja guerra civil. Muy interesante el post.

Rafa dijo...

Mariano T.:
Algunos puntos nada más para no extender el tema al infinito:
- Ni el gobernador de Corrientes ni los comandantes de los buques capturados en abril de 1865 habían sido puestos al tanto de la declaración de guerra por el Paraguay. Cuando ocurre el incidente, descubren que habían sido usados como "carnada" para que Mitre pudiera pretextar un "ataque a traición". En la fuente que cito en el post hay documentos al respecto.
- Sobre la "simpatía" de los pueblos del interior hacia la guerra, cito esta carta del propio Mitre a su vicepresidente (está en la misma fuente):

"(...) ¿Quién no sabe que los traidores alentaron al Paraguay a declararnos la guerra? Si la mitad de Corrientes no hubiera traicionado la causa nacional armándose en favor del enemigo; si Entre Ríos no se hubiera sublevado dos veces; si casi todos los contingentes incompletos de las provincias no se hubieran sublevado al venir a cumplir con su deber; si una opinión simpática al enemigo no hubiese alentado la traición, ¿quién duda que la guerra hubiera terminado ya? (...)"

- A principios de 1866 las tropas paraguayas que habían invadido Corrientes ya habían sido derrotadas. Una vez "lavado el honor nacional" se inicia la guerra de agresión con la invasiòn aliada al Paraguay. Poco después la prensa inglesa da a conocer el Tratado de la Triple Alianza firmado el 1º de mayo de 1865, con sus cláusulas secretas que ponían como objetivo de la guerra el desmembramiento del Paraguay en beneficio principalmente del Brasil. Lo cual, junto con la prolongación de la guerra, hizo que "se diera vuelta" gran parte de la opinión pública que inicialmente la había apoyado.
- ¿Habría logrado Mitre el apoyo que necesitaba para iniciar la guerra, de haber dado a conocer sus verdaderas intenciones? Seguramente no. Creo que sus habilidades para la intriga, la duplicidad y el engaño eran inversamente proporcionales a sus cualidades militares.
- Sobre el supuesto error del gobierno de Sarmiento de no haberse adueñado de un tercio del Paraguay, prefiero no opinar y remitirme de nuevo a Alberdi, en particular su texto "Crisis permanente en las repúblicas del Plata", ver aquí.
- No comparto la visión de cierto revisionismo tradicional que oculta los enfrentamientos de Rosas con el Paraguay y con los caudillos federales del interior. Tampoco niego la megalomanía de López ni sus graves errores de cálculo.
- ¿Habrá sido la acción militar argentina en la guerra un disuasivo para Chile, treinta y pico de años más tarde? Lo dudo, las fuerzas argentinas quedaron bastante maltrechas y el país con una deuda enorme. A partir de 1868 la participación de tropas argentinas en la guerra es cada vez menor. Y como triste consuelo, Argentina se retira de la guerra luego de las atrocidades cometidas por los brasileños en Piribebuý.

Gracias igualmente por tus aportes. Saludos.

Mariano T. dijo...

Rafa: Una vez que fue derrotado el ejército invasor, es bastante lógico pretender un resarcimiento, no es una "guerra de agresión" sino que el agresor indiscutible sea juzgado, y el país agredido sea compensado (que reitero que ahí hubo flojeza).
Es verdad que la guerra fue muy impopular. Fue la primer guerra "moderna" en la que participó la Argentina. En vez de un entrevero con lanzas, algún cañonazo y cada cual a su casa como eran los combates de la guerra civil, una campaña prolongada, con enfermedades, predominio de la infantería y el orden cerrado por sobre las cargas de caballería ligera (especialidad gaucha), en un país que todavía no era una "Nación" en el sentido de la segunda mitad del siglo 19, no podía ser nunca popular.
La voz de Alberdi es la de un enemigo personal de Mitre, su interpretación de que esto es parte de la guerra civil es francamente absurda, sin base en hecho alguno. Si es plausible la teoría de que Mitre podría haber pensado, al principio, que una guerra ganada facilmente podría ser un factor de unión nacional, que el veía con un gobierno nacional alineado con los intereses porteños (al revés de Roca, caudillo de las oligarquías provinciales, que fue la instancia superadora dentro del régimen oligárquico vigente desde 1840).
Lo que es increíble es que se soslaye el caracter de Paraguay como país agresor, tanto de Brasil como de Argentina.Eso debería ser el facto determinante. Que Paraguay intentara influir en la interna uruguaya, como Brasil y Argentina habían hecho desde 1827, era un gesto de megalomanía frente a sus vecinos. Y canalizar su frustración invadiendo ambos países fue sin duda un formidable error, que le costó caro a su pueblo.
No hay nada personal en esto, mi tatarabuelo italiano, veterano de las guerras garibaldinas, ayudó a reorganizar el ejército paraguayo después de la guerra, y mi abuelo era paraguayo.

Rafa dijo...

Mariano T.:
- El Tratado de la Triple Alianza fue firmado el 1º de mayo de 1865, después de varios meses de negociaciones, y sus cláusulas establecían el desmembramiento del Paraguay y que la guerra debía proseguir hasta acabar con el gobierno de López. Es decir, el "resarcimiento" y las "compensaciones" estaban fijadas desde antes del ataque paraguayo a Corrientes (salvo que creamos que un Tratado tan detallado y taxativo se preparó en dos semanas). Una extraña manera de responder por adelantado a una agresión.
- Dudo que la impopularidad de la guerra se debiera a las técnicas "modernas". Más bien creo que se explica por palabras como las que Ricardo López Jordán le dirigió a Urquiza cuando éste quiso movilizar las tropas entrerrianas:
"Usted nos llama para combatir al Paraguay. Nunca, general; ese es nuestro amigo. Llámenos para pelear a porteños y brasileños. Estamos prontos. Esos son nuestros enemigos. Oímos todavía los cañones de Paysandú. Estoy seguro del verdadero sentimiento del pueblo entrerriano".
De paso, sublevaciones como las de Basualdo, Toledo y muchísimas más mostraron que López Jordán no estaba equivocado.
- Alberdi era mucho más que un enemigo personal de Mitre: representaba un concepto de nación completamente opuesto. Al igual que los redactores del periódico "La América", opuesto a la guerra, que fueron encarcelados por Mitre, quien además clausuró la publicación. Para más datos te dejo este trabajo académico, muy alejado del "revisionismo":
http://e-revista.unioeste.br/index.php/ideacao/article/view/5612
- Coincido con la teoría de la guerra como factor de unidad nacional para Mitre. Claro que sólo logró una "unidad" aparente tras derrotar a los focos federales que resistían en el interior.
- Como elemento adicional, desde muchos meses antes de que se iniciara la guerra "La Nación Argentina" y otros medios oficialistas venían calificando a López como un monstruo y un tirano. Al tiempo que presentaban al Imperio esclavista como el paradigma del orden y la civilización en esta parte de América. Se diría que los sueños de tipos como Elizalde con "el oro del Brasil" no surgieron de un día para el otro.
- Ya dije antes que no discuto la megalomanía y los errores de cálculo cometidos por López. Pero no es difícil pensar que, viendo la suerte corrida por el Uruguay y la falsedad de la "neutralidad" mitrista, se haya sentido el futuro "pato de la boda" y haya actuado en consecuencia. Con la invasión de Corrientes sólo encendió la mecha de un conflicto que ya estaba cuidadosamente preparado.

Por el momento no tengo más para agregar sobre el tema, aunque seguramente lo retomaré en otra oportunidad. Saludos.

Mariano T. dijo...

La suerte corrida por Uruguay fue una revolucion mas con influencia extranjera, hasta 15 años antes habia estado ocupada, salvo montevideo, por tropas argentinas apoyando a Oribe, eso no fue nada novedoso.
No habia leido nunca la teoria de que el tratado no fue consecuencia de la invasion, pero no me extraña, hasta algunos pseudohistoriadores pretendieron emparentar la guerra con el algodon, nada me sorprende.
De todos modos no olvidemos que la segunda mitad de la guerra fue peleada exclusivamente por brasileros, salvo una presencia simbolica. Tal vez eso haya tenido incidencia en que Argentina haya recibido tan poco territorio en compensacion.(solo formosa y la confirmacion de misiones).
La guerra con Argentina la empezo Paraguay con la cruenta toma de Corrientes y la invasion.Eso puede haber sido soslayado en aquella epoca por muchos a causa d la debil union de una confederacion que no era nacion.Pero es indefendible.

Rafa dijo...

Mariano T.:
- Entiendo que la gran diferencia de la situación uruguaya en 1865 con respecto a episodios anteriores, era la intención del Brasil (o al menos así percibida por López) de apoderarse del territorio oriental, lo que perturbaba el equilibrio político del Río de la Plata.
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_la_Triple_Alianza#Declaraci.C3.B3n_de_guerra_a_la_Argentina
- Las tratativas entre el gobierno de Mitre y el Brasil comenzaron a principios de 1864 con la misión de José Mármol a Río para tratar el asunto de la Banda Oriental. Y siguieron con el Tratado de las Puntas del Rosario, sobre el que el ministro brasileño Saraiva dijo:
"La Triple Alianza no surgió después de la "agresión" paraguaya a la Argentina en abril del 65, sino en las Puntas del Rosario en junio del 64... Dichas alianzas empezaron el día en que (el ministro argentino y el brasileño) conferenciaron con Flores en las Puntas del Rosario y no el día en que Octaviano y yo, como Ministros del Estado, firmamos el pacto".
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_la_Triple_Alianza#La_diplomacia_brit.C3.A1nica (Aquí también se trata el tema de Inglaterra y el algodón.)
- Es llamativo que en Corrientes la invasión paraguaya no haya sido vivida como tal, al menos por gran parte de su población. Eso es lo que figura aquí (otro sitio insospechable de revisionismo):
http://www.argentina-rree.com/6/6-033.htm
- No me parece que la anexión de territorios paraguayos haya sido el principal objetivo de Mitre. Igualmente creo que es un tema que merece un tratamiento aparte.

Saludos.

Mariano T. dijo...

No fue una ocupacion pacifica. Solo hubo un sobreviviente en los dos barcos tomados. Durante la ocupacion hubo fusilamientos, y se tomaron mujeres como rehenes, que fueron enviadas al paraguay.

Rafa dijo...

Mariano T.:
Según este link, el acto de ocupación fue pacífico aunque hubo una escaramuza con bajas durante la captura de los barcos:
http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_paraguaya_de_Corrientes#Ocupaci.C3.B3n_de_la_ciudad_de_Corrientes

En ese momento se formó un gobierno provisorio con tres federales opositores al gobierno nacional. Ahí hay un ejemplo de cómo las luchas civiles argentinas se entremezclaron en esta guerra.

Más tarde, hubo en efecto por parte de los paraguayos abusos y represalias contra la población civil (como el caso de las 5 mujeres cautivas), después del contraataque de las tropas mitristas de Paunero. Eso está fuera de discusión.

Saludos.