
Estado y empresas privilegiadas
por Ana Castellani
La intervención económica estatal y las diversas prácticas del empresariado desplegadas entre 1966 y 1989 favorecieron la difusión de varios ámbitos privilegiados de acumulación, en su mayoría vinculados con el funcionamiento del complejo económico estatal-privado. En Argentina se comprueba, con cierta claridad, que la existencia de articulaciones público-privadas proclives al sostenimiento de una reducida fracción empresaria, potenciaron la crisis del Estado y conformaron patrones distributivos regresivos.
La intervención estatal y el comportamiento empresario condujo a la conformación y progresiva difusión de diversos ámbitos privilegiados de acumulación. En tales ámbitos las empresas privadas involucradas obtuvieron y obtienen ganancias extraordinarias derivadas de la existencia de privilegios institucionalizados y no institucionalizados generados por el accionar estatal.
Una mirada atenta sobre el tema muestra la conjunción de tres fenómenos:
1) la persistente dificultad para construir un patrón de desarrollo sostenido,
2) el progresivo deterioro de las capacidades y de los niveles de autonomía relativa del Estado, y
3) la consolidación de un reducido grupo de grandes empresas.
Luego de un análisis empírico de este fenómeno las evidencias obtenidas a lo largo de la investigación permitieron establecer que:
- La orientación de las políticas aplicadas generaron un creciente proceso de transferencias de recursos públicos hacia las grandes firmas, especialmente a través de dos mecanismos: precios diferenciales en las operaciones de compra/venta del Estado y políticas de financiamiento preferencial a la industria.
- Se incrementó la distancia entre cantidad y calidad de la intervención estatal: el Estado intervino en la actividad económica, pero se fueron erosionando sus capacidades financieras, administrativas y sus niveles de autonomía relativa a la hora de implementar políticas económicas.
- Este deterioro institucional se asocia al despliegue de ciertas prácticas empresarias tendientes a crear y sostener diversos mecanismos de privilegio. Entre ellas se destacan las prácticas colusorias entre funcionarios y empresarios, y la colonización de los reductos claves de la Administración.
- Si bien los primeros ámbitos de privilegio surgieron casi exclusivamente en torno al funcionamiento del complejo económico estatal-privado, a partir de la dictadura se fueron diversificando: muchas empresas obtuvieron ganancias extraordinarias por la ampliación espacial y cualitativa de la promoción industrial y por la posibilidad de obtener rentas financieras. Durante el primer gobierno democrático se mantuvieron estos ámbitos de privilegio y se sumaron otros derivados de los programas de capitalización de deudas y de promoción de exportaciones no tradicionales.
Los estudios de caso realizados (uno sobre el Plan Vial Trienal 1968-1970 y otro sobre la privatización periférica de YPF entre 1977 y 1988) demostraron que los ámbitos de privilegio se asentaron en un sistema de relaciones entre el sector público y el privado sostenido por prácticas colusorias que permitieron modificar permanentemente los marcos regulatorios a favor de los empresarios. De esta forma, establecieron posiciones oligopólicas en mercados altamente concentrados, fijaron discrecionalmente precios y niveles de oferta, obtuvieron condonaciones de multas y se les otorgaron resarcimientos por supuestos incumplimientos contractuales.
(Fuente: 360* - Cuaderno de Bitácora UNSAM, Año 2 Nº 3, junio de 2008, p. 12.)
Este texto explica bastante bien por qué las discusiones doctrinarias del tipo "intervencionismo/dirigismo" vs. "libre empresa" con que algunos se apasionan, sin tener en cuenta las relaciones entre el Estado (o los gobiernos) y los sectores de poder económico en cada momento histórico, a mí me resultan tan atrayentes como los debates sobre el sexo de los ángeles.