miércoles, diciembre 30, 2009

Aportando

El fin de año encuentra a este blog algo abandonado, situación que espero se revierta pronto (las fallas de las PC, los compromisos y el cansancio hacen un cóctel explosivo...). Son muchos los temas que me quedaron pendientes, dando vueltas en mi cabeza sin llegar al post. En la medida de lo posible, irán apareciendo como sugerencias de lecturas de verano...

Por ahora no quiero dejar pasar la propuesta de EduA que levantó Abel, de un sitio en la red para sumar ideas y discutir propuestas y proyectos concretos para la Argentina, en ciencia, tecnología y estrategias de desarrollo. Algún granito de arena intenté poner ahí y desde ya que mi intención de participar está declarada (aunque desde aquí le aclaro a EduA, mi peronismo es un tema sujeto a debate, no prioritario por supuesto).

Como un aporte inicial (ajeno desde ya, las elaboraciones propias quedarán para otro momento) va una entrevista que le hizo Página/12 al presidente del INTI, Enrique Martínez. Uno de los pocos personajes notorios que muestra una visión clara y estratégica en la temática que nos interesa aquí.


"Hace falta más integración nacional"
por Fernando Krakowiak

Enrique Martínez es presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y un incansable promotor de iniciativas para apuntalar el desarrollo nacional. En diálogo con Página/12 explica por qué el proyecto de ley que establece un “impuesto tecnológico” es insuficiente para incentivar la producción local de equipos electrónicos. Además, reconoce que Venezuela aprovecha al INTI más que la propia Argentina y destaca que la teoría de la especialización exportadora promovida por el Banco Mundial fracasó porque la industrialización no debe ser pensada sólo en pos del mercado mundial sino también con el objetivo de producir al menos los bienes básicos que se consumen localmente. “Un país sin producción de alimentos, de vestimenta y de medicamentos está absolutamente desguarnecido”, sostiene.


Usted señaló que el proyecto de ley que fija un “impuesto tecnológico” es importante, pero insuficiente, ¿por qué?

– La industria que está protegida por el régimen de Tierra del Fuego se organizó alrededor del ensamblaje. En la mayoría de los casos, se importa el aparato desarmado y se lo arma integrando sólo algunos componentes básicos que no vale la pena transportar. Lo que hace falta es sumar integración nacional de piezas y eso requiere aporte tecnológico y apoyo económico. La provincia de Tierra del Fuego nos manifestó que tiene intención de ejercer una política de mayor integración de componentes nacionales porque eso tiene un efecto directo sobre la ocupación. Si se hace una acción de gobierno combinada con aporte de tecnología pueden aparecer nuevos actores que desarrollen esos componentes.

¿La exigencia de una mayor integración nacional no se podría haber incluido en el proyecto que está por aprobarse?

– Cuando la Presidenta anunció el año pasado el crédito a General Motors dijo que ese desembolso estaba condicionado a que se aumentara el componente nacional para fortalecer a la red local de proveedores de autopartes. Me parece que en el caso de la ley se debería haber hecho lo mismo. Es conveniente poner todas las condiciones de entrada. En este caso no sucedió, pero nada impide que suceda en el futuro. Nosotros vamos a promover un trabajo orgánico con la cámara de productores y exigirles que tomen un compromiso de aumentar la integración nacional.

Los países asiáticos fortalecieron su industria otorgando subsidios y créditos blandos a empresas, pero se les exigía el cumplimiento de metas y si no las lograban la ayuda se interrumpía. En Argentina, por lo general, los beneficios no se interrumpen si las metas no se cumplen.

– En realidad, el cambio en las políticas de promoción se produjo durante el gobierno de Carlos Menem. Hasta entonces, lo razonable era que todo régimen de promoción sectorial contemplara integración progresiva de componentes nacionales. Es por esa razón que los automóviles nacionales llegaron a tener en algún momento un 95 por ciento de componentes argentinos. Luego, al globalizarse la industria, las corporaciones multinacionales prefirieron los acuerdos regionales donde, por ejemplo, se suman componentes argentinos y brasileños. De ese modo, las multinacionales pasaron a controlar la integración y se perdió de vista la posibilidad de una integración nacional alta. La lógica anterior a los ’90 era mucho más válida que la lógica que se empezó a aplicar después.

Pero antes de los ’90 no se monitoreaba a dónde iba el dinero público. De hecho, el Banade dio muchísimos préstamos que nunca pudo recuperar porque las empresas no invirtieron en producción.

– Eso fue en la última época del Banade, cuando ya había entrado en crisis. Yo participé como joven funcionario público de la Dirección de Industria en la década del ’70 y los controles automotrices eran muy rigurosos.

Durante la discusión del “impuesto tecnológico” los importadores remarcaron que se perjudicará a millones de consumidores para terminar beneficiando a sólo unos pocos miles de trabajadores.

Una sociedad sólo de consumidores y de prestadores de servicios es una entelequia absurda. Si la gente tiene dinero en el bolsillo es porque produce bienes y si produce bienes es porque alguien los compra. Yo escuché a la senadora Estenssoro decir que los sectores humildes no van a poder ver televisión digital en sus celulares porque van a ser caros. En realidad no lo van a poder ver porque esos celulares no se fabrican en la Argentina. Si se fabricaran ése y otro conjunto de bienes, se produciría un mecanismo acumulativo de riquezas que permitiría que hubiera pleno empleo y la gente tuviera en el bolsillo el dinero suficiente para comprar los bienes.

También hay quienes afirman que los países deben aprovechar sus ventajas comparativas, lo que en el caso argentino significaría especializarse en la agroindustria.

– El Banco Mundial promovió esa teoría de la especialización exportadora, según la cual, a países como los nuestros les corresponde exportar harina de soja y minerales e importar los bienes de consumo. Esa teoría fracasó en todo el mundo porque no se construye un tejido industrial lo suficientemente denso, se genera alta desocupación y bajan los salarios reales.

¿Por qué ocurre eso?

– Se fracasa porque Argentina debería tener suficiente acumulación de conocimiento para integrar las cadenas que parten de una ventaja competitiva e industrializar, por ejemplo, toda la harina de soja, pero resulta que hemos sido inducidos a especializarnos en la producción de soja sin un paquete tecnológico nacional. El modelo de siembra, la aplicación de fertilizantes, el acopio, el transporte y la venta al exterior está en manos de multinacionales que no tienen interés en transformar la harina de soja en pollos, cerdos, adhesivos, tintas y otros productos. La cadena podría seguir hacia adelante y en ese caso sí, podríamos decir que hemos utilizado nuestra ventaja competitiva de manera integral para lograr plena ocupación y competir en el mundo.

Algún economista le podría responder que entonces el desafío es agregar valor a la producción agropecuaria y dejar de lado otros sectores industriales.

– Establecer las industrias en base a la competitividad mundial es una lógica más, pero no la única. Otra lógica indica que un país debe producir al menos todos los bienes básicos que consume porque sin producción de alimentos, de vestimenta y de medicamentos está absolutamente desguarnecido.

Después de lo ocurrido el año pasado con la derrota de la resolución 125 parece difícil aplicar subsidios cruzados del agro a la industria para fortalecer modelo con mayor valor agregado.

– Se puede lograr. Hacen falta actores generados desde el Estado para construir tejido industrial donde no lo hay y mejorar la eficiencia de las cadenas de valor. Eso no requiere inmensos recursos. No requiere modificar sustancialmente la estructura impositiva vinculada con las retenciones al agro. Lo que se necesita es una mirada de largo plazo que tenga en cuenta la integración del tejido y pautadamente ir construyendo industria en algunos espacios donde hoy ni siquiera hay producción primaria. En el INTI tenemos una propuesta que fue elevada a la Presidenta y que está en avanzado estudio, para avanzar en decenas de pequeñas y medianas industrias construyendo tejido industrial y nos parece factible.

Lo llamativo es que algunos industriales descreen del modelo industrial.

– Es paradójico. Es producto de una mirada microeconómica que apunta a conservar la posición de mercado y la ganancia sin mirar el mediano y largo plazo. Ese discurso ignora que si no se modifica la lógica de mercado la situación productiva se deteriora. El mercado debe ser usado como un instrumento para satisfacer las necesidades comunitarias. Por ejemplo, la industria del calzado sobrevive discutiendo cuotas con los brasileños, cuando en realidad la cuota es un hecho anecdótico de la coyuntura. La cuestión de fondo es estudiar cuál es la mejor manera de producir calzado en el país, consiguiendo a la vez que los obreros tengan un salario digno y que todos los argentinos tengan zapatos. Esas tres cuestiones consolidarían un esquema virtuoso donde los empresarios ganan. Si sólo se apunta a bloquear el ingreso de zapatos brasileños en algún momento la mitad de la Argentina va a terminar caminando en patas.

Da la sensación de que Venezuela aprovecha mejor el potencial del INTI.

– Es parcialmente cierto porque Venezuela necesita el apoyo de organismos como el INTI de manera más notoria y evidente. En Argentina hay un sector empresario con autonomía y capacidad de construir que por momentos imagina que no necesita la institución. Sin embargo, una vez que se desarrolla la experiencia venezolana comienza a quedar claro que en las regiones pobres del país el INTI podría cumplir un papel similar o superior al que se está llevando adelante en Venezuela. Además, los convenios con Venezuela benefician a muchas pymes argentinas.

Lo llamativo es que para mostrar el potencial del INTI haya que asesorar a Venezuela.

– Lo que pasa es que en Argentina todavía tiene vigencia la idea de que la solución para todos los problemas pasa por crear un clima de negocios favorable y que los inversores luego lo aprovechan. La acción del Estado como tutor, o hasta como reemplazo temporario de un emprendedor para construir unidades productivas que luego sean trasladadas a la actividad privada, todavía no se ve como necesaria. Es paradójico, pero es así.


P.S.: A todos los lectores y seguidores de este blog, en especial a los que le hacen el aguante aún en épocas de vacas flacas, un gran abrazo y un muy feliz 2010!

martes, diciembre 01, 2009

Seré cualquier cosa pero te quiero


Yo discrepo con Bertolt Brecht porque no hay hombres imprescindibles, sino causas imprescindibles, caminos imprescindibles. La historia es una construcción tremendamente colectiva. Y en eso andamos, cada cual aporta su granito. Quienes no cultivan la memoria, no desafían al poder. Es una herramienta más para construir el futuro, que pese a quien le pese es nuestro, porque no nos pudieron derrotar.

No se privó de tirarnos con todo (y no con flores, precisamente) el Pepe a los argentinos, hace un tiempito. Hoy es el presidente electo de la República Oriental del Uruguay, y es hora de olvidar agravios y de festejar. Quizás tanto o más que por simpatía o afinidad ideológica, por el retroceso que hubiera significado para la región el triunfo de su contrincante.

No soy de los que miran con envidia el "funcionamiento de las instituciones" (muchísimo menos esto), la "política civilizada" o la ausencia de "populismo" del otro lado del charco. Hay dos cosas que sí les admiro a los hermanos uruguayos: una, su escasa o nula tendencia a la "crispación" (bueno, hay excepciones); y la otra, la capacidad de construcción política del Frente Amplio, desde su formación en 1971 hasta la fecha. Algo que las izquierdas de este lado del río parecen condenadas a no adquirir jamás. Y una enseñanza también para el peronismo, gran parte del cual se ha dedicado desde la muerte de su fundador a dilapidar su legado.

De todos modos, hoy quiero rescatar una entrevista que Martín Granovsky le hizo a Mujica durante su visita con motivo de los funerales de Raúl Alfonsín. En la que Pepe muestra su pensamiento estratégico para su país y la región, y lo entronca con el legado del prócer más injustamente olvidado en este lado del Río de la Plata: Don José Gervasio Artigas.


"Nunca tuvimos una barra más amiga"
por Martín Granovsky

Puede hablar de todo, incluso de Historia, y Artigas lo pierde. “Todos lo reivindicaban como un prócer, pero estaba escondido el reglamento de tierras y recién lo encontraron en España en la década del ’20”, dice José “Pepe” Mujica, precandidato del Frente Amplio para las elecciones presidenciales del 25 de octubre en Uruguay. “Artigas quería entregar tierras y hacer una agricultura moderna, como en los Estados Unidos o en Nueva Zelanda”, dice este hombre de 75 años que pasó 14 en la cárcel, vive en una chacrita al sur de Montevideo y no quiso dejar de venir a Buenos Aires para rendirle su homenaje a Raúl Alfonsín.

(...)–Para quienes estamos en la lucha política, las ideas de integración responden a una necesidad. Pero tienen que ser ideas concretas que no se queden en un grupito. Si la integración todavía no tiene calor de masa es culpa nuestra. No pudimos traducir las ideas y machacarlas. El mundo está en crisis. Las regiones se juntan. Y nosotros, ¿qué vamos a hacer? Todos juntos, incluso con Brasil, somos el 5 o el 6 por ciento del mundo. Es poco. Por eso no tenemos alternativa. O nos integramos o nuestro destino es el peor: Africa. Es como dijo Perón sobre el siglo.

Ya estamos: Perón habló del XXI.

– Sí. Dijo que nos encontrará unidos o vencidos. ¿Sabe por qué no puede fallar? Porque no hay más tiempo. Estuvimos en el velorio de Alfonsín. Reflexionemos. El período que empezó con la caída de Alfonsín fue el del auge del neoliberalismo. El Mercosur fue fenicio. Y bueno, sólo con el comercio nunca nos vamos a integrar. Con suerte se van a integrar sólo los comerciantes. Yo siempre lo digo en Uruguay: en América latina nunca tuvimos una barra más amiga. ¿La vamos a desaprovechar? ¿Vamos a construir una industria nuclear uruguaya? ¿Vamos a empezar de cero? ¿Vamos a hacer lo que la Argentina y Brasil ya tienen? Es ridículo. Nos juntamos con la Argentina y Brasil y listo. Lo nuestro es la ciencia.

¿Con qué plan?

–Los europeos tienen 15 investigadores cada mil habitantes. Nosotros tenemos mil en total. Para seguir la tasa europea deberíamos tener 15 mil. En este mundo China va a venir comprando. Con una parte de su dinero calza los bonos del Tesoro norteamericano. Con otra parte de ese toco de dólares va a salir a comprar. Vendámosle. Somos la última reserva agrícola del mundo, agua dulce incluida. Seríamos torpes si no nos diéramos cuenta. Hoy hay crisis, pero igual para el 2030 el mundo necesitará el doble de comida.

Aparece de nuevo Artigas, con su Reglamento provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de su campaña y Seguridad de sus Hacendados, que los curiosos pueden ubicar en Internet. Recita Mujica que se distribuirían las tierras de “los malos españoles y peores americanos”, es decir de los que emigraban por las luchas de independencia, y cuenta que Artigas buscaba un alto nivel de organización también para el cuidado de las cabezas de ganado. De Artigas a la biotecnología hay un paso:

–Estamos haciendo un arroz amarillo, con caroteno. Muy sano. Le sacaron dos genes a la flor de narciso y se la encajaron al arroz. Eso es biotecnología de alto nivel. Es nuestra. No puede estar en manos de las transnacionales. Es cosa de los gobiernos. En Uruguay los laboratorios inventaron una forma de hacer ratones iguales.

¿Para qué?

–Justamente para el uso en laboratorio. Juntemos todo entre los vecinos. Nosotros mismos somos un mercado. Y está el mundo. Vendámosles inteligencia. Uruguay no es la Argentina, que tiene de todo. No puede comerse toda la carne. Tenemos que exportarla, porque con esa carne compramos petróleo. Pero apostamos a la ciencia y queremos hacer la apuesta junto con todos los amigos. La gente espera soluciones concretas de nosotros. Lula no hizo la revolución, pero hoy comen en serio 40 millones de brasileños más. Mirado de afuera, desde la política sin gente, alguno dirá que es poco, pero que se lo explique al que antes no comía y ahora come. A mí los locos pueden decirme que no soy revolucionario y pedirme que endurezca mi discurso. Yo les digo: en los países escandinavos, por ejemplo, no hubo revolución. Hubo una reforma permanente. Y pregunto: ¿la gente vive mejor o no? Entonces no demos vueltas.


(La foto está sacada de aquí)

sábado, noviembre 28, 2009

Invasiones fashion

¡Qué buen post éste de Laura! La mentalidad (¿o la ideología?) filocolonial que revela nuestro prócer Hipólito Vieytes en la carta que le envía (bajo seudónimo) a un amigo suyo durante la ocupación inglesa de Montevideo en 1807, ha atravesado incólume dos siglos y nos sigue acompañando hoy día, lo más fresca y campante.

Claro que las ideas de algunos hombres ilustrados siempre contaron y cuentan, ayer y hoy, con adhesiones y complacencias algo más banales pero que sin duda revelan su arraigo profundo en la sociedad portuaria.

Mariquita Sánchez de Thompson es una celebridad y una notable personalidad de nuestra historia. Gracias al post de Laura recordé haber leído sus memorias como testigo presencial de las Invasiones Inglesas. Intentando hacerle una segunda voz a nuestra colega, acá van un par de párrafos de una obra que tengo a mano en la biblioteca:

"El capitán inglés Alejandro Gillespie, en su libro publicado en Londres en 1818, describe sus recuerdos de la toma de Buenos Aires en 1806 con estas palabras: 'El 27 de junio, bajo copioso aguacero, desfilamos por la calle de la Residencia mil seiscientos cuarenta y un hombres, diez y seis caballos, dos obuses y seis piezas de artillería livianas, formando a la cabeza el regimiento escocés de infantería ligera Nº 71, cuyas vistosas gaitas ejecutaban animadas marchas... Los balcones de las casas estaban alineados con el bello sexo, que daba la bienvenida con sonrisas y no parecía de ninguna manera disgustado por el cambio...'"

"Mariquita Sánchez de Thompson y Mendeville (1786-1868), que entonces tenía veinte años, presenció desde el balcón de su casa, junto con otras jóvenes, la entrada de los ingleses, y así lo relata en sus recuerdos: 'Entraba por la Plaza el Regimiento 71 escocés al mando del coronel Pack; las más lindas tropas que se podían ver, el uniforme más poético: botines de cintas punzó cruzadas, una parte de las piernas desnudas, una pollerita corta, unas gorras de una tercia de alto adornadas con plumas negras y una cinta escocesa que formaba el cintillo; un chal escocés como banda sobre una casaquita corta punzó'."

"La sociedad distinguida de Buenos Aires recibió muy bien a los oficiales ingleses en sus hogares, de acuerdo al relato del citado Gillespie: 'Era invierno cuando nos adueñamos de Buenos Aires, durante esa estación se daban tertulias o bailes todas las noches en una u otra casa. Los valses estaban en boga y la música era de piano acompañado por guitarra, que todos tocaban'."

Historia Argentina - Tomo 2, supervisión y dirección Prof. Vicente Gesualdo, Ediciones Océano, Buenos Aires, 1984, p. 220.


No me costó mucho imaginarme una eventual tapa de una Gente o una Caras de esa época: "La fiesta loca del Regimiento '71", "Las top de la sociedad porteña bailaron hasta la madrugada con los rubios oficiales", etc. O pensar en el coronel Pack y el general Beresford almorzando con Mirtha o yendo a lo de Susana o lo de Tinelli.

Dejando eso de lado, vayamos a la mirada de Mariquita sobre la contracara del episodio, la tropa pobre e improvisada que venció y expulsó dos veces a los enviados de la Rubia Albión:

“Permite una digresión -escribe al recordar las invasiones inglesas– (...). Las milicias de Buenos Aires: es preciso confesar que nuestra gente del campo no es linda, es fuerte y robusta, pero negra. Las cabezas como un redondel, sucios; unos con chaqueta, otros sin ellas; unos sombreritos chiquitos encima de un pañuelo atado en la cabeza. Cada uno de un color, unos amarillos, otros punzó; todos rotos, en caballos sucios, mal cuidados; todo lo más miserable y más feo. Las armas sucias, imposible dar ahora una idea de estas tropas. Al ver aquel día tremendo, dije a una persona de mi intimidad: si no se asustan los ingleses de ver esto, no hay esperanza.”

Quizás esto ayude a que se haga la luz en ciertas mentalidades de la actualidad: los feos, sucios y malos tienen una larga presencia en nuestra historia. No los inventó el peronismo.


P.S.: Acabo de descubrir que Pacho O'Donnell cita y compara los mismos párrafos de Mariquita en la página 51 de su libro Historias Argentinas. Mis disculpas a Pacho, esto me pasa por no leer sus libros...

viernes, noviembre 27, 2009

En la calle

Dos años y medio después de este llamamiento y a un año de este manifiesto, salió el decreto de asignación universal para la niñez. Algo que me alegró muchísimo porque sin duda es un paso adelante. Pero cuánto falta por hacer, ¿no es cierto, Artemio?

Hace más de 50 años Armando Tejada Gómez escribió el poema "Hay un niño en la calle", tras cuya lectura (*) sólo queda hacer silencio. El poema fue hecho canción con música de Ángel Ritro. Y poco antes de dejarnos, Mercedes Sosa grabó una nueva versión acompañada de los puertorriqueños Calle 13. Si había algo que hoy se podía agregar a la poesía de Tejada, eran los versos rapeados por René Pérez.


Todo lo tóxico de mi país
A mí me entra por la nariz
Lavo autos, limpio zapatos,
Huelo pega y también huelo paco
Robo billeteras pero soy buena gente
Soy una sonrisa sin dientes
Lluvia sin techo, uña con tierra,
Soy lo que sobró de la guerra
Un estomago vacío,
Soy un golpe en la rodilla que se cura con el frío
El mejor guía turístico del arrabal
Por tres pesos te paseo por la capital
No necesito visa pa' volar por el redondel
Porque yo juego con aviones de papel
Arroz con piedra, fango con vino,
Y lo que me falta me lo imagino.

Cuando cae la noche duermo despierto,
Un ojo cerrado y el otro abierto
Por si los tigres me escupen un balazo
Mi vida es como un circo pero sin payaso
Voy caminando por la zanja
Haciendo malabares con 5 naranjas
Pidiendo plata a todos los que pueda
En una bicicleta de una sola rueda
Soy oxígeno para este continente,
Soy lo que descuidó el presidente
No te asustes si tengo mal aliento,
O si me ves sin camisa, con las tetillas al viento
Yo soy un elemento más del paisaje
Los residuos de la calle son mi camuflaje
Como algo que existe, que parece de mentira,
Algo sin vida, pero que respira.






(*)
Para verlo y escucharlo al propio Tejada, ir aquí.


P.S.: Desde esta página, vaya para Andrés un abrazo enorme y toda la fuerza que le haga falta.

martes, noviembre 24, 2009

Hasta siempre

Se fue Patricio Jiménez, integrante junto con Chacho Echenique del Dúo Salteño.

Quizás esté ahora guitarreando y tomándose unos vinos en el Cafayate celestial con esos otros dos duendes, el Cuchi Leguizamón y el Barba Manuel J. Castilla.

Gracias Patricio, por tanta belleza.


sábado, noviembre 21, 2009

Sovereignity's Day


Hoy es un día de esos en que algo me hace ruido. Supongo que es el hecho de que se recuerde el Día de la Soberanía en un país que hace pocos años parecía haber dejado pasar esa palabra a mejor vida, y todavía no parece saber muy bien qué es lo que quiere. Encima, el que quebró la maldición de José Mármol repatriando los huesos del Restaurador, fue el máximo exponente de esa época en que faltó poco para que entregáramos hasta los calzones.

Igualmente y acompañando el homenaje a los héroes de la Vuelta de Obligado, creo que es una buena ocasión para echarle un vistazo a la obra del historiador y académico canadiense H.S. Ferns (1913-1992), uno de los mayores estudiosos de las relaciones entre Argentina y Gran Bretaña en el S. XIX. Gracias a un acceso temporario a la base bibliográfica JSTOR pude conseguir algunos de sus escritos y de ahí extraigo sus referencias a los sucesos de 1845, sus causas y sus consecuencias. De entrada va su mirada histórica sobre don Juan Manuel. No necesariamente habrá que coincidir en todo con él, pero aporta una visión desapasionada, alejada de las a veces hartantes polémicas, de los clichés de la historiografía mitrista y del revisionismo nostalgioso.


"(...) Los hombres que habían arrendado vastas praderas para ganado vacuno durante el gobierno de Rivadavia –los Anchorena, los Viamonte, los Lezica, los Vélez, los Díaz- se apartaron rápidamente del régimen urbano y liberal y más tarde se los encontró firmes en las huestes del gran caudillo gaucho, General Juan Manuel de Rosas."

"Rosas puede ser mirado legítimamente como el arquitecto de la estructura de poder argentina. Él no se preocupó principalmente de la construcción de un aparato estatal. Construyó un ejército cuyos propósitos son claros a esta distancia de su época. El ejército proveía un marco social jerárquico que teóricamente abarcaba a todas las personas, y en la práctica a todas las personas que no se ubicaban de alguna manera en el sistema social como empleador o como trabajador. Era la forma de extender la frontera; de distribuir la tierra sobre principios jerárquicos; de preservar la independencia nacional y de ayudar a los gauchos de todas partes de la república a encontrar un lugar en una sociedad dirigida por y en el interés de los estancieros. Rosas era una especie de William Jennings Bryan rico, ya que representaba un elemento social rico en tierras pero pobre en capital. Adoptó políticas y técnicas apropiadas a la condición de su clase, p.ej. circulante en papel, bajos arriendos de tierra, bajos impuestos a la propiedad, y una inveterada hostilidad hacia los bancos. En efecto, él logró el ideal agrarista de suprimir todos los bancos."

"Los comerciantes ingleses con intereses establecidos en Argentina, y los criadores de ovejas escoceses e irlandeses que surgieron durante los años 1830 y 1840, encontraron en Rosas un político suficientemente amigable. Él mantenía el orden, protegía la propiedad y posibilitaba el comercio. En el exterior, sin embargo, Rosas no era mirado con una luz tan favorable. Durante los años 1840 circulaba una literatura anti-Rosas en Gran Bretaña, y la comunidad mercantil británica fue persuadida, por ejemplo en 1844, de que una intervención en los asuntos del Río de la Plata era deseable. El Comité de Tenedores de Bonos Hispano Americanos (*) estaba activo, haciendo lobby tanto en Londres como en París. En 1845, Lord Aberdeen abandonó brevemente la política de Castlereagh de no intervención, y se permitió colaborar con los franceses en un esfuerzo para liberar el bloqueo argentino del Río de la Plata, que era parte de las operaciones militares de Rosas contra Uruguay. Rosas se rehusó a romper relaciones con Gran Bretaña. Se limitó meramente a expulsar del río a los barcos de guerra británicos y a ofrecer un pago simbólico de la deuda en default de 1824." (**) (1)

"(...) En los años 1840 los comerciantes británicos en Liverpool y Londres se impacientaron por las condiciones relativamente estáticas del intercambio con el Río de la Plata. Revisando el estado del comercio sudamericano en 1841, Lord Palmerston clasificó al Río de la Plata como una de aquellas grandes arterias de comercio potencial que deberían ser “abiertas” mediante negociación. Lord Aberdeen era remiso a fiarse sólo de las conversaciones. En parte para complacer a los intereses mercantiles y en parte para complacer a los franceses, propició un proyecto anglo-francés con vistas a la apertura del Río de la Plata y el Paraná al intercambio directo entre el mundo exterior y el interior de la República Argentina y el Paraguay. El único efecto de este recurso a la fuerza fue el de perjudicar el comercio existente y de promover un urgente pedido de la comunidad británica en Buenos Aires para abandonar tales esfuerzos y así mejorar sus perspectivas." (2)

"(...) En 1845 Lord Aberdeen, en un erróneamente evaluado abandono de la entonces establecida política británica de no intervención en los asuntos domésticos y relaciones internacionales de los estados sudamericanos, consintió en enviar una expedición naval conjunta anglo-francesa dirigida a quebrar el bloqueo argentino del Río de la Plata. El resultado fue instructivo. Quedó demostrado que Gran Bretaña no gobernaba las olas del Río de la Plata, y en 1849 el gobierno británico firmó un tratado por cuyos términos todos los barcos capturados a la Argentina serían devueltos en perfectas condiciones y que los buques de guerra británicos en aguas sudamericanas quedaban obligados a saludar la bandera argentina con 21 cañonazos en reconocimiento ceremonial de la soberanía argentina. Así terminó el último intento manifiesto de Gran Bretaña de emplear la violencia en las relaciones anglo-argentinas." (1)


(1) H.S. Ferns, Britain's Informal Empire in Argentina, 1806-1914, Past & Present, Nº 4, Nov. 1953, p.60-75.
(2) H.S. Ferns, Investment and Trade between Britain and Argentina in the Nineteenth Century, The Economic History Review, New Series, Vol. 3, Nº 2 (1950), p. 213-218.

(*) Como puede verse, los fondos buitres y la ATFA no carecen de antecedentes históricos.
(**) Se refiere al empréstito firmado con la Baring Brothers por el gobierno de Bernardino Rivadavia.


Desde ya que en su mayor parte los textos de Ferns demuestran documentadamente que Inglaterra mantuvo relaciones amistosas con casi todos los gobiernos argentinos desde el tratado angloargentino de 1825 en adelante (hasta Thatcher, probablemente), y que la empresa bélico-comercial de 1845 fue una excepción. Casi siempre, los británicos y quizás más todavía sus socios argentinos, lograron sus objetivos por vías pacíficas (entre ellos). Pero esa es otra historia.

(La ilustración es de origen inglés, está sacada de aquí)


P.S.: a Don Alfredo, nunca está de más verlo, escucharlo y disfrutarlo.

mLk-Qhslzu5kn5B2ocrBzJCnO0Y.txt

martes, noviembre 17, 2009

Don Tucho y Don Arturo

El 13 de noviembre se conmemoró el Día del Pensamiento Nacional, que homenajea el nacimiento de Arturo Jauretche. Y el día siguiente nos dejó Alberto Methol Ferré, el hermano en los ideales de Don Arturo nacido del otro lado del Río de la Plata.

Me siento en deuda con "Tucho" Methol Ferré ya que conocía muy poco de él hasta ahora, y su lectura como tantas otras cosas iba quedando postergada para momentos menos ajetreados. Quizás su desaparición física dispare la curiosidad por conocerlo mejor, algo que a mí me está ocurriendo desde que leí lo que le dedicó Abel.

En el Manual de Zonceras Argentinas y más precisamente al tratar la Zoncera Nº 1, "Civilización y Barbarie", Jauretche le dedica varios párrafos a la obra de Methol Ferré. Conviene repasarlos, para recordar que las zonceras no son una exclusividad argentina.

"(...) En Geopolítica de la cuenca del Plata (A. Peña Lillo editor, Bs. As., 1973), Alberto Methol Ferré analiza la ahistoricidad del pensamiento uruguayo. En ninguna parte como allí —recordemos otra zoncera: "como el Uruguay no hay"—, se "tuvo una conciencia política eminentemente abstracta". La falsificación de la historia, allá como aquí, se completó con la concepción estratosférica del país en cuanto se excluyeron las causales internacionales de los hechos propios o inversamente se excluyeron los hechos propios de las causales internacionales. Así, dice: "Nos enseñaban una historia de puertas cerradas, desgranada en anécdotas y biografías, o de bases filosóficas ingenuas, y nos mostraron la abstracción de un país casi totalmente creado por pura causalidad interna. A esta tesis tan estrecha, se le contrapuso su antítesis, seguramente tan perniciosa. Y esta es la pretensión de subsumir y disolver el Uruguay en pura causalidad externa, en una historia puramente mundial a secas. Una historia tan de puertas abiertas que no deja casa donde entrar...". "A la verdad, esta última actitud no escribe historia uruguaya, que le aburre, y prefiere vagabundear y solazarse en la contemplación a veces minuciosa de la historia mundial. Nos escindíamos en pueblerinos o ciudadanos del mundo...". Así, de los hechos de una historia isla, pasábamos a la evaporación, a las sombras chinescas de una historia océano, donde la historia se juega en cualquier lado menos aquí y aquí lo de cualquier lado. "Esta actividad lujosa —la historia océano—, si hoy canaliza disponibles jóvenes iracundos, ayer permitía a nuestra diplomacia pagarse de las palabras proyectándose para dictar cátedra mundial sobre los derechos humanos y arbitrajes". Son dos formas del escapismo.

"Interioridad pura o exterioridad pura, dos falacias que confraternizan...". "... ¿quiérese mayor lujo que extrapolarse en la historia de los otros?...". "Era una manera de renunciar a hacer historia"... "Por otra parte, ese idealismo externo en su versión de izquierda dimitirá frente a nuestra historia de puertas cerradas, conservadora. Incapaz de criticarla, porque no le interesaba vitalmente, terminaba en los hechos por aceptarla en bloque. No puede darse incorformismo más conformista". .. "Así la esterilidad del marxismo uruguayo para decir nada sobre el país, salvo el caso reciente de [Vivian] Trías. Así, el idealismo jurídico romántico, de derecha o de izquierda, son los modos uruguayos de suplir la ausencia de una política internacional real. El rasgo común de nativistas y oceánicos es que el Uruguay no era problema."
Crucemos de nuevo el río. ¿No estamos en presencia de una situación parecida? Si la falsificación de la historia ofi­cial, presentando la Argentina como un conflicto entre la civi­lización y la barbarie, ha desestimado el conflicto entre lo na­cional y lo extranjero desde que el objeto de la historia no es la Nación sino la civilización, la izquierda, como tampoco tiene en cuenta lo nacional como causalidad histórica, produce el mismo conformismo que en el Uruguay con la historia oficial. Esta vez para que la historia del futuro dependa exclusivamente de la causalidad externa, generando un escapismo que tiene las misma raíces anti-nacionales que, naturalmente, rehuye la construcción propia para trasladarla al escenario de la civilización. Por donde vienen a ubicarse, como sus cofrades de la otra banda, en un balcón sobre el mundo que es donde se opera la historia idealizada.
Pero un balcón no es una puerta por donde entra y sale lo propio y lo ajeno, sino un puesto de observación donde se espera que fuera se resuelva lo que hay que resolver adentro, cosa que le conviene a los que ya adentro lo tienen resuelto. De aquí la coincidencia cuando el país real intenta sus pro­pias soluciones y a su manera.(...)"

P.S. 1: Quiso la casualidad que el mismo día en que fallecía Methol Ferré, propulsor y teórico de la unidad sudamericana, el candidato presidencial de su viejo partido saliera con estas declaraciones. Como para recordarnos la actualidad y la necesidad del legado de "Tucho".

P.S. 2: Hace pocos días también dejó este mundo Félix Luna (alguien de otro palo), y creo que un hallazgo suyo que cita Salvador Ferla en Historia Argentina con Drama y Humor sirve para recordarlo y cerrar este post:

Félix Luna en su difundido libro Los caudillos hace esta preciosa cita de Tácito, quien cuando hablaba de la adquisición por los britanos de las modas, los vestidos y las costumbres de sus conquistadores romanos decía: "A todo lo cual aquellos simples llamaban civilización en tanto no era sino parte de su servidumbre".

A terminar con ese tipo de modas entre los rioplatenses, sobre todo las que se usan dentro de la cabeza, dedicaron su vida Don Tucho y Don Arturo. ¡Salud!

viernes, noviembre 13, 2009

Post alberdiano

Este post pedía a gritos una continuación y para eso me vino de maravillas la ayuda de Julián, que me pasó el link del libro "Alberdi, Sarmiento, el '90", de Milcíades Peña. Más allá de la posición ideológica y del pensamiento de Peña, hay ahí un material muy valioso para descubrir aspectos cuidadosamente ocultados de los dos mayores íconos del liberalismo vernáculo. Por ejemplo y en relación con el poema de don Ribas, van dos párrafos que muestran lo que pensaba JBA sobre la política hacia Sudamérica de "el águila hermana" (¿o sería "el águila, hermana"?):

"Entre la anexión colonial de Sudamérica a una nación de Europa, y la anexión no colonial a los Estados Unidos, ¿cuál es la diferencia? ¿Cuál es la preferible para Sudamérica? Ninguna. Es decir, ni monroísmo ni Santa Alianza (...). Así, la anexión colonial a Europa es la conservación de la raza y la especie, con la pérdida de la libertad. La anexión a Estados Unidos es la pérdida de la raza y del ser, con la adquisición de la libertad... para otros, bien entendido, no para los nuestros. Entre las dos anexiones, elija el diablo (...). Si estos tres ejemplos -Texas, Nuevo México, California- no bastan a convencer a los sudamericanos que el monroísmo es la conquista, su credulidad no tiene cura, y su desaparición como raza es su destino fatal (...). ¿Qué es entonces la doctrina de Monroe? La doctrina de un egoísmo, que se expresa por su mismo nombre casualmente: Mon-roer, es decir, mi comida, mi alimento, mi pitanza (...)." (Escritos Póstumos, Bs. As. 1895, t. VII, p. 122-23).

"En este concepto el Brasil es partidario de la doctrina de Monroe y aliado natural de los Estados Unidos, como acaba de llamarlo el presidente Johnson. Esto sería la Santa Alianza americana en concurrencia con la Santa Alianza europea, para la adquisición de los territorios acéfalos, desgobernados o ingobernables del Nuevo Mundo. Entre las dos alianzas santas preferimos la alianza non sancta de las turbulentas repúblicas." (Obras Completas, Bs. As., 1887, t. VI, p. 429).

Tomado de Milcíades Peña, obra citada, p. 46-47.


Desde ya (por suerte), la posición de Brasil es hoy día bien distinta a la de esa época. Aprovecho para recomendar este texto dedicado a nuestros vecinos por Fede Vázquez, columnista de lujo de Noticias del Sur.


P.S. 1: para otra mirada de la "izquierda nacional" sobre Alberdi, ver acá. Aunque la referencia de JBA a los territorios anexados por EE.UU. desmiente algunas afirmaciones de ese texto.

P.S. 2: amigo Anónimo Bostero, no se vaya a enojar...

martes, noviembre 10, 2009

Coincidencia


"Lo que tenemos ante nosotros no es la alborada del estío, sino una noche polar de una dureza y una oscuridad heladas, cualesquiera que sean los grupos que ahora triunfen."

Max Weber, en su conferencia La política como vocación, 1919.

Entre el 8 y 9 de noviembre de 1923 se produjo el "putsch de Munich" por el cual el partido nazi (NSDAP) comandado por Adolf Hitler, intentó tomar el poder en Alemania mediante un golpe de estado. Ante su fracaso y tras pasar algún tiempo en la cárcel (que aprovechó para escribir Mein Kampf) Hitler junto con sus seguidores decidió encarar el acceso al poder por vías electorales, lo que finalmente consiguió en 1933. Quizás pueda señalarse ese evento de 1923 como el inicio de la maduración del "huevo de la serpiente".

Durante los sesenta y seis años siguientes, Alemania fue protagonista, escenario y también víctima de algunas de las mayores tragedias del siglo XX. Y otro 9 de noviembre, hace hoy 20 años, cayó el Muro de Berlín. Un hecho sobre el que han corrido ríos de tinta, que seguramente se están repitiendo en el día de la fecha. Sólo por citar un par de cosas que vale la pena leer, recomiendo este post de Abel o esta crónica salida hoy en Página.

Esta coincidencia de fechas entre un hecho crucial en el proceso de ascenso del régimen nazi al poder y el hecho clave que marcó el derrumbe de los regímenes comunistas o de "socialismo realmente existente" en Europa, me hizo recordar el texto "Comunismo y Nazismo" de Alain de Benoist, que conocí gracias al amable comentarista Anónimo Bostero. Un texto sin duda muy agudo y provocador (para no decir "polémico") que se presta a múltiples debates, algo que no me interesa por el momento. Pero sí quiero rescatar este párrafo, que comparto en plenitud:

"(...) Con el fin del comunismo, el liberalismo ha perdido su mejor valedor. Hoy intenta capitalizar el recuerdo de los regímenes totalitarios, presentándose como el único sistema respetable, o incluso como el único posible, para seguir disfrutando de un espantapájaros cuando se le hacen ver sus propias taras. Sin embargo, si la caída del sistema soviético ha representado indudablemente una victoria del capitalismo, queda por demostrar que haya correspondido también a una victoria de la democracia. En el pasado se había utilizado al antifascismo para legitimar al comunismo, y al anticomunismo para legitimar al nazismo. Hoy es la crítica o la evocación del totalitarismo lo que se instrumentaliza para hacer aceptar el liberalismo o los estragos del mercado. No se puede aceptar esta forma de proceder —causa de desesperanza para numerosos individuos y pueblos que ya no perciben ninguna alternativa entre el liberalismo o el horror. De igual modo que los logros positivos de un régimen totalitario no pueden justificar sus crímenes, o que los crímenes de un régimen totalitario no pueden justificar los de otro, el recuerdo de los sistemas totalitarios no puede hacer aceptar la sociedad actual en lo que tiene de más destructivo y deshumanizante. No se tiene el derecho de aceptar una suerte injusta, so pretexto de que se podría sufrir otra peor. Los sistemas políticos tienen que ser juzgados por lo que son, no mediante la comparación con otros, cuyos defectos atenuarían los suyos.

Cualquier comparación deja de ser válida cuando se convierte en una excusa: cada patología social tiene que ser estudiada por separado."

Alain de Benoist, Comunismo y Nazismo - 25 Reflexiones sobre el Totalitarismo en el Siglo XX (1917-1989) (de la reflexión XXII).

viernes, noviembre 06, 2009

Para Arturo Armada

Luego de la gratísima sorpresa que me trajo el post anterior, me puse a investigar la existencia concreta del disco "Nuestra historia es una sola" de los Hermanos Abrodos, pero no encontré ningún indicio al respecto. Así que el "nativismo liberal" parece haber tenido una vida efímera.

Pero recordé que el Dr. Armando Ribas, destacado escritor y conferencista, tenía inquietudes poéticas y en su página encontré un maravilloso ejemplo de "lirismo liberal" (sin dudas, continuador del de Luis Ramicone):


A la Argentina

Clío, auxilio te pido, para hacerle comprender
a esta Argentina doliente, su historia,
por Alberdi soñada, y llevada a la realidad
por Urquiza, Sarmiento y Mitre.

Cuentan que el Cóndor un día, del Plata
emprendió su vuelo,
y en sus alas portentosas, a la Argentina llevara,
por las cumbres de la historia.

El tiempo parece sombrío.
Y aquel país orgulloso, de su historia y su futuro
donde, de Europa, llegaban inmigrantes por legión,
en busca de libertad, que en este suelo encontraban,
en un profundo sopor, parece hoy sumergido.

¿Qué pasó que aquella tierra, de libertades enhiestas,
se abandonara al azar, de brumosas enseñanzas
que aquella Europa aciaga, sus deletéreos ensayos,
casi un siglo padeciera?

¡Levántate y anda Argentina!
¡Súbete presto a las alas, de aquel Cóndor seductor!
¡Y junto al águila hermana, que en el norte se desplaza,
hagamos una vez más, de América lugar de ensueño,
de paz y de Libertad!

Armando P. Ribas


Ahora le ruego a mi distinguido visitante Arturo Armada que se dé otra vueltita por acá y sugiera qué música se le puede poner a esto. Me parece que no da para el género folklórico sino para algo más moderno; yo estoy dudando entre el rap, el hip hop y el tango electrónico.

martes, noviembre 03, 2009

Con 33 de mano

Hacía rato que tenía una deuda pendiente con Croqueta Digital, en parte por haberme incluido en su listado de blogs recomendados, pero sobre todo por poner a disposición de todo el mundo la revista Unidos y otros materiales muy valiosos.

Ahora los compañeros también han digitalizado y puesto en la web el Nº 1 de la revista Envido, por lo cual va mi renovado agradecimiento y mis felicitaciones. De un primer vistazo rescato la síntesis política de los primeros meses de 1970, escrita por Claudio Ramírez (seudónimo de Jorge Bernetti), con una profundidad y equilibrio que suelen extrañarse hoy día. Y también el análisis de José Pablo Feinmann sobre "el extraño nacionalismo de José Hernández", muy superior (para mi gusto) a la mayoría de sus escritos recientes.

Pero la perla de la revista no lleva firma y es una pieza con un humor y una ironía que dan gusto. Hay que recordar que en esa época estaba en auge Roberto Rimoldi Fraga con su repertorio folklórico de corte revisionista histórico, con el que por desgracia atentaba con frecuencia contra el oído y el buen gusto musical. Quizás como reacción a su prédica se produjo el evento al que se refiere la nota (las negritas son del autor):


Una historia y dos Abrodos

Una gacetilla del vespertino La Razón (del 27/2/70) nos informa que, en la Liga Argentina de Cultura Laica ha nacido el “nativismo liberal” (sic).

Dice así: “No por casualidad el folklorista liberal Manuel Abrodos se inquietó por presentar el libro de poemas de Luis Ramicone “Canto a los ideales de Mayo y Caseros”. En efecto, ante una nutrida concurrencia (…) Abrodos demostró tener ganas de decir cosas y pulsar la guitarra enfrentando con sus ideas y canciones a Roberto Rimoldi Fraga, el montonero (*). Delante de retratos de J.B. Alberdi, Mariano Moreno y Domingo F. Sarmiento y con la presencia de adherentes conocidos a las ideas liberales – Luis Pan, Alejandro Dussaut, Rogelio Ameri, Esteban Rondanina- el folklorista Abrodos ponderó la trayectoria literaria del señor Ramicone y afirmó que “nuestra historia es una sola” (como la madre, qué también).

"Destacó que la obra que se estaba presentando es un libro donde no aflora lo difícil. Muy por el contrario -afirmó- está nutrido de la difícil sencillez. Seguidamente leyó algunos versos que componen el poemario." (Es cierto, no aflora:) "Pero el pueblo, que cuida sus conquistas / reconoce a los nazis y fascistas / que fueron del tirano personeros / (del segundo, no del primero) / y exige lineamientos principistas / execrando a los revisionistas / siempre fiel al mandato de Caseros". "Culminados los aplausos por la lectura de este soneto", (que une lo agradable a lo útil, deleitando), "el señor Abrodos anunció que en el mes de abril daría a conocer un long-play titulado "Nuestra historia es una sola", desde donde se contribuye a exaltar el "credo liberal" de la nacionalidad." (con perdón de la palabra).

"Finalmente, y a pedido de la concurrencia, ("ya delirante de entusiasmo") Manuel y Pepe Abrodos, acompañados por Enrique Espinosa entonaron algunas canciones "en homenaje al libro que presentamos, al público que nos escucha y a todos los amantes (en el buen sentido) de la tradición auténtica de la Argentina libre".

Una sugerencia: nos agradaría que el autor de algunas de las letras del long play "Nuestra historia es una sola" sea el señor Ramicone que se nutre de la difícil sencillez sin dejar aflorar lo difícil. Y a riesgo de parecer imprudentes sugerimos los siguientes temas, que también pueden ser títulos:

Faz "A":
1. Nuestra historia es una sola (zamba) de los Hnos. Abrodos.
2. Ni el polvo de sus huesos (takirari) de Ramicone y Abrodos.
3. Reconozcamos a los nazis y fascistas (chacarera) de Ramicone y Abrodos.
4. Las vejaciones en el matadero (lamento triste), de Echeverría y Abrodos.
5. Ahí mando los voluntarios, devuélvame las maneas (cueca), de D.F. Sarmiento y otros.
6. Y al vino, toro. Canción al dios Pan.
7. En tres meses en la Asunción (huella) de B. Mitre; música de M. Abrodos.

Faz "B":
1. Exigimos lineamientos principistas (recitado) de Ramicone.
2. El sillón de Rivadavia (estilo sureño). Autor anónimo.
3. Tiempos felizmente superados (payada) de los autores de editoriales de La Nación y La Prensa.
4. Loa al conde Caxias. (milonga) de Hnos. Abrodos y E. Espinosa.
5. Creo en la libre navegación, que fomenta la civilización. (gato litoraleño), de las estrofas del Credo Liberal, varios autores.
6. Execración de la revisión. (vals criollo) de Ramicone y Abrodos.
7. A órdenes del tirano prófugo, oídos sordos. (chacarera trunca) de Gainza Paz y Abrodos.


(*) Se refiere a los montoneros del siglo XIX, no a la "orga" que todavía no había salido a la luz.

Se nota que aún no había surgido la irreverencia típica de la JP, que seguramente hubiera cantado "Nuestra historia es una sola, no rompan más las b..."


P.S.: la entrevista al director de Envido, Arturo Armada, es imprescindible para quien quiera seriamente saber algo sobre el "setentismo" y dejar de lado prejuicios y chácharas de variado pelaje.


P.S. extra: hoy 4 de noviembre recibí el siguiente comentario:

Estimado lobo,
gracias por la recomendación del reportaje sobre Envido y su historia y por la valoración de la notita sobre los Hnos. Abrodos, de la cual también fui autor.

Arturo Armada


Bueno... esto más que un Envido ya es una Contraflor al Resto!!!

lunes, noviembre 02, 2009

Galopa la Negra

Con bastante demora (como ya es habitual en este blog), llega aquí un homenaje a Mercedes Sosa. Cuyo "delay" tiene la ventaja de que no será confundido con otros "homenajes" como la hipócritas tapas de Gente o de Noticias (según Página/12, en la página web donde se recibían mensajes durante las últimas horas de MS, alguien dejó la frase "Ojalá te mueras de una vez, zurda de m...". Por lo menos, ese alguien tuvo la virtud de la sinceridad).

Presencié uno de sus históricos recitales en el Gran Rex, en su regreso al país ya en el ocaso de la dictadura. Y la vi aparecer como invitada sorpresa en el retorno de Alfredo Zitarrosa (julio del '83, Estadio Obras) para cantar "El violín de Becho". En una noche que con ella se hizo más inolvidable, todavía. Nunca me interesaron demasiado sus avatares políticos ni tampoco indagar en la coherencia entre sus ideas y sus acciones, y preferí simplemente disfrutar de su arte y de su voz, por los que realmente hay que dar "gracias a la vida".

Acá hay un ejemplo de esas ocasiones en que Mercedes le hace poner a uno la piel de gallina (con furcio incluido). Una canción perteneciente a la obra teatral Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, que Pablo Neruda escribió sobre un personaje de leyenda en la California de la fiebre del oro. De paso, también es un homenaje a los músicos que la acompañaron en esa noche del Luna Park: Nicolás "Colacho" Brizuela en guitarra, Osvaldo Avena en bajo, y el inolvidable Domingo Cura en percusión.





Galopa Murieta

¿Dónde está el atrevido jinete
vengando a su pueblo y su gente?
¿Dónde está el solitario insurgente,
al que ayer lo ocultó su vestuario?
¿Dónde están sus caballos, sus rayos?
¿Dónde acechan sus ojos ardientes?

Galopa, galopa
Le dice la arena que tragó
la sangre de los desdichados
Galopa, galopa
Lo dice la luna que ahí va la venganza
en esa montura.

Va certero y seguro este rayo
Vengando en la noche a los suyos
Sin bandera, sin ley, ni destino,
sólo tiene un dolor asesino
Ay, nocturno, chileno, y distante
azotado por daño incesante.


Pablo Neruda

miércoles, octubre 28, 2009

Papel negro


Pocas horas antes de la votación de la Ley de medios audiovisuales en el Senado, el diario de la Sra. de Noble se acordó de que era uno de los propietarios de Papel Prensa. El mismo día, Joaquín Morales Solá dio su versión angelical del cambio de manos de la empresa ocurrido durante la dictadura:

"...Uno de los argumentos actuales contra Papel Prensa es que fue comprada por tres diarios (La Nación, Clarín y La Razón) durante la dictadura. Pero, ¿no hubiera sido peor que los militares controlaran hasta el abastecimiento de papel a los medios gráficos? ¿La producción nacional de papel para diarios no fue, acaso, una conquista para la independencia del periodismo, que dejó de depender exclusivamente de las importaciones de papel y de los consiguientes arrebatos de los gobiernos de turno?"

De dicha "conquista para la independencia del periodismo" podrían hablar bastante don Julio Ramos (si viviera), o Héctor Ricardo García. Y de paso, qué raro resulta leer a JMS defendiendo la producción nacional y argumentando contra la importación, ¿no?

Otra es la versión que surge del aporte del colega Aldo Ulises Jarma y de los testimonios que brindó Osvaldo Papaleo en distintos medios como El Argentino (nota levantada por Artemio en Ramble) y Café Las Palabras. Y también en el reportaje que le hizo Néstor Leone en el Nº 344 de Debate, que viene acompañado por una nota del mismo periodista y de la que vale la pena transcribir algunos párrafos.


Papel Prensa, pasado y presente
por Néstor Leone

Casi como una metáfora de la manera en que se consolidan ciertos poderes fácticos o se adquieren determinados derechos en nuestro país. Así puede leerse hoy la historia de Papel Prensa, la planta productora del insumo básico de los diarios, monopólica en su rubro. Atravesada por una faena engorrosa de venias políticas y favores económicos, algunos más impúdicos que otros, más una cuota importante de tragedia, la empresa puede considerarse un signo de estas últimas cuatro décadas. Con empresarios que saben de prebendas y hacen usufructo de ellas, y con un Estado más bien incompetente que, cual socio bobo, financia las ganancias de sus pares privados en perjuicio de otros actores y, en definitiva, del resto de la sociedad.

Papel Prensa es eso y, además, la empresa que nació a fines de los sesenta para sustituir importaciones y quedó convertida en un coto de exclusiva propiedad de un selecto grupo de empresarios que hizo y deshizo a su piacere. Es eso, y es la empresa que pasó de ser un intento de resolver el principal cuello de botella de los diarios, a una nueva modalidad de cerrojos y elemento de presión. Es eso, y es la empresa que creció para satisfacer una necesidad ligada a promover la libre circulación de ideas y pensamientos, y terminó convertida en piedra basal del poder concentrado de un grupo económico.(...)

Sin los Graiver de por medio, La Nación, Clarín y La Razón llegaron con cierta facilidad a hacerse de las acciones de la empresa. El pago se hizo con poco efectivo y mucho papel pintado, más una serie de préstamos preferenciales del Banco Nacional de Desarrollo (Banade), que les había facilitado la dictadura. Además, las empresas involucradas se aseguraron de que el Estado no realizara ningún estudio técnico para averiguar cómo financiarían el proyecto ni que se pidieran avales de patrimonios personales para acceder a esos créditos. Como puede verse, un empujoncito estatal para contraer los tan mentados derechos adquiridos sobre la planta. La foto histórica del brindis entre Ernestina Herrera de Noble, dueña de Clarín, con Jorge Rafael Videla, dueño de la vida y la muerte de los argentinos, el 27 de setiembre de 1978, durante la inauguración de la planta de San Pedro, parece el documento más contundente de este acuerdo.

Sin embargo, fue una conferencia de prensa, en la sede de Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas), la que sirvió para que los tres diarios informaran acerca de la compra del paquete mayoritario de Papel Prensa. La entidad, por supuesto, no sólo prestó su casa sino que también avaló con bríos la iniciativa, a la que consideraba “sin precedentes en la prensa nacional”. Además, se congratulaba “ante la posibilidad abierta para todos los diarios asociados, merced al esfuerzo de tres de ellos, comprometidos en la solidaridad profesional”. Y, por si fuese poco, equiparaba ese traspaso con los intereses de la República, como habitualmente gustaban hablar los militares y sus socios civiles, justo en momentos en los cuales la República estaba más ausente. Para curiosos e incrédulos, la declaración puede consultarse en los diarios de la época y en el libro de José Ignacio López El hombre de Clarín, una especie de biografía laudatoria y condescendiente con Héctor Magnetto, CEO del Grupo.

Por esa época, las Fuerzas Armadas no sólo ya habían intervenido La Opinión, el competidor que más lectores le había sacado en los últimos años a Clarín, sino que también había desaparecido una cantidad importante de periodistas entre los que se contaba Edgardo Sajón, que no pudo superar la tortura, o Jacobo Timerman, director del diario intervenido. Y no faltaría mucho para que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresara sus “graves reservas” sobre el proyecto de Papel Prensa, tanto por la forma en que la habían adquirido como por lo que ello implicaba. Ni tampoco para que la propia Adepa condenase públicamente el otorgamiento del premio Maria Moors Cabot, que homenajeaba a los periodistas presos y desaparecidos y que Timerman recibió en nombre de ellos.

Pero eso no fue todo. Como plus, el jefe de asesores del Ministerio de Economía e integrante del cenáculo golpista conocido como Club Azcuénaga, Luis García Martínez, permitió que el papel fuese uno de los pocos insumos exceptuados de la política de apertura irrestricta de entonces. Por lo tanto, no sólo la empresa se fortaleció rápidamente sino que, también, los competidores de los tres diarios propietarios de la empresa no pudieron aprovechar un recurso que les hubiese abaratado el papel. Ahí sí la protección a la industria nacional fue bandera política.(...)


Para terminar, algunos fragmentos reveladores de la entrevista de Leone a Papaleo:

- ¿Cómo se produce el traspaso de las acciones de Papel Prensa?

- Cuando llegó la intimidación de Martínez Segovia, la familia accedió a firmar un preconvenio. Nada era claro, tanto que La Prensa, que fue invitada a participar en este pool, no entró. Se podrá decir lo que se quiera de La Prensa, pero resultaron más consecuentes con su liberalismo que otros y fueron honorables en esto. No entraron en el negocio. Pero la presión sobre la familia crecía. El apuro de los diarios tenía que ver con el deseo de terminar con este asunto rápidamente. Y comenzaron los secuestros. Primero fue Juan Graiver, el papá de David, en marzo de 1977. Ahí la familia se dio cuenta de lo que se trataba. Y no era difícil saberlo. Por ese entonces, el general Ramón Camps usaba a la revista Somos, de la Editorial Atlántida, como su vocera, para dejar trascender las declaraciones bajo tortura. Es más, la editorial había dicho que yo le había presentado a Graiver a los Montoneros, y mi abogado tuvo la mala idea de enviarle un telegrama a la empresa para conminarlo a que se retractase. Al rato me vinieron a detener y, luego de tres días de tortura, me mostraron el telegrama original que le habíamos mandado a Atlántida.


- El vínculo era evidente.

- Claro. Yo sabía que mi hermana estaba viva por lo que salía en la revista. “Lidia Papaleo de Graiver reconoce…”, decía. Estas cosas entonces eran muy normales en el periodismo.
(...)

- Usted tuvo participación en la discusión de la nueva ley (de medios audiovisuales), con presencia en la audiencia. ¿Qué piensa de la victimización del Grupo Clarín?

- A Clarín le gusta victimizarse, pero son los menos autorizados. Ya en la época de Joaquín Morales Solá lo hacían. Les gustaba verse como víctimas de Massera, por ejemplo. Decían que eran hostigados, como si hubiesen sido parte de la resistencia a la dictadura.

- José Ignacio López, en su libro, dice que la operación se hace en contra de la voluntad de Massera, que quería Papel Prensa para su proyecto político.

- Es la versión oficial de Clarín. Pero es como si la banda del Gordo Valor se peleara por un botín. Imaginemos una pelea entre el Gordo Valor y la Garza Sosa, ¿qué entidad tiene? Por eso, lo importante de la discusión de esta ley. Por lo menos, se le vieron las caras. ¿Quién conocía, hasta ahora, a Jorge Rendo o José Aranda? ¿Quién les conocía la cara? Ni atendían el teléfono: había que ir de rodillas para hablar con ellos. Ahora fueron ellos los que llamaban desesperados para que la oposición intercediera por ellos. Héctor Magnetto fue el gran monje negro de la política argentina. Espero que todo eso se termine.


Una pequeña acotación: a José Aranda, los bloggerslo conocíamos.

viernes, octubre 23, 2009

Testimoniando

Recuerdo la impresión que me causaron, siendo un pibe, las imágenes y las noticias sobre la autoinmolación de monjes budistas en las calles de Saigón, en protesta contra el gobierno de Vietnam del Sur de esa época. El primero en cometer ese acto fue Thich Quang Duc.

Algo similar me ocurrió al enterarme del sacrificio del estudiante checo Jan Palach, quien se prendió fuego en la plaza de San Wenceslao en Praga, en repudio a la invasión soviética a su país.

Fueron dos ejemplos entre muchos otros, de individuos que se sintieron enfrentados con el Mal absoluto en la forma de un régimen político, y decidieron dar testimonio de ello con su propia vida.

Parece que por el contrario, en la Argentina de 2009 dar testimonio es sinónimo de incurrir en desmesuras verbales de todo tipo, con un alto grado de irresponsabilidad y también de (aparente) irracionalidad.

Por lo general no me atrae ocuparme de Carrió, quien según mi viejo amigo Manolo suele expresar las pulsiones inconscientes de nuestras clases medias. Además, últimamente venía pensando en otros hechos preocupantes, por ejemplo:
- La Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) del Gobierno de la Ciudad, acumula 14 denuncias por ejercer violencia contra personas en situación de indigencia.
- El 12 de octubre en Tucumán, fue asesinado Javier Chocobar y atacados a balazos otros integrantes de la etnia diaguita, acusándose del hecho a un terrateniente y dos ex policias.

Ahora veo que afortunadamente, dirigentes como Carrió y el injustamente escrachado Gerardo Morales están denunciando esta ola de violencia. Con lo cual me quedo mucho más tranquilo.

martes, octubre 13, 2009

Fascistas

El 29 de octubre de 1936, fuerzas franquistas trasladaron a trece prisioneros al castillo de San Felipe, en Ferrol. En el trayecto, para romper el número fatídico, capturaron a un paseante y lo agregaron al grupo.

Entre los cautivos estaba Rufino Aneiros Loureiro, de Cedeira, que por lo que se sabe era culpable de dos delitos: ser maestro de escuela, y ser republicano.

Tras comunicarle su destino final a los prisioneros, el jefe franquista los autorizó a despedirse de sus familias.

Concurrió entonces a darle el último adiós a Rufino, su esposa Angélica de dieciséis años de edad, acompañada de su padre Manuel y de su hermanita de siete años, Choliña, quien llevaba en brazos al hijito de pocos meses de Rufino y Angélica.

Cuando sus familiares llegaron al lugar de encuentro en el castillo, Rufino tomó al bebé y lo alzó en alto mostrándoselo a los guardias y a sus compañeros de destino, diciendo: "Este es el hijo del hombre que va a morir."

Tras la despedida, Angélica y su familia bajaban las escalinatas del castillo, cuando se oyeron los disparos del pelotón de fusilamiento. Angélica cayó desmayada y rodó por los escalones, como si ella también hubiera sido fusilada.


Para más datos, aquí figura Rufino en el listado de los fusilados en Ferrol durante la Guerra Civil. Esta historia me la contó Choliña, que al día de hoy, es mi madre política.


Desde ya, este no es un alegato partidista ya que siempre me he sentido solidario y dispuesto a homenajear a todos los que padecen o han padecido la violencia política (también la originada en motivos étnicos, raciales, religiosos, etc.), independientemente de su bandería.

Pero creo que las víctimas del fascismo, merecen un homenaje y un desagravio especial.

Porque algunas imbecilidades, por añadidura, también son agravios.


P.S.: mis disculpas, el posteo viene un poco atrasado. Pero esta era una deuda pendiente.

sábado, octubre 10, 2009

Desmemoriados

Cuando allá por 1991 el gobierno menemista acordó amablemente con la dueña de Clarín el levantamiento del programa que conducía Liliana López Foresi por Canal 13 (ver acá), no hubo muchas voces que denunciaran la "mordaza" impuesta a Liliana.

Sin duda, la relación de Clarín con el menemismo había empezado muy bien (para ellos): lograron adueñarse de Canal 13 y, con la derogación por decreto del artículo 45 del decreto-ley de radiodifusión de la dictadura, iniciaron su acaparamiento de medios de comunicación audiovisual en todo el país. Según parece, tiempo después el ex presidente riojano se arrepintió de ese acto: “Cometí un error. Derogar el artículo 45 de la ley de radiodifusión. No medí las consecuencias y se monopolizó la prensa. No esperaba que algunas empresas se conviertieran en propietarios de diarios, canales de televisión y radios”.

A lo mejor el de Anillaco no hubiera cometido ese "error" si hubiera sido alumno de la carrera de Ciencias de la Comunicación y tenido como docente a Margarita Graziano, militante de la Unión Cívica Radical a quien hace pocos días recordó María Esperanza en Artepolítica. Este artículo de hace unos meses recordaba la importancia fundamental que le daba Graziano al susodicho artículo 45 del viejo decreto-ley de radiodifusión.

Uno podría también acordarse del proyecto del ex senador de la UCR Ricardo Laferriere sobre derecho a réplica en los medios (ver aquí Periodismo con listas negras). El proyecto no pasó de proyecto, y la carrera política de Laferriere se terminó ahí.

Y por qué no recordar la cesión graciosa a Daniel Hadad, por parte del gobierno menemista, de la frecuencia AM 710 perteneciente a Radio Ciudad.

La verdad, no recuerdo que ninguno de estos hechos haya merecido largos debates, audiencias públicas, titulares catástrofe de los medios más poderosos ni nada por el estilo. Por las dudas y para refrescar la memoria, recurrí a esta nota de Mario Wainfeld que vino muy bien como recordatorio de muchas de las vergüenzas a que nos sometieron sucesivas catervas de funcionarios públicos y legisladores, antes, durante y después del menemato.

Viendo y escuchando el ambiente creado en las últimas semanas alrededor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sentí que podría volver a publicar hoy este post, sin cambiarle ni una coma. Sólo le agregaría que así como en ese momento apoyaba el debate del proyecto, hoy apoyo la Ley que está a punto de sancionarse. Que se ha debatido con una apertura pocas veces vista desde 1983 hasta la fecha, y que ha incorporado aportes y modificaciones consensuadas con múltiples sectores.

No creo que esta ley sea perfecta ni que sea la panacea universal. Mañana los problemas a enfrentar van a seguir siendo casi los mismos que hoy, y van a seguir siendo inmensos.

Pero no quiero que en mi país haya poderes superiores a los democráticos y en mi humilde entender éste es un paso en ese sentido, aunque sea de una magnitud difícil de evaluar hoy día. Y la verdad, el cúmulo de odio y mentiras que se ha desplegado contra esta ley y los que la promueven y apoyan, me da un poquito de repulsión y también de miedo, para qué lo vamos a negar. Aunque estos patéticos, lo que me dan es vergüenza ajena. Y estos otros, bueno, seguramente están cumpliendo lo que anunció la moisesa chaqueña: "Vamos a defender a los grupos económicos". El que avisa no es traidor.


P.S.: como una cosa no quita la otra, y aunque sea un homenaje tardío, quiero recordar a Oscar Raúl Cardoso, un periodista con todas las letras que sin dudas honró su profesión. Lo que resalta aún más frente a tantos ejemplos en contrario que se vienen viendo últimamente. Su blog seguirá estando presente aquí al costado, como un recuerdo permanente.

lunes, septiembre 14, 2009

Maestros

Cuando se escriba la historia de estos tiempos desangelados y se busque a sus héroes, quizás se descubrirá que muchos de ellos fueron, simplemente, maestros. Y se los encontrará entre los que hoy día luchan contra la ignorancia, la miseria, el hambre, el paco, la degradación y el abandono de nuestros pibes. En suma, "los que están", como dijo el padre Pepe en este merecido homenaje.

Desde mi sentimiento personal, yo quiero homenajear a otros dos maestros. A Agostina Di Stefano, que nos hacía crujir las entrañas con su blog La Bonaerense hasta que lo tuvo que cerrar. Y a alguien que hasta hace poco dirigió la escuela pública a la que concurrieron y concurren mis hijos: Osvaldo Mainetti, un ejemplo de vida que nunca olvidaré.

Y quiero recordar a alguien poco frecuentado en nuestros pagos: a Simón Rodríguez, maestro y tutor de Simón Bolívar, aquel que una vez escribió:

"La América española es original; originales han de ser sus instituciones y su gobierno: y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos".

Aquí hay una reseña de su vida y su obra, y acá van algunos de los fragmentos que le dedicó Eduardo Galeano en Memoria del Fuego.

1796 - San Mateo

Orejas de ratón, nariz de borbón, boca de buzón. Una borla roja cuelga, en hilachas, del gorro que tapa la temprana calva. Los anteojos, calzados por encima de las cejas, rara vez ayudan a los ojos azules, ávidos y voladores. Simón Carreño, Rodríguez por nombre elegido, deambula predicando rarezas.

Sostiene este lector de Rousseau que las escuelas deberían abrirse al pueblo, a la gentes de sangre mezclada; que niñas y niños tendrían que compartir las aulas y que más útil al país sería crear albañiles, herreros y carpinteros que caballeros y frailes.

Simón el maestro y Simón el alumno. Veinticinco años tiene Simón Rodríguez y trece Simón Bolívar, el huérfano más rico de Venezuela, heredero de mansiones y plantaciones, dueño de mil esclavos negros.

Lejos de Caracas, el preceptor inicia al muchacho en los secretos del universo y le habla de libertad, igualdad, fraternidad; le descubre la dura vida de los esclavos que trabajan para él y le cuenta que la nomeolvides también se llama Myosotis palustris. Le muestra cómo nace el potrillo del vientre de la yegua y cómo cumplen sus ciclos el cacao y el café. Bolívar se hace nadador, caminador y jinete; aprende a sembrar, a construir una silla y a nombrar las estrellas del cielo de Aragua. Maestro y alumno atraviesan Venezuela, acampando donde sea, y conocen juntos la tierra que los hizo. A la luz de un farol, leen y discuten Robinson Crusoe y las Vidas de Plutarco.


1826 - Chuquisaca

Maldita sea la imaginación creadora

Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, ha regresado a América. Un cuarto de siglo anduvo don Simón al otro lado de la mar: allá fue amigo de los socialistas de París y Londres y Ginebra; trabajó con los tipógrafos de Roma y los químicos de Viena y hasta enseñó primeras letras en un pueblito de la estepa rusa.

Tras el largo abrazo de la bienvenida, Bolívar lo nombra director de educación en el país recién fundado.

Con una escuela modelo en Chuquisaca, Simón Rodríguez inicia su tarea contra las mentiras y los miedos consagrados por la tradición.

Chillan las beatas, graznan los doctores, aúllan los perros del escándalo: horror: el loco Rodríguez se propone mezclar a los niños de mejor cuna con los cholitos que hasta anoche dormían en la calle.

¿Qué pretende? ¿Quiere que los huérfanos lo lleven al cielo? ¿O los corrompe para que lo acompañen al infierno? En las aulas no se escucha catecismo, ni latines de sacristía, ni reglas de gramática, sino un estrépito de sierras y martillos insoportable a los oídos de frailes y leguleyos educados en el asco al trabajo manual. ¡Una escuela de putas y ladrones! Quienes creen que el cuerpo es una culpa y la mujer un adorno, ponen el grito en el cielo: en la escuela de don Simón, niños y niñas se sientan juntos, todos pegoteados; y para colmo, estudian jugando.

El prefecto de Chuquisaca encabeza la campaña contra el sátiro que ha venido a corromper la moral de la juventud. Al poco tiempo, el mariscal Sucre, presidente de Bolivia, exige a Simón Rodríguez la renuncia, porque no ha presentado sus cuentas con la debida prolijidad.


Las ideas de Simón Rodríguez: "Para enseñar a pensar"

Hacen pasar al autor por loco. Dejésele transmitir sus locuras a los padres que están por nacer.

Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad.

Instruir no es educar. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga.

Mandar recitar de memoria lo que no se entiende, es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su "porque" al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: "¿Por qué?"

Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos.

En las escuelas deben estudiar juntos los niños y las niñas. Primero, porque así desde niños los hombres aprenden a respetar a las mujeres; y segundo, porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres.

Los varones deben aprender los tres oficios principales: albañilería, carpintería y herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias. Se ha de dar instrucción y oficio a las mujeres, para que no se prostituyan por necesidad, ni hagan del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia.

Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.

Eduardo Galeano, Memoria del Fuego 2. Las caras y las máscaras; publicado en fascículos por Página/12, Buenos Aires, 2009.