viernes, julio 20, 2012

Tal cual

Luis Tonelli escribe desde Madrid, en el N° 488 de Debate (*):

"(...) España, como el resto de Europa -y 
como lo hizo la Argentina en los noventa- diseñó sus instituciones económicas y financieras para que los mercados no pudieran, en teoría, dudar del compromiso de las autoridades con la liberalización económica. Los europeos, tal como el politólogo Jon Elster lo tipificó hace años, para dar la señal de que resistirían toda tentación estatista, se ataron al mástil, como Ulises lo hizo para resistir el canto de las sirenas. Como se nos ató a los argentinos con la convertibilidad. En el período de auge, todo va bien. Los mercados creen. El dinero fluye. La deuda aumenta. Pero hay confianza.

Hasta que algo sucede que la empieza a socavar. Y comienzan las dudas. Y comienza el dinero que había llegado contante y sonante a retirarse. Y los eslabones más débiles en la cadena son los primeros en tener problemas. El milagro de haberse colocado bajo el corset europeo ahora presenta las facturas. A cada cual con su productividad, manifiestan encogiéndose de hombros los alemanes -su Producto sigue creciendo en medio de semejante vendaval- y que con una economía de exportación, han llenado a Europa de BMW, Audis y Mercedes, y de cafeteras de diseño Krupp. Cosillas que los europeos compraron A DESTAJO con empréstitos cedidos -en ese momento, muy gentilmente- por los bancos alemanes.(...)"






(*) En la misma revista, un reportaje de Der Spiegel al ministro de Finanzas alemán. Muy útil para entender por qué Europa está como está.


P.S.: ¡Muy feliz día para todos los amigos de este blog!

martes, julio 17, 2012

Otra mirada sobre la Independencia

Me gustó esta nota de Mario Rapoport acerca del significado del 9 de Julio, sobre todo por la mayoría de las posiciones que él expresó en la polémica que menciona. Sin embargo, creo que lejos de atribuir la Declaración de la Independencia a un "cálculo político interno", no pueden soslayarse las circunstancias políticas que atravesaban las Provincias Unidas y su influencia en las acciones del Congreso de Tucumán. Que justamente se reunió en San Miguel de Tucumán y no en Buenos Aires, por motivaciones de política interna: para cumplir las exigencias federales contra el centralismo porteño, pero en un lugar lo suficientemente alejado de la influencia artiguista y donde además tenía su cuartel general el Ejército del Norte.

Llamativamente, un hecho histórico anterior al Congreso de Tucumán no suele ser suficientemente recordado por la historiografía oficial: el Congreso de Oriente o de Arroyo de la China (actual Concepción del Uruguay) convocado por Artigas en junio de 1815, que reunió a representantes de la Liga de los Pueblos Libres y declaró su independencia "absoluta y respectiva", enarbolando la bandera tricolor. Y tampoco suele recordarse que mientras estaba sesionando el Congreso de Tucumán, se produjo la invasión luso-brasileña a la Banda Oriental, que todavía entonces formaba parte formalmente de las Provincias Unidas. Una invasión que había sido alentada por el Directorio porteño, deseoso de librarse de Artigas y su influencia, y luego contó con su complicidad. A lo que se sumaban las tratativas del enviado diplomático en Río de Janeiro, Manuel José García, para que la corona portuguesa tomara a su cargo la "protección" de las Provincias Unidas frente a las amenazas de restauración absolutista por parte de Fernando VII.

Entre 1816 y 1820 Artigas encabezó la resistencia oriental contra la invasión, mientras el Directorio porteño enviaba expediciones militares contra sus aliadas, las provincias de la Liga Federal. En tanto, la delicada situación en la frontera Norte sirvió de pretexto para que el Congreso de Tucumán se trasladara a Buenos Aires. Así quedó bajo la influencia determinante del Directorio y los factores que regían la política porteña, y se dedicó a debatir y sancionar la Constitución unitaria de 1819, que fue rechazada por las provincias y nunca llegó a aplicarse.

Recurro aquí otra vez a la Historia argentina con drama y humor de Salvador Ferla, y su mirada sobre ese momento histórico.

"(...) Dice José María Rosa que cuando el Triunvirato pactó con Elío, moría la revolución de mayo. Esta negociación con los portugueses buscando la incorporación a su dinastía a cambio del exterminio de las montoneras federales, es sin lugar a dudas una nueva muerte de mayo. Es que "mayo", acaparado por una élite divorciada del país no podía tener sino "muertes". El esquema sarmientino "civilización y barbarie" funcionó desde un principio. Cada vez que la "barbarie" realizaba cierto avance, la civilización organizaba la muerte nacional. Nuestro Congreso de Arroyo de la China había declarado ya la independencia nacional. Pero, al igual que los títulos y récords de algunos deportistas, esa declaración no había sido homologada por los dirigentes de Buenos Aires y por lo tanto es nula y carente de valor. Sus historiógrafos se mantienen en la misma tesitura, fieles a la interpretación puertocéntrica de la historia.

En julio de 1816, mientras otro Congreso Nacional delibera en Tucumán, los portugueses invaden nuevamente nuestra Banda Oriental, esta vez llamados por aquellos que en 1811 habían pactado con Elío para lograr que se retiraran. Nuevamente se comete un crimen nacional. Llamar a los portugueses a invadir la nación es en la conciencia popular de entonces "el crimen de los crímenes". Y esta simultaneidad del congreso de Tucumán no es casual. El congreso estaba destinado a cohonestar la invasión y formalizar nuestra adscripción a la monarquía lusitana (*). Dos circunstancias imprevistas desbarataron la maniobra. Belgrano, que apartándose del libreto que le habían hecho memorizar en Buenos Aires empezó a fantasear sobre la posibilidad de entronizar a un príncipe indígena, con lo cual volatilizó la opción que se premeditaba; y San Martín que, ajeno a la intriga, presionó a través de los diputados cuyanos para que se declarara la independencia, pues de lo contrario él no peleaba. No me cabe duda de que ésta es la mayor hazaña sanmartiniana. Porque era más fácil pasar un ejército por la cordillera que hacerle proclamar la independencia a aquellos santos varones. El 9 de julio, este segundo congreso nacional declara al igual que su antecesor de la Liga de los Pueblos Libres, nuestra independencia de la monarquía española. Pero como los rumores de un arreglo político con los portugueses arrecian, unos días después, a pedido del diputado Medrano, se añade "y de toda otra dominación extranjera".

La trama política directorial se viene abajo como un castillo de naipes. Encolerizados al máximo los directoriales convierten el entendimiento político en una secreta alianza militar para combatir a sus enemigos comunes, que eran NUESTRO caudillo y NUESTRO pueblo.(...)

(*) Nota al pie:
(...) Durante las invasiones inglesas Belgrano le había dicho al general Craufurd, prisionero, que los criollos preferían "el amo viejo o ninguno", pensamiento que sin duda compartían Saavedra y Moreno, y que tiene vigencia en la primera hora de mayo. En 1816 ese pensamiento se ha invertido. Ahora es "cualquier amo antes que la anarquía". La anarquía es el pueblo y su relación provincial. La anarquía es el país americano, indohispánico, "bárbaro". Desde el Congreso de Viena la monarquía está de moda. El congreso de Tucumán se desarrolla con esta influencia viva que explica las distintas proposiciones monárquicas. Lo que no es del momento sino "desde el comienzo" es el condicionamiento de la organización del país independiente a la hegemonía de Buenos Aires y el sentido antipopular de esa hegemonía. Lo que no es ocasional es la posición mental de rechazo que la burguesía portuaria adopta hacia la masa popular.

Para cortar por lo sano y poder comenzar cuanto antes la gran obra de la europeización acelerada, aquellos santos varones estaban dispuestos a ofrecerle las Provincias Desunidas a la monarquía lusitana; lo cual, a su entender, no era perder la independencia porque el país conservaría su autonomía administrativa y solamente estaría vinculado a Portugal y Brasil por el vínculo dinástico. O sea que se reproduciría la relación que nos ataba a España. En agosto de 1816 el embajador inglés en Río, Henry Chamberlain, le escribe a su ministro del Foreign Office, y después de referirle los planes portugueses para anexarse todo el ex virreinato platense, alude a nuestro país en estos términos: "Los jefes de todos los partidos al parecer han resuelto poner fin a la revolución, y echarse en brazos del rey de Portugal a fin de lograr los dos únicos grandes objetivos por los cuales confiesan han estado realmente luchando en los últimos tiempos: comercio libre con todo el mundo y seguridad contra las consecuencias que pueden sufrir si alguna vez se encuentran nuevamente bajo su antiguo soberano". (Citado por René Orsi en Historia de la disgregación rioplatense.)

Historia argentina con drama y humor, Salvador Ferla. Biblioteca del pensamiento nacional, Peña Lillo - Ediciones Continente, Buenos Aires, 2006; p. 213-215.


En otra nota al pie del mismo libro (publicado en 1974), Ferla escribe:

Evidentemente nuestra historiografía es puertocéntrica. Así como ignora el 25 de mayo de 1809 como punto de partida de nuestra emancipación nacional, pasa por alto, como inexistente, la declaración de independencia que hiciera nuestro "Congreso de Oriente". Ahora que estamos en vías de recuperar nuestro sentido nacional e hispanoamericano, debemos modificar también nuestra óptica histórica, nuestra "patriavisión".

A casi 40 años de esas palabras, parece que por fin está empezando a hacerse "justicia histórica".

miércoles, julio 11, 2012

Flor de profesor

Parece que últimamente este viejo post ha recobrado actualidad, ya que han vuelto a escucharse a los agoreros que invocan el Rodrigazo en sus análisis económicos de la coyuntura. Por ejemplo, acá el Escriba citó a Juan Carlos de Pablo y su frase "Rodrigo es un subproducto de Gelbard". Interpreto que al igual que otros economistas afines, de Pablo trabaja sobre la idea de que un "megaajuste" tal como el impuesto por Celestino Rodrigo en 1975 es una "consecuencia natural" de los modelos caracterizados por la intervención estatal en la economía, la defensa del empleo, la protección del mercado interno o en general cualquier violación de las "sacrosantas leyes del mercado". En eso basa su analogía entre el programa de Perón-Gelbard y el del gobierno de CFK. Algo similar (y demasiado burdo) hizo un periodista de Clarín, motivando una respuesta de Carlos Leyba (ver este post de Florencio Boglione).

Tengo entendido por referencias confiables que de Pablo es un excelente docente de Economía, aunque yo lo conozco más en su rol de divulgador de las bondades del neoliberalismo desde un programa de televisión. Y creo que sus invocaciones al Rodrigazo hay que tomarlas con pinzas, ya que en este libro se lo cita como un "acérrimo defensor de Rodrigo" y miembro ya en 1975 del elenco de FIEL, que en un análisis del plan de CR dictaminaba "La caída del salario real es un ingrediente necesario para el éxito de este esquema económico" (*).

Hoy día, apelando a la desmemoria histórica y a las resonancias nefastas de la palabra Rodrigazo, una constante en analistas como de Pablo y otros menos prestigiosos es ignorar los nueve meses que mediaron entre la renuncia de Gelbard y la asunción de Rodrigo, así descriptos por Leyba:

"(...) En octubre de 1974, Gelbard, luego de 12 renuncias, logró salir del gobierno.(...) Dejó una inflación de 30% anual y las reservas más altas desde 1946, que representaban la mitad de las importaciones y de la deuda externa. La tasa de inflación heredada de la Dictadura se había reducido a menos de la mitad, las exportaciones se habían duplicado y las reservas se habían triplicado. Con problemas, pero lejos de una crisis. Sitiados por José López Rega, asumió Alfredo Gómez Morales y gestionó durante nueve meses en los que terminó con la concertación, la política industrial y la promoción de las exportaciones industriales. Para Gómez Morales el “tipo de cambio competitivo” era antipatria; así liquidó la mitad de las reservas, multiplicó el déficit fiscal y disparó los precios a más del doble. Construyó una crisis.

Con la concertación arrasada por Gómez Morales, en junio de 1975, asumieron los miembros de la secta de los Caballeros del Fuego, Ricardo Zinn, Pedro Pou y Celestino Rodrigo, que produjeron el Rodrigazo con el apoyo de José Alfredo Martínez de Hoz. En nueve meses, Gómez Morales, próximo ideológicamente a Zinn y a Pou, preparó, a sabiendas o sin querer, el terreno para el Rodrigazo. No heredó, del Acuerdo Social, situaciones “inevitables” y así lo reconoció en el documento que firmó el día en que asumió. Y si las hubiere heredado, nueve meses es tiempo más que suficiente para aterrizar. El Acuerdo Social no “terminó en la explosión del Rodrigazo”. Terminó en Gómez Morales. Y fue su pasividad la justificación para el innecesario e injustificable Rodrigazo, que fue el puntapié inicial de la ideología de la decadencia argentina."

En concordancia con Leyba, el libro de Restivo y Dellatorre demuestra claramente que el Rodrigazo fue cuidadosamente planeado y ejecutado, no para "corregir distorsiones" de la economía, sino para hacer estallar el modelo redistributivo con desarrollo industrial y pleno empleo que fundamentaba el Pacto Social impulsado por Perón, y hacer inviable todo retorno a la situación anterior. Y como "a confesión de parte relevo de pruebas", veamos algo referido al principal ideólogo del Rodrigazo, Ricardo Zinn (**):

"(...) En la década de 1970 el acercamiento de Zinn al gobierno justicialista no se dio por afinidad ideológica; todo lo contrario. Zinn sentía un enorme desprecio por el peronismo y por Perón, tal cual lo dejó expresado en su obra La Segunda Fundación de la República, que terminó de escribir apenas cinco meses después de la caída de Isabel.

Allí subrayó "la prédica populista y la acción demagógica" como los rasgos salientes de los gobiernos radicales y peronistas "que nos han llevado a la decadencia" entre 1915 y, ya "al borde del suicidio", 1976.

Entonces, ¿por qué participó de un gobierno al que detestaba y al que consideraba "un verdadero paradigma de la destrucción de una economía, de deterioro de una sociedad y su estructura productiva", haciendo referencia al trienio 1973-1976? El mismo Zinn intentó explicarlo en su libro, apenas un año después del Rodrigazo:

"Mi padre, que fue un teólogo alemán con un sentido muy ascético y riguroso de la vida, me enseñó que la función pública era simplemente una convocatoria, un deber, que sólo se podía eludir si uno no estaba seguro de ser útil a la comunidad. Este criterio, que pone al país por encima de las cambiantes identificaciones políticas de cada gobierno, incluye la dura decisión de aceptar el servicio aun con el peor gobierno, si se tiene la convicción de que se puede contribuir, por lo menos, a que el daño para la Nación sea algo menor" (Zinn, 1976).

Y su manera de "ser útil a la comunidad" no fue otra que la de acelerar la destrucción de un sistema económico y de un modelo de país para abrirle paso a otro modelo, que se iba a expresar con todas las letras una vez que el debilitado gobierno de Isabel fuera reemplazado por la dictadura militar, que no iba a reparar en métodos para imponer su política.

"La aceleración destructora del país -escribió- no se modifica de un día para otro. Los indicadores socioeconómicos deben seguir empeorando para obtener el necesario saneamiento sobre el cual se pueda construir un proceso de crecimiento autosostenido" (ibídem)."

(*) Néstor Restivo y Raúl Dellatorre, "El Rodrigazo, 30 años después - Un ajuste que cambió al país", Colección Claves para Todos, Ed. Capital Intelectual, Buenos Aires, 2005, p. 23.
(**) Ídem, p. 72-73.


Para terminar, la recomendación de este post de Pablo Tigani sobre el mismo tema. Y una perlita de Juan Carlos de Pablo con otra alusión al Rodrigazo, que culmina con esta frase de antología:

"No sabemos el plazo ni nada. Pero sin ninguna duda, algún día se arma."

Infobae, 19 de septiembre de 2007.

viernes, julio 06, 2012

Perón en la CGT




Se cumplieron 38 años de la partida física de Juan Domingo Perón. Más que recordar el hecho (como hice aquí), esta vez prefiero ver y escuchar al General en una de las charlas que dio en la sede de la CGT en 1973. Creo que viene al caso, después de que Hugo Moyano lo citara repetidamente en su discurso de la semana pasada.

No es muy agradable para mi gusto verlo a Perón acompañado de alguno que otro personaje de nefasta memoria, pero qué se le va a hacer, las cosas se dieron así. Y creo que vale la pena escucharlo refiriéndose a temas de permanente vigencia: la relación entre precios y salarios, la distribución del ingreso (el famoso fifty-fifty), la deuda externa (ridículamente baja en comparación con épocas posteriores), etc. Y también expresar su preocupación por la situación fiscal, algo que no suele asociarse con su figura.

Sin que esto implique hacer alusiones directas a personajes del presente o un paralelismo con circunstancias actuales, van algunos pasajes de esta charla:

"...Para crear valores, lo mejor es ponerse de acuerdo. Porque la lucha... y bueno, la lucha es siempre una destrucción de valores. Y nadie en la vida, ni los patrones, ni los trabajadores, pueden mejorar con la destrucción de valores.

Es necesario en esto, tener una alta comprensión. Yo comprendo y entiendo, que la misión del dirigente sindical, es tratar de mejorar. Eso es una cosa que es consustancial con su propia existencia. Él debe luchar por mejorar, porque si él no lucha, como los otros luchan, siempre va a ir a pérdida. Es humano y es lógico que, de buena fe, cada dirigente quiera mejorar a su gremio.(...)

Que cada uno quiera ganar siempre un poco más, es mejor. Ahora, lo inteligente y lo lógico es estudiar las formas en que se puede llegar a realizar eso sin perjuicio de nadie. Porque mejorar a un lado perjudicando al otro, no puede ser permanente. La estabilidad viene por un equilibrio, y el equilibrio viene por un arreglo que a las dos partes les satisfaga. Quizás, no todo lo que se ambiciona pero sí todo lo que se necesita, que eso es lo importante.

Es decir, ese equilibrio es lo difícil de establecer, y la ruptura de ese equilibrio es lo que trae las grandes perturbaciones, que no son sino la destrucción de valores. Esto es lo que en buena fe, uno acepta y comprende. Naturalmente, que hay algunos otros factores que ya no son de tan buena fe. Hay algunos que quieren "lola", por ir por "lola", nada más.(...)

Frente a todo ese problema, antes de hacernos cargo nosotros de este gobierno, que para cualquier hombre es un presente griego... porque la situación en que hemos recibido el país es realmente lamentable, o era realmente lamentable. Un país que tiene obligaciones con el exterior por 7000 millones de dólares, multipliquémoslo por 1000 (*) y vamos a tener una idea de lo que es esa deuda. Ahora, a esa deuda corresponde una deuda interna; eso es con nuestros hermanitos del Norte... Ahora, en el orden interno, que también se ha generado una deuda inmensa, como consecuencia de que todo era déficit, ya se calculaba el presupuesto con 30000 millones de déficit, como quien se toma una pastilla, sin que a nadie le produjera la mayor extrañeza, pero es que eso hay que pagarlo, esos 30000 millones. Así nosotros nos encontramos con una deuda interna, por déficits de toda naturaleza, de 3 billones, de 3 millones de millones, ya una cosa que es de locos, ya no se puede leer con tantos ceros... Y todo eso, compañeros, hay que pagarlo. Y de la única manera que se puede pagar, es haciendo plata, y como dice el tango, pa'juntar chirolas hay que laburar.

Entonces de lo que se ha tratado es precisamente de eso. Organizar el trabajo, y realizarlo dentro de las posibilidades, sin que todo eso negativo gravite en mantenernos estáticos, no; el país es como un negocio, un gran negocio, es un negocio individual amplificado, eso es el país, y en los negocios, bueno, cuando se hacen buenos negocios, se enriquece; cuando se hacen malos negocios, se funde. Esto también cuenta para el país, y para el Estado, especialmente. Lo que tratamos de hacer es trabajar para crear; no dar pasos más largos que los que nos permitan los pantalones, pero tampoco quedarnos sentados. Le estamos dando a todo lo que es posible, y ganando de todos lados un poquito. Observen ustedes que ya, en lo que va de este tiempo, 6 meses, en la proporción de la distribución de beneficios, hemos pasado de 33%, que era lo que distribuían entre los obreros antes, al 42%. Ya en este momento, ha aumentado al 42. Tendemos al 50, poco a poco.(...)

Cuando nosotros llegamos aquí no teníamos ninguna reserva financiera. Hoy ya tenemos 1300 millones de dólares en la caja. Compañeros, todo esto va conformando... pero, ya tenemos, y yo les voy a entregar a todos ustedes, cada uno de ustedes tendrá un Plan Trienal. En ese Plan Trienal ustedes verán cómo estamos, cómo vamos a estar en 1977, y cómo haremos para llegar a eso, con números y cifras, y lo iremos realizando con la misma tranquilidad con que hemos venido trabajando, sin jorobar a nadie. Tratando de ayudar a todo el mundo, y no complicándole la vida a ningún argentino. Que eso es lo que quiero."
(*) Se refiere al cambio en "pesos moneda nacional", que se seguían usando en el lenguaje cotidiano pese a que desde 1970 estaba en vigencia el "peso Ley Nº 18.188".


Entre otras cosas, uno siente nostalgia de lo que no fue al escuchar el optimismo de Perón sobre el futuro. La Argentina de 1977 no resultó ser la que él había pensado, lamentablemente.

Vaya como cierre una vieja canción dedicada al General. Las imágenes quedan a gusto del consumidor, pero para mí, la letra y la interpretación del gran Alberto Marino, son de antología.


domingo, julio 01, 2012

El poder al desnudo


Los agroempresarios apoyan proceso de destitución del presidente Lugo

Gremios de la producción impulsaron el pedido de juicio político, que hoy es ejecutado por los parlamentarios. Consideran que la salida de Fernando Lugo devolverá la institucionalidad en el país.

El sector que pidió desde un principio el juicio político a Fernando Lugo sostiene que con la destitución del mandatario se terminará el régimen que les dio espacio "a los guerrilleros y facinerosos" (en alusión a los carperos) y que conllevó al escenario de inestabilidad en el país.

Regis Mereles, presidente de la Asociación de Productores de Soja, Cereales y Oleaginosas (APS), considera que es oportuno el juicio político a Lugo, pues con ello se puede devolver la institucionalidad al país, debido a que han ganado fuerza, bajo esta administración, "los guerrilleros, que solamente sumaron preocupación, imposibilitando el trabajo tranquilo en el campo". Agregó que se espera que se cumpla con la Constitución y se restituya la calma, luego de la crisis, cuyo detonante fue la muerte de 17 personas en Curuguaty.

El agroempresario agregó que Lugo "debería irse a su casa para responsabilizarse de sus hijos y de las mujeres que embaucó durante su desempeño como obispo".

Por su parte, Héctor Cristaldo, presidente de la Coordinadora Agrícola (CAP), confirmó que el sector productivo pidió públicamente el uso de la herramienta legal (por el juicio político) y que los legisladores impulsaron la medida sin que los productores hayan realizado un lobby para lograr el escenario actual. Indicó que en el campo se vive mucha preocupación.

ESTADO DE DERECHO. A su vez, Fidel Zavala, vicepresidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), indicó que el hecho de que Lugo sea enjuiciado no representa que sea culpable. Precisó que se debe recuperar el estado de derecho factor perdido en este Gobierno.

Por su parte, la ganadera Maris Llorens, dijo que no era necesario llegar a este escenario plegado de incertidumbre. Agregó que la imagen del país proyectada en el extranjero da pena, generándose muy poca intención de inversiones.

RELACIÓN TORMENTOSA. Desde que lanzó su candidatura, Fernando Lugo se encontró con una clase productiva desconfiada. Ni bien asumió la presidencia, los agroempresarios se convirtieron en uno de sus principales escollos teniendo en cuenta que los reclamos elevados desde este segmento no tuvieron eco.

Como antecedente, se puede recordar que el sector productivo solicitó en setiembre de 2010 una audiencia con el titular del Ejecutivo, que fue denegada. Sin embargo, el hoy presidente enjuiciado recibió ese mismo día a dirigentes sociales vinculados a ocupaciones.

La presión del sector productivo, respaldada por parlamentarios, también colaboró para que el juicio político cobre fuerza.

TRACTORAZO, SUPEDITADO AL DESENLACE. La medida de fuerza denominada Tractorazo marcha por camino seguro y apunta a una jornada pacífica el lunes 25 de junio, pese al escenario que se suscita, luego de la decisión de llevar a juicio político al presidente de la República, Fernando Lugo, por mal desempeño.

Si bien hasta ayer estaba fija la realización de la movilización, finalmente depende en gran medida del proceso que se presente en estos días, que podría dejar destituido al número 1 del Ejecutivo antes del lunes 25.

Es decir, la destitución de Lugo podría frenar el desarrollo de la protesta de los productores.

Actualizado Viernes, 22 de Junio de 2012 12:56

El "golpe institucional" contra el presidente Fernando Lugo en Paraguay es sin duda un llamado de atención para todos los gobiernos "progresistas" de América Latina. Mucho se estuvo discutiendo sobre la soledad de Lugo, su carencia de apoyos en el sistema partidario o su falta de construcción política; por ejemplo, en este post de Avallay. Algo llamativo que abunda en los comentarios al mismo post es la insistencia de muchos "espíritus republicanos" en la legalidad de la destitución de Lugo, por la abrumadora mayoría que la votó en el Congreso, porque se aplicó un mecanismo previsto en la Constitución, etc. No me cuesta mucho imaginar que si el panorama político surgido del conflicto de 2008 alrededor de la Resolución 125 se hubiera resuelto en el sentido deseado por estos dos personajes, habrían llovido los argumentos del mismo estilo. Y tampoco cuesta mucho ver el episodio paraguayo en la línea del derrocamiento de Manuel Zelaya en Honduras, como lo hace el mismo Zelaya.

Algo que me llamó la atención fue la actuación a cara descubierta de sectores del poder económico en el proceso de destitución de Lugo, como lo muestra el cable que encabeza el post. Claro que a la denuncia de los "guerrilleros y facinerosos" que según los agroempresarios generaron la crisis que llevó a la masacre de Curuguaty, puede contraponerse esto que publicó El Mundo de España, medio insospechable de simpatías izquierdistas.

No soy un experto en la situación interna paraguaya pero es indudable que hay múltiples intereses económicos involucrados: los de los agroempresarios y terratenientes, descontentos con un gobierno al que veían cercano a los sectores campesinos, aunque no haya avanzado demasiado en medidas progresistas; los de las multinacionales Monsanto y Rio Tinto Alcán; los medios concentrados, muy relacionados con sus colegas argentinos (tanto que uno de ellos, el ABC Color, publicó esto), u otros intereses como los descritos aquí por Martín Granovsky.

Claro que uno puede preguntarse si esto no está también inscripto en una estrategia extrarregional más ambiciosa, como se plantea en esta columna. En todo caso, seguramente no pasará demasiado tiempo hasta que se devele esa incógnita. Mientras tanto, la ilustración nos recuerda un valiosísimo recurso natural compartido por los países de la Cuenca del Plata, que seguramente está en los planes de muchos poderosos. Y al que habrá que cuidar y defender.

Lo que es seguro, es que en Paraguay el poder económico y sus representantes políticos han mostrado abiertamente su falta de escrúpulos y su decisión de actuar sin tapujos contra un Presidente elegido por el pueblo, cuando vieron llegado el momento oportuno (quizás gracias a circunstancias prefabricadas). Total, después abundan los dispuestos a dar justificaciones institucionalistas.


P.S.: No puedo dejar de recomendar esta edición de Café Las Palabras dedicada a Paraguay, con la participación estelar de Abel como representante de la blogósfera. Y también quiero llamar la atención sobre este artículo, que revela un peligro inesperado que le ha surgido a la Argentina a partir de la crisis paraguaya (:P).