viernes, abril 25, 2008

Otro setentismo

En un artículo salido el domingo pasado en Página/12, Nicolás Casullo reflexionaba sobre el tema de los medios de comunicación y recordaba la riqueza de los análisis y debates que se hacían al respecto a principios de los '70. Y terminaba con esta frase que me quedó grabada:

A veces los ’70 no son sólo muerte y duelo. La memoria también es esto.

Y que me hizo volver a reflexionar sobre cómo se ha instalado la idea de los '70 y el "setentismo" como algo negativo y vinculado a la violencia (qué raro, usar "noventista" para descalificar a alguien es bastante menos común). Pareciera que la acción guerrillera o la represión de la Triple A y luego el Proceso fueran lo único que vale la pena recordar de esa época, ignorando todo el resto. Yo no puedo dejar de pensar en un apoderamiento de significado, al mejor estilo Humpty Dumpty. Es otro de los signos de que la derrota de toda perspectiva nacional autónoma a partir de 1976 fue no sólo política, económica y social sino también cultural.

Como hace rato que perdí la inocencia, supongo que hay varios a los que no les interesa que se recuerde que en esa época, por muy pocos meses y en medio de enormes dificultades y (sí) un clima de creciente violencia, se planteó el último proyecto de Nación que tuvo la Argentina. Debe haber algunos que identifiquen esa etapa gubernamental como de "caos" y "dirigismo estatista", otros preferirán no recordarla porque "no les da el cuero" para volver a pensar un verdadero proyecto nacional.

Gracias (de nuevo) a la Historia de la Economía Argentina que publica Página/12 (*), me encontré con el testimonio invalorable de un protagonista de esos días: Carlos Leyba, subsecretario de Programación Económica durante la gestión de José Ber Gelbard en el Ministerio de Economía.


"El programa más progresista de la historia de la Argentina"
por Martín Fiszbein

Carlos Leyba es licenciado en Economía Política en la Universidad de Buenos Aires. Es profesor regular titular de Sistemas Económicos Comparados de la Facultad de Ciencias Económicas de esa Universidad. Fue director de la carrera de Economía de la UBA, presidente del Fondo Nacional de las Artes y coordinador del Programa Argentino del Desarrollo Humano elaborado por el Senado de la Nación y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

- ¿Cuáles eran los puntos de vinculación entre el programa económico propuesto con el retorno del peronismo y los planteos programáticos en los que habían acordado anteriormente la CGT y la CGE?

- Existía una profunda coincidencia en defender la industria nacional y una gran preocupación por el tema de la inflación, en la medida en que iba erosionando el poder adquisitivo. En la mayoría de los programas económicos anteriores y posteriores, el Ministerio de Economía era considerado una torre de marfil controlada por grupos que creían tener mayor información que el resto y cuyo valor máximo era la sorpresa, creyendo que se impondrían a las expectativas de la sociedad. Nuestro planteo era filosóficamente el contrario: la sociedad toma decisiones en común acerca de cómo encaminar su situación. La última etapa del plan fue la realización de un documento donde firmaron todos: políticos, empresarios, sindicalistas acerca de qué cuestiones se iban a privilegiar. Terminó siendo el programa más progresista de la historia de la República Argentina.

- ¿Cuáles fueron las principales resistencias al plan?

- Nosotros éramos conscientes de que íbamos a tener que mantener el tipo de cambio en términos reales, devaluando si era necesario, y lo queríamos incorporar a las coincidencias. Sin embargo, Alfredo Gómez Morales lo rechazó. Se opuso terminantemente a que se incluyera una línea sobre el tema. Nosotros no deseábamos que se apreciara el tipo de cambio.

- ¿Cuál era el objetivo del tipo de cambio real estable?

- Las exportaciones. Nuestro programa era absolutamente industrialista, queríamos una política ofensiva. Puede que no existiera tanta conciencia entre el gran público o entre los políticos, pero ya en la literatura de la época, entre los economistas, todo el mundo entendía que la salida era el desarrollo industrial. La bonanza de los precios favorables servía para dar un salto y de hecho lo dimos.

- ¿Por qué se impuso la visión de Gómez Morales?

- Gelbard, que era un empresario con ideas económicas muy firmes, tenía, como mucha gente de mi generación, un profundo respeto por Gómez Morales, que era un importante representante del pensamiento peronista. Éste creía que el tipo de cambio tenía que ser relativamente fijo. Adhería a la idea de que toda devaluación era una baja de salarios. Pese a que lo estimaba personalmente, él y su tozudez nos costaron bastante, y al país también.

- ¿Cómo se desenvolvieron las negociaciones?

- Fuimos con el documento, lo leímos en voz alta y hubo dos acontecimientos destacables. El primero, la absoluta conciencia de Rucci (rodeado de guardaespaldas con ametralladoras) al decir "yo sé que al firmar esto estoy firmando mi sentencia de muerte". Los empresarios firmaron. Si me preguntás si firmaron por lo que dijo Rucci y si a partir de entonces tomaron la dimensión del sacrificio sindical, diría que tuvo que haber influido. Porque todo lo que contenía esa resolución era un cambio de visión ideológica. Estábamos inaugurando en América latina el camino de la Concertación Social. Quizá con extrema ingenuidad y voluntarismo. Nos apoyábamos en las experiencias europeas de posguerra. No era un invento. Era algo lógico en un país muy trabado por cuestiones políticas y donde se venía de un período de tremendo crecimiento de la productividad y en el mismo lapso de una regresión en la distribución del ingreso.

- ¿Cómo evalúan ustedes la muerte de Rucci en términos del Plan?

- Veníamos de tener un cimbronazo grande con la renuncia de Cámpora, la presidencia de Lastiri y finalmente el ascenso de Perón, que lo confirma a Gelbard. Hasta los sectores más recalcitrantes veían a Perón como un salvador, como un líder que venía a poner orden. Y para quienes nos sentimos parte de la corriente nacional venía a definir la Argentina del futuro. En el contexto posterior al triunfo de Perón, la muerte de Rucci fue una respuesta de parte de Montoneros. Nos decían "no se van a llevar a Perón para allá". Así, Montoneros expresó lo esencial de su ideología: la no aceptación de lo que el peronismo era. O sea, un movimiento nacional que tiene sectores progresistas, conservadores, trabajadores, empresarios. Ellos vieron en la figura de Rucci una manera de limitarnos. Podrían haberlo matado a Gelbard, pero en ese caso simplemente hubieran logrado destruir un proceso y la batahola hubiese sido más gravosa para ellos. En cambio, de esa manera nos cercaban y lo obligaban a renunciar. Medida que no hizo.

- ¿Cuál era el diálogo con Perón en referencia al programa?

- El presidente tenía una relación de absoluta intimidad y confianza con Gelbard, nada más que con él. Representaba un empresario nacional, astuto, lleno de vinculaciones políticas, que le garantizaba la cintura política necesaria para no llevarle conflictos complejos. Un hombre capaz de hablar con las piedras, un operador de primer nivel. Perón se involucró a través de esa relación y convalidó el programa porque era de modernización del país. Una expresión de su frase "para un argentino no hay nada mejor que otro argentino". Eso es el Pacto Social. No se trata de creer que no hay conflicto, sino que éste está entre ser o no ser Nación. El primer aspecto en el que Perón intervino directamente fue con la crisis del petróleo. Ninguno previó su crisis. Regulamos la circulación de autos, un día patente par y otro impar, para bajar el consumo de naftas. Los precios de los insumos importados subieron en 900 por ciento y el país no tenía la capacidad petrolera y gasífera que tiene hoy. Perón, que no era un tipo cualquiera, hizo lo siguiente: a) Yacyretá, b) el Gasoducto de Bolivia y c) el Acuerdo del Río de la Plata. Todo eso sólo en un año, lo que habla de un estratega. Tenía una visión por encima del común. El problema fue que con ese incremento del precio de las importaciones, los insumos básicos pegaron un tremendo salto. Estábamos en una situación en que nos urgía trasladar esos precios a la producción. Habíamos autorizado los ajustes por telegrama a la Secretaría de Comercio, pero íbamos con D'Adamo en el auto del Ministerio y escuchamos por la radio a Perón diciendo que no se iba a ver ningún aumento a pesar del incremento del precio del petróleo. Te imaginás, lo dijo Perón, no había quién pudiera dar vuelta eso. Luego se negoció y con el tiempo fuimos trasladando esa suba a los precios.

- ¿Hasta qué punto la rigidez se volvió contra el plan y cuáles fueron las alternativas que se tuvieron en cuenta y no se terminaron aplicando?

- Todo régimen de administración fracasa cuando lo dan de baja. Creíamos que permanecería. Había que mejorarlo, para lo cual lo primero era que existiesen mecanismos sanos de negociación sobre los precios. El segundo tema lo constituía la institucionalización. Las personas son efímeras, por lo que uno debe tender a construir instituciones. A institucionalizar el diálogo. Creamos una comisión para asegurar que todos fueran escuchados. Esto era una iniciativa nueva para la Argentina, que venía de regímenes militares donde la decisión estaba tomada por una persona en forma unilateral.

- ¿Cuáles fueron los errores?

- Como economistas profesionales sabemos que si no existe señal de precios al mercado, la inversión no reacciona. O sea, se tienen que crear señales ad hoc para que se invierta. Donde fallamos fue en el marketing y en movilizar las expectativas empresariales para llevar a cabo ese proceso. Convengamos que cuatro presidentes, los Montos, la bandera, la salida de la cárcel, no era un clima friendly para los negocios. Recién cuando nos estábamos yendo despegó el proceso de inversión, proyectos presentados a la Secretaría de Industria, apuntalados por la demanda sostenida. Faltó el diálogo para la inversión, pero estábamos muy preocupados por el corto plazo. El Plan Trienal tenía muy claro el horizonte de expansión de la frontera agropecuaria. Éramos industrialistas, pero no antiagrarios. No éramos unos grandes ilustrados, sino que el país había desarrollado numerosas ideas, la Facultad de Agronomía, el INTA, profesionales de Energía. Lo que hicimos fue escuchar a todo el mundo y poner detrás el peso del Estado. La institucionalización no la logramos, pero a Gómez Morales le dejamos un escenario totalmente administrable, a tal punto que la demanda salarial máxima de la CGT fue del 11 por ciento. Esa cifra da una pauta de cómo estaba la situación. Las tarifas de servicios públicos estaban bastante bien, el tipo de cambio un poco estancado, pero por la resistencia del propio Gómez Morales. En un escenario político confuso dejamos un buen escenario. Después, lo de Isabel fue terrible. Yo escribí doce renuncias a pedido de Gelbard y cada vez que él iba a renunciar Isabel lloraba y le pedía que no se fuera. La idea nuestra era irnos, pero como no nos íbamos estuvimos sometidos a la humillación permanente de la Casa Rosada. No nos dejaron pasar ninguna medida.

- ¿Cómo jugó la muerte de Perón en todo ese proceso?

- Fue un elemento central. Estuvimos casi dos meses paralizados. No habíamos logrado una institucionalización que superara la figura del presidente en la Casa Rosada, cualquiera fuera el que estuviera allí. Nosotros habíamos firmado una ley que les brindaba dinero a las centrales empresarias y obreras y a los partidos políticos. Queríamos instituciones sólidas para que pudiesen sostener ideas. Cuando los liberales hablan de las instituciones, aunque por razones distintas, tienen razón. Si no tenés una CGT y un grupo industrial nacional en serio, ¿cómo podés pelear por lo que uno quiere hacer? Éramos conscientes de que no estaban puestos los cimientos. Se erosionó todo y terminó con el Rodrigazo, que fue letal. Fue la ruptura definitiva del Pacto Social que era, en mi opinión, la última etapa de esa década de crecimiento.


Historia de la Economía Argentina del Siglo XX - Fascículo 34, Ed. La Página, p. 540.


Aclaración: ni por asomo me interesa vincular la situación actual con la de 1973-74, o sugerir que alguna de las políticas de la época pueda ser aplicable hoy día. Sólo quiero rescatar una manera de pensar y actuar que parece sepultada en el olvido, y que es urgente recuperar.


(*) La lectura del fascículo Nº 37 que salió esta semana, "Los objetivos económicos de la dictadura militar", es im-pres-cin-di-ble.

lunes, abril 21, 2008

A clase

Se inició el Curso de Formación Política "Las luchas sociales y políticas en la Argentina de los últimos 50 años", dictado y coordinado por el historiador Norberto Galasso, en el Teatro ND Ateneo, los días martes a las 19.30 horas y hasta el 1º de julio. Se anuncia como invitados a Mario Rapoport, Héctor Valle, Rubén Dri, Germán Ibáñez, Maximiliano Molocznik, Mara Espasande y Facundo Cersósimo.

La primera clase, dictada el pasado martes 15, correspondió a la unidad 1: ¿Cómo se conformó la Argentina agropecuaria? ¿Cuáles fueron los mecanismos históricos de la dependencia económica de nuestro país? ¿Qué significó el radicalismo yrigoyenista? ¿Cómo se llegó al 17 de octubre?

Hasta el sábado 26 de abril puede accederse al audio de la clase en el sitio de almacenamiento de archivos YouSendit. Aquí se proporcionan los links para acceder a la primera y a la segunda parte de la clase. Una buena oportunidad para acceder a voces del pensamiento nacional, con el fin de reflexionar acerca de los grandes temas de nuestro país y de paso alejarse del barullo massmediático reinante.

Ah, y ¡Salud, Paraguay!

viernes, abril 18, 2008

Y se vino nomás

Retomando un tema ya tratado aquí y con las pruebas ahora a la vista, paso a difundir una gacetilla de prensa de los representantes de los padres integrantes de Cooperadoras Escolares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Representantes de los padres cuestionan la política educativa de Macri

Hacia dónde va la Educación Pública en la Ciudad

A más de cien días de iniciada la gestión Macri al frente del Gobierno porteño, los Representantes de las Asociaciones Cooperadoras Escolares de la Ciudad de Buenos Aires elaboraron un crítico documento sobre la política educativa que lleva adelante el Ministro de Educación Mariano Narodowski.

Los representantes de los padres de alumnos en las Escuelas Públicas señalan que, buscando imprimir autoridad en el área educativa, los gobernantes imponen decisiones arbitrarias, desprecian el diálogo con los padres, implementan medidas que centralizan tanto la planificación como la implementación de políticas pedagógicas, y prohíben a los docentes y a los directivos que hablen con la prensa y que asistan a reuniones sin la autorización del Ministerio, aun en la propia escuela. Los Cooperadores deducen que el Gobierno de la Ciudad confunde “autoridad con autoritarismo”.

Los padres tampoco ahorran críticas al plan para revertir la emergencia edilicia educativa. Señalan ineficiencia, inoperancia y el manejo discrecional de fondos extraordinarios para infraestructura escolar. Mientras tanto, hay decenas de escuelas sin gas, con problemas estructurales y sin adecuadas instalaciones eléctricas.

Respecto de la centralización y rigidez en los lineamientos impartidos por los funcionarios de Narodowski, los representantes del Movimiento Cooperador sostienen que atentan “contra las particularidades de cada realidad escolar y tienden a eliminar cualquier huella de identidad propia y diferenciada que haya construido cada comunidad educativa”, principios consagrados en la Constitución de la Ciudad.

En el documento expresan que “con una disponibilidad de fondos de 450 millones de pesos y ante una situación de emergencia (edilicia en los colegios), declarada por Ley, el Gobierno de la Ciudad solamente tuvo capacidad operativa para pintar tres (3) escuelas en tres (3) meses de gestión”, marcando el fracaso en la realización de las obras, a la par que denuncian el colapso, la ineficiencia y la inoperatividad del Call Center habilitado por la Dirección General de Infraestructura para atender las necesidades de las escuelas.

Desde las Asociaciones Cooperadoras perciben que la política oficial es alejar a los padres de las escuelas, y afirman que “la Educación Pública no puede estar supeditada a un proyecto político partidario. La Educación debe estar al servicio de los alumnos, en el marco de una política educacional ampliamente consensuada en el tiempo”. Finalmente advierten a las autoridades: “Quienes no entiendan esta premisa, que vayan vaciando los cajones de sus despachos, porque como ciudadanos, como padres y como cooperadores, no vamos a dejar que se ponga en juego el futuro de nuestros hijos”.

Quienes firmamos esta gacetilla de prensa NO FORMAMOS PARTE DE PARTIDO POLITICO ALGUNO, fuimos elegidos democráticamente por los padres cooperadores de nuestros respectivos Distritos Escolares según la Resolución Municipal 2636/02.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 31 de marzo de 2008

Comisión Asesora de Representantes de las Asociaciones Cooperadoras Escolares de la Ciudad de Buenos Aires – Res. 2636/02.


(Quien desee acceder al documento completo, puede solicitarlo a mi dirección de mail de contacto.)

miércoles, abril 16, 2008

Cambio de identidad

Hace ya casi dos años, este blog surgió como una vía para canalizar algunos entripados personales y para agitar ciertas causas tomadas como nobles por quien escribe.

Pese a que esto nunca tuvo ninguna intención de trascendencia, algunos hechos inesperados me obligan a un mínimo replanteo. La identidad de fantasía usada hasta ahora ya me resulta chocante y debe ser eliminada antes de que crezca. A partir de ahora será reemplazada por otra más cercana a mi identidad real. Esto no implica para nada un abandono del Lobo Estepario, sino a lo sumo un alejamiento de este otro personaje:


miércoles, abril 09, 2008

Unas burbujas de Historia

Muy buena la nota del Ieco sobre los nuevos negocios de la familia Bemberg, y muy bueno también el post que Tavos le dedicó en Homoeconomicus. Que motivó entre otros comentarios, uno de Severian que dice así:

"En todo caso es bueno saber algo sobre la burguesía argentina, para empezar a pensar en qué se parece a la de otros países y en qué no. Tal vez allí esté alguna de las razones de nuestra historia."

Lo que me hizo pensar que era la oportunidad de traer algo que encontré una vez en una colección de Historia Argentina, con datos interesantes sobre el fundador de la dinastía ex cervecera:


Los proveedores del Ejército en 1865-1870

"Durante la Guerra de la Triple Alianza numerosos prestamistas particulares y proveedores del ejército acumularon fortunas. Entre ellos figuran: Otto Pedro Bemberg (1827-1895), Ambrosio Plácido Lezica (1815-1881) y Anacarsis Lanús (1818-1888). Estos fuertes capitalistas porteños abastecían a los ejércitos de Argentina, Brasil y Uruguay de víveres, armas, vestuarios, tabaco, yerba, alcohol y otros artículos. Compraban en Europa y en Estados Unidos grandes partidas de armas y vestuarios, sobrantes de la campaña de Crimea y de la Guerra Civil y luego los vendían a los gobiernos aliados. El gobierno de Buenos Aires adquirió en abril de 1865, cuando los paraguayos invadieron Corrientes, 14.000 fusiles, 7.000 carabinas, 11.000 sables y 9 cañones. Estas armas eran sobrantes adquiridos apresuradamente en Europa y un oficial argentino en campaña, Francisco Seeber, se quejaba con estas palabras: "Los fusiles que nos han dado son de muy mala calidad. Son de fulminante, factura alemana para la exportación, y en muchos no revienta el fulminante al primer golpe de martillo. Cuando llueve se mojan los cartuchos que llevan nuestros soldados en sus defectuosas cananas. Nuestra artillería tiene defectos en su material y las espoletas no revientan...". El tasajo que se enviaba a los campamentos para consumo era terrible. Se comía fariña cocida y carne vacuna asada cuando se carneaba el ganado. Los proveedores habían instalado vivanderos con locales en los campamentos aliados de Concordia y Paso de la Patria donde estaban concentrados 50.000 hombres. Había allí almacenes, tiendas, teatro, billares, cafés, burdeles, consultorios médicos, dentistas, embalsamadores. Todo se vendía a altos precios y allí oficiales y soldados dejaban sus pagas."

Historia Argentina - Tomo 4, supervisión y dirección Prof. Vicente Gesualdo, Ediciones Océano, Buenos Aires, 1984, p. 744.


Buscando más datos sobre el tema me encontré con esto, donde tras describir turbios negociados en que se vieron envueltos algunos allegados al señor de la foto, se dice lo siguiente:

"El escándalo de los negocios comenzó a levantar polvareda y fue muy comentado en Buenos Aires. El diario “La Época”, vocero del partido radical de Hipólito Yrigoyen comentaba:

“Durante la guerra del Paraguay nuestros soldados morían de hambre en las esteros, mientras afortunados proveedores, gentes de altas influencias amasaban millones. Aquellos abusos llegaron a tan escandaloso grado, que un enérgico movimiento de opinión exigió se investigasen las turbias proveedurías. Pero un providencial incendio consumió los archivos de cuentas de la guerra del Paraguay. Las llamas cancelaron toda deuda y borraron los restos de todo delito. El incendio salvó muchos nombres y muchas reputaciones, purificando muchas biografías.”

Al mismo tiempo que la opinión pública condenaba a “las turbias proveedurías”, en Buenos Aires se constituía una Sociedad Anónima, integrada por el general Mitre y los señores Anacarsis Lanús, Cándido Galván, Ambrosio Lezica, Rufino de Elizalde y otros, para dedicarse a la actividad periodística.

La sociedad se hizo cargo de “La Nación Argentina”, que el antiguo secretario de Mitre José María Gutiérrez había fundado el 17 de septiembre de 1862 para preparar a la opinión pública para la guerra del Paraguay. La nueva sociedad le suprimió la palabra “Argentina”, por lo que quedó solamente el nombre de “La Nación”. En el Editorial, el propio Mitre explicaba el cambio:

“El nombre de este diario es substitución del que lo ha precedido: “La Nación” reemplazando a “La Nación Argentina” basta para marcar una transición, cerrar una época y señalar los nuevos horizontes del futuro. “La Nación Argentina” era un puesto de combate; “La Nación” será una tribuna de doctrina...” (Editorial de La Nación. Año 1, n°1. Buenos Aires, 4 de enero de 1870) (...)

Con este cambio, y la quema de los archivos, no quedaba nada por esconder."

Ahora me explico por qué Don Arturo Jauretche dijo una vez que Bartolomé Mitre había sido "el único prócer en dejar como guardaespalda un diario". Evidentemente, tanto él como sus amigos lo iban a necesitar.

Para terminar volvamos a don Otto y sus sucesores. En esta página se nos dice que "Los empresarios Bemberg tuvieron como objetivo la proyección comunitaria, el mejoramiento del bienestar social y general de sus trabajadores y de las ciudades a las que estuvieron ligados, que abarcó áreas tan diversas como la salud, los servicios urbanos, el deporte, la educación y la cultura en general". Quizás haya sido cierto, pero leyendo este texto de un invitado habitual de este blog, yo tiendo a pensar otra cosa.

jueves, abril 03, 2008

Lección Nº 1

Espero no parecer un maestro ciruela. Pero ahora que se están calmando las aguas tan agitadas en los últimos días, no puedo dejar de tirar algunas reflexiones cosechadas al fragor de los acontecimientos.

Los que sigan este blog quizás hayan notado que no suelo postear en caliente, sé por experiencia que muchas veces mis primeras impresiones de los hechos de actualidad van cambiando y se van decantando con el correr de los días. Quizás, hace algunas horas podría haber escrito algo como esto, salvando las distancias entre mi tosca escritura y la notable prosa de Juan Sasturain. Ahora prefiero enfocarme en otras cosas:

- La palmaria demostración que dieron los hechos vinculados al conflicto Campo vs. Gobierno, de las consecuencias de la absoluta despolitización de nuestra sociedad. De un lado, un Gobierno que quizás creyó que podía seguir manejando el poder sin hacer política. O surfear las olas sin pensar que podía agarrarlo un tsunami. O ignorar y ningunear problemas, aplicando el principio de "aquello de lo que no se habla, no existe".

- Del otro, una reacción desmedida de los sectores afectados, quizás porque lo de las retenciones fue la gota que rebasó el vaso. Una reacción que mostró una increíble coincidencia entre sectores con intereses contrapuestos: pequeños productores exigiendo medidas que favorecen a los grandes pools, o enfrentándose al Gobierno cuando en realidad deberían buscar el apoyo del Estado, etc. Una explicación de esto podría ser una inaudita torpeza del Gobierno, que no calibró la gravedad de la situación a tiempo y al que no se le ocurrió encarar con antelación una negociación "segmentada" para evitar un frente agrario unido como el que se formó. Otra explicación posible es que las coincidencias no sean tan extrañas, y que los "pequeños y medianos productores" representados por la Federación Agraria Argentina en realidad tengan más puntos en común con los grandes pulpos de lo que comúnmente se cree (algo de eso se comenta aquí).

- De los condimentos del conflicto, como el cacerolazo fashion y la respuesta de D'Elía y sus muchachos, creo que ya se ha hablado demasiado y a mí me parece que son hechos sin demasiada sustancia, más allá de lo chocante de algunos episodios (el tratamiento que les dieron los medios es un tema aparte). En suma, y más allá de lo que crean sus protagonistas, no le veo a esos enfrentamientos un espesor mucho mayor que el de una pelea entre barras bravas. Porque no hay una oposición de proyectos políticos concretos, sino (de un lado) una mezcla difusa de prejuicios sociales y raciales, descontentos por motivos reales o imaginarios, idealización de la "gente como uno" y demonización de "los otros", etc. Y del otro lado, una adhesión que no parece ir mucho más allá del "aguante", que parece sentir que hay algo para defender, aunque no se sepa muy bien de qué se trata.

Después de esta latosa introducción trataré de ser un poco más concreto. ¿Por qué dije lo de "absoluta despolitización", cuando parecen resurgir y exacerbarse antinomias de vieja y nueva data? Porque parece haberse olvidado una verdad de Perogrullo: estar a cargo del Gobierno, no es sinónimo de conducir. Y la sociedad, mientras sale de su crisis económica y está demasiado ocupada en lo individual para vislumbrar un proyecto colectivo (de Nación, me gustaría decir), hace de cuenta que no pasa nada. Una ficción que puede mantenerse hasta que lo oculto estalla: problemas de verdad, problemas de mangos contantes y sonantes, de gente que no quiere que le metan más la mano en el bolsillo (aunque éste le siga quedando bastante lleno). Problemas sobre los que se monta un cúmulo de descontentos, desde los adoradores del republicanismo abstracto hasta los nostálgicos del Proceso. Y ahí sale a la luz la verdad. No hay conducción, no hay cuadros intermedios, no hay una masa popular que se sienta representada por un proyecto en común. Hay una inercia o un instinto defensivo que permite actos como el del martes, pero ¿hasta cuándo puede seguirse así, cuando los problemas reales empiezan a apremiar y el poder y la influencia de los medios es tan determinante para distorsionar la realidad y para manipular a la "opinión pública" (de las clases pensantes, of course)?

En un post anterior me atreví a recomendarle a la gente del Gobierno que leyera este libro. Ahora, viendo a ciertos "dirigentes" de la protesta agraria, que hacen alardes de irresponsabilidad y analfabetismo político (invocando los atributos viriles de los "hombres de campo", o queriendo hacer sentir que tienen al país en un puño), quizás sólo porque tienen una cámara de televisión adelante, creo que hay mucha más gente que tendría que leer ese libro.

Para el que quiera empezar un curso a distancia, mando algunos párrafos que me parecen adecuados al momento actual.


ELEMENTOS DE LA CONDUCCIÓN

"Por eso yo he puesto en la primera bolilla "Elementos de la conducción política". Los tres elementos de la conducción política son: primero: los conductores; segundo: los cuadros auxiliares de la conducción, y tercero: la masa y su organización. El conductor político, trabaja con estos elementos. Dentro de esos elementos están todas las materias con que debe trabajar el conductor político."


LA BUENA CONDUCCIÓN SE MIDE POR EL ÉXITO

"En el arte de la conducción hay sólo una cosa cierta. Las empresas se juzgan por los éxitos, por sus resultados. Podríamos decir nosotros: ¡qué maravillosa conducción!, pero si fracasó, ¿de qué sirve?"

"La conducción es un arte de ejecución simple: acierta el que gana y desacierta el que pierde. Y no hay otra cosa que hacer. Lo suprema elocuencia de la conducción está en que si es buena, resulta; y si es mala, no resulta. Y es mala porque no resulta y es buena porque resulta. Juzgamos todo empíricamente por sus resultados. Todas las demás consideraciones son inútiles."


CONDUCTORES, CUADROS Y MASAS

"Empezaremos a tratar hoy la primera parte, o sea los "Elementos de la conducción política". Dijimos que los elementos de la conducción política son: los conductores, los cuadros y la masa. ¡Esa es la arcilla con la cual se trabaja en la conducción política! Debemos conocerlos profundamente, de la misma manera que el escultor que va a hacer una obra tiene que conocer cómo se trabaja en arcilla, cómo se trabaja en yeso y cómo se trabaja en piedra y cuáles son las condiciones de la arcilla, del yeso y de la piedra para poder comenzar él no solamente a modelar, sino a dirigir el modelamiento de esos "elementos duros", como los llaman los escultores. Conociéndolos llegará a una forma más perfecta que aquél que trabaja los elementos de su arte."


CONOCIMIENTO DE LOS ELEMENTOS DE CONDUCCIÓN

"Ese perfeccionamiento es la ventaja de la conducción. Hay hombres que sin haber conducido nunca, conducen bien, y otros, que habiéndolo hecho siempre, conducen mal. Los segundos quizá tengan otros conocimientos que escapan a los primeros. De eso es precisamente, de lo que nos servimos nosotros."

"Vamos a estudiar cuáles son las condiciones que deben tener esos conductores, cuáles deben ser las condiciones que debemos desarrollar en los auxiliares de la conducción, que son los hombres que encuadran la masa que se conduce, y qué condiciones debe tener la masa para que obedezca y realice un trabajo inteligente, para que no sea una masa inerte, la que los romanos llamaban... "mudo y torpe rebaño" ¡Esta no es la masa que le conviene a un hombre que conduce!"


PREPARACIÓN DE LA MASA

"Lo primero que hay que hacer es despertar en la masa el sentido de la conducción. Los hombres se conducen mejor cuando quieren y están preparados para ser conducidos. Es muy difícil conducir una masa que no está preparada; y esa preparación es de dos órdenes: una preparación moral para que sienta el deseo y la necesidad de ser conducida; y otra intelectual para que sepa ser conducida y ponga de su parte lo que necesite para que la conducción sea más perfecta. El último hombre que es conducido en esa masa tiene también una acción en la conducción. Él no es solamente conducido; también se conduce a sí mismo. Él también es un conductor, un conductor de sí mismo!"


UNA MASA DE CONDUCTORES

"Si conseguimos una masa de conductores, imagínense qué fácil será la conducción. Estos elementos de la conducción son la base de toda la conducción. Es imposible conducir cuando no existe en estos elementos el sentido de la conducción."


PELIGROS DE LA MASA IGNORANTE

"Algunos creen que una masa se conduce mejor cuanto más ignorante sea. Es teoría también de algunos conductores políticos. Cuanto más ignorante, mejor -piensan-, porque ellos la conducen según sus apetitos. Los apetitos propios de una masa de ignorantes son malos consejeros para la conducción, porque los apetitos están en contra de la función básica de la conducción: que sea una masa disciplinada, inteligente, obediente y con iniciativa propia. Esa es la masa ideal para conducir, es la masa fácil, la que se conduce sola, porque hay momentos que pierde la acción del conductor, que "se va de la mano del conductor", y en esos momentos debe conducirse sola."


LA MASA INORGÁNICA ES CAUSA DE CATACLISMOS POLÍTICOS

"Ese es, en política, un fenómeno que sucede todos los días. Cuando una masa no tiene sentido de la conducción y uno la deja de la mano, no es capaz de seguir sola, y se producen los grandes cataclismos políticos. Así fue la revolución del 6 de septiembre. La masa misma se alzó contra su propio conductor. Y lo echó abajo. Era una masa inorgánica, que no estaba preparada para ser conducida. Eso trae graves trastornos."


DARLE AL PUEBLO UNA CAUSA PERMANENTE

"Muchos dicen: "El pueblo está hoy con uno y mañana con otro". ¡hay que preparar al pueblo para que esté con una causa permanente! Si no tiene una causa hay que crearla!..."


EL CONDUCTOR DEBE SER MAESTRO

"Por eso conducir, en política, es difícil, porque a la vez de ser conductor hay que ser maestro; hay que enseñarle a la masa; hay que educarla; hay que enseñar a los intermediarios de la conducción, porque la conducción no se puede realizar con un hombre y una masa, porque esa masa no está encuadrada, se disocia. La masa debe estar encuadrada por hombres que tengan la misma doctrina del conductor, que hablen en su mismo idioma, que sientan como él. Eso es lo que nosotros queremos desarrollar y la tarea principal de la conducción... Sin eso no se puede conducir. Es como si yo, general, quisiera ir a la guerra contra un país y le dijera al pueblo argentino: "¡Venga un millón de hombres; vamos a pelear" ¿Adónde los voy a llevar? Tengo que tomar al millón de hombres, enseñarles a pelear, desarrollar su instrucción, su intuición de lucha, su espíritu de lucha, darle la causa por la cual luchamos y, entonces sí, nombrar sus oficiales y suboficiales para que los encuadren. Después me pongo al frente y, entonces..., ¡pan comido!"


INTERPENETRACIÓN DE MASA Y CONDUCTOR

"En esto, como en todo lo demás, se comienza a construir desde abajo y nunca desde arriba. Es inútil dar a una masa inorgánica y anárquica un conductor. Lo van a colgar. Primero hay que formar esa masa. Sobre ella edificar y, al final, en el vértice de la pirámide, ahí va a estar el conductor, y esa masa lo va a llevar al conductor cuando el conductor no pueda llevarla a ella, porque la conducción no se hace sólo por medio del conductor."


EL CONDUCTOR ES A VECES CONDUCIDO

"Es decir, que la conducción tiene ese fenómeno extraordinario, y el conductor es, a veces, conducido por los propios elementos de la conducción, cuando ellos están capacitados. Pero, si no lo están, la primera vez que flaqueen, el conductor se hunde él con todos sus cuadros."


SÓLO SE CONDUCE LO ORGÁNICO Y LO ADOCTRINADO

"Quiero hacerles comprender que no se conduce ni lo orgánico ni lo anárquico. Se conduce sólo lo orgánico y lo adoctrinado, lo que tiene una obediencia y una disciplina inteligente y una iniciativa que permite actuar a cada hombre en su propia conducción."

"Esto es simple: un conductor, por genial que fuese, no podría llegar a cada uno de los millones de hombres que conduce. Hay una cosa que debe marchar sola; es decir, la doctrina, que pone a todo el mundo "a patear para el mismo arco". Ya eso le da una dirección a la masa. Luego está la organización, que le da unidad en la ejecución de las cosas. Sin esa unidad de concepción y sin esa unidad de acción, "ni el diablo puede conducir". Es decir, que en la conducción no es suficiente con tener -como algunos creen- un conductor. ¡No!"


ORGANIZAR, EDUCAR, ENSEÑAR, CAPACITAR Y CONDUCIR

"El conductor no es nada si los elementos de la conducción no están preparados y capacitados para ser conducidos. Y no hay conducción que pueda fracasar cuando la masa que es conducida tiene en sí misma el sentido de la conducción. Por eso, conducir es difícil, porque no se trata solamente de conducir. Se trata, primero, de ORGANIZAR; segundo, de EDUCAR; tercero, de ENSEÑAR; cuarto de CAPACITAR, y quinto, de CONDUCIR. Eso es lo que nosotros debemos comprender.(...)"


FRACASO DE LAS CAUSAS SIN DOCTRINA

"Sobre este mismo tema analizaremos, próximamente, algunas revoluciones que no tienen doctrina, cómo van muriendo y deformándose, cómo se han perdido, cómo las buenas causas se transformaron en las causas más atroces que ha tenido la humanidad por falta de una doctrina que asegurara la consolidación y la continuidad."


DEFORMACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE LA CONDUCCIÓN

"Todo eso es siempre un fenómeno de deformación de los elementos de la conducción; por deformación de los conductores, que se transforman, con el poder, en tiranos, o de los cuadros intermedios, que, despertado el apetito, deforman ellos la conducción en la escala intermedia, o por deformación de las masas, que entran en los períodos anárquicos en que todas las masas entran cuando están insatisfechas, no están bien dirigidas o conducidas por los auxiliares de la conducción."


DESARROLLO DE LAS VIRTUDES EN LAS MASAS

"Es decir: todos esos fenómenos, los cuales, muchas veces, la gente no se explica, tienen su explicación en la descomposición de cualquiera de estos tres factores. No son errores, sino más bien son vicios. Y, como siempre, si los errores se modifican y corrigen racionalmente, los vicios se modifican y corrigen con virtudes. Por eso nunca está de más el desarrollo de las virtudes en las masas, porque con las virtudes las masas dominan todas las posibilidades de anarquismo y de disociación."


FRACASO DE LOS POLÍTICOS QUE OLVIDARON LOS ELEMENTOS DE LA CONDUCCIÓN

"Por eso, señores, en nuestras futuras clases, al considerar el conductor en sí, al considerar los cuadros en sí, las condiciones necesarias y la masa en sí, hemos de ampliar este tema. Solamente he querido poner en evidencia, para que no lo olviden, que no se trabaja en la conducción con otro elemento que con el conductor, con los cuadros que encuadran esa conducción y con la masa que se conduce."

"Los conductores que se equivocan en esto es porque echan mano de otras cosas y pierden el tiempo en cuestiones secundarias abandonando lo fundamental de la conducción, que son esos tres elementos."

"Por eso los políticos perdieron la masa del pueblo, porque se dedicaron a algunas "macanas", "desconformaron" la conducción auxiliar, no la mantuvieron dentro de la disciplina, porque, por logrería política, se embanderaron con un pequeño grupo, luego con otro, y ellos fueron los autores que descompusieron la organización de los cuadros."


VANIDAD ESTÉRIL DE LOS CONDUCTORES

"Algunas veces los conductores creen que han llegado al pináculo de su gloria y se sienten semidioses. Entonces "meten la pata" todos los días. Los conductores son solamente hombres, con todas las miserias, aún cuando cuenten con todas las virtudes de los demás hombres. Cuando un conductor cree que ha llegado a ser un enviado de Dios, comienza a perderse. Abusa de su autoridad y de su poder; no respeta a los hombres y desprecia al pueblo. Allí comienza a firmar su sentencia de muerte."


EL CONDUCTOR PERFECTO

"Por lo tanto, la conducción debe estar en manos de hombres de un perfecto equilibrio. Napoleón lo definía como un perfecto cuadrado: los valores morales son la base; los intelectuales, la altura. Es necesario que un conductor tenga tanto de unos como de otros. Si logra ese equilibrio, es el hombre de la conducción; pero cuando se le van los valores morales sobre los valores intelectuales, lo llevan a realizar cosas inconsultas, y cuando estos últimos lo sacan de las virtudes, ya no deja "macana" por hacer."


LA CONDUCCIÓN ES LA LUCHA Y EL GOBIERNO ES CONSTRUCCIÓN

"Para terminar, les diré cuál es la formula que la experiencia de tantos años de lucha y de trabajo me han dicho que es la fundamental en la conducción y en el gobierno, dos artes bastante diferentes una de otra. La conducción es la lucha y el gobierno es construcción; pero en los dos priva esta misma regla, que ha de ser imperturbable, sobre todo cuando los hombres llegan a tener un gran poder y una gran autoridad."


DIFERENCIAS ENTRE GOBERNAR Y CONDUCIR

"Algunos creen que gobernar o conducir es hacer siempre lo que uno quiere. Grave error. En el gobierno, para que uno pueda hacer el cincuenta por ciento de lo que quiere, ha de permitir que los demás hagan el otro cincuenta por ciento de lo que ellos quieren. Hay que tener la habilidad para que el cincuenta por ciento que le toque a uno sea lo fundamental. Los que son siempre amigos de hacer su voluntad, terminan por no hacerla en manera alguna. Ustedes han de haber visto esto entre los mismos compañeros. Hay algunos voluntariosos, que siempre quieren imponer su voluntad, que nunca transigen con los otros. Si trabajan en su circunscripción, todo ha de ser para ellos. Esos son peligrosos, nunca llegan lejos y se matan solos en el cambio. No han sido capaces de desprenderse de ese cincuenta por ciento, e ignoran que, en política, como en todo, "el que mucho abarca poco aprieta"."


Juan Domingo Perón, Conducción Política, del Capítulo 1, "Elementos de la conducción".

martes, abril 01, 2008

Apio Verde

San Lorenzo nació el día que Juancito Abondanza se llevó por delante al tranvía. Estábamos jugando un partido en la calle, justo frente a la capilla de San Antonio. El padre Lorenzo Massa salía a la vereda a mirar. En un momento, Juancito agarra la pelota y empieza a disparar como loco. Se cortaba solo y no vio el tranvía, o lo quiso gambetear, la cosa es que se lo tragó. El motorman alcanzó a frenar, pero igual lo golpeó y lo tiró al suelo. El tipo que manejaba y el guarda bajaron furiosos para pegarle a Juancito, pero el pibe era muy ligero y se las tomó mientras los mandaba con madre y todo. Yo estaba parado al lado del padre Massa, porque como era el wing izquierdo siempre jugaba contra la vereda donde se paraba él. El cura era muy cuidadoso. Cuando escuchó que Abondanza los insultaba a los del tranvía, me dijo: "Pero che, qué barbaridad, qué mal educado es ese pibe". Enseguida me preguntó quién era el cabecilla de la barra. "Aquél", le dije, y señalé al Carbuña. Nosotros lo respetábamos mucho. Federico Monti era un pibe que trabajaba de carbonero, por eso le habíamos puesto ese apodo. Lo llamó al Carbuña y le dijo: "Mirá, en el fondo de la capilla tengo un lindo terreno. Si ustedes lo limpian pueden hacer una canchita. Yo les hago hacer los palos en la carpintería de la iglesia de San Carlos. ¿Qué les parece?"

Osvaldo Soriano, Francisco Xarau y Juan Gianella: el nacimiento de San Lorenzo de Almagro, publicado originalmente en La Opinión del 7 de enero de 1973.














"Nos fuimos al descenso/ nos vendieron la cancha/ lo que nunca pudieron/ fue parar a esta hinchada/ que se hizo gloriosa/ en las buena´, en las mala´/ la que lleva en la sangre/ la pasión azulgrana... ¡la pasión azulgra-a-a-na!"

Canto de la hinchada de San Lorenzo, con música de la canción Todavía cantamos, de Víctor Heredia.


Dedicado a Gonzalo, 7locos, Fernando y toda la bloguería sanlorencista.


(Aclaración: todo el post está afanado de aquí).