"La mayor parte de los dirigentes opositores veían en Perón a un nuevo Hitler y calcaban todo lo que pasaba en el país sobre el ejemplo nazi. Y si bien este tipo de diagnóstico simplificaba las consignas y dramatizaba la lucha contra "la dictadura nazifascista", también llevaba inevitablemente a tácticas equivocadas y sobre todo a una drasticidad en la acción política que excluía todo matiz. Pues, ¿cómo pactar con el nazismo? ¿Qué otra actitud podía tenerse con los adversarios sino la pelea frontal hasta su aniquilación? (...)"
"Quienes más habían contribuido a conformar esta mentalidad eran los sectores opositores independientes y los comunistas. Los independientes eran los apolíticos de siempre: personajes que durante la mayor parte de su vida se habían sentido demasiado puros para meterse en política y ahora llegaban, impolutos y solemnes, a indicar el camino de la salida nacional. Los diarios de la época están llenos de sus nombres: figurones que no habían sentido frente al fraude, la violencia y la corrupción de la época anterior, el sagrado fervor que ahora los llevaba a integrar juntas de coordinación democrática, agrupaciones de profesionales democráticos, organizaciones de recuperación democrática... A falta de una trayectoria personal que los justificara - o para hacerla olvidar, en otros casos - estos próceres independientes insistían en sentirse héroes de la resistencia antinazi, radicalizando los términos de la lucha para hacer más meritoria, más heroica, su actuación contemporánea. Fueron los primeros en rodear a Braden, los primeros en presionar para la confección de una unión de partidos, los primeros en rotular de "colaboracionistas" a los radicales que no coincidían con la unión interpartidaria. Eran las señoras histéricas y los jovencitos de buena familia que se dolían del ensoberbecimiento de la chusma y lamentaban el analfabetismo de los militares. Estos independientes impusieron a la oposición su propia tónica y deformaron gravemente la mentalidad y el sentido de la lucha contra el gobierno de facto.(...) "
Félix Luna, El 45, Hyspamérica, Madrid, 1984, p. 136-137.
Uno de las últimas actitudes públicas de don Félix fue integrar el "Grupo Aurora", así que a él seguramente no le gustaría el paralelismo que yo estoy pensando. Pero cuántas resonancias actuales me sugiere este texto... Pucha que vale la pena leer El 45 hoy en día.
P.S.:
Para que el pueblo coma no basta con que tenga hambre. Un proyecto, plan, programa, llamémosle como querramos, debe tener los objetivos y los instrumentos para que el pueblo coma. La Mano Invisible tiene una persistente afición a causar hambrunas.
Este es un comentario que dejó aquí Andrés el Viejo, hace muy poco tiempo. Vaya para él mi abrazo y mi recuerdo.
4 comentarios:
Bueno el recuerdo del cófrade Andrés, un pingazo el tipo.
Y bueno el parangón con la situación actual.
Que fácil Ud. sucumbió ante la pluma denostadora de Luna al sector "independiente". En ese párrafo, menos que la defensa de Perón, a Luna le interesa salvar al radicalismo que él representaba, por eso carga las tintas contra comunistas e "independientes" por la impostura antinazi y el engarce con Braden. Si se fija con atención, en ese libro el propio Luna caracteriza a Perón y sus compañeros del GOU de pronazis. Aunque luego modera el calificativo en vista del pragmatismo de Perón, queda claro que establece el recule de las posiciones pronazis de Perón como consecuencia de la previsible derrota del Eje, no en mejores intenciones ni en las virtudes democráticas del Pocho (si es que las tuvo...).
Le recomiendo el artículo de Leonardo Senkman "El nacionalismo y el campo liberal argentinos
ante el neutralismo: 1939-1943"
http://www1.tau.ac.il/eial.old/VI_1/senkman.htm
Extraigo este párrafo como muestra: "Las fuerzas democráticas, liberales y de izquierda pro-aliadas utilizarán el teatro de la Guerra Mundial como escenario para intentar legitimar su oposición política interna al gobierno de Castillo impostando un dramático discurso ideológico antinazi a escala de la política internacional. Los cambios de gabinete, en enero de 1941, favorecieron esa importación discursiva."
La instrumentación del antinazismo en el enfrentamiento con Perón hay que analizarlo en conjunto con el proceso previo, es decir la impostación antinazi ante el gobierno de Castillo. También hay que recordar que el origen de la Unión Democrática está en la agrupación antifascista Acción Argentina. Al respecto, hay un documentado trabajo del historiador Andrés Bisso, en especial el libro Acción Argentina.
La UCR participó en ese proceso con sus principales figuras. Queda al margen Sabbattini, a quien le imputaban filofascismo. Luna trata de salvar a su partido de la colaboración con Braden, en particular al sector intrasigente (no al sabbattinismo, más allá de alguna simpatía con el cordobés, Luna se siente identificado con la intransigencia).
Del mismo modo, me permito sugerirle el libro de Sidicaro intitulado Los tres peronismos. Ahí podrá ver la relación entre la oposición empresarial a Perón en el 45 con el estado de movilización del gran empresariado en la etapa previa, es decir también durante la administración de Castillo.
Ustedes los peronistas, en su interpretación del carácter novedoso del peronismo y el rechazo suscitado en los sectores medios a las políticas dirigidas a los "grasitas", tienden a cortar el proceso de la SGM como si la etapa anterior al ascenso de Perón no guardara relación con el 45. Luna, fruto de las pasiones vividas, también cometió ese error.
Sospecho que Ud. tirará a este comentario a la basura, ya que no sirve al propósito de vincular al 45 con el presente (vea como lo hizo su compañero Omix en el primer comentario). Me gustaría ver como establece la relación entre el 45 y el gobierno pweronista dirigido por Menem. Lo de la UD con Braden es una nimiedad en comparación con lñas relaciones carnales del gobierno peronista de Menem.
Omix:
Lo conocí a Andrés en la reunión de la Bancaria y pude cambiar unas palabras con él, además de compartir la pizza. Me pareció un tipo de primera. Lo vamos a extrañar mucho.
Gracias por el elogio y por el contrapunto que te mandaste en tu blog, cuando quieras lo seguimos!
Un abrazo.
Félix Lunático:
Suele decirse que todo depende del color del cristal con que se mire. Veamos:
- Uno de los atractivos de El 45 es la inclusión que hace Luna de sus propios recuerdos y de la actuación del sector radical al que pertenecía, a veces en forma bastante crítica. Si hay alguien a quien reivindica abiertamente es a Moisés Lebensohn (una figura para mí absolutamente respetable) y en general a los radicales que adhirieron a la Declaración de Avellaneda, que sin duda es un hito en las mejores tradiciones del radicalismo.
En los "sectores independientes" que menciona no es difícil adivinar a muchos que guardaron silencio ante los atropellos de la Década Infame (o sacaron provecho de ellos). Y tanto en el párrafo que cité como en las declaraciones y las actitudes del sector radical unionista, los conservadores, los socialistas, etc., etc., se nota un mismo tufillo a una mentalidad antinacional y antipopular que sigue teniendo descendencia hoy día.
- La calificación que hace Luna de Perón y sus camaradas del GOU de "pronazis" es bastante matizada, ver por ejemplo:
"(...) No podemos ver el nazismo del 43 con el criterio de hoy. Las bestialidades hitlerianas, las masacres de judíos, toda la vesanía increíble de esos años se conocieron cabalmente recién después de 1945. Hacia 1943 la guerra parecía, para aquellos militares argentinos que usaban gorras altas al estilo germánico, una fascinante confrontación de fuerzas, una de cuyas alternativas podía ser beneficiosa para el país. Además, ¡eran tan fastidiosas esas señoras de la Junta de la Victoria y tan insufribles esos figurones de Acción Democrática...! Sólo por no estar en su misma trinchera daban ganas de ser pro nazi..." (p. 28)
(Supongo que se le chispoteó Acción Democrática por Acción Argentina) De paso, sobre el presunto nazismo de Perón una vez posteé algo con la opinión del embajador británico David Kelly (acá). Le agradezco el link con el artículo de Senkman sobre la neutralidad.
- Coincido en que no puede separarse la etapa de ascenso de Perón al poder de la etapa previa al golpe del '43. Uno de mis libros de referencia al respecto sigue siendo "Poder militar y sociedad política..." de A. Rouquié, quien no se focaliza tanto como Luna en el año 1945 en particular. También le agradezco la recomendación del libro de Sidicaro. Lo que es innegable es el carácter único e inesperado del 17 de Octubre. Según Luna, antes de ese día no se veían peronistas por ningún lado...
- Como verá, no he tirado su comentario a la basura. No es mi propósito hacer una analogía estricta del '45 con el presente sino solamente observar la persistencia de ciertas mentalidades. Veo en este momento una tensión para mí bastante inflada y artificial, y no percibo en el horizonte nada que se pueda comparar con un 17 de Octubre ni nada por el estilo.
- Su mención al gobierno menemista me parece una chicana innecesaria. Justamente, cuando Luna se refiere a los "figurones que no habían sentido frente al fraude, la violencia y la corrupción de la época anterior, el sagrado fervor..." yo veo un paralelismo evidente con los '90. Quizás Ud. no conozca bien mi blog y no sepa que para mí el peronismo (en el aspecto político) es desde la muerte de Perón ante todo un campo de batalla en la lucha por el poder en la Argentina. Le toca a los peronistas (y a los ciudadanos en general) decidir si el peronismo va a volver a ser el mascarón de proa de un proyecto antinacional y antipopular como el de los '90, o va a recuperar sus mejores tradiciones, o simplemente se va a ir extinguiendo con el tiempo.
Saludos cordiales.
Ud. extrae de Luna solamente lo que le interesa, pretende ignorar que Luna califica al GOU de pronazi, con esa palabra: "pronazi" (¿hace falta que transcriba el fragmento?).
Si además, Luna comenta con una burla ácida la impostación de la Junta de la Victoria, etc. no quita esa calificación (le aclaro que acerca del GOU yo no estoy de acuerdo con Luna, aunque por cierto tenía miembros filofascistas y el propio Perón, entre otros puntos, felicita en los documentos de la logia al fascista Genta por designación en la Universidad del Litoral).
Se lo digo para que tenga en cuenta la posición del autor. Así que no hace falta que me cite a Kelly, ni la impostación por el orgullo peronista herido.
En cuanto a la "chicana" sobre el entreguismo peronista-menemista. No la hay, usted escribe (otra vez) sobre antinacionales, antipopulares, sin ningún matiz respecto de la significación de partidos como el PS en la historia nacional, cuando ustedes los peronistas han sido los entreguistas más grandes del siglo XX con Menem a la cabeza.
Espero que reflexione, que en el próximo artículo comente algo de las lacras peronistas, bastante mal le han hecho al país.
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