A 93 años del nacimiento y 10 de la partida de ese ser mágico y genial que fue el Cuchi Leguizamón, por suerte no le han faltado homenajes. Como éste de Laura o este otro de Mariano del Mazo, aunque como dice Mariano, siempre será demasiado poco. Yo me limito a traer su voz y su piano, para que la próxima vez que nos toque tragarnos un sapo, al menos lo hagamos con una sonrisa.
Cuando una casta dirigente se autocritica
Hace 17 horas.
3 comentarios:
Rafa, gracias por el homenaje. En Corrientes al rococo lo llaman cururú, es un bellísimo y asqueroso animal. Siempre que veo uno me acuerdo del Cuchi.
El Cuchi es el recuerdo de mi viejo que lo conoció y lo adoraba, fue abogado y diputado. Un hombre de prosapia, noble en el verdadero sentido de la palabra, Laura cuenta una anégdota que lo pinta muy bien.
Para mi, mas allá de su música, su tesis sobre el vino es lo que mas me interesa. Como hombre de leyes que era sabía de impunidad y afirmaba que el vino era impune, que nadie se tiraba contra el vino, podían criticar a los borrachos pero nunca imputarán al vino, por eso le hizo una canción de cuna al vino “Si el vino me ha dormido tantas veces, es justo que yo lo acune alguna vez”. dice.
http://www.youtube.com/watch?v=1vLpr6v6fSU
Rafa: Gracias por la mención! La del Rococo, y la del zorrito (mostrales el estatuto, mostrales el estatuto!!!) son introducciones gloriosas al pano del Cuchi.
Un abrazo para vos, y para don Boyle
Uy, cómo dejé pasar esto...
Charlie:
Gracias a vos, por el dato del cururú y el recuerdo de tu viejo. Sin haberlo conocido, siento que el Cuchi es de los tipos más grandes de espíritu que haya dado nuestra tierra.
Y gracias también por la Canción de cuna para el vino, junto con la introducción del Cuchi, una joyita.
Un gran abrazo.
Laura:
De nada! Acá está la Chacarera del zorro, con la intro que vos contás.
Un besote.
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