Cuenta la historia que esa pregunta surgía desde la multitud reunida en la Plaza de Mayo el 17 de Octubre de 1945, cuando el entonces Coronel Perón apareció por primera vez en el balcón. Tiempo después, Perón contestaría esa pregunta en un folleto con el mismo título, firmado con el seudónimo "Bill de Caledonia" (que era el nombre de uno de sus perros).
Por supuesto, ni por asomo se me ocurre que mi ausencia haya producido una inquietud similar, más cuando en estas últimas semanas han ocurrido acontecimientos que conmovieron al país y al mundo. Pero por si acaso a alguien le interesa, entre otras cosas estuve haciendo cholulismo literario-cinematográfico recorriendo los lugares donde transcurre un clásico inoxidable.
Cuando volví a ver estas escenas, las palabras del villano Harry Lime interpretado por Orson Welles me sonaron como si hubieran sido pronunciadas hoy mismo. Será porque no veo gran diferencia entre un traficante de penicilina adulterada en la Viena de posguerra, y un ejecutivo de Goldman Sachs o personaje similar en la actualidad. Siempre que decidiera sincerarse como hizo este perejil.
Eso sí, reconozco que vuelvo influenciado por el contacto directo con estos muchachos. Habrá más informaciones para este boletín.
Un presentimiento
Hace 16 minutos.
8 comentarios:
¡Caramba! Espero que no te de un ataque de "sintetismo" y cuentes con detalles la recorrida. Bienvenido de vuelta.
quiero cuentos de viaje: ¿fuiste a la casa de Freud? comiste torta con cafe en esas hermosisimas casas de te¿
es la luz tan distinta de la luz de aca¿
calles con escaleras, asi me lo imagino.
vivir para contarlo....
Volviste, papá! como diría Coppola...
¿Estuviste en Viena, entonces? Estuve allí 20 años atrás, y será que no evoqué, como vos, el fantasma de Harry Lime, pero tengo que confesarte que fue algo de una desilusión...
Una ciudad hermosa, seguro, con poco verde, pero eso está, abundante, en sus alrededores. Y, como iba invitado a un congreso, cenas en palacios y posadas con música de cámara... Un sueño de operadores turísticos.
Próspera, además. Harry L ya no haría negocio con penicilina adulterada.
Pero... yo recordaba que allí había ocurrido la última explosión cultural de Occidente. Freud, Jung, Mahler, Strauss, ... gente todavía viva los había visto.
Y cuando estuve yo... un geriátrico lujoso. Río Cuarto tiene una vida cultural más intensa y es más cosmopolita que la Viena actual (o de 1991, pero sospecho...).
Eso sí, visité la cripta al lado de la iglesia de los capuchinos, donde está enterrada la historia de Europa (y la emperatriz q no llegó a reinar tenía flores frescas). Pero eso era historia.
Vos tenés que contarnos del presente.
Un abrazo
Lobo está? Que bueno tenerlo de vuelta! Queremos historias vienesas!
Un abrazo, descanse unos días que se vienen tiempos interesantes...
Rafa, el problema que veo es que hay indignados, manifestantes, protestas por todas partes en Europa y USA, pero nadie tiene ideas claras de cómo salir.
Las ideas claras solo pueden ser aportadas por los líderes, pero éstos no se ven por ningún lado.
Los políticos y gobernantes juegan el triste papel de empleados de los sistemas financieros.
Las protestas y la lucha son el punto de partida de la solución, pero no son la solución. Si todo se queda en protestar y luchar sin ideas claras de cómo puede dársele una perspectiva de progreso a los pueblos, entonces toda esa energía y posible concientización popular se va degradando y echando a perder.
Por eso es urgente que surjan los liderazgos que sepan leer bien la época y, buscando el apoyo popular, se planten y se enfrenten a lo que se tienen que enfrentar para hacer realidad las perspectivas de bienestar que necesitan los pueblos.
Bob:
No es que me dé un ataque de sintetismo, sino que me parece que por acá están pasando cosas mucho más interesantes que las que puedo contar de mi viaje. Igual, no los voy a dejar con las ganas!!
Gracias, un gran abrazo.
Nilda:
Lamento decepcionarte, no fui a la casa de Freud aunque estuve paseando por calles donde parecía que en cualquier momento me iba a cruzar con don Sigmund. Las tortas del Sacher's las miré de afuera. Y de la luz no puedo ni quiero hablar porque todos los días me tocaron nublados y/o lluviosos. ¡Qué bronca! Igual, es una ciudad hermosa y me quedaron muchas cosas pendientes para el día que vuelva.
Gracias, un beso grandote.
Abel:
Aclaro que la mayor parte de mi estadía la debía pasar aquí, así que mis expectativas de conocer Viena ya eran modestas desde el vamos. Me encontré con el Prater casi por casualidad, sin tener mucha idea fui a parar a un hotel a 2 cuadras de ahí y al mirar para arriba pensé "esta rueda la tengo vista de algún lado"...
Sin duda, el nivel de vida en Viena es envidiable y yo diría, exagerando un poco, que hay "más turistas que gente". Creo que en comparación con la época en que estuviste vos hay mucho más movimiento p.ej. de los países vecinos ex-comunistas, incluyendo muchos jóvenes en tren de diversión. En lo cultural Viena es una maravilla inagotable por su historia y sus tesoros pero eso también es parte del paquete turístico. Ahora, de otra "explosión cultural" como la que vos recordás, no tuve noticias...
En algún momento espero explayarme un poco más. Gracias, un gran abrazo.
Laura:
¡Gracias por la bienvenida! Como dije más arriba, podría contar algo más pero me parece que por acá las cosas están mucho más interesantes.
No tuve mucho tiempo de descanso, terminé con las obligaciones del viaje y me encontré con las locales, jaja!!
Gracias, un gran besote.
Oti:
Tu comentario me da un excelente pie para mi nuevo post. Cruzarme con los "indignados" me provocó sentimientos ambivalentes, por un lado de solidaridad pero por otro la sensación de una falta de contenidos políticos concretos, y también de falta de liderazgo. Quizás porque ya pasó con los movimientos juveniles de los '60 y '70, si no hay un salto cualitativo temo que esto se vaya diluyendo poco a poco. Y que si la crisis se agrava, la reacción se termine canalizando por vías mucho menos simpáticas.
Gracias, un abrazo.
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