viernes, noviembre 04, 2011

Frankfurt, 30/10/2011




El azar, la coincidencia o lo que fuere me hizo cruzarme el domingo pasado con el movimiento Occupy Frankfurt: una multitud de acampantes frente a la sede del Banco Central Europeo en una plaza del corazón financiero de la ciudad, que exhibe un enorme y orgulloso símbolo del euro en su centro.

Por supuesto, mi primera sensación fue de simpatía y solidaridad y así lo dejé registrado en un libro de firmas. Pero con el paso de los días fui pensando en las carencias que intuía en este movimiento, algo que sintetizó perfectamente Oti en su comentario a mi post anterior:

"El problema que veo es que hay indignados, manifestantes, protestas por todas partes en Europa y USA, pero nadie tiene ideas claras de cómo salir.

Las ideas claras solo pueden ser aportadas por los líderes, pero éstos no se ven por ningún lado.

Los políticos y gobernantes juegan el triste papel de empleados de los sistemas financieros.

Las protestas y la lucha son el punto de partida de la solución, pero no son la solución. Si todo se queda en protestar y luchar sin ideas claras de cómo puede dársele una perspectiva de progreso a los pueblos, entonces toda esa energía y posible concientización popular se va degradando y echando a perder.

Por eso es urgente que surjan los liderazgos que sepan leer bien la época y, buscando el apoyo popular, se planten y se enfrenten a lo que se tienen que enfrentar para hacer realidad las perspectivas de bienestar que necesitan los pueblos."

Desde ya, gracias a Oti. Y lo que sigue corre exclusivamente por mi cuenta: con perdón de los antikirchneristas y/o anticristinistas que visiten este blog, creo que viendo cómo están las cosas en el mundo y ante la actuación de nuestra Presidenta en la reunión del G-20, si de algo no podemos quejarnos los argentinos es de falta de liderazgo.


P.S.: Mis disculpas por la mala calidad del video, fruto de mi torpeza y de la sorpresa de encontrarme allí. "Ein Betrug am Volk" significa "Una estafa al pueblo".

9 comentarios:

Bob Row dijo...

La última pancarta de tu video da para reflexionar sobre el reclamo de Oti. Fijate lo que decía la cita original de Ford:
“It is well enough that people of the nation do not understand our banking and monetary system, for if they did, I believe there would be a revolution before tomorrow morning.”

"menos mal", dice, porque si algo no quería era una revolución. Y sabemos que para él "el sistema monetario" era la conspiración judía para dominar el mundo.

En cambio, yo creo que la protesta tiene una idea bastante clara. Y es la que dijo Cristina en el G-20: volver a un "Capitalismo en serio". Es decir: en el que la producción predomine sobre las finanzas y asegure trabajo y jubilación.
Es una protesta a favor de la inclusión en el sistema, no por su revolución como la de los 60-70.

La paradoja es que la financiarización del Capitalismo fue la salida del agotamiento de la anterior etapa productivista (fordista). ¿Se podrá volver atrás?

Rafa dijo...

Bob:
Sí, la cita de Ford tiene el sentido que vos decís. Después de ver ese cartel me quedé pensando que también podía tener que ver con el antisemitismo de don Henry, pero está claro que en la protesta actual está fuera de ese contexto.

Me parece que la protesta tiene claro sobre todo a qué se opone pero (en lo que coincido con Oti) que le falta un proyecto político concreto. Creí ver más definiciones en ese aspecto en las manifestaciones que hubo en Israel hace un par de meses.

Cristina dijo con mucha claridad por dónde pasa la solución. El tema, a nivel europeo y mundial, es quién le pone el cascabel al gato. Ya vemos las agachadas de Obama y el papelón de Papandreu, por ejemplo.

Sobre si se podrá volver atrás a un capitalismo "productivista", no lo sé. Hay propuestas como la de volver a separar la banca comercial de la especulativa, la tasa Tobin, etc., pero parece que no hay forma de acordar medidas drásticas que afecten de raíz al poder financiero.

Cristina también lo dijo, si esto sigue así se van a empezar a cuestionar los fundamentos de la democracia. Y la verdad, recordando todo lo que se incubó hace cosa de 80 años en los lugares por donde anduve, no dejo de sentir escalofríos.

Un gran abrazo.

Bob Row dijo...

Ese escalofrío lo vengo teniendo hace rato. Lo único diferente es que ahora no existe el fantasma del comunismo para asustar a los burgueses ni un Hitler al que financiar.
Estuve leyendo lo de la Glass-Seagall Act (la tasa Tobin es una aspirina) y me parece que ya es tarde. Roosevelt la promulgó para evitar que la quiebra de los bancos de inversión (valores, bonos) arrastrase a los bancos de depósitos y ahorros. Pero (desde su derogación por Clinton -nada menos- y la fusión de ambos) el arrastre ya ocurrió. Por eso obtuvieron los bailouts: si quiebran, desaparecen todos los depósitos de ahorristas.

En cuanto a programas concretos no veo otro posible (puesto que el daño económico será más o menos brutal que el nuestro, pero es seguro que habrá) que la ampliación de la democracia. Sacársela a los "expertos" institucionales. Obama había puesto al frente de una comisión de investigación a una profesora y escritora de Defensa del Consumidor (Elizabeth Warren, que ahora va por una senaduría) pero luego no le dio la oficina institucional, que es uno de los reclamos. Peor aún es la tecno-burocracia europea, el FMI, etc. Ahí hay que apuntar.
En Israel, no sé qué pensar. Hubo protestas masivas, pero sin cuestionamientos básicos (cortar el presupuesto para los colonos) a fin de evitar la "politización". El resultado es que las recomendaciones de Trajtenberg son más aspirinas. Contame si supiste algo más. Un abrazo.

Florencio F. Boglione dijo...

El movimiento de indignados es el síntoma que "el sueño americano" y el "estado de bienestar" no son mas la zanahoria delante del burro. Supongo que los liderazgos surgirán en la medida y las formas que tome el movimiento. Comparto con Bob, el problema que tenemos es que la solución al "anarcocapitalismo financiero total" seguramente no sera volver a un capitalismo productivista o serio que en definitiva es su etapa previa, en todo caso se trata de un opción defensiva. El problema esta en que la Izquierda no aporta alternativas, solo balbucea consignas de antes de la caída del Muro. A esto le sumamos la crisis de representatividad y de la Democracia ( ver plebiscito griego y caída de Papandreu), crecimiento de todas las opciones políticas xenofobicas y una oligarquía mundial dispuesta a sostener sus privilegios a sangre y fuego, no son un panorama alentador... Saludos Cordiales.

Jack Celliers dijo...

Si miramos a nuestro alrededor, prácticamente todo lo que nos rodea es fruto del trabajo humano. Sin trabajo no hay valor. La historia humana no es más que la historia de la apropiación del trabajo que unos seres humanos practican sobre otros.

El trabajo humano y su fruto tienen que ser socializados, el capitalismo puede tener vaivenes locales de pesca a río revuelto (la Argentina es un buen ejemplo) pero como sistema mundial está muerto, y lo que vivimos es su descomposición.

Socializar los medios de producción no es ya una utopía, es una necesidad urgente sin la cual la humanidad simplemente no tiene futuro. Ya nos comimos todos los versos posibles: la aldea global, el fin del paradigma fordista, el fin de la historia y bla. A pesar de un avance tecnológico inmenso, un salto en la capacidad productiva humana impresionante en apenas medio siglo, en términos mundiales la humanidad no deja de empeorar. Podemos comunicarnos instantáneamente de un punto al otro del planeta, pero no podemos garantizar un plato de comida a cada ser humano. Es evidente que ese salto en la capacidad productiva genera un excedente del que "alguien" se apropia. Con ese "alguien" apenas se puede negociar, la Argentina es otra vez un nbuen ejemplo: la única razón por la que la burguesía argentina no voltea a este gobierno es porque está haciendo más guita que antes. Y aun así, lo que cuesta esto que al fin y al cabo es una modestísima redistribución!

El "capitalismo serio" no existe. Existen los beneficios y punto. Si se logran con "capitalismo serio", ok. Pero si no, se recurrirá al "capitalismo payasito" como sea y cuando cuadre. La prueba la tenemos todos los días en los diarios.

Salud.

oti dijo...

Hubo etapas alternadas entre “capitalismo productivista” y “especulativo”, lo que significa que lo del “agotamiento” que plantea Bob Row es, por lo menos, relativo.

Por ej., tomemos USA. Entre 1860 y 1875/80 hubo una etapa muy productivista, tan productivista que fue la etapa donde USA se convierte en una potencia industrial. Si uno observa el sistema monetario y financiero americano en ese período se da cuenta de que el Estado tenía un muy importante control en la emisión de dinero y el crédito, sobre todo a partir del impulso que significó la creación de los billetes ordenados por Lincoln para ganar la guerra.

Luego hubo otra etapa en la cual ese control del Estado se fue desdibujando y donde empezaron a tallar los intereses oligárquicos privados, etapa que termina en la privatización del sistema monetario y financiero con la Ley de creación de la Reserva Federal, ley aprobada hacia la nochebuena y navidad de 1913, a eso de las 3 de la mañana, cuando quedaban muy pocos legisladores en el Congreso porque se habían ido a pasar las fiestas cada uno con sus familiares.

A partir de allí, los intereses oligárquicos privados pasan a manejar completamente los ahorros y depósitos de los ciudadanos americanos y empiezan a montar, como es habitual en ellos, burbujas especulativas inmobiliarias, etc., etc. Se inicia un proceso especulativo hacia la década del ’20, luego de terminada la 1ª Guerra mundial, que desembocaría en el crack de Wall Street en 1929.

Esos intereses oligárquicos propusieron el ajuste para el pueblo que cayó en una miseria tremenda. Pero hubo elecciones en 1933 y ganó FD Roosvelt quien, luego de zafar de un intento de asesinato poco antes de asumir como presidente, enseguida mandó a aprobar la Ley Glass-Steagall para evitar que los intereses que llevaron a la crisis continúen ejerciendo el control de la moneda y el crédito.

Se inició así otra etapa productivista en medio de las dificultades causadas por el desastre de Wall Street, etapa que se consolidaría cuando USA empieza a prepararse para la 2ª Guerra mundial.

Luego de la guerra se estableció un sistema regulado (BW), de tipos de cambio fijos y el valor del U$S atado al oro. Este sistema empezó a flaquear luego del asesinato de JFK, la entrada de USA a la guerra de Vietnam, la crisis de la libra en Gran Bretaña y es definitivamente roto con la decisión de Nixon en 1971 de dejar suelto al U$S y desenganchado del oro.

oti dijo...

Ahora bien, cómo un asunto en gran medida “técnico” (fijar una paridad adecuada a las circunstancias entre el U$S y el oro), desembocó en lo que desembocó, es decir, la apertura desenfrenada a la especulación (tipos de cambio flotantes), creación de deudas externas monumentales, deslocalización productiva, liberalización financiera, libre comercio, etc., etc. y todas las lindezas que conocimos desde mediados de los ‘70 hasta la crisis de desintegración actual.

La respuesta es muy simple. Había intereses oligárquicos que vieron que con un cambio de sistema (pasar de uno en que los Estados Nacionales tenían cierto control sobre determinados recursos a otro donde ese control no lo iba a ejercer más) iban a ganar mucho más que antes y a consolidar su poder político y económico oligárquico. En este sentido, estoy de acuerdo con los marxistas en que este tipo de cosas se hacen por intereses de clase.

Pero hay que saber identificar en concreto esos intereses. ¿Quiénes asesoraron y convencieron a Nixon en 1971? Felix Royatin y G. Shultz, ambos, representantes de intereses financieros muy concretos. ¿Quién inició la campaña en los ’80 por la derogación de la Glass-Steagall argumentando que esa regulación estaba “agotada” porque no se adaptaba a las “innovaciones” de los mercados financieros? Alan Greenspan, representante de intereses financieros muy concretos. Luego, sería presidente de la Reserva Federal.

No es que estoy apelando a un juicio de autoridad en el sentido de que si algo es propuesto por un vocero y agente de intereses oligárquicos está mal por el sólo hecho ese. Es que hay que tomar toda clase de precauciones para no caer en los argumentos y el sofismo con que suelen deleitarnos esos voceros.

oti dijo...

La Glass-Steagall se necesita hoy como punto de partida para sanear el sistema, porque si se vuelve a una etapa productivista gracias a la recuperación del control nacional por parte de los Estados, hay que emitir dinero y generar crédito que se canalizará a obras de infraestructura y a la recuperación de los empleos productivos en la industria y el agro.

Ese crédito imprescindible para hacer eso no podría crearse si el sistema sigue atado a la podredumbre de los activos tóxicos actuales. La Ley Glass-Steagall sería el instrumento que permitiría hacer quebrar a los Bancos agarrados por esos activos y dejar en pie un sistema de bancos controlado por el Estado que, liberado de esa deuda, pueda emitir crédito para iniciar la etapa productivista. Sin la Glass-Steagall, el crédito no se va a poder liberar para invertir en las obras que hay que invertir. Por lo tanto, sin la Glass-Steagall o un mecanismo similar, las obras no se van a hacer. Por lo tanto, seguirá habiendo la administración oligárquica de la crisis mundial que, tarde o temprano, desembocará en una nueva guerra mundial, como lo demostrará el próximo operativo que se ejercerá sobre Siria e Irán.

Jack Celliers dijo...

Caramba oti, nos encontramos de nuevo.

Estoy por contestarte en mi blog, porque tu planteo (y el mío) van más o menos por el mismo lado en ambos sitios. Asi que no voy a repetir acá.

Solo me interesa hacer una observación: hasta no hace mucho, realmente pocos años, creo que me harté de escuchar y debatir en mi blog las hueveces posmo relativas al "posfordismo", el fin del trabajo, la intangibilidad de todo, la sociedad líquida, y la vaporización financiera. Un montón de nabos pedantes, muchos de ellos con sellito progre, compitiendo a ver quién emplea el término más rebuscado y afirmando con una mezcla de cinismo, resignación y alelamiento que las fábricas no existen más y que la mano de obra ya no es necesaria para nada.

Alguien se acuerda?

Bueno, resulta que ahora hay que volver al capitalismo serio. Las corrientes de pensamiento que más ruido hacen son las que duran menos que la moda otoño invierno.