Hace algo más de dos meses tuve la oportunidad de visitar esta bella e histórica ciudad, un lugar donde nadie parecía tener motivos de queja o preocupación (salvo excepciones, como una manifestación árabe en repudio del gobierno sirio, o una campaña contra el sacrificio de animales para consumo). Si bien tanto los diarios como la televisión estaban pendientes de la crisis europea, la sensación en la calle era la de estar mirando el hundimiento del Titanic desde su cubierta superior o desde una orilla lejana. No sé cómo estarán las cosas ahora después de la amenaza de Standard & Poor's de rebajar la nota crediticia de Austria y otros 14 países de la eurozona.
Más allá de las circunstancias, todos los 1º de enero los vieneses envían un mensaje de "esperanza, paz y amistad" al mundo, a través del Concierto de Año Nuevo en la Ópera del Estado de Viena. Y quizás esta música sirva para insuflarle algo de optimismo decimonónico a la vieja y desorientada Europa. Veamos acá cómo alguien nacido en estas pampas aprovechó esa oportunidad para manejar con puño de hierro a las masas vienesas.
Cuando una casta dirigente se autocritica
Hace 2 horas.
2 comentarios:
fuiste a la casa de Freud? dicen que Vienna es extremadamente bella...algun dia,quien te dice.
Nilda:
Sí, Viena es muy hermosa... es una lástima haber tenido tan poco tiempo para recorrerla. Encima ahí cerquita están Praga, Budapest, Bratislava... tengo que volver!!
No fui a la casa de Freud, es una de las tantas cosas que me quedaron pendientes. Sé que no es lo mismo, pero acá se le puede hacer una visita virtual:
http://www.freud-museum.at/cms/index.php/the-project.html
Tendremos que conformarnos con eso por ahora... Un besote!
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