lunes, junio 18, 2012

A Don Martín Miguel

Ayer, 17 de junio, se cumplieron 191 años de la muerte del héroe de nuestra independencia, General Martín Miguel de Güemes.

Cuenta Salvador Ferla en Historia Argentina con Drama y Humor, que en sus famosas Memorias el general José María Paz no hablaba de Güemes en términos muy elogiosos, y frecuentemente lo acusaba de "demagogo". Parece que Güemes se dirigía a sus gauchos-soldados hablando en su mismo lenguaje, y eso no era del agrado de la gente "culta e instruida".

Pero la cosa no pasaba solamente por las "formas", sino que Güemes tomaba medidas concretas respetando y reconociendo los derechos de sus paisanos más humildes. Al respecto descubrí este artículo del historiador Martín Güemes (h) que vincula al general de la "Guerra Gaucha" con hechos y personajes que marcaron la Argentina del siglo XX.


Perón, Jauretche y el Estatuto del Peón
por Martín Güemes (h)

"En este asunto de los cabecitas negras, estoy defendiendo algo en lo que creo tener alguna parte, aunque más se refiere al peón de estancia... La culpa que confieso es haber lanzado las palabras estatuto del peón ante quien podía establecerlo y esto lo hice recogiendo de labios del Dr. Luis Güemes el relato de un verdadero estatuto del gaucho, que había implantado el caudillo de Salta para proteger a sus paisanos, cuando amurallaban con sus pechos el frente Norte de nuestra independencia. Cuando murió, esa institución rastreada vaya a saber en qué reminiscencia visigótica, cayó en el olvido. Y después se preguntan por qué el gaucho apoyó a los caudillos. ¡Qué civilización y barbarie y qué niño muerto! El caudillo era el sindicato del gaucho." (Los Profetas del odio y la Yapa. La colonización pedagógica, página 69, “El Estatuto del Peón”, Arturo Jauretche).

¿Qué le transmitió Luis Güemes a Jauretche? Leamos: "(...) Como introducción al capítulo “Fuerzas de Güemes” consideramos apropiado iniciar este tema con la explicación previa de lo que fue realmente el “fuero gaucho” hasta ahora no suficientemente conocido y del que como “Fuero de las Milicias” gozaron siempre las del Virreinato de Buenos Aires. Cuando San Martín se hizo cargo en 1814 de la jefatura del Ejército Auxiliar del Perú, comenzó en sus oficios a denominar como gauchos a los paisanos que componían las milicias que venían luchando contra los realistas conjuntamente con las tropas de línea desde 1810. El término gaucho nunca se había empleado en el Norte y, como es de pensar, San Martín lo usó por similitud a la denominación que se les daba a los paisanos de las pampas y a los de la Banda Oriental, ya que a estos era a los únicos que había conocido hasta ese momento puesto que por primera vez en su vida llegaba el Libertador al escenario porteño. Desde entonces el fuero de las milicias se dio en llamar fuero gaucho... En realidad, este reglamento no hizo otra cosa que actualizar los privilegios de que, según disposiciones anteriores, ya venían gozando las milicias a través de toda la época colonial en los diferentes dominios de España en América..." (Güemes Documentado, tomo 7, página 434,“Fuero Gaucho”, Luis Güemes Ramos Mexía)

En su explicación histórica, Luis Güemes continúa diciendo: "(...) Güemes obligado por las circunstancias expuestas en el oficio que envió el 27 de abril de 1818 al director Pueyrredón, dictó el bando adjuntado sobre la perpetuidad del fuero militar correspondiente a sus escuadrones de gauchos, bando que fue plenamente aprobado sin objeción alguna por el Director Supremo, confirmando en toda su amplitud el fuero que hasta entonces venían gozando las dichas milicias gauchas por imperio del Reglamento de 1801 antes citado, como se lo comunica a Belgrano por oficio del 1 de junio." Hasta aquí, el biznieto del Caudillo.

Muerto Güemes, sus hijos, los gauchos, vagaron solos en los montes del olvido. Sus descendientes, los peones rurales, sufrieron injusticias y discriminaciones sociales. Así lo cuenta Jauretche: "(...) Cien años después, en la Quebrada de Lesser, he pasado con Adolfo Güemes por la finca de Luis Patrón Costas, y viendo ranchos sin techo y sin puertas, le he preguntado al nieto del prócer qué significaban. Don Adolfo me explicó que era una vieja institución: el amo proveía las paredes y el suelo, y el paisano traía las puertas y el techo, que se llevaba al irse. A cambio de esa ocupación debía prestar algunos días de servicio personal a la finca. Era casi el siervo de la gleba. Pero, con todo, es más envidiable su suerte que la de los condenados a la miseria sin trabajo de los pueblitos florecientes".

En 1943, para ser más exactos: el 4 de junio, se produjo un golpe de Estado. Revolución militar que echó por tierra la candidatura (por el Partido Demócrata Nacional) de Robustiano Patrón Costas a la Presidencia de la Nación (aprobada días antes, en la Cámara de Comercio Argentino - Británica). Se cerró un ciclo (1930-43), abierto con el exabrupto de Lugones de 1925, en su discurso La hora de la espada en homenaje a la Batalla de Ayacucho. Uriburu, salteño pa’más datos, fue su ejecutor militar el 6 de septiembre de 1930. Mucho se ha escrito sobre la participación del Coronel Perón en el golpe del ‘30, también en el ‘43. Su pertenencia al G.O.U. De su paso por la Secretaría de Trabajo y Previsión, sus discursos, sus hechos. Entre ellos, el más significativo: el “Estatuto del Peón”. Se sancionó en 1944, en octubre -dice Fermín Chávez- (...) Y el 22 Perón pronunció uno de sus discursos menos conocidos: en San Isidro habló sobre José Hernández y sobre el poema cimero de las letras gauchas. “Martín Fierro -expresó- es el símbolo de la hora presente. José Hernández cantó las necesidades del pueblo que vive adherido a la tierra. Todavía no se ha cumplido para el pueblo argentino la invocación de grandeza y de justicia que el Martín Fierro enseña. Nosotros hemos de tomar de él ese ideal ya cantado para llevarlo paulatinamente a la ejecución, a fin de que borren para siempre los males que él cantó, no para mal de ninguno sino para bien de todos." (Este discurso lo rescata Fermín Chávez de El Pueblo quiere saber de qué se trata, de Juan Domingo Perón).

Lo Nacional, su Doctrina Peronista, no nace en 1945 con el 17 de Octubre, viene desde el origen de nuestra independencia, aunque los descamisados de ayer no lo sepan, y los “justicialistas” de hoy, menos. (...) El estado político y social creado por Güemes en Salta, de equilibrio entre la clase capitalista y la asalariada, plantea un gran problema y ofrece la forma de resolverlo en condiciones satisfactorias para los intereses más vitales de la nacionalidad. Este problema debe concretarse en el siguiente postulado: ¿Puede la bandera nacional argentina ser bandera de rehabilitación de los trabajadores? O en otros términos: ¿con el sentir y la noción de Patria, se puede realizar la obra de solidaridad humana? (“Centenario de la muerte de Martín Miguel de Güemes”, discurso 17.06.1921, Joaquín Castellanos)

Para concluir, es de recordar que Adolfo Güemes (mencionado por Jauretche en Los Profetas del Odio) en 1946, efectúa donación de la finca El Carmen de Güemes (360 Ha, a 8 Km de Salta, única propiedad comprada en vida por el Gral. Güemes, y heredada por su nieto). Su destinatario: la Nación Argentina, su destino: creación de una Escuela Agrícola para el pueblo norteño. Heredero natural de los forjadores de la epopeya de la guerra de milicias gauchas, un ex gobernador yrigoyenista (1922-26), Adolfo Güemes, entregaba al Presidente de la República, el Coronel Perón, una tierra para revalorizar a los descendientes de los gauchos. Nuestros paisanos.


P.S.: Creo que viene muy a cuento agregar aquí un párrafo del artículo dedicado al general Güemes en Wikipedia:

En Buenos Aires, la noticia del fallecimiento del general Güemes fue publicada bajo el título "Ya tenemos un cacique menos"; el artículo que lo anunciaba demostraba más alivio por la muerte de un enemigo ideológico que pesar por la pérdida de la ciudad de Salta en manos realistas.

Evidentemente, la prensa colonialista, antinacional y antipopular tiene un largo e inglorioso linaje en la Reina del Plata.

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