viernes, julio 06, 2012

Perón en la CGT




Se cumplieron 38 años de la partida física de Juan Domingo Perón. Más que recordar el hecho (como hice aquí), esta vez prefiero ver y escuchar al General en una de las charlas que dio en la sede de la CGT en 1973. Creo que viene al caso, después de que Hugo Moyano lo citara repetidamente en su discurso de la semana pasada.

No es muy agradable para mi gusto verlo a Perón acompañado de alguno que otro personaje de nefasta memoria, pero qué se le va a hacer, las cosas se dieron así. Y creo que vale la pena escucharlo refiriéndose a temas de permanente vigencia: la relación entre precios y salarios, la distribución del ingreso (el famoso fifty-fifty), la deuda externa (ridículamente baja en comparación con épocas posteriores), etc. Y también expresar su preocupación por la situación fiscal, algo que no suele asociarse con su figura.

Sin que esto implique hacer alusiones directas a personajes del presente o un paralelismo con circunstancias actuales, van algunos pasajes de esta charla:

"...Para crear valores, lo mejor es ponerse de acuerdo. Porque la lucha... y bueno, la lucha es siempre una destrucción de valores. Y nadie en la vida, ni los patrones, ni los trabajadores, pueden mejorar con la destrucción de valores.

Es necesario en esto, tener una alta comprensión. Yo comprendo y entiendo, que la misión del dirigente sindical, es tratar de mejorar. Eso es una cosa que es consustancial con su propia existencia. Él debe luchar por mejorar, porque si él no lucha, como los otros luchan, siempre va a ir a pérdida. Es humano y es lógico que, de buena fe, cada dirigente quiera mejorar a su gremio.(...)

Que cada uno quiera ganar siempre un poco más, es mejor. Ahora, lo inteligente y lo lógico es estudiar las formas en que se puede llegar a realizar eso sin perjuicio de nadie. Porque mejorar a un lado perjudicando al otro, no puede ser permanente. La estabilidad viene por un equilibrio, y el equilibrio viene por un arreglo que a las dos partes les satisfaga. Quizás, no todo lo que se ambiciona pero sí todo lo que se necesita, que eso es lo importante.

Es decir, ese equilibrio es lo difícil de establecer, y la ruptura de ese equilibrio es lo que trae las grandes perturbaciones, que no son sino la destrucción de valores. Esto es lo que en buena fe, uno acepta y comprende. Naturalmente, que hay algunos otros factores que ya no son de tan buena fe. Hay algunos que quieren "lola", por ir por "lola", nada más.(...)

Frente a todo ese problema, antes de hacernos cargo nosotros de este gobierno, que para cualquier hombre es un presente griego... porque la situación en que hemos recibido el país es realmente lamentable, o era realmente lamentable. Un país que tiene obligaciones con el exterior por 7000 millones de dólares, multipliquémoslo por 1000 (*) y vamos a tener una idea de lo que es esa deuda. Ahora, a esa deuda corresponde una deuda interna; eso es con nuestros hermanitos del Norte... Ahora, en el orden interno, que también se ha generado una deuda inmensa, como consecuencia de que todo era déficit, ya se calculaba el presupuesto con 30000 millones de déficit, como quien se toma una pastilla, sin que a nadie le produjera la mayor extrañeza, pero es que eso hay que pagarlo, esos 30000 millones. Así nosotros nos encontramos con una deuda interna, por déficits de toda naturaleza, de 3 billones, de 3 millones de millones, ya una cosa que es de locos, ya no se puede leer con tantos ceros... Y todo eso, compañeros, hay que pagarlo. Y de la única manera que se puede pagar, es haciendo plata, y como dice el tango, pa'juntar chirolas hay que laburar.

Entonces de lo que se ha tratado es precisamente de eso. Organizar el trabajo, y realizarlo dentro de las posibilidades, sin que todo eso negativo gravite en mantenernos estáticos, no; el país es como un negocio, un gran negocio, es un negocio individual amplificado, eso es el país, y en los negocios, bueno, cuando se hacen buenos negocios, se enriquece; cuando se hacen malos negocios, se funde. Esto también cuenta para el país, y para el Estado, especialmente. Lo que tratamos de hacer es trabajar para crear; no dar pasos más largos que los que nos permitan los pantalones, pero tampoco quedarnos sentados. Le estamos dando a todo lo que es posible, y ganando de todos lados un poquito. Observen ustedes que ya, en lo que va de este tiempo, 6 meses, en la proporción de la distribución de beneficios, hemos pasado de 33%, que era lo que distribuían entre los obreros antes, al 42%. Ya en este momento, ha aumentado al 42. Tendemos al 50, poco a poco.(...)

Cuando nosotros llegamos aquí no teníamos ninguna reserva financiera. Hoy ya tenemos 1300 millones de dólares en la caja. Compañeros, todo esto va conformando... pero, ya tenemos, y yo les voy a entregar a todos ustedes, cada uno de ustedes tendrá un Plan Trienal. En ese Plan Trienal ustedes verán cómo estamos, cómo vamos a estar en 1977, y cómo haremos para llegar a eso, con números y cifras, y lo iremos realizando con la misma tranquilidad con que hemos venido trabajando, sin jorobar a nadie. Tratando de ayudar a todo el mundo, y no complicándole la vida a ningún argentino. Que eso es lo que quiero."
(*) Se refiere al cambio en "pesos moneda nacional", que se seguían usando en el lenguaje cotidiano pese a que desde 1970 estaba en vigencia el "peso Ley Nº 18.188".


Entre otras cosas, uno siente nostalgia de lo que no fue al escuchar el optimismo de Perón sobre el futuro. La Argentina de 1977 no resultó ser la que él había pensado, lamentablemente.

Vaya como cierre una vieja canción dedicada al General. Las imágenes quedan a gusto del consumidor, pero para mí, la letra y la interpretación del gran Alberto Marino, son de antología.


No hay comentarios.: