...me voy al Sur, al mar y al frío (bueno, sólo por unos días). Mientras tanto, dejo un obsequio que no los va a defraudar. Que lo disfruten.
EN LA VIDA HAY QUE ELEGIR
Hace 1 hora.
"Pero lo que más me hacía falta, por lo que suspiraba tan desesperadamente, no era saber y comprender, sino vida, decisión, sacudimiento e impulso." Hermann Hesse, El Lobo Estepario.
Barañao está ahi para otra cosa, el énfasis está puesto en la transferencia. No le importa otra cosa, la gente de ciencia básica también está que trina.
"Después de 1874, cuando entrega el mando a Avellaneda, Sarmiento sigue su carrera política y la escritura epistolar, atento a la patria hispanoamericana, como lo atestigua la carta abierta que en 1887, poco antes de morir, le escribe en La Nación a Paul Groussac, un ilustrado crítico extranjero asentado en Buenos Aires, para solicitarle que difunda en francés un artículo del poeta cubano José Martí sobre la Estatua de la Libertad en Nueva York." [1]
"(...) La identidad autóctona. “Con un decreto de Hamilton no se le para la pechada al potro del llanero.” Una de las dimensiones más contestatarias y modernas de "Nuestra América" es la desarticulación de la fórmula sarmientina de Civilización vs. Barbarie, la cual conlleva toda una reconceptualización de la relación entre el continente latinoamericano y el resto del mundo occidental del momento.(...)
(...) Martí establece una serie de oposiciones simbólicas sobrepuestas. El término"civilización" es ligada al "criollo exótico" y a la "falsa erudición." Luego, podríamos añadir a esta cadena de asociaciones, a los "políticos exóticos," los que imitan sin crear lo nuevo. Por otro lado, tenemos "barbarie," que Martí reconstruye como término afirmativo por medio de vínculos al "hombre natural," el "mestizo autóctono," "la naturaleza" y el gobernante creador. Los contornos disciplinantes de los argumentos de Domingo Sarmiento -- la imposición de la letra civilizada, importada, a un terreno y una cultura nacional -- es invertida por el rechazo del "libro importado" y la exaltación del "tronco" cultural netamente americano. Si Sarmiento concibió el subdesarrollo en términos orientalistas, haciendo del campo argentino un salvaje Sahara americano, Martí condena a los afrancesados, los madrileños, los yanquis y los traidores latinoamericanos que se sumen a ellos y el régimen colonial que perdura en el presente a pesar de la independencia política."
"(...) Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados. Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos. Los que se enseñan los puños, como hermanos celosos, que quieren los dos la misma tierra, o el de casa chica, que le tiene envidia al de casa mejor, han de encajar, de modo que sean una, las dos manos. Los que, al amparo de una tradición criminal, cercenaron, con el sable tinto en la sangre de sus mismas venas, la tierra del hermano vencido, del hermano castigado más allá de sus culpas, si no quieren que les llamen el pueblo ladrón, devuélvanle sus tierras al hermano. Las deudas del honor no las cobra el honrado en dinero, a tanto por la bofetada. Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.(...)
Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase de esta generación. El vino, de plátano; y si sale agrio ¡es nuestro vino! Se entiende que las formas de gobierno de un país han de acomodarse a sus elementos naturales; que las ideas absolutas, para no caer en un yerro de forma, han de ponerse en formas relativas; que la libertad, para ser viable, tiene que ser sincera y plena; que si la república no abre los brazos a todos y adelanta con todos, muere la república. El tigre de adentro se entra por la hendija, y el tigre de afuera. El general sujeta en la marcha la caballería al paso de los infantes. O si deja a la zaga a los infantes, le envuelve el enemigo la caballería. Estrategia es política. Los pueblos han de vivir criticándose, porque la crítica es la salud; pero con un solo pecho y una sola mente. ¡Bajarse hasta los infelices y alzarlos en los brazos! ¡Con el fuego del corazón deshelar la América coagulada! ¡Echar, bullendo y rebotando, por las venas, la sangre natural del país! (...)" [2]