Cuando allá por 1991 el gobierno menemista acordó amablemente con la dueña de Clarín el levantamiento del programa que conducía Liliana López Foresi por Canal 13 (ver acá), no hubo muchas voces que denunciaran la "mordaza" impuesta a Liliana.
Sin duda, la relación de Clarín con el menemismo había empezado muy bien (para ellos): lograron adueñarse de Canal 13 y, con la derogación por decreto del artículo 45 del decreto-ley de radiodifusión de la dictadura, iniciaron su acaparamiento de medios de comunicación audiovisual en todo el país. Según parece, tiempo después el ex presidente riojano se arrepintió de ese acto: “Cometí un error. Derogar el artículo 45 de la ley de radiodifusión. No medí las consecuencias y se monopolizó la prensa. No esperaba que algunas empresas se conviertieran en propietarios de diarios, canales de televisión y radios”.
A lo mejor el de Anillaco no hubiera cometido ese "error" si hubiera sido alumno de la carrera de Ciencias de la Comunicación y tenido como docente a Margarita Graziano, militante de la Unión Cívica Radical a quien hace pocos días recordó María Esperanza en Artepolítica. Este artículo de hace unos meses recordaba la importancia fundamental que le daba Graziano al susodicho artículo 45 del viejo decreto-ley de radiodifusión.
Uno podría también acordarse del proyecto del ex senador de la UCR Ricardo Laferriere sobre derecho a réplica en los medios (ver aquí Periodismo con listas negras). El proyecto no pasó de proyecto, y la carrera política de Laferriere se terminó ahí.
Y por qué no recordar la cesión graciosa a Daniel Hadad, por parte del gobierno menemista, de la frecuencia AM 710 perteneciente a Radio Ciudad.
La verdad, no recuerdo que ninguno de estos hechos haya merecido largos debates, audiencias públicas, titulares catástrofe de los medios más poderosos ni nada por el estilo. Por las dudas y para refrescar la memoria, recurrí a esta nota de Mario Wainfeld que vino muy bien como recordatorio de muchas de las vergüenzas a que nos sometieron sucesivas catervas de funcionarios públicos y legisladores, antes, durante y después del menemato.
Viendo y escuchando el ambiente creado en las últimas semanas alrededor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sentí que podría volver a publicar hoy este post, sin cambiarle ni una coma. Sólo le agregaría que así como en ese momento apoyaba el debate del proyecto, hoy apoyo la Ley que está a punto de sancionarse. Que se ha debatido con una apertura pocas veces vista desde 1983 hasta la fecha, y que ha incorporado aportes y modificaciones consensuadas con múltiples sectores.
No creo que esta ley sea perfecta ni que sea la panacea universal. Mañana los problemas a enfrentar van a seguir siendo casi los mismos que hoy, y van a seguir siendo inmensos.
Pero no quiero que en mi país haya poderes superiores a los democráticos y en mi humilde entender éste es un paso en ese sentido, aunque sea de una magnitud difícil de evaluar hoy día. Y la verdad, el cúmulo de odio y mentiras que se ha desplegado contra esta ley y los que la promueven y apoyan, me da un poquito de repulsión y también de miedo, para qué lo vamos a negar. Aunque estos patéticos, lo que me dan es vergüenza ajena. Y estos otros, bueno, seguramente están cumpliendo lo que anunció la moisesa chaqueña: "Vamos a defender a los grupos económicos". El que avisa no es traidor.
P.S.: como una cosa no quita la otra, y aunque sea un homenaje tardío, quiero recordar a Oscar Raúl Cardoso, un periodista con todas las letras que sin dudas honró su profesión. Lo que resalta aún más frente a tantos ejemplos en contrario que se vienen viendo últimamente. Su blog seguirá estando presente aquí al costado, como un recuerdo permanente.
Alpargatas y libros
Hace 12 horas.
4 comentarios:
Estimado Lobo:
Ayer charlaba con un viejo amigo que fue un alto (muy) funcionario tanto con Alfonsin como con Menen.Un tecnico.
Estaba en contra de la Ley, mas por motivos "esteticos" que eticos.
Yo le exponia mi apoyo,ya lo habiamos hablado varias veces: "...vos sos kisnerista...je,je...en que andas.." me decia.Sin malicia.
Al final concluyo: " bue...este...todos los que estuvimos en la funcion,muchas veces dejamos de hacer cosas correctas y necesarias...porque sabiamos que si nuestra forma cai en manos de cualquier "periodista" - del bando que fuera - te armaban cualquier cosa e terminabas en cana o peor con un estigma mediatico,sin ninguna prueba..."
No tengo dudas que esta es una ley del pasado,no sirve para nada.
En unos anos(5/10?) el panorama de la informacion sera como querer viajar a Europa en barco y con la vaca....otro mundo.
Su fin es muy simple: evitar que los grupos mafiosos(clarin,manzano,etc) se hagan cargo de ese futuro.
Quiero suponer (por ser un optimista irremediable ) que mi admirado Lupo haga las cosas bien.
Es obvio que cuando hagamos las cuentas finales todo estara en manos de gigantescas empresas multinacionales.
Veremos.
Cordiales Saludos
Anonimo Bostero
Siempre es un gusto leer cada tanto sus análisis y apreciaciones sobre los distintos temas por usted abordados, como es el caso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, LEY DE LA DEMOCRACIA. Sabe de mi aprecio...
Un abrazo.
Stendhal
Don AB:
Seguramente que se le pueden hacer críticas valederas a la ley, pero para mí el que haya salido es enormemente preferible a la situación anterior. Y sí, cualquier funcionario es potencial víctima de un "fusilamiento mediático". A contrarrestar eso apuntaba el frustrado proyecto de "derecho a réplica" que mencioné en el post.
Puede ser que esta sea una "ley del pasado", hace muchos años que debería haber salido algo así (aunque está prevista la revisión tecnológica periódica). Por lo menos esperemos que sirva para democratizar el espectro y desarticular los "pulpos" y/o las mafias como la de Vila/Manzano.
Un saludo cordial.
PD: me alegro de que Ud. se considere "un optimista irremediable", no conocía esa faceta suya!
Amigo Stendhal:
Es una enorme alegría recibir su comentario y saber que seguimos en la misma vereda. No tenga duda de que el aprecio es mutuo.
Un gran abrazo.
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