sábado, abril 16, 2011

Desahogo

El domingo pasado Eduardo Aliverti entrevistó a Norberto Galasso en Decime quién sos vos. En un momento de la charla y ante la pregunta de Aliverti sobre qué pensador nacional lo había marcado más, Galasso contestó con el nombre de Arturo Jauretche y contó lo que sigue:

"Jauretche me enseñó a pensar concretamente. Tengo una anécdota, una de las primeras veces que hablo con Jauretche le pregunto:

"- Doctor, ¿Ud. es partidario del divorcio?"

"- Usted no conoce el país, ¿no?" (yo tenía 25 o 26 años)

"- No, yo conozco Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires, nada más."

"- Porque en la Argentina el problema es casarse, no divorciarse. Si Ud. recorre el país, las provincias no tienen industrias; hay trabajadores estacionales. Un muchacho va, enamora a una chica el sábado a la noche que a ella le dan permiso, y después termina la zafra y se va. Ella queda embarazada, le pone al chico el apellido materno, y qué le va a hablar de divorcio Ud.!"


"En este país el problema es casarnos. Desarrollemos los recursos mineros, los hidroeléctricos, la pesquería, desarrollemos todo el país e integrémoslo, y después si se pelean les damos la ley de divorcio!"

Esta conversación ocurrió hace cosa de medio siglo. Desde entonces se logró la Ley de Divorcio, además de otros avances "progresistas" en derechos civiles, pero en el interior argentino siguen faltando industrias y siguen como tareas pendientes el desarrollo y la integración nacional. Y sigue habiendo trabajadores estacionales, cuyas condiciones laborales y de vida no parecen haber mejorado con el tiempo. Por lo menos, eso es lo que surge cuando una investigación pone el tema en la tapa de algún diario. Porque si no, pasan las décadas sin que las clases medias urbanas, cultas e ilustradas se den por enteradas del asunto.

Las palabras de Jauretche, según el mismo Galasso, tuvieron el efecto de hacerlo abandonar un izquierdismo abstracto por otra postura más afirmada con los pies sobre la tierra. A mí se me ocurrió vincular ese recuerdo de Galasso con algunas reacciones que provocó el triunfo de Juan Manuel Urtubey en las elecciones salteñas. Por ejemplo, los debates originados en este post de Tirando al Medio o este otro en el blog de Abel (en el aspecto estrictamente político de la elección salteña, recomiendo este gran análisis de Mario Wainfeld).

No es mi intención hacer "antiprogresismo", pero no dejo de ver un exceso de superficialidad en las miradas que se concentran en criticar el clericalismo y conservadurismo de Urtubey, o la mentalidad retrógrada y los métodos de captura de votos del diputado Olmedo. Y parecen dejar de lado los problemas seculares de atraso, pobreza, desigualdad, desocupación y marginación que son endémicos tanto de Salta como de gran parte del resto de nuestro interior. Como si una cosa no tuviera que ver con la otra, y fuera posible por algún mecanismo mágico insuflarle "progresismo" a los salteños y a su rancia clase política sin modificar el trasfondo socioeconómico de la provincia.

Aclaro que no soy católico y que la educación religiosa y el rezo matinal obligatorios me revientan en lo más íntimo, pero muchísimo más me avergüenzan la miseria y la desnutrición infantil. Y para mí, las palabras de Jauretche a Galasso tienen tanta vigencia hoy como hace 50 años, qué quieren que les diga.

Para terminar este desahogo de un leve entripado, dedico un homenaje musical a mis compatriotas acusados de "baja calidad de voto".





"Qué ganas de echar raíces
para tener algún día
mujer y rancho de noche
y un sueño niño de día."

15 comentarios:

MC dijo...

Si Don Lobo así es nomás. Creo que habría que pensar mas en eso de la antiprogresía porque aunque a algunos nos resulta tabú, es bastante evidente que los autodenominados progresistas aparecen sistemáticamente mas del lado de allá que de acá ¿no le parece?

Charlie Boyle dijo...

Antes que este blog se convierta definitivamente en un blog musical es necesario rescatarte Rafa.
Rafaaa,,, reeecatateeee!!!! (con ritmo cumbiero para que me entiendas)
Una cosa es que Artemio baje línea y opere, incluso que se merece ese lujo, otro es que este tema se convierta en tema de agenda pora la blogósfera cuando un proceso electoral se empieza a poner en marcha, debemos estar muy atentos.
Como sabrá, soy republicano de izquierda, cercano al progresismo blanco, pero con la cabeza lo suficientemente abierta para poder procesar mensajes del gobierno que le hacen bien a mi hipófisis. Los que pasamos los cincuenta como Galasso y creo que Ud. tendríamos que sobrevolar este tipo de discusiones por arribita, y aconsejar a los que se empantanan en estas peleas estériles, de hecho es bueno que ocurran, eso quire decir que el entorno político está tranquilo y que nos podemos dar el lujo de estos divagues semánticos.
Por ejemplo a mi me llamaría mas atención que uno de los referentes políticos de la izquierda solo conozca Capital y MAr del Plata. Porque esta anégdota aparentemente tangencial, se posterga por una discusión bisantina sobre el Metodo.
Es apabullante el desconocimiento que tienen los argentinos de sus mismos hermanos argentinos y tapamos esa discusión con otra que provoca el mismo efecto. Mas desconociemiento y mas silencio. Porque cuándo, hasta ahora, un Galasso, un Solanas podía tener prensa para decir sus pensamientos, durante el proceso, durante la epoca de los noventas donde estábamos operados por los medios.
Son necesarios todos los galassos y los grondonas para acordanos como son los hijos de puta, y si se trata de gente que "supuestsmente" milita el mismo espacio, con mas razón lejos de cascotearla esta cosntrucción tendría que enriquecerse con esos aportes.
No existen mas las caperucitas rojas, hoy tienen tres tarjetas de crédito y un doctorado en Harvard, circusncribamos a la chicana o a la mofa toda esta tinta. Hay cosas muy de fondo, como el ir o no a misa que hacen a las personas, pero en definitiva no hacen a la cosa.
Mi retruque musical a ese post
http://www.youtube.com/watch?v=CaBmuvJImg8

Versión progresismo muy blanco y européo
http://www.youtube.com/watch?v=rSLFDGwlzPo

Félix Lunático dijo...

Un clásico del nacionalismo popular: la idealización de los provincianos de tierra adentro. En esas provincias hay fuerzas refractarias a todo cambio, hay racismo en abundancia (más que en Buenos Aires, aunque no lo crea) y recuerdo que Menem GANO en el 2003 por afano, sabiendo que votaban a un neoliberal.

El nacionalismo popular jaretcheano propone una vieja trampa: oponer la ley de divorcio, el matrimonio homosexual, la despenalización del aborto y el largo etcétera que constituyen los derechos civiles con el subdesarrollo de las provincias.

Jauretche era un demaggogo que le hacía demasiadas concesiones a las fuerzas reaccionarias de las provincias. A decir verdad, era un viejo un poco facho.

Félix Lunático dijo...

Te faltó decir que Urtubey es el caudillo y en consecuencia "el sindicato del gaucho", a lo Jauretche. Tomando una ocurrencia de Puiggrós, podríamos decir que Moyano es la montonera del obrero.

¿En Salta no gobernaba el neoliberal Romero hasta hace poco?. Me acuerdo que también ganaba por afano.

made atom dijo...

Mmmhhh...Jauretche facho?

No sé si entendiste el post. Seguí participando, correligionario.

Daniel dijo...

Igual Rafa, yo que estoy del lado de los progres te tengo que dar la razón, toda vez que hoy le cascotearon la casa a Galasso.
Es decir; yo lo critico a Urtubey, pero un poco antes, me pongo de su lado cundo está -y además de la mano del Gobierno nacional- dándole manija al desarrollo en su provincia.

Gerardo Fernández dijo...

El problema, Rafa, es que estoy harto de "entender" las complejidades del interior del país. Un "entender" que termina derivando en dejar todo como está, y ahí tenemos un problema.
Coincido en que hay que hacer política de mayorías y que ello implica una amplitud de entendederas mucho mayor que la media del progresismo porteño, dije en mi post y lo repito acá, que si hubiera tenido que votar en Salta segurísimo que lo hacía por Urtubey, pero el asunto no es ese, sino ver que Urtubey está más cerca de ser nuestro Judas que nuestro msías, por ahí pasa el debate, no por una mirada progresista que injustamente y de manera absolutamente liviana lanzás sobre mi post del lunes.
hay un reflejo de ciertos compañeros que los hace tildar de "progresista" a todo aquello que cuestione ciertas prácticas que, todos sabemos, no tienen nada de Nacionales y populares. Es un facilismo, una chicanita de café, un aire de suficiencia, de mirar por encima del hombre diciendo "progres, ustedes no entienden nada". Es ahí donde el peronismo entra en su faceta más oscura y camina al borde del precipicio de la traición, cuando a Urtubey lo clava el dispositivo mediático como la promesa de "un peronismo que le guste a la gente" y más de un compañero sale a pegarle a los progres que no entienden la sociedad salteña. Es así como se empoya menemismo, quiero pensar que de manera tonta, porque decir cómplice me duele en la conciencia.
Un abrazo

Abel B. dijo...

Permiso, Rafa. No iba a comentar aquí, porque estoy muy de acuerdo con tu planteo. A lo sumo, linkear tu post en mi blog.
Pero quiero contestarle a Gerardo. Porque es un compañero, y con buenas intenciones y apasionamiento desvía la discusión.

Asumamos que hay una diferencia cultural profunda y real, que se ve en temas como el matrimonio homo, el aborto y la candidatura de Filmus. Menciono ésta para mostrar que existen, en formas diferentes, en la Capital y en Jujuy.

Y esa diferencia cultural hace q los de un lado y otro tengan prevenciones diferentes ante un Urtubey o un Sabatella.

Ahora, desde una estrategia política, tengo q tomarla en cuenta a esa diferencia, pero no dejarme dominar por ella. Tenemos q medirlos a los tipos por cómo gobiernan, a Urtubey y a Sabatella. Y analizar sus posibles estrategias, porque nadie hace política por razones de salud.

Decir q "se empolla menemismo" si se acepta que esté en favor de la educación católica, es como decir q el otro es un comunista q siempre va a enfrentarse al peronismo. Como dirían en mi barrio, ambas actitudes son contra.

Rafa dijo...

MC:
Creo que sería erróneo caer en el "antiprogresismo", aunque es cierto que muchos autodenominados progresistas están terminando de la vereda de enfrente de lo que proclamaban. A lo que aspiro es a una mayor amplitud en la mirada, no hay una única realidad del país sino que coexisten realidades múltiples y complejas. Y se necesita salir un poco de lo circunstancial y anecdótico para volver a pensar los grandes problemas nacionales.

Gracias por tu comentario. Un abrazo.

Charlie:
Para empezar, siempre es bienvenido acá el progresismo de cualquier color incluido el blanco. Pero no creo necesitar rescatarme, jaja!! Si te referís a la polémica fogoneada por Artemio y otros colegas sobre "peronismo vs. progresismo", en este post aclaré por qué no quería entrar en esa: porque pienso que no hay que dividir las fuerzas de los que pateamos para el mismo lado; algo que además me parecía estéril e intrascendente y creo haber tenido razón: fijate cómo la pelea por las "colectoras" que había puesto en pie de guerra a más de uno hoy ya casi pasó al olvido.

Creo que vos apuntás a lo mismo (a no dividir) y entonces te preguntarás a qué viene este post "polémico". Viene a que hay cosas que no quiero dejar pasar porque hacen al fondo de la gran pelea que se está dando. Una de las herencias malditas que nos dejó la época del "fin de las ideologías" es la fragmentación de la política: cada sector social pelea por sus propias reivindicaciones, la clase media progresista urbana por las cuestiones de género, los derechos de las minorías, la lucha contra la discriminación (cuestiones muy válidas, sin duda); la menos progresista por la seguridad, la "calidad institucional", etc.; y el resto, cada uno por lo suyo.

El tema es quién va entonces a pensar y luchar por los grandes temas nacionales y sociales, los que hacen a todos nosotros como sociedad. Temas que parecen superados u olvidados porque no están en la agenda mediática cotidiana, y que cuando salen a la luz como en el caso del "trabajo esclavo" nos pegan como un latigazo en la cara.

Coincido con vos en que "es apabullante el desconocimiento que tienen los argentinos de sus mismos hermanos argentinos", y mi intención acá no era tapar eso sino todo lo contrario. Creo que tenemos que recuperar nuestro "gran relato" como Pueblo y como Nación, ese que la "intelligentsia" posmoderna y los medios dominantes decidieron borrarnos y al que gran parte de la progresía vernácula (incluyendo algunos sectores peronistas y/o kirchneristas) parece tener temor de volver a enarbolar.

Pasando a otro tema: qué enorme Don Ata, y (repito) qué minón Marie Laforet...

Gracias por tu comentario Charlie. Un gran abrazo.

Pilar Lacuesta dijo...

He entrado aquí casualmente desde España buscando recetas argentinas, he escuchado la música y me ha gustado. Por lo demás, no entiendo nada pero he leído el Facundo.
Un saludo, que me quedo.

Rafa dijo...

Félix Lunático:
La "idealización de los provincianos de tierra adentro" será "un clásico del nacionalismo popular" pero acá no estoy apuntando a eso. Quería sobre todo recordar la problemática de fondo de nuestro interior y salir un poco de los fenómenos que parecen chocarle más a ciertas miradas progresistas. Además, nunca se me ocurriría idealizar a tipos como el amarillo Olmedo, el mellizo De Angeli o el gaucho Llambías.

Creo que Ud. le erra bastante con la oposición que le atribuye al nacionalismo popular jauretcheano entre la agenda progresista urbana y el subdesarrollo del interior. La anécdota que cuenta Galasso lo ilustra muy bien: Jauretche apuntaba a abrir el pensamiento y a inducir a ver la realidad en su totalidad y no sólo en la parte privilegiada por el medio cultural. Por otro lado a don Arturo le sobraba picardía y sabía de lo contraproducente de enfrentar a las clases medias con las populares.

Sobre que AJ era "un poco facho", bueno, algo parecido dijo hace poco un funcionario macrista (Carlos Pirovano, que también mandó que "la educación pública está muerta") así que no vale la pena tomarlo en serio.

Urtubey y Romero son emergentes de una "clase política" vinculada a una realidad de atraso, desigualdad y subdesarrollo, y me parece que hay que analizarlos desde ese enfoque y no por si nos caen más o menos simpáticos.

Gracias por sus comentarios. Saludos.

Rafa dijo...

Damianivanoff:
Gracias por la visita y el comentario. Un abrazo.

Unfor:
Creo que no se sabe el origen del ataque a la casa de Galasso, y de todos modos él es un Nac&Pop bastante particular: niega ser peronista y afirma que su modelo es Cuba (lo dice en el reportaje de Aliverti)...

Para mí la división entre "progres" y peronistas o pejotistas más o menos K tiene poco sustento porque es mucho más lo que tienen en común que lo que los separa. Ninguno quiere volver a la época previa al 2003 ni una "restauración conservadora" como decía NK, todos apoyan la continuidad de CFK, y eso debería ser más importante que cualquier otra diferencia. En el aspecto electoral (p.ej. las famosas colectoras) en octubre se contarán los porotos y después se verá cómo sigue la cosa.

Aclaro que no siento ninguna simpatía especial por Urtubey. Si de la mano del Gobierno nacional toma medidas a favor del desarrollo y contra la pobreza en su provincia, perfecto. Pero si nos guiamos por los datos que tiró acá Artemio, no parece haberse destacado mucho hasta ahora en esos aspectos.

Gracias por tu comentario. Un abrazo.

Rafa dijo...

Gerardo:
Creo que entender las complejidades de nuestro interior no debería implicar "dejar todo como está". Es cierto que realidades como la de Salta y de muchas otras provincias responden a problemas muy antiguos y muy difíciles de modificar a corto plazo. Pero hay una distancia enorme entre la comprensión de una realidad que no nos gusta y la resignación a que "no se puede cambiar nada", sobre todo si creemos en la potencia transformadora de la política. Un legado importantísimo que dejó Néstor Kirchner, sobre todo a los más jóvenes.

Eso en cuanto a la realidad local en que se dieron los resultados del domingo 10. Sobre el resto te pido que vuelvas a leer mi post: no le achaqué al tuyo "una mirada progresista" ni mucho menos quise ser liviano ni injusto, sino que me referí al debate que se originó en tu blog y en el de Abel, y quizás por no hacerla larga omití cosas que leí en algún otro lado. Pensé sobre todo en la mirada falta de matices de algunos comentaristas, posiblemente en línea con esa escasa amplitud de entendimiento de cierto progresismo porteño que vos mencionás.

Creo que tus prevenciones sobre Urtubey son perfectamente válidas, pero más allá de sus ataques a Moyano o sus prolijas apariciones en los programas de TN y otros, no puede decirse que haya "sacado los pies del plato". Por lo demás me remito a la columna de Mario Wainfeld que cité en el post. Si realmente Urtubey va a querer lanzarse para 2015 como un sucesor del kirchnerismo amigable para el "establishment", lo veo todavía muy verde. Más allá de caerle simpático a las señoras de Recoleta por la pinta y por sus dichos contra Moyano, no le veo todavía pasta para las "ligas mayores". Aunque lo apadrine Alberto Fernández y quizá hasta Héctor Magnetto.

No me siento incluido entre los que por reflejo lanzan el latiguillo de "progresista" hacia los que cuestionan ciertas prácticas "pejotistas", digámoslo así (además, no me defino como peronista en el sentido partidario). Si leés posts como éste verás que trato de apuntar a lo que une y no a lo que divide.

No creo que por debatir en forma franca y abierta se vaya a "empoyar menemismo". El peligro de la restauración conservadora de que hablaba NK está siempre latente, pero por ahora los que aspiran a eso en forma ostensible están retrocediendo en todos los frentes, y los dispositivos mediáticos muestran cada día más su impotencia. Si en algún momento el viento cambia, habrá que dar la pelea política que corresponda. Yo por lo menos soy partidario de levantar el nivel de los debates y llevarlos al tratamiento de los hechos concretos. No me interesan las "chicanitas de café", como vos decís. Pero qué se le va a hacer, tipos que se creen dueños de la verdad los hay de todos los colores.

Gracias por tu comentario. Un gran abrazo.

Rafa dijo...

Abel:
Comparto en gran parte tu respuesta a Gerardo, sobre todo en que debemos privilegiar la estrategia política por sobre las diferencias ideológicas y/o culturales.

Igualmente no dejo de darle la razón en algo a Gerardo y es que a veces se nota un exceso de soberbia y de exacerbación de las diferencias por parte de algunos peronistas, como también ocurre por el lado de algunos "progres". Reitero lo que dije más arriba, mi postura es resaltar lo que une y no lo que divide. Y apuntar humildemente a una mayor amplitud en la mirada, si ello fuera posible.

Gracias por tu visita. Un gran abrazo.

Rafa dijo...

Pilar:
¡Bienvenida! Lamento no haberte aportado recetas argentinas, pero me alegro de que te haya gustado la música!

El Facundo es un gran libro, y su autor un personaje fundamental y muy discutido de nuestra Historia. Me permito recomendarte el Martín Fierro de José Hernández, para tener otra visión de la realidad argentina del siglo XIX.

Muchas gracias por tu visita, vuelve cuando quieras! Un beso grande.