sábado, julio 09, 2011

Por el cambio




Cuando hace unos meses escribí esto y esto otro, no llegué a redondear algunos pensamientos que me quedaron dando vueltas. Los recordé leyendo esta columna de hace unos días de Edgardo Mocca en Debate.

Si hay algo que se ha ido afianzando en estos meses es la figura de Cristina Fernández de Kirchner y la probabilidad de su reelección en primera vuelta. Al tironeo por las "colectoras" y a las discusiones entre "progres" y "pejotistas" (simplificando el tema) le siguió en las últimas semanas el "malestar" en sectores de la coalición oficialista por la conformación de las listas electorales (leer a Abel para más datos). Ignoro cuál es la real magnitud de ese malestar y no estoy en condiciones de opinar sobre el asunto, pero de lo que estoy seguro es que los próximos cinco o diez años verán una renovación prácticamente total del mundo político argentino, sea por razones biológicas o porque los resultados electorales determinarán un ocaso definitivo de muchos personajes.

Por eso y tratando de mirar un poco más allá de la coyuntura, me interesa resaltar algunos párrafos del artículo de Mocca:

"(...) Muy probablemente, la Presidenta se oriente a profundizar un discurso que tiene como visible y llamativo eje la unidad nacional. Es llamativo porque el kirchnerismo fue el nombre de una salida de la crisis nacional de 2001-2002 que apeló a la contradicción y a la confrontación como herramientas constitutivas. No hay una sola arista de la Argentina tradicional y poderosa que no haya experimentado esa voluntad agonal: (...) En esto tal vez radique uno de los principales méritos históricos del proceso abierto en 2003. En la “desnaturalización” del mundo social y político, en el fin de la antidemocrática creencia en pilares intocados que confunden su propio ser con el de la república.(...)

Podría pensarse que las próximas elecciones son la apertura de un nuevo ciclo histórico en el país.(...) Pero este largo rodeo arranca del giro discursivo de la Presidenta en el sentido de la unidad nacional. Y desde esa perspectiva, podría interpretarse que hay un ciclo amplio y otro más corto que pueden cerrarse. El más amplio es el que arranca de la recuperación democrática.(...) Hay un ciclo corto que también podría estar llegando a su fin, siempre según el resultado de las elecciones. Es el ciclo de la división binaria e irreductible del mundo político, el del todo o nada cotidiano, el de la incompatibilidad entre la Argentina oficialista y la Argentina opositora. De hecho, la configuración del paisaje electoral habla de un principio de agotamiento de ese patrón. No habrá en octubre un gran frente democrático antifascista que tome en sus manos la misión de cuidar el Estado de Derecho en la Argentina: las fábulas que no consiguen penetrar en la subjetividad social se quedan en eso, en fábulas.(...)

Si la Presidenta proclamada candidata gana la elección en términos parecidos a los que auguran todas las encuestas de estos días, es posible cerrar el ciclo corto de la “crispación” y la polarización entre “dos Argentinas”. Para tranquilizar corazones republicanos sensibles, no se está hablando de partido único, ni de exclusión del pluralismo. Por el contrario, podría ser la oportunidad para desatar la pluralidad política democrática de la extorsión de actores minoritarios pero poderosos. Frente al gobierno podría surgir una oposición autónoma, dinámica. Capaz de no reaccionar ante proyectos gubernamentales desde la lógica del protagonismo mediático selectivo que aconseja el enfrentamiento irreductible sino desde la afirmación de los propios principios.(...)

Unidad nacional en la diversidad y la pluralidad, tal el eventual contenido de un nuevo ciclo. Cristina Kirchner parece estar sugiriendo ese horizonte en sus discursos. Debe saber que la apertura de esa etapa demanda gestos muy importantes de un eventual nuevo gobierno por ella encabezado. Sobre la utilización que haga de su consolidado liderazgo recaerá buena parte de las posibilidades de que efectivamente se abra ese nuevo ciclo."

Y esto es algo de lo que me había quedado dando vueltas:

Alguna vez escribí que había un gran ausente en el debate político de la actualidad: Juan Domingo Perón. A pesar de la iconografía vigente y de que el peronismo haya vuelto a ser el mayor protagonista político de la Argentina, el ideario de Perón aparece difuso y fragmentado. Más aún, diría que en gran parte se ignora o se quiere ignorar al último Perón, el de 1972-74, quizás por la influencia de José Pablo Feinmann que lo asocia sin vueltas a Isabelita, López Rega y la Triple A. Pero se olvida que ese Perón fue el que (más allá de su soledad y sus errores) vino a concretar la unidad nacional y a proponer un proyecto de país para el futuro (para más datos, ver el Plan Trienal y el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional -el documento acá-). Como dice el colega bloguero Profquesada, los que defienden el proyecto iniciado en 2003 cometerían un grave error en renunciar a la "ortodoxia peronista" y cederle esas banderas a los que proclaman "el orden y la mano dura", le hacen reverencia a las corporaciones o consideran que ya se ha ido muy lejos en la redistribución del ingreso.

Desde ya, con "ortodoxia peronista" no me refiero a nada que tenga que ver con sectarismo, macartismo, etc., sino a las esencias del peronismo: por ejemplo, Perón y Evita nunca propusieron criminalizar y meterles bala a los pibes. Les dieron amor y dignidad.

Y ya que hoy se habla tanto de "hegemonía", ¿hay en los últimos 60 años algún momento de hegemonía política más contundente que la de Perón en 1973? Un Perón que en las elecciones de setiembre de ese año triunfó con más del 61% de los votos, con una primera minoría (la UCR) comprometida con su mismo proyecto. O sea, con el 85-90% de la ciudadanía "pateando para el mismo lado". Desde ya que se trató de una hegemonía desgraciadamente frágil y efímera, pero ni los personajes ni los momentos históricos son repetibles.

- Ahora, uniendo mis pensamientos con lo expresado con Mocca: ¿no sería una forma de concretar ese nuevo ciclo político que él anuncia, lanzar una convocatoria a la unidad nacional en el sentido en que lo hizo Perón en 1973? ¿Y de paso reflotar y actualizar el Modelo Argentino, que es un legado que todavía nadie recogió? Porque si las amenazas externas son de la magnitud que anuncia Manolo, mejor que vayamos agrandando y fortaleciendo las espaldas... No creo que alcance con ningún "aparato", por experimentado y astuto que sea.

En fin, cosas que me dan para seguir pensando. Pero lo primero es lo primero, y este domingo yo espero que empiece a producirse un cambio en mi Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por eso (y confiando en las palabras de este tuitero) , yo voto Lista 604: Filmus - Tomada - Cabandié. Ojalá que el espíritu de la Negra (que mañana cumpliría años) nos ayude.


P.S.: ¡¡Feliz Día de la Patria para todos!!

3 comentarios:

Féliz Lunático dijo...

¿Quiere hegemonía nacional y popular?. No es nada sencillo. A principios de los 70 la liberación nacional era tan "natural" como lo fue a principios de los 90 las privatizaciones. Está en relación con las olas mundiales.

Empiecen por sacarse de encima la porquería de 6,7,8 (todo lo de Gvirtz) y el resto del aparato propagandístico (Tiempo Argentino, etc). Trabajen con mejor criterio, por ahora tienen una difusión del tipo barra brava. Manejen mejor la publicidad del FPT. El aparato propagndìstico K es un pelotazo en contra, resta en vez de sumar.

Rafa dijo...

Félix:
En parte coincido con Ud. Estoy convencido de que estamos en un muy buen momento para retomar objetivos políticos Nac&Pop que se abandonaron en otras épocas, pero además de hacer una "actualización doctrinaria" hay que aggiornar el discurso. Este es un problema serio de gran parte del oficialismo, como lo demostró la elección de ayer en la C.A.B.A.

Algo de razón tiene en sus recomendaciones. Veré si puedo aportar algo sobre el asunto.

Gracias y saludos.

ana dijo...

Por favor peronistas ,tengan piedad de los demàs argentinos ,me han hecho amargar con el regreso triunfal del neo liberalismo y para colmo este ES DUEÑO DE LA COSA NO REPRESENTANTE COMO MENEM Y DE LA RUA.
Por que metieron de candidato a este falso zurdo que en realidad es representante del GRUPO CLINTON-eso lo puedo probar por DOCUMENTACION EN EL INTERNET-.
Son gente que presionò para la 125 y todas las antiguayeses de los cuarenta QUE LE ALEJAN AL PERONISMO LA CLASE MEDIA.
NO PUEDEN IR DE UN EXTREMO AL OTRO POR DIOS.
MIREN LO QUE NOS PASO A LOS RADICALES POR LAS INFILTRACIONES .YA NO EXISTIMOS.
PRESIONEN PARA UN GOBIERNO DE UNION NACIONAL COMO LO QUISO EL PERON DE LA ARGENTINA POTENCIA.
MIS RESPETOS Y ESCUCHENNOS POR FAVOR.
ASI LOGRARAN UNA JUSTICIA SOCIAL MUCHISIMO MAS EFECTIVA Y PODRAN LUCHAR CON MAS GENTE CONTRA EL SISTEMA ANTINACIONAL,