Quizás fue porque recordé el poema La insignia que escribió León Felipe en 1937, en plena Guerra Civil Española y cuando la Alemania nazi y la Italia fascista hacían de España su campo de pruebas. Un poema estremecedor, en buena parte dedicado a la Pérfida Albión (calificativo que no inventamos los argentinos). Por ejemplo, en versos como estos:
Abajo quedas tú, Inglaterra,
vieja raposa avarienta,
que tienes parada la Historia de Occidente
hace más de tres siglos
y encadenado a Don Quijote.
Cuando acabe tu vida
y vengas ante la Historia grande
donde te aguardo yo,
¿qué vas a decir?
¿Qué astucia nueva vas a inventar entonces
para engañar a Dios?
¡Raposa!
¡Hija de raposos! (...)
Eres la vieja portera del mundo de Occidente,
tienes desde hace mucho tiempo las llaves
de todos los postigos de Europa
y puedes dejar entrar y salir a quien se te antoje.
Y ahora, por cobardía, por cobardía nada más,
porque quieres guardar tu despensa
hasta el último día de la Historia,
has dejado meterse en mi solar
a los raposos y a los lobos confabulados del mundo
para que se sacien en mi sangre
y no pidan enseguida la tuya.
Pero ya la pedirán,
ya la pedirán las estrellas...
1 comentario:
Tras un manto de neblina
no las hemos de olvidar,
las Malvinas... ¡son inglesas!
que se dejen de embromar...
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