Gracias y hasta siempre, Flaco.
P.S.: Pido permiso a Willie Campins para transcribir estas palabras que me llegaron de él, dedicadas a Luis.
Mientras oigo "Ella también", me acuerdo de esos años oscuros en los que escuchábamos esa canción y era como un bálsamo para el bajón. Era saber que estábamos todos ahí presentes, compartiendo eso, esa cosa indefinible del flaco, que ponía una nota con la garganta, meneando un poco la cabeza, pero no demasiado como para no pifiarle al SM58, y te atravesaba el cuore, aunque no dijera nada, o aunque uno no entendiera qué carajo había querido decir, o aunque él mismo no hubiera entendido nada, pero no le importaba, porque las palabras sonaban bien. O te atravesaba con esas frases que plantean más preguntas que respuestas: "deambulan los perros en busca de agua", o cuando gritaba al borde de la rotura, "se durmióooo", o esas frases que lo dicen todo: "aunque se pudra mi boca por callar". Y nos acompañó en esos años oscuros, y en esos años eléctricos y duros, gritándonos detrás de los anteojos desde el escenario, enojado, molesto con él y con el mundo en un momento, amoroso y de una dulzura increíble en el siguiente, y ya más viejo y sabio y blando, insondable, filoso y aterciopelado al mismo tiempo, un misterio del cielo...
El viaje recién empieza, Luis, ahora la canción llegó hasta el sol.
8 de febrero de 2012
4 comentarios:
se rie el niño dormido, quizas se sienta gorrion esta vez,
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamas despierto encontrara.
Bellas palabras... cuánta tristeza.
Que loco, ese tema siempre me identificó, como un tema dedicado a todos esos lobos esteparios anónimos que deambulan por las calles..
ella también ni hablar, un tema mágico
saludos
Larabi, Niña, Alvaro, Silvina:
Muchísimas gracias por sus comentarios.
Abrazos a todos.
PD: Silvina, gracias también por el link de tu blog, muy bueno!
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