Sigamos con el fútbol...encontré esta página con imperdibles retratos (videos incluidos) de varios de los más grandes jugadores, en su cara más oscura. Empieza con esta definición del fútbol por Jorge Luis Borges: "Es un invento post-colonial que sustituye las peleas a cuchillo"...
Quiero destacar a uno en particular de la lista que figura ahí: Mané Garrincha (vean el video por favor, qué adecuada la canción de fondo: Pinball Wizard de The Who). Quizá para compensar la mala onda de mi entrada anterior, vaya esto en homenaje a la poesía, la alegría y la belleza que nuestros hermanos brasileños le han regalado al fútbol (no me refiero a la selección actual precisamente). Y para hacerla completa, aquí va la letra que Don Alfredo Zitarrosa le escribió a Mané:
Garrincha
Lo lleva atado al pie
como una luna atada al flanco de un jinete.
Lo juega sin saber que juega el sentimiento de una muchedumbre,
y le pega tan suave, tan corto, tan bello;
el balón es palomo de comba en el vuelo;
y lo toca tan justo, tan leve, tan quedo
que lo limpia de barro y lo cuelga del cielo.
Y se estremece la gente.
Y lo ovaciona la gente.
Lo lleva unido al pie como un equilibrista unido va a la muerte,
lo esconde, no se ve, le infunde magia y vida y luego lo devuelve,
y se escapa, lo engaña, lo deja, lo quiere
y el balón le persigue, le cela, le hiere;
y se juntan, y danzan, y grita la gente;
y se abrazan, y danzan, y ruedan por entre las redes.
Y se estremece la gente.
Y lo ovaciona la gente.
¿Quién se llevó, de pronto, la multitud?
¿Quién le robó, de pronto, la juventud?
¿Quién le quitó, de un golpe, el hechizo mágico del balón?
¿Quién le entregó en la sombra la pierna, el flanco y el corazón?
¿Quién le llenó su copa en la soledad?
¿Quién lo empujó de golpe a la realidad?
¿Quién lo volvió al suburbio penoso y turbio de la niñez?
¿Quién le gritó en la cara "usted no es nada, ya no es usted"?
El último balón
lo para con el pecho y junto al pie lo duerme
Lo mira y sólo ve
cenizas del amor que estremeció a la gente.
Y lo pierde en la hierba, lo deja, lo olvida.
No lo quiere, le teme, no puede, no atina.
Y se siente de nuevo encerrado en la vida.
Y el balón se le escapa entre insultos y risas.
Y se enfurece la gente.
Y lo abuchea la gente.
¿Quién se llevó, de pronto, la multitud?
¿Quién le robó, de pronto, la juventud?
¿Quién le quitó, de un golpe, el hechizo mágico del balón?
¿Quién le entregó en la sombra la pierna, el flanco y el corazón?
¿Quién le llenó su copa en la soledad?
¿Quién lo empujó de golpe a la realidad?
¿Quién lo volvió al suburbio penoso y turbio de la niñez?
¿Quién le gritó en la cara "usted no es nada, ya no es usted"?
Ya no es usted,
señor,
ya no es usted.
Alpargatas y libros
Hace 12 horas.
2 comentarios:
Garrincha, fútbol como poesía.
Y después hay que soportar a Artemio pidiendo por Bilardo. En fin.
Hal, leyendo bien lo que escribe Artemio creo que no se puede saber si está pidiendo por Carlos Bilardo, Carlos Bianchi o Carlos el de Anillaco.
María Esperanza, me alegro de que te haya gustado lo de Garrincha. De nada.
Gracias a ambos por sus comentarios.
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