miércoles, septiembre 13, 2006

Se agranda el club


Cuando inicié este blog dije que se lo dedicaba a Jorge A. Sabato (perdón Jorjón, hace rato que no hablo de Ud.) y a Arturo Jauretche. En los últimos días estuve viendo con alegría que Don Arturo aparecía como invitado en otros blogs amigos, como Homoeconomicus, Grupo Concordia y 7locos. Lo que demuestra que su pensamiento sigue vigente, aunque algunos lo nieguen.

Hace unos días el economista Pablo Gerchunoff (aka Doctor Pangloss) estuvo como invitado en La Ciencia Maldita con una entrada referida a un debate parlamentario de 1920 entre el líder socialista Juan B. Justo y el diputado radical Víctor Molina (a propósito Doctor, todavía estamos esperando saber quién ganó el debate). Se trataba de un proyecto del gobierno de Don Hipólito Yrigoyen para subir los impuestos al trigo, la harina, etc. ante el aumento de sus precios internacionales, a fin de disminuir su precio para el consumo interno. Leyendo el discurso de Justo que se cita allí, quizás a algunos les llame la atención su postura librecambista. Pero a poco que se indague en el pensamiento de aquel que dijo que venía "a difundir las ideas de Adam Smith, Ricardo y Marx" (todas juntas) se verá que el hombre tenía su coherencia.

No se trata aquí de desvalorizar los aportes a la vida política y social de la Argentina que han hecho los socialistas y Juan B. Justo en particular, sino de señalar cómo, en materia económica, Don Arturo Jauretche le puso la tapa al fundador del PS. Para ello me remito a la Zoncera No. 35 de su Manual de Zonceras Argentinas:


V) La canasta de pan. El granero del mundo

Nutricia como Isabel Sarli — "ma non troppo", sobre todo en lo "láctico"— y tal vez más cubierta de púdicas gasas, es la imagen de la Argentina que persiste a través de estas dos zonceras. Pero a diferencia de aquélla, esta Argentina es ru­bia, pues ya lo advirtió Darío: "Purificada por la sangre anglo­sajona". (En el Rubens del Museo del Prado, Ceres es la rubia. Pero la morocha no es tampoco Isabel: es Pomona).

No es arbitraria la cita de Darío. El también se complicó, como Lugones, en aquella exaltación agropecuaria del cente­nario de 1810. El estro volcaba sus ardores desde las colum­nas de "La Nación", para pasar después al libro.

Dijo Lugones en Odas seculares:
"Para henchir de riquezas el buque ufano cuadra la ceba sus compactas reses y el calor germinal de tu verano, hecho sólida luz, se logra en mieses."

Y Darío, en la misma oportunidad, en su Canto a la Ar­gentina:
"En material continente una república ingente crea el granero del orbe..."

Como vemos, más que la del verso, los poetas anuncian la métrica del país, pues hasta los vates le señalan el límite: "ser el granero del orbe", Darío; "para henchir de riquezas el buque ufano", Lugones.

Gobernantes, poetas, pedagogos, periodistas y personajes internacionales en visita de cumplido, todos concurren a fijar la imagen mítica. No es la de Marte ni la de Minerva, menos la de Mercurio o Vulcano. Mucho menos un personaje como Juan Pueblo o Martín Fierro, o la manera del Tío Sam o John Bull. La imagen del país está dada por Ceres, la rubia deidad que nos obsequia con sus dones y nos impone dar vida al "orbe entero" a través del "buque ufano". Desde luego con la cornucopia porque los dones de la naturaleza tienen por ex­clusiva finalidad ser derramados por el mundo. ¿Y qué mejor símbolo de esta vocación hacia los otros que un gigantesco cuerno?

También en lugar de la rubia Demeter se pudo elaborar la imagen del panadero de la esquina (de la esquina del mun­do), pero pronto se comprende la elección, porque lo de la canasta de pan es sólo un decir. No sea que tomándola en serio a los argentinos se les ocurriese que la cornucopia podría derramar sus espigas en lugar de "en el buque ufano", dentro del país; y exportar galletas, galletitas, fideos, después de ha­ber llenado su propio "buche ufano" y no en el ufano buque.

Dejemos a los poetas y que hable un economista. Y para no perder tiempo con los liberales que se comprende sean "demetéricos", vamos a oír a un socialista.

Habla Juan B. Justo, el fundador de nuestro Partido So­cialista (La Moneda, ed. "La Vanguardia", 1977, págs. 101-102):

"Hay gente en el país que cree que sería bueno transfor­mar acá todo el trigo argentino en harina. Desde luego los propietarios de molinos, el trust de los molinos: ellos creen tener derecho de exigir que se les facilite hacer harina aquí de todo el trigo, pretendiendo que si se exporta trigo sin moler es una pérdida para el país, porque hay pérdida para ellos, ya que con el trigo exportado en grano no ganan los señores molineros."

"Ellos pueden tener los mejores molinos del mundo, pue­den trabajar con una perfección técnica insuperada pero, aún así, sería un error profundo creer que aquí se debe transformar en harina todo el trigo; porque el trigo lo producimos en su mayor parte para ser consumido fuera del país, y el trigo en grano se carga y descarga como un líquido por procedimientos mecánicos rapidísimos, no exige envase de ninguna clase para el transporte y la harina se conserva mucho mejor dentro del grano que en la bolsa; no hacemos tampoco bolsas en el país y nos cuestan demasiado para las operaciones internas. Y por otra parte, en los países que necesitan las harinas de nuestro trigo, hay molineros que tienen los mismos prejuicios, los mis­mos intereses egoístas de nuestros molineros y ellos también quieren hacer trabajar a toda costa sus molinos y negociar con sus subproductos, todos aprovechables. No hay, pues, ningún motivo económico ni político para empeñarse en garantizar ganancias extras a los señores molineros de nuestro país, en perjuicio evidente de los consumidores de pan y los trabaja­dores molineros de otros países y de los agricultores argenti­nos, clase productora indudablemente más digna de considera­ción. Los agricultores no piden, por otra parte, que se les den ventajas de ninguna clase: producen sus cereales y piden que se les deje exportarlos, y esto es de conveniencia económica mundial. Lo antieconómico es instalar aquí más molinos que los convenientes para el país y para el mundo."

El "maestro" del Socialismo ya ni siquiera admite la ca­nasta de pan; ¡ni la bolsa de harina, siquiera! ¿Podéis hablarle de industria pesada o siquiera de industria liviana? ¿Siquiera de fideos o galletitas? Les contestará en las páginas 188/189 del mismo libro:

"Pero lo que negamos, y volvemos a hacerlo, es que co­rresponde al Estado el papel de fomentador de los intereses empresarios y el engendrador artificial de empresas cuya ra­zón de ser es problemática por el simple hecho de no haber nacido espontáneamente."

Si esto pensaba el socialista temeroso de lesionar la bur­guesía y los trabajadores argentinos podéis conjeturar cuál era el pensamiento de los liberales, o mejor dicho de los otros liberales, los que no se llamaban socialistas.

Establezcamos concordancias.

Una vez más se confirma, con el pensamiento del "maes­tro", aquello de las dos patas, una coja, en que ya dije, anda la "intelligentzia" con su civilización y barbarie. Una vez más se ve que con distinto ritmo llevan la misma dirección cuando se trata de las soluciones concretas, porque parten de los mis­mos presupuestos mentales aunque parezcan contradecirse. Vea usted caminar o un cojo y verá que un lado del cuerpo parece rechazar el movimiento del otro. Pero en definitiva los dos lados, es decir, el cojo completo, van hacia un mismo ob­jetivo.

Sin embargo, tal vez usted, lector, encuentre que esta zon­cera contradice una característica general de las mismas. La canasta de pan, el granero del mundo, la cornucopia, el buque ufano, el orbe entero esperando ansioso el fruto de las pam­pas, dan una idea exultante del país. Esto no parece corres­ponder con las demás zonceras que tienden a crear la imagen deprimente por una estimación peyorativa de nuestras posibi­lidades humanas, geográficas, climáticas, etc.

A poco que usted reflexione comprenderá que esta tónica exultante es el complemento necesario de la otra depresiva. Este tipo de zoncera optimista está siempre referido al cum­plimiento del destino que se nos tenía asignado como granja. En la medida que las zonceras tienden a crearnos complejos de inferioridad para que nos apartemos de la producción de materias primas alimenticias, estas zonceras son las destinadas a pintarnos con los más selectos colores de la paleta, el des­tino que nos corresponde como coloniales. Bajo el signo "de los ganados y las mieses", decorados con dioses helénicos y la­tinos, cestos y cornucopias, pámpanos, racimos, espigas y bifes (*), la "pedagogía colonialista" atiende a que no intentemos salir del sistema.(...)"


(*) Efectivamente, en las estampillas de correo argentinas de los años '30 y '40 abundaban las vacas, los toros, las ovejas, las espigas de maíz, trigo, girasol, etc., como símbolos del país, adornados con cornucopias, la diosa Ceres e ainda mais, diciéndole al mundo : "Aquí tienen su granero".


Henos aquí entonces, como orgullosos integrantes del club de admiradores y divulgadores de las ideas de Don Arturo Jauretche. Así que, muchachos de Bonk/TP, aquí estamos, somos The Jauretche Zombies. No-les-tenemos-miedo.


Aclaración necesaria: Este club no tiene ninguna vinculación (que yo sepa) con la Fundación o Instituto con el nombre de Don Arturo, que encabeza nuestro benemérito ministro del Interior, Dr. Aníbal Fernández. Bienvenido sea todo lo que contribuya a la difusión de las ideas de nuestro mentor, pero por lo menos este Lobo prefiere el frío de la estepa al calor que emana del poder. Ah, y no solicitamos contribuciones.

11 comentarios:

Ulschmidt dijo...

Estepario, con el debido respeto, hay algun teórico muerto hace menos de un siglo que interese hoy a la intelectualidad mas o menos peronista ???
Tamos peligrando vivir la historia del tango, Lobo. Mucha nostalgia, que grande era Carlitos, pero vivito y coleando nada.

Hard Core dijo...

Cuide la pymes y pida subsidios para que no lo apabullen las indemizaciones y pueda usar la cuatro por cuatro, yo con el lobo nos quedamos cantando la marchita tranquilos, porque llegamos al siglo XXI con la Argentina que inaugura Peron, los cambios sociales como juego de domino son los que nos traen aqui, la falta de memoria es de los muchachos no nuestra. Y para colmo sin ser un viejo que muerde una biliosa hez, le puedo contar las cosas que Peron en persona nos decia. Y poder escuchar a los piojos y a las pelotas, criar hijos de diez y siete y tener nietos de seis años y no darme pena, porque eso si vale la pena, porque mi militancia sigue en ellos, en el peronismo ya hecho simbiosis en las ideas de la gente ira con ellos donde vayan. Quedese tranquilo don Lobo los viejos son los que creen que el pasado reciente se lo comio la historia, cuando la historia se los esta comiendo a ellos y no se dan cuenta, aunque vayan en Pyme.

Rafa dijo...

Mi estimado don U, le voy a batir la justa: aunque parezca lo contrario no me interesa relamerme las heridas con la nostalgia. Estoy tratando de poner algún granito de arena para recuperar algo de pensamiento crítico, en lo que don Arturo J. era un maestro. Después de la aplanadora mental que implicó el Proceso nos vino el fin de las ideologías, la posmodernidad, el pensamiento único, la sensación de que todo "se'gual" como decía Minguito...y eso medio que me revuelve las tripas, y actúo en consecuencia. A eso apunto, a que se empiece a ver algo de pensamiento crítico vivito y coleando.

En cuanto a los teóricos del último siglo, pregúntele a Novale por Heidegger que le puede hablar un rato largo :P.

Perdón Novale por la chicana, muy bueno lo suyo. Gracias a ambos.

SaluII

G.F. dijo...

Generalmente los buenos teoricos tienen su reconocimiento despues de unos cuantos años de muertos, en el "durante" suelen ser resistidos y demas... En el caso de Jauretche fue "cuasi" prohibido, no se lo reivindicó nunca. En la Argentina existen los literatos, teoricos y escritores "políticamente correctos" y los "comprometidos", a los primeros se les dedican ferias, muestras y homenajes en los principales medios de comunicacion, a los segundos se los tapa y olvida. Sls. Gonzalo

Rafa dijo...

Tal cual Gonza. Además un tema con Jauretche es que él nunca pretendió ser un teórico ni un académico sino que trató siempre de ser accesible para el hombre común. A lo mejor de ahí viene que algunas veces se lo desvalorice (más allá de lo ideológico).

Don U, disculpe, si me preguntaba por algún teórico en economía, aunque no soy del gremio, supongo que Sir John Maynard Keynes es bastante adecuado al gusto Nac&Pop. Y ahora lo tenemos a don Joseph Stiglitz, que está vivo y encima es amigo del matrimonio K :P.

Gracias y saludos

Hard Core dijo...

Quizas este definitivamente viejo, pero como hoy es diez y nueve de septiembre, creo Jorgito que los ilustres de ARgentina ya fallecidos estarian mas preocupados, sin dejar de mirar el escenario nacional, mirando el escenario internacional, puesto creo que el eje de la historia esta pasando por esos acontecimientos mas alla de lo que uno pueda suponer. Creo que las fichas estan puestas por ahi, no en el destino individual de las naciones.

Rafa dijo...

Por supuesto Novale, recordemos cómo en sus últimos años Perón hablaba del paso a la etapa de integración continental y posteriormente a la universal. Pero igualmente creo que, sin dejar de tener un ojo puesto en la situación mundial, el aquí y ahora nos presenta enormes tareas pendientes. Y el reavivar un debate de ideas y una concepción de pensamiento crítico, sobre todo entre los más jóvenes, no es la menor de ellas.

Gracias, un abrazo.

G.F. dijo...

Historicamente el "orden mundial" se mueve por ciclos, del apogeo de la ONU ahora vemos como lentamente va cayendo y segun un profesor de Derecho Internacional se viene un nuevo gobierno mundial, con los paises poderosos como directores del mundo y los presidentes como administradores de las realidades locales, le guste a quien le guste decía... apocaliptico? Sls. Gonzalo.-

Ulschmidt dijo...

Ta bien, ta. Voy a releer el "manual de sonceras" y Stiglitz dijo? También hay un tal Galbraith que tenía que leer, pero nunca lo encuentro en la mesa de saldos. Aquel otro que jorobaba con los trenes cómo se llamaba? Scalabrini Ortiz. Bueno, pero no quiero hacerlo recordar.
Deberíamos estar leyendo algún brasilero - nunca leemos brasileros - porque, al fin y al cabo, no deberíamos inclinarnos ante el líder subcontinental? No deberíamos conocer sus tesis? Mucha integración pero no les damos pelota.
Novale: casi casi me hizo llorar.

Rafa dijo...

Tiene razón don U, me olvidaba de John Kenneth G., en estas cosas tendría que recurrir a Tavos y Pippo de Homoeconomicus. Se nos fue hace poco, ya grande, pero tenemos a su vástago James K. que parece potable, acá le dejo algo para que lo vaya conociendo:

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-2566-2006-08-13.html

Otro olvidado, don Scalabrini. Y hablando de los brasileños me hizo acordar de Celso Furtado, no sé si le suena:

http://www.eumed.net/cursecon/economistas/furtado.htm
http://www.eumed.net/cursecon/textos/2005/agf-depende.htm

SaluII

Anónimo dijo...

Evidentemente no toman en su justa dimensión la obra de Juan B.Justo, Alfredo Palacios y Carlos Sánchez Viamonte. Sería bueno prestigiar un poco más también esas líneas de pensamiento.

No sectaricemos.