martes, mayo 02, 2006

Bienvenidos II

Ah, y también podrá leer sobre música, literatura, cine y demás yerbas. Y si nada de esto le interesa, hablaremos sobre sexo.

Empecemos con mi carta de presentación:

Yo voy, lobo estepario, trotando
por el mundo de nieve cubierto;
del abedul sale un cuervo volando,
y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto.

Me enamora una corza ligera,
en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso;
con mis dientes y zarpas de fiera
destrozara su cuerpo sabroso.

Y volviera mi afán a mi amada,
en sus muslos mordiendo la carne blanquísima
y saciando mi sed en su sangre por mí derramada
para aullar luego solo en la noche tristísima.

Una liebre bastara también a mi anhelo;
dulce sabe su carne en la noche callada y oscura.
¡Ay! ¿Por qué me abandona en total desconsuelo
de la vida la parte más noble y más pura?

Vetas grises adquiere mi rabo peludo;
voy perdiendo la vista, me atacan las fiebres;
hace tiempo que estoy sin hogar y viudo
y que troto y que sueño con corzas y liebres

que mi triste destino me ahuyenta y espanta.
Oigo al aire soplar en la noche de invierno,
hundo en nieve mi ardiente garganta,
y así voy llevando mi mísera alma al infierno.


Hermann Hesse, ELE, trad. Manuel Manzanares, Santiago Rueda ed., Buenos Aires, 1952, p. 75.

3 comentarios:

Rafa dijo...

Mi querida Brujildilla, yo diría que el tema filosófico en que se centra El Lobo Estepario es la visión de un hombre ya maduro que rechaza la vida burguesa y se encuentra vacío y angustiado tras una vida dedicada a lo intelectual. Encuentra una salida a su crisis en la vida mundana y en el deleite de los placeres sensoriales. Pasame tu teléfono así podremos conversar largo y tendido sobre este y los otros libros que mencionás.
Un beso afectuoso

J.Y. de la G.

Anónimo dijo...

Permítanme un comentario: lo que tú señalas, Jorge, es la trama; es decir, lo más sucinto de personajes y situaciones. Lo que tú preguntas, Brujildilla, es, si lo hay, cuál es el tema filosófico.
Los artistas, los verdaderos, no esa especie de cantantes y marionetas que nos vende la TV, casi nunca proceden por intentar demostrar o apuntar hacia un tema filosófico. Lo que los mueve, es el afán artístico por sí mismo. Y ya luego resulta que la obra presenta algún aspecto filosófico para alguno, una controversia estéstica para algún otro, una moraleja para alguien más, la demostración de una teoría para aquél. Un pretexto para el suicidio, acaso.
Pero lo que sucede en el alma del artista sólo él lo conoce, porque tiene él "ojos de un mirar distinto."..

Rafa dijo...

Estimado Anónimo:
Gracias por comentar este viejo post. Totalmente de acuerdo con tus palabras. Aunque los grandes y verdaderos artistas son los que nos permiten, cuando lo intentamos con la mente y el corazón abiertos, asomarnos a su alma y compartir aunque sea un fragmento de su espíritu.

Una pequeña aclaración: Brujildilla es una amiga muy querida y cercana, y mi respuesta a ella tuvo un toque de chanza.

Gracias y muchos saludos.